Viaje a la guerra Viaje a la guerra

Hernán Zin está de viaje por los lugares más violentos del siglo XXI.El horror de la guerra a través del testimonio de sus víctimas.

Entradas etiquetadas como ‘dushka’

Helicópteros Apache, talibanes y ametralladoras dushka

Algunos pilotos describen al Apache como “un tanque volador”. Todo su fuselaje resiste impactos del calibre .50 (12,7mm), y de 23 mm en las zonas críticas, tras los que cuenta con hasta media hora de vuelo. La cabina y los asientos han sido diseñados para sobrevivir a un impacto vertical de 12,9 metros por segundo.

Como explica Ed Macy, el Apache británico carga 1.423 litros de combustible en dos tanques a los que se bombea nitrógeno para ocupar el espacio vacío y prevenir incendios. Si alguno de los tanques recibe un impacto de bala, se sella automáticamente con una espuma de diseño especial.

El gran salto en seguridad se dio al pasar del modelo AH-64A al AH-64D, que cuenta con una capacidad de supervivencia un 720% superior. Según señala Damien Lewis, autor de otro reciente libro sobre el Apache, la duplicación de los componentes críticos, el aislamiento de los equipos más sensibles y el empleo de materiales como el Kevlar (usado en los chalecos antibalas), explica también la resistencia de la aeronave.

Amenazas

El modelo británico cuenta con el sistema HIDAS (Helicopter Integrated Defensive Aids Suite), que le permite esquivar misiles tierra-aire (conocidos en inglés por las siglas GAM o SAM). Ed Macy da una explicación muy clara y didáctica sobre las amenazas que los Apache enfrentan por parte de los talibanes:

“Si quieres ir tras una aeronave, y no tienes ninguna propia, necesitas misiles tierra-aire. Los SAM han estado en las manos de las superpotencias hasta los años 80, en que se convirtieron en un fenómeno planetario”.

A continuación, describe tres tipos de misiles tierra-aire: guiados por radar, por infrarrojos o por láser. Según afirma, los tres son usados en Afganistán. “Varían en calidad, pero pueden detectar una aeronave que vuela en el cinturón de los SAM – entre mil y veinte mil pies – desde diez kilómetros, y dispararle desde seis”.

La mayor amenaza viene de los lanzadores portátiles de misiles, conocidos como MANPADS y diseñados para ser disparados por un solo individuo.

“No había escases de ellos”, señala Ed Macy. “Nos habían dicho que esperáramos rusos SA7 y SA14, chinos HN15, y los Stinger estadounidenses y los británicos Blowpipe que la CIA y el M16 habían enviado al país durante la invasión soviética”.

Esquivar misiles

En la fisonomía del sur de Afganistán poco lugar hay para que los Apache se oculten de los misiles tierra-aire. “HIDAS detecta cada amenaza de misil: cualquier rayo láser que intenta seguir a la aeronave, cualquier radar que intenta localizarla, y cualquier misil que fuera disparado hacia nosotros”.

Instantes después, el sistema HIDAS lanza automáticamente las contramedidas necesarias para hacer frente al misil. “Si se trata de un SAM guiado por radar, el Apache lanza señales electromagnéticas que aparecen como una gran aeronave para engeñar al radar».

«Si se trata de un infrarrojo, entonces lanza una lluvia de bengalas – más calientes que nuestros motores – para confundirlo. Si el misil es guiado manualmente por láser, entonces da una serie de rápidas instrucciones –altamente clasificadas – para realizar maniobras violentas: vira a la izquierda, vira a la derecha, asciende, desciende”.

Las dushkas

Paradójicamente, el Apache no puede hacer tanto contra armas más rudimentarias (que son las que provocan el 95% de los derribos). “Éramos tan vulnerables a las antiguas balas como todos”, se lamenta Ed Macy. A los AK 47 y los RPG los burlan situándose a unos dos mil metros de distancia.

Así que la amenaza más contundente de los talibanes se ciñe a las ametralladoras. Las ZPU rusas, de 14,5 mm. Y las más comunes entre los guerrilleros, las DShK soviéticas, que con una munición de 12,7 mm pueden alcanzar los cuatro mil pies de altura.

Esas mismas «dushka» que, entre otros tantos escenarios, se ven en la parte trasera de los todoterreno en Somalia o Sudán, o en alguna favela de Río de Janeiro, como contábamos en este blog hace un año.

“Hasta ahora, sólo el buen pilotaje – y la suerte – han evitado que un helicóptero británico haya sido alcanzado en los cielos de Helmand”. Como muchos de vosotros señalabais, otros Apache no han tenido la misma fortuna.