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Hernán Zin está de viaje por los lugares más violentos del siglo XXI.El horror de la guerra a través del testimonio de sus víctimas.

El horror, el horror… final del recorrido por la prisión de Jiam

“El horror, el horror”, musitaba el protagonista de El corazón de la tinieblas al recordar lo que había vivido al adentrarse en las fauces del río Congo. Una frase escrita por Joseph Conrad, extraordinario novelista polaco, que no sólo ha reverberado en la mente de innumerables lectores a lo largo de los años, sino que parece haber sido una suerte de vislumbre de lo que sería el siglo XX con sus guerras, su destrucción y su furia. Un siglo en cuya historia de la infamia la cárcel de Jiam tiene un lugar destacado.

El año pasado, durante la guerra con Hezbolá, Israel bombardeó la prisión de Jiam para que no quedaran huellas o recordatorios de los crímenes contra la humanidad allí cometidos desde que abrió la cárcel en 1985 hasta que la cerró en el 2000, cuando se retiró del sur del Líbano respondiendo, tras 22 años de ocupación, a lo exigido por la Resolución 425 del Consejo de Seguridad de la ONU en 1978.

Camino entre las ruinas de la antigua cárcel. Sólo escucho el silbido del viento que se cuela ente los escombros. Al fondo del solar, en el único edificio que ha quedado en pie, recorro lo que queda de las celdas, cuyas camas continúan intactas, como las dejaron sus antiguos moradores, latentes aún de incertidumbre, de dolor. Dicen los testimonios de los supervivientes que no podían dormir por las noches debido a los gritos de los torturados.

Llevo en la mano un informe de Aministía Internacional que relata lo que sucedía en la prisión: “Durante años, la tortura y los malos tratos habían sido habituales en Jiam, donde los detenidos se hallaban recluidos al margen de todo marco legal. En el momento de su liberación quedaban allí 144 detenidos, algunos de los cuales llevan hasta 14 años recluidos sin cargos ni juicio».

Continúa el informe: «Entre ellos había cinco mujeres, dos de las cuales, Cosette Ibrahim y Najwa Samhat, fueron hospitalizadas en marzo debido a enfermedades causadas por torturas y malos tratos. Se creía que durante los 15 años anteriores habían muerto en Jiam 16 detenidos como consecuencia de torturas«. En las pocas paredes que han sobrevivido a los misiles aún se ven los carteles con los nombres de quienes no aguantaron los castigos físicos y murieron aquí. Hasta el año pasado, el antiguo centro penitenciario funcionaba como museo al que decenas de libaneses se acercaban cada día.

El horror de Jiam. Y Jalal, amigo, chofer y traductor, se mete en una de las salas de tortura. Allí los prisioneros eran encerrados en cajas metálicas que eran apaleadas para crear un ruido ensordecedor. Los miembros del Ejército del Sur del Líbano (ESL), milicia financiada y dirigida por Israel para hacer el trabajo sucio durante la ocupación, también empleaban técnicas como las descargas eléctricas y colgar a los prisioneros de los postes a la intemperie, bajo la nieve.

El bombardeo de la cárcel por parte de Israel, como en 1996 durante la masacre de Qaná, terminó con la vida de cuatro cascos azules de la ONU. Detrás de la cárcel, hoy hay un monumento en su honor. El gran reportero Robert Fisk narra lo sucedido aquel día de 2006 . «El humo se ve también a mi izquierda, sobre la ciudad de Jiam, donde un puesto de observación aplastado queda como el único recordatorio de los cuatro soldados de la ONU -la mayoría de ellos decapitados el martes por un misil fabricado en Estados Unidos- muertos por la fuerza aérea israelí. Soldados indios del ejército de la ONU en el sur del Líbano, visiblemente conmovidos por el horror de traer a sus camaradas canadienses, fijianos, chinos y austriacos de vuelta en por lo menos 20 pedazos, desde el puesto de la ONU, al lado de la prisión de Jiam, dejaron sus restos en el hospital de Marjayún ayer a la mañana».

Con su pluma afilada e implacable, continúa Fisk, que lleva 30 años como corresponsal en la zona: «En años anteriores pasé horas con sus camaradas en este puesto de la ONU que está claramente marcado con pintura blanca y azul, con la bandera celeste de la ONU frente a la frontera israelí. Su deber era reportar todo lo que vieran: el cruel fuego de misiles de Hezbolá desde Jiam y la brutal respuesta israelí contra los civiles del Líbano. ¿Era por esto que debían morir, después de haber sido blanco de los israelíes durante ocho horas, mientras sus oficiales le rogaban a la Fuerza de Defensa israelí que cesara el fuego? Un helicóptero israelí hecho en Estados Unidos se ocupó de eso».

De más está decir que Ehud Olmert salió a decir que se trató de un error. Y que la condena de esta Unión Europea ausente de voz y pusilánime, nunca llegó. El único que se quejó fue Kofi Annan, que exigió una investigación del «aparentemente deliberado» ataque. Aunque después, debido a la presión, tuvo que retractarse.

El horror de las torturas, de la infamia, de Jiam. Pero también el horror de la guerra, de las mentiras y los intereses económicos que la provocan. El horror de la hipocresía de los líderes, de su falsa moral, de su cobardía. Como escribía Conrad: «El mal escondido en la profundas tinieblas del corazón humano».

14 comentarios

  1. Dice ser Hernán Zin

    Termino la crónica sobre la cárcel de Jiam. No ha sido sencillo. Me pongo a hacer las maletas para Nicaragua. Aunque antes, me gustaría escribir dos crónicas más de las tantas que recogí en Líbano: entrevista con los supervivientes de Qaná y charla con un médico que operó a cientos de personas durante la guerra. Dejo para la vuelta la entrevisa con Tomás Alcoverro, ese Fisk español.Abrazos!! HZ

    12 septiembre 2007 | 16:19

  2. Dice ser Javier

    Hola HernánCada vez estoy más enganchado a tu blog. Lo leo todos los días. Una vez más estremece tu crónica. Me ha parecido emocionante el enlace que has hecho con Conrad… ¡El horror, el horror!Es uno de mis escritores favoritos. Tu análisis sobre «el vislumbre de lo que iba a ser el siglo XX» ha sido revelador para mí. Nunca lo había pensado y tú me lo has descubierto.No tenemos a Conrad para escribir sobre Jiam, pero te tenemos a tí. Gracias.Un abrazo

    12 septiembre 2007 | 16:39

  3. Dice ser MJ@

    Hola Hernan,No suelo dejar comentarios pero sigo fielmente tu blog.Me ha impresionado mucho tus cronicas de la carcel de Jiam.Recuerdo perfectamente el dia en que sufrieron el los ataques en el puesto de la ONU, y recuerdo perfectamente el semtimiento que me invadio, un sentimiento de impotencia e incredulidad ante lo que estabamos viendo…la soberbia de Israel. Que podemos esperar de la ONU y la comunidad internacional si dejaron que Israel saliera impune del asesinato premeditado de los cascos azules? Realmente sirven de algo?Mucha suerte en tu viaje a Nicaragua!Saludos

    12 septiembre 2007 | 16:47

  4. Dice ser Hernán Zin

    Gran escritor Conrad, Javier, compartimos gustos!!Leí el Corazón de la tinieblas cuando estaba, hace doce años, internado en un hospital de Calcuta delirando de malaria. Me lo llevó un gran amigo.No fue la mejor lectura posible en aquella sala de doce camas, sucia y maloliente, con la ratas que corrían hacia el baño. Al final sentía deseos de tirarlo por la ventana (al libro, no a mi amigo). Pero era cierto que en aquel ambiente sórdido, decadente, de gente enferma, aquel libro del horror y la barbarie, parecía la música de fondo perfecta.Y después me quedó como una suerte de manía, de tic, recordar la frase «the horror, the horror», cada vez que he visto a la condición humana en su momento más bajo.De allí me viene la pasión-manía con el libro. No me enorrollo más.Un abrazo!! HZ

    12 septiembre 2007 | 16:55

  5. Dice ser Punch

    la verdad es que a veces el silencio vale mas que mil palabras, cosa que pasa al leer tus cronicas.suerte en nicaragua

    12 septiembre 2007 | 16:55

  6. Dice ser Hernán Zin

    Me hago la misma pregunta MJ@. Gracias por el mensaje. Un abrazo!! HZ

    12 septiembre 2007 | 16:56

  7. Dice ser Mª del Mar

    Porque en todas las masacres se dice que ha sido un error???? Porqué no se hace algo para detener y hacer justicia en estos «errores»???? Me embarga la rabia, la impotencia…..Buen viaje Hernán!!! Y suerte!!!!

    12 septiembre 2007 | 17:10

  8. Dice ser Carmen F.

    Vaya Hernán… la de cosas q han debido pasarte en todos estos años… ¿escribirás algún día un libro sobre ti y todas esas experiencias vividas?… sería muy interesante…Besos.PD: Ojalá todos lleváramos un Hernán dentro y lo encontráramos y lo dejáramos salir fuera…

    12 septiembre 2007 | 17:17

  9. Dice ser MM

    Leo esta crónica y tengo muchas sensaciones.Tu recorrido de la prisión de Jiam abandonada junto con la mía en la cárcel asaltada de Jericó..Una sensación de perplejidad absoluta que te hace preguntar qué tipo de género es el ser humano.Pero a diferencia de ti, nunca cogí el libro de Conrad. Siempre supe de la naturaleza de ese libro pero siempre tenía otras opciones. Quizás algún día, con un ron añejo en mi mano lo leeré.Una vez más, cuestionamos la naturaleza, la política de Israel. Qué sentimientos pueden albergar los que gobiernan en ese país para derribar un lugar con un pasado que debería conocerse y gritar a los cuatro vientos su historia para que no quede constancia de los crímenes contra la humanidad?Qué retorcidos gobernantes israelíes que toda su gestión militar se basa en errores.¿Alguien se cree de verdad que la guerra de Israel contra el Líbano fue por el secuestro de los dos soldados por parte de Hezbolá?También recuerdo la muerte de esos cuatro cascos azules.10 avisos pidiendo que cesaran de bombardear…y ninguna condena.Qué poderosos intereses, subterfugios, manipulaciones habrá…Y si tuviéramos la oportunidad de conocer…qué haríamos? Qué haría la población?¿Nos levantaríamos reivindicando la VERDAD o nos quedaríamos años y años en la más absoluta sordera que nos da la felicidad mientras los de arriba siguen moviendo sus hilos?Bueno, veo que hoy estoy en constante interrogación. Espero que con el tiempo salga a la luz esas tinieblas que alberga el corazón de algunos poderosos..Un saludo

    12 septiembre 2007 | 19:06

  10. Dice ser Mayté

    Hola Hernán!Me agrado la forma en que finalizaste con la serie de la prisión de JIAM, pensé que detallarías las torturas y mostrarías fotografías crueles de lo que ahí paso, sin embargo veo que como siempre trataste el tema con discreción, de forma sutil pero dejándonos claro el horror que ahí se vivió, con respeto a las victimas y sobre todo esa empatía que te ha caracterizado siempre. Es tu forma de describir los hechos por mas dolorosos que sean, de una forma tan propia que es lo que nos deja analizando lo que nos cuentas y descubriendo que hemos vivido, (bueno al menos lo digo a titulo personal), en un mundo que ni siquiera imaginaba cuanto dolor se ha infringido en lugares que ni siquiera había oído mencionar y lo peor del caso sigue aun en la actualidad en tantos otros sitios que ni siquiera nos enteramos, y eso que estamos en pleno s. XXI, en el que hemos alcanzado sobresalientes adelantes tecnológicos, pero seguimos en pañales en lo que respecta a relaciones humanas y respeto a nuestros semejantes. Que tristeza.Gracias por estar ahí y abrir nuestra mente y pensamiento hacia los que menos tienen y que hoy por hoy sufren.Un fuerte abrazo, y feliz viaje a Nicaragua, si tienes oportunidad pasa por Perú ahí esta una zona de desastre por el pasado terremoto, y si te queda un tiempito te recibiremos con lo brazos abierto en México.Mayté

    12 septiembre 2007 | 19:12

  11. Dice ser oido cocina

    Hablando en plata, a Kofi Annan,- al que ya le quedaban pocas semanas para ser relevado en el cargo-, le faltaron huevos para denunciar a los que presionaron para que no hubiera investigación del incidente. Denunciarlos y denunciar qué tipo de presiones hubo, insistir en la importancia de esclarecer los hechos y romper la baraja marcada si hacía falta. Ya se tragó el sapo de los inspectores en Irak, el ninguneo a Blix, la retirada vergonzosa y a toda pastilla de las fuerzas de interposición entre Kuwait e Irak para dar paso a la invasión norteamericana no autorizada. Ya se le humilló bastante,-mientras cruzaba y recruzaba parsimoniosamente las manitas en cada reunión-, como para esperar que al menos a última hora se mostrara el hombre, no el político a la caza de prebendas, no el títere elegante que deja sin castigo a los asesinos de sus humildes empleados, que para el caso mejor haberles dado la orden de salir por patas de allí enmedio y olvidarse de observar qué hacían unos y otros.Se puede meter ahora la placa conmemorativa por donde le quepa.

    13 septiembre 2007 | 01:01

  12. Dice ser patricia

    Hola Hernán! Leí El corazón de las tinieblas hace más de 10 años, nada más acabar el colegio. No sé como llegó a mis manos, tampoco recuerdo muy bien el libro. Quizá era demasiado pequeña para comprenderlo bien. Lo único que nunca se me olvidará es la sensación que experimenté al leerlo, una mezcla de angustia, de desesperanza y de horror. Los mismos sentimientos que me causa la cárcel de Jiam…Un beso muy fuerte!

    13 septiembre 2007 | 09:10

  13. Dice ser miguel dannaoui

    prestigioso escritor, las barbaridades que relata de la prision de khiam son absolutamente ciertas, ya que yo las recorrí en 2001, ví exactamente lo que ud cuenta, y me parece horrendo cómo israel quiso hacer desaparecer esa muestra de sus crímenes.Gracias por defender la justicia de quienes no la tienen, o no la tuvieron.

    16 septiembre 2007 | 20:51

  14. Dice ser paoladobrana

    de todas las profesiones esta es superior a todas, estar viviendo todas esas memorias en tu mente debes tener una fortalesa interior muy grande .siempre le pido a jehova que cuide a personas como tu porque sin uds no sabriamos lo que pasa en el mundo desde hoy le pedire a jehova que te envie angeles para que te protejan y espero que algun dia conoscas a nuestro salvador jesus te saluda cordialmente paola.

    06 octubre 2007 | 07:38

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