Viaje a la guerra Viaje a la guerra

Hernán Zin está de viaje por los lugares más violentos del siglo XXI.El horror de la guerra a través del testimonio de sus víctimas.

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¿Qué ha sido de los golpes de Estado?

Hubo años, como 1963, en que cada dos semanas tenía lugar un golpe de Estado en algún lugar del mundo. Desde 1960 hasta 1989 el promedio fue de 12 golpes al año.

Sin dudas se trata de una excelente noticia que en 2007 apenas se registrara un intento de coup d’état.

Tanto como observar el declive sostenido en términos cuantitativos a lo largo de la última década de esta pasión por derribar gobiernos a través de la fuerza, según un estudio del Heidelberg Institute for International Conflict Research.

Hubo momentos del pasado en que la información internacional pasaba sin duda por los golpes de Estado, potenciales y ejecutados. Entender quién había llegado al poder, cómo, por qué, ocupaba buena parte de los análisis y editoriales de la prensa.

Peligro en Bangkok

El último golpe de Estado es el que tuvo lugar en Mauritania el pasado mes de agosto y que sacó del poder al presidente Sidi Mohamed Uld Cheij Abdellahi.

Hoy, el único coup con el que se especula es el que podría tener lugar en Tailandia, dos años después de que Thaksin Shinawatra fuese sacado del gobierno por un grupo de militares pro monárquicos.

Aunque el multimillonario Thaksin se encuentra en el exilio, son sus aliados los que controlan el ejecutivo. La oposición del People’s Alliance for Democracy (PAD) ha tomado recientemente los aeropuertos de Bangkok, generando una nueva escalada de tensión que ha sacudido a los cuarteles, aunque sin llegar a sacar a los militares a las calles.

Pasado y comprensión

La guerra fría hizo que crecieran de forma exponencial los golpes de Estado en América Latina, en buena medida debido a la influencia de EEUU y la Unión Soviética. Se multiplicaron en los años sesenta y se mantuvieron en las mismas cifras hasta 1990.

Los más recordados son los de Pinochet y la junta de Videla, por sus brutales violaciones de los derechos humanos, pero lo cierto es que la lista resulta más que extensa. Solo basta ver la sucesión de golpes que sufrió la Argentina desde 1930: 1943, 1955, 1962, 1966 y 1976.

En África, la eclosión de intentonas golpistas tuvo lugar con el comienzo mismo del proceso de descolonización. No hacían falta demasiados recursos para hacerse con el poder de uno de los recién nacidos estados independientes.

Mobutu Sese Seko, un militar cuasi analfabeto, se llevaba por delante la vida de Patrice Lumumba, el primer presidente elegido democráticamente y un hombre que habría conducido por otros derroteros a Congo Kinshasa. Y lo hacía con la complicidad de Occidente.

Con respecto a las causas de este descenso del número de golpes de Estado en la actualidad, podría señalarse en primer lugar que existe una menor tolerancia de la comunidad internacional hacia estas prácticas. En segundo, mayor información sobre sus derechos y madurez democrática de los ciudadanos.