Lo había comentado en estas páginas hace un par de años, cuando fuimos empotrados con la 101 Divisón Aerotransportada en el Valle del Tagab, Afganistán: la sensación de alienación, de aturdimiento, que produce recorrer una zona de conflicto en carro blindado.
El rugido del motor y del aire acondicionado que apenas te permite escuchar, oler, palpar, lo que sucede a pocos metros de ti, en la calle; el casco, que más que nada sirve para amortiguar los golpes que te das contra el techo cada vez que pasas por encima de un bache, y el chaleco antibalas que, además de asfixiarte, te vuelve lento, torpe y pesado (bueno, no demasiado más de lo habitual en mi caso) al tener que moverte entre los soldados, los fusiles y la munición.
Para agregar aún mayor caos y confusión al periplo luchas al mismo tiempo con la cámara, que hace los balances de color más extraños debido a los cristales tintados y el sol radiante que suele imperar en estos sitios, y con la frustración de no poder capturar un plano decente, estable, de más de tres segundos, pues los blindados, por la altura, se sacuden como si estuvieras en el epicentro de un terremoto.
Más allá de mi torpeza congénita para editar (que poco ha progresado desde aquel otro recorrido en coche por el Líbano devastado por las bombas, que publicamos aquí en 2006), en este vídeo intenté repasar con sosiego y sin prisas lo que hace un par de semanas viví como una suerte de salto al vacío. Me sorprendió, al volver a las imágenes, cómo la gente sigue adelante con sus vidas cotidianas a pesar de encontrarse en la ciudad más peligrosa del planeta.
Comerciantes, desvencijados matatus, niños que camina en busca de agua. En realidad, más que una sorpresa, una reafirmación, una confirmación, de la capacidad de superación y resistencia del ser humano, plasmada negro sobre blanco en la sordidez de la guerra, pues algo similar ya había anotado en este blog en Gaza, Congo o las favelas de Brasil.
También traté de reflejar a través de la música justamente la sensación de alienación, de insalvable distancia con el universo que te rodea cuando vas en un blindado. Un poco el absurdo de todo esto, de la violencia en general, como el «enrevesado» final del vídeo.
Saludos… HZ
https://www.facebook.com/pages/Hernan-Zin/144053645612680?ref=ts
01 diciembre 2010 | 17:17
Destrozaito esta Mog….
01 diciembre 2010 | 17:31
¡Qué lástima que tenga que haber motivos para hacer una sección sobre guerras!
01 diciembre 2010 | 19:27
La cobardía del anonimato Marcos!!! Pero peor aún la ortografía!!! Alguien que a viajado mucho… Escribes… Camionero por un casual??
01 diciembre 2010 | 20:00
Qué pena de ciudad y de país. Ese instante en el que se ve el bellísimo mar color esmeralda da tanta pena como esos niños sin futuro, ese árbol sin sombra o esa cabra sin leche.
01 diciembre 2010 | 20:02
Enhorabuena por el reportaje a los reporteros.Mogadiscio parece ser que no le interesa al resto del mundo para nada.Valoro muy positivamente el tener estas imagenes de primera mano en un pais tan peligroso.Por que ultimamente solo hay noticias vagas.Muy pocos se adentran en este infierno.
01 diciembre 2010 | 20:24
He llegado a la conclusión de que el ser humano no es un animal sino una mala hierba. Zankiú por tus reportajes, un saludo
02 diciembre 2010 | 01:05
Este tipo de trabajos tan tuyos son los que hacen que te siga…perdona que me atreva a decirte que es una de las entradas mejor escritas de los últimos tiempos, muy de Hernán…
El vídeo (muy Zin)…se hace corto, sinceramente, pero en tan poco tiempo creo que transmite bastante bien ese cúmulo de sensaciones, esas mujeres que incluso parecen sonreir en una de las tomas, mientras cargan sobre sus cuerpos las decisiones que otros toman sobre este pueblo…esa devastación desoladora y esa marcha atrás final…creo que todos quisiéramos como tú que algo así no hubiera sucedido y no nos lo tuvieras que contar.
Lo peor, esa sensación de que nada avanza y los niños crecen en ese entorno con tremenda naturalidad.
Un abrazo.
02 diciembre 2010 | 11:03
bien berni por fin colgas un video, creo que una imagen vale mas que mil palabras ( no quiero caer en lugares comunes pero asi me parece) , en cuanto a Somalia hasta dios le dio la espalda a ese pobre pais, no creo que la mision de paz alli establecida pueda hacer mucho mas que detener pequeñas escaramuzas, ese pais merece algo mejor de lo que le esta pasando, saludos berni.
02 diciembre 2010 | 20:25
ah y el señor de la ametralladora mete cagazo….saludos capo .
02 diciembre 2010 | 20:28
Interesante video. Esos «carros» blindados, en realidad vehículos blindados de exploración -ando rompebolas con las palabras españolas pido disculpas- fueron diseñados en un principio por los sudafricanos durante las guerras que sostuvieron con las guerrillas comunistas en Namibia y Angola.
Si bien su altura posibilita en caso de «pisar» una mina salvar a la tripulación, los hace sumamente vulnerables a la hora de encajar un rpg 7 de esos baratos y que sobreabundan por el mundo en guerra.
La altura quedó determinada no solo por el blindaje que portan sobre todo en su parte baja, sino porque los sudafricanos preferían disparar desde las alturas a sus enemigos que se ocultaban entre las altas malezas de las sabanas.
Quien lo diría, semejantes elefantes en Afganistán…
03 diciembre 2010 | 17:05
Sorry, fe de erratas, SOMALIA, no afganistán, cualquiero cosa escribo con sueño. Saludos!!!!
03 diciembre 2010 | 17:19
Desolador paseo por las calles de Mogadiscio. Sin embargo, es crucial, en necesario, es de Justicia que esta realidad traspase fronteras. Gracias por acercarla a nuestras ventanas. Salud, y mucha Paz.
07 diciembre 2010 | 09:08