Viaje a la guerra Viaje a la guerra

Hernán Zin está de viaje por los lugares más violentos del siglo XXI.El horror de la guerra a través del testimonio de sus víctimas.

Niños de barro en la guerra del Congo

Parto al alba en patrulla con una misión paquistaní de la MONUC, la fuerza de paz de 17.000 efectivos articulada por el Consejo de Seguridad de la ONU para la República Democrática del Congo.

Música de Bollywood en la radio del Land Rover. Algunas palabras sueltas en urdu cuyo significado logro descifrar. Y una parada, a medio camino, para comer curry de verduras con parathas. Sin rozar el borde, los soldados, llegados desde Cachemira, Karachi y Lahore, se pasan un vaso rebosante de pani.

A medida que avanzamos por la carretera, los niños nos saludan. “MONUC, MUNUC”, gritan levantando las manos, para pedir a continuación a los efectivos de la ONU que les regalen unas galletas. “Donne moi biscuit”, exclaman, con voz atiplada, como si fuera una suerte de canción infantil.

Entre el polvo y el lodo

Decía el gran fotógrafo Philip Jones Griffiths que existen dos clases de guerra: las de arena y las del barro.

Hace un mes, en un conflicto armado de fino polvo que se metía en las cámaras, en la ropa, vivía cada día la misma situación cuando salía a acompañar en sus patrullas por el valle afgano del Tagab a los miembros del 101 Batallón Aerotransportado de EEUU.

Jóvenes soldados llegados desde Texas, Misisipi o Alabama, habían bautizado a los pequeños como los “niños del polvo”. Y, con el tiempo, habían dejado de regalarles bolígrafos o botellas de agua asustados por la temeridad con que corrían junto a los blindados MRAP y a los humvees, por miedo a que terminaran bajo sus ruedas.

Perplejidad

Ahora, en medio de la tierra roja y húmeda de los bosques que pueblan los Kivus, y a miles de kilómetros de distancia de la frontera entre Afganistán y Pakistán, son otros niños los que levantan las manos para pedir a los militares que les hagan un regalo, los que se acercan demasiado al paso de los convoyes.

Tanto es así que por momentos cierro los ojos, pues nos movemos a tal velocidad, sin aminorar la marcha al paso por las aldeas, que el advenimiento de una desgracia parece escrito.

Esos niños de barro que a veces imagino que nos ven a los adultos, que vamos de un lado a otro con nuestros armamentos, nuestros coches blindados y nuestras banderas de colores, como un atajo de meritorios incompetentes, incapaces de un solo gesto de sentido común, de hacer algo concreto, eficiente, para terminar con la violencia en el mundo.

13 comentarios

  1. Dice ser oido cocina

    Muy elocuente la foto:niño con su coche hecho por él mismo con cartones, alambre y lata trazando sus lentas rutas entre la nada; adultos con un coche de la empresa, juguete reluciente con el que lanzarse a toda velocidad y de aquí para allá por la misma nada,amparados en un uniforme, un programa, una agencia y un humanitarismo de repartidores de galletas a sueldo.Hombres de cartón. Almas vacías como latas.

    30 noviembre -0001 | 00:00

  2. Dice ser Hernán Zin

    Buen comienzo de semana a todos!! HZ

    11 agosto 2008 | 09:59

  3. Dice ser arantxa

    Buenos días Hernán, aunque el fin de la violencia no se dibuje en un horizonte próximo -nuestro eterno sino-… niños de polvo, niños de barro… niños despojados de una tierna infancia… que lástima de mundo… ánimo y saludos!!!ArantxaPD: Poema pueblo Kuba o bakuba, pueblo del Congo Central:No hay aguja sin punta penetranteNo hay navaja sin hoja afiladaLa muerte llega a nosotros de muchas formas.Con nuestros pies andamos por la tierra del chivoCon nuestras manos tocamos el cielo de DiosAlgún día futuro, en el calor del mediodía,seré llevado en hombrosa través del pueblo de los muertosCuando muera, no me entierren bajo los árboles del bosque,le temo a sus espinas.Cuando muera, no me entierren bajo los árboles del bosque,le temo al agua que gotea.Entiérrenme bajo los grandes árboles umbrosos del mercadoQuiero escuchar los tambores tocandoQuiero sentir los pies de los que bailan.

    11 agosto 2008 | 11:20

  4. Dice ser Raúl Retana

    Yo creo que en un guerra, los principales perjudicados son los niños. Son a los que les roban la infancia y si el infierno al que están sometidos acaba, son los que deben reconstruir el país. Deben de rehacer lo que jamás provocaron.Un Saludo Hernan. 😉

    11 agosto 2008 | 11:55

  5. Dice ser Rocio

    Saludos Hernán.Veo (leo) que sigues bien y «luchando» por la paz.Que sepas que tienes el apoyo de todos nosotros.Un beso

    11 agosto 2008 | 13:12

  6. Dice ser Merche

    hola Hernan!!!ahí sigues!!!alzando tu vozmandando tus letras por todo y para todo el mundogracias

    11 agosto 2008 | 13:27

  7. Dice ser JENNIFER

    buena semana a todos y en especial a ti hernán,q vaya con lo dura q cada vez está la realidad de toda esa gente..de esos niños…»lo q no mata hace más fuerte»,sin duda tienes q estar de una pasta especial para que «cale» las miradas de esos niños y seas capaz de salir adelante…gracias por existir hernán…un abrazo y sigue siendo la voz de ellos…pd:q bonita la poesía arantxa..saludos

    11 agosto 2008 | 14:11

  8. Dice ser Lápices

    Cuantos niños se cruzan en tu camino verdad…?cuantas miradas captadas a través de un coche que recorre esos caminos donde la incompetencia se hace latente. Pasa el tiempo y no hay una sensación que todo permanece igual?No sé hasta cuanto tiempo soportarás empaparte de la situación, creo que casi la misma en todos los países donde vas, ya sea niños de polvo, de barro, de monzón, con octavillas en el aire, caminantes en la noche…En fin, es tu vocación. Seguimos en el Congo.

    11 agosto 2008 | 14:27

  9. Dice ser THIBISAY

    Es tremendo lo que les pasa a esos niños.que idea se pueden formar de la vida?donde esta su infancia,sus juegos,la proteccion que todo niño debe tener.Nunca voy a poder comprender esto,ni justificarlo tampoco.Hernan tu lo ves y lo compartes,otros lo ignoran y siguen de larlo.mucha suerte.

    11 agosto 2008 | 16:17

  10. Dice ser ámbar

    Me conmueves Hernán. Soy periodista y me gustaría sentir en carne propia lo que sientes, aunque no sé si mi materia sea tan resistente como la tuya.un saludo desde La Habana!!

    11 agosto 2008 | 17:15

  11. Dice ser Glenda

    Hernán:El último párrafo de tu nota resume todo lo que anda haciendo falta, tanto en aquellos que ocupan puestos de decisión, como en nosotros los que sufrimos las consecuencias de esas decisiones.En el entorno cercano, donde nuestras propias decisiones pueden influir, la acción hormiga ayuda. Eso de andar tratando de dialogar, ayudar, acompañar, contener puede ser fundamental para una o pocas personas.Pero cuando son grandes grupos, pueblos enteros los que están sufriendo las consecuencias de las irracionalidades de unos pocos, ahí es donde a una le entra la impotencia.Te acompaño difundiendo lo que vos informás tan claramente.un abrazoGlenda

    11 agosto 2008 | 21:57

  12. Dice ser S.R. :)

    Hola a todos.Los niños son los que más sufren la guerra.Esa inocencia perdida se refleja a traves de la mirada.Debistes sentirte impotente llendo en el jeep y viendo a los niños de barro corriendo en busca de que le dieraís algo.La realidad es esa y es dura.Guerras, conflictos armados dolor, sufrimiento,lágrimas y el ser humano no aprende siguen en este mundo los conflictos armados.Siento impotencia.Abrazos:S.R. 🙂

    12 agosto 2008 | 11:21

  13. Dice ser Hoteles Granada

    Como siempre los que mas pierden en este tipo de conflictos son los mas desfavorecidos y demas, ojala no existieran conflictos armados 🙁

    12 agosto 2008 | 18:17

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