Viaje a la guerra Viaje a la guerra

Hernán Zin está de viaje por los lugares más violentos del siglo XXI.El horror de la guerra a través del testimonio de sus víctimas.

Reencuentros en Calcuta: mi gran amigo Ershad

La historia de Ershad es la de millones de niños en el mundo. Niños que llegan desde el campo a las grandes urbes para trabajar. Como es el caso de Shombu, que malgasta los días lavando platos en un puesto de comida callejera de Calcuta. Empieza su labor al alba y termina bien entrada la noche. Duerme en la acera, junto a los otros empleados del local. Las 500 rupias (100 euros) que recibe de sueldo al mes por empeñar su infancia, por sacrificar la posibilidad de un futuro próspero, van directamente a sus padres.

Pequeños que un buen día pasan de estar entre los animales y los cultivos, en una vida pobre pero apacible, que transcurre al ritmo de la naturaleza, a encontrarse repentinamente en las fauces del caos, de la explotación, del abuso de la ciudad. Al igual que Rajiv, que se dedica a la venta ambulante sobre los mugrientos baldosones de Chowringee Road. Una cruel paradoja: vende juguetes para que otros niños juegen, mientras que él, a los siete años de edad, ya lleva la vida de un adulto.

Según me cuenta Ershad – en un relato complejo, con algunas lagunas y difícil de ordenar cronológicamente, ya que era apenas un niño -, nació en el seno de una familia del estado Bihar, en el nordeste de la India. A los cuatro años viajó junto a su hermano mayor, Dilshad, y a sus padres, hacia Calcuta. Huían de la miseria. Esperaban prosperar en la ciudad.

El padre comenzó a trabajar recogiendo cartón, que luego vendía, y Ershad y Dilshad fueron empleados por el dueño de un hotel, que por unas pocas rupias los tenía para que hicieran pequeños recados: llevar té a las habitaciones, barrer el suelo.

Vivían en una habitación alquilada, y las cosas no les iban mal, hasta que el destino de la familia se torció cuando la madre se murió repentinamente como consecuencia del cáncer. Una muerte a la que en poco tiempo sucedería la de su padre, que contrajo tuberculosis. De este modo, Ershad y Dilshad se encontraron solos, sin ayuda. Su hermana, casada y con hijos, aunque estaba en Calcuta, poco podía hacer por ellos pues vivía junto a su marido en la calle.

Desde que tenía uso de razón, Ershad había trabajado en el campo. Y ya había sufrido tuberculosis, por lo que no sabe si se trató de un rebrote de la enfermedad o de un nuevo contagio. Lo cierto es que, cuando estaba empleado en una tienda de té, comenzó a perder peso. «Todo el mundo me llamaba tomate, porque siempre había sido gordito. Y ahora me estaba poniendo muy delgado. De tanto lavar los platos tenía hongos en las manos y en los pies, y cada día me costaba más respirar».

Su cuñado lo sacó entonces del puesto de té y lo llevó de regreso a la aldea, pero el estado de Ershad no dejaba de empeorar, así que lo trajo a Calcuta y lo dejó en un hogar de la Madre Teresa. Fue entonces cuando nuestros destinos se cruzaron. Cuando le saqué esa foto, aún enfermo de tuberculosis, en la que parecía no un niño de siete años sino un anciano.

La enfermedad, que casi termina con la vida de Ershad, probó al final ser una suerte de punto de inflexión, de salvación, pues la ONG de un amigo lo sacó del centro de las hermanas y le dio la oportunidad de estudiar y comenzar una nueva vida, lejos de las calles, de la explotación laboral. Su hermano, Dilshad, que también estaba enfermo de tuberculosis, se sumó asimismo al hogar.

De aquellos comienzos, una foto muy significativa, la primera vez que los dos hermanos vieron el mar, en un viaje organizado por los coordinadores del hogar del que formaban parte. Recuerdo la sorpresa de ambos al descubrir el océano Índico. El miedo que sentía el principio, y lo difícil que era después, una vez que le tomaron el gusto al asunto, hacer que dejaran de jugar de una vez por todas en las olas, o que no se fueran nadando demasiado lejos.

¿Cómo será Ershad hoy, trece años más tarde?, me pregunto mientras lo espero en la recepción del hotel Fairlawn. Aunque me escribe correos electrónicos muy a menudo, estoy lleno de dudas. Finalmente, nos encontramos, nos fundimos en un sentido abrazo. Y el joven que descubro, inteligente, locuaz, seguro de sí mismo, decidido a salir adelante y prosperar, me emociona, y me hace sentir enormemente orgulloso en la ínfima parte en que lo pude ayudar.

A los 19 años está terminando el último curso de la escuela. Vive en un piso de alquiler. Tiene novia, otra niña huérfana que también trabaja con ahínco para salir adelante. Me dice que quiere ir a la universidad, estudiar administración de empresas o programación de ordenadores, no está muy seguro.

Durante las dos semanas que paso en Calcuta nos vemos casi a diario, pues me ayuda con la producción de los documentales que estoy filmando. Traduce de maravillas, se mueve con soltura entre la gente de la calle, habla a cámara sin miedos – es más, me dice que pare, que se quiere peinar -, bromea, no se cansa ni protesta, pasemos las horas que pasemos de un lado a otro, en medio del calor, de la humedad, del agobiante tráfico.

Pero lo mejor es que lo conozcáis por vosotros mismos, en octubre, cuando emitamos en 20 Minutos el capítulo de Un día más con vida en el que nos habla del trabajo infantil y nos lleva a conocer los lugares en los que transcurrieron esos primeros años en Calcuta, cuando eran un niño de cinco años de edad que lavaba platos en un restaurante, cuando dormía en la calle y estaba solo en el mundo. Aquellos tiempos que, afortunadamente, han quedado para siempre en el pasado.

33 comentarios

  1. Dice ser Martita

    Hola a toda la family:He estado unos días de vacaciones y os eche de menos, ahora tengo un monton de cosas que leer espero pronto ponerme al día con vuestros comentarios.Un beso a tod@sPD. Hernán cuidateMartita

    30 noviembre -0001 | 00:00

  2. Dice ser unai

    Hola a todos, noticia optimista, bonita, dura, y dificil a partes iguales, pero que te da animos para seguir adelante, y para seguir la estela de ershad, desde esta parte del mundo y seguir tirando p´alante.Posteo para comentaros sobre todo a mi vecina de Bilbao, que en agapea.com, puedes encontrar algunos libros de hernan, e incluso uno de lo que refiere como agotado lo tienen, un saludo.

    30 noviembre -0001 | 00:00

  3. Dice ser Hernán Zin

    Gracias a todos por estar allí y comentar a pesar de las vacaciones, del calor. Aquí en Líbano, mucho que contar, ahora que ya he terminado las crónicas de la India, con una nota positiva, que me parecía lo mejor, con buen sabor de boca.En Beirut, el ejército por todas partes, ya que hay miedo a un atentado de Fatah Al Islam. En las elecciones del próximo mes será elegido un militar, Michel Suleiman, que parece ser del agrado de todos. Una razón para la esperanza.Hoy estuve en la presentación de un videojuego de Hezbolá (ya le dedicaré una entrada, lo merece). Y mañana desayuno con el gran periodista Tomás Alcoverro, al que le preguntaré sobre sus libros y sobre su visión de esta región, en la que lleva más de 30 años.Abrazos!!!!! HZ

    16 agosto 2007 | 20:30

  4. Dice ser Pablo

    ¡Eres grande, Hernancín! : ¡qué optimismo da que hayas acabado tu serie en la India con esta historia llena de esperanza y buenos augurios! (los mismos buenos augurios que te mando para tu estancia en Líbano). Con historias como ésta, uno cree que la humanidad, esa especie tan autodestructiva, aún tiene remedio. ¡Un abrazo y gracias por esas crónicas!

    16 agosto 2007 | 20:48

  5. Dice ser Carmen

    Nos has asombrado con la desdicha, la injusticia, la pena y acabas mostrándonos lo opuesto, la felicidad, la esperanza y sobre todo la bondad que hay en la humanidad.Yo también te deseo lo mejor en tu estancia en el Líbano.Gracias de nuevo por tu compartir.Cuidate.Un abrazo.

    16 agosto 2007 | 21:07

  6. Dice ser Hernán Zin

    Pablo, Carmen, gracias a vosotros por estar allí, por prestar vuestros oidos a estas historias!! Sois vosotros los que les dais sentido!!! HZ

    16 agosto 2007 | 21:16

  7. Dice ser mercedes

    Hola Hernán!!Gracias por tu grandísima labor, de verdad, de todo corazón.Encontrar tus libros en Bilbao, imposible!!Un besazomercedes

    16 agosto 2007 | 21:24

  8. Dice ser Hernán Zin

    Gracias a ti Mercedes, desde la noche de Beirut, por la compañía y las palabras.Los dos primeros libros están agotados: «Un voluntario en Calcuta» y «Helado y patatas fritas».Los demás andan un poco huérfanos de librerías por lo que veo, pero en algún lugar están, lo juro. Haberlos hailos…Justo me acaban de dar la noticia de que «Llueve sobre Gaza» se publica a principios de septiembre en Argentina, Chile y Uruguay. Sé que te queda un poco lejos…Un abrazo!!!!! HZ

    16 agosto 2007 | 21:31

  9. Dice ser patricia

    Buenas noches Hernán! No imagino cómo debe ser la noche allí…Me alegra mucho saber que Ershad está bien, se le ve feliz y tiene toda la vida por delante, seguro que le irá muy bien. Debes estar orgulloso. Ha sido una bonita despedida de Calcuta. La verdad es que nos has dado esperanza. Por ellos no debemos perderla nunca.Espero que las noticias del Líbano sean buenas aunque no parece que la situación esté muy tranquila.Un placer estar a tu lado, acompañarte en tus viajes, gracias por mostrarme todos estos lugares y a todas estas personas tan maravillosas.Disfruta de la noche en Beirut!Un beso!

    16 agosto 2007 | 23:34

  10. Dice ser Mayté

    Hola Hernán!Que gratificante ver a Ershad en tan buen estado y con grandes ánimos de seguir adelante, ojalá que todos sus planes se cumplan, y con el apoyo de tu amistad estoy segura que así será.Cuídate mucho en Beirut, y espero con ansia fotos de esa legendaria ciudad.Besos,Mayté

    16 agosto 2007 | 23:53

  11. Dice ser Hernán Zin

    Gracias por la referencia algarabía!! Veo que mis libros han encontrado padres en Euskadi.Y muy interesante lo que comentas de Suleiman. Leí un artículo de Fisk que habla del encuentro entre las tropas libanesas y efectivos del Tsahal, el año pasado, pero era un poco confuso, decía que los miembros del IDF habían encerrado a los soldados. ¿Tienes más información sobre el tema? Me interesa saberlo para una crónica que estoy escribiendo.Un abrazo!!! HZ

    17 agosto 2007 | 01:45

  12. Dice ser Hernán Zin

    Por cierto algarabía, interesantísimo tu blog.

    17 agosto 2007 | 01:49

  13. Dice ser Fer

    Maravilloso Hernán, qué lindo que la historia siga de ese modo :)Un abrazo grande para vos y para Ershad, dile que acá lejos mucha gente valora su esfuerzo. Ahora me quedo ansiosa para ver su participación en «Un día más con vida»Esto demuestra que siempre es posible hacer algo, gracias una vez más por permitirnos darnos cuenta que se puede, aún en la peor de las adversidades…besosFer

    17 agosto 2007 | 04:27

  14. Dice ser Fer

    Ahh y que bueno que tu libro prontito se publique en Argentina! 🙂

    17 agosto 2007 | 04:29

  15. Dice ser Nuria

    No todos estamos de vacaciones, siempre quedamos algunos por aquí para seguirte, así que ánimo con tu trabajo… por cierto hace un mes o así conseguí tu libro de «Un voluntario en Calcuta» tardaron un poquito en conseguírmelo, pero me lo trajeron…5 minutos antes de leer tu entrada de hoy estaba viendo las noticias del terremoto en Perú y las inundaciones en la India…qué injusta en a veces la vida, siempre golpeando a los que menos tienen!!, hoy tu entrada ha sido el punto optimista del día.

    17 agosto 2007 | 08:43

  16. Dice ser algarabía

    Gracias mil, Hernán.Te he enviado un email con información sobre la «tea party» de Marjayoun. Si necesitas más, no dudes en decírmelo, que la recopilo en un momento. Creo que el primer peiródico que se hizo eco fue el italiano La Republica, que vio las imágenes en al-Manar TV.Un abrazoalgarabía

    17 agosto 2007 | 11:07

  17. Dice ser Fredy

    Me ha emocionado mucho esta historia.Me alegra muchísimo que haya salido adelante. Estas cosas me hacen pensar que hay esperanza. Debe ser muy gratificante ver la ilusión de este chavalito.De nuevo, gracias por tu trabajo.

    17 agosto 2007 | 11:47

  18. Dice ser Angel Pasos

    Magnífico tu blog. Un saludo. Angel Pasos.

    17 agosto 2007 | 11:57

  19. Dice ser algarabía

    Mercedes, en la Librería Cámara, en la calle Euskalduna, puedes encontrar «Llueve sobre Gaza» ;-)Primero de todo, gracias Hernán por el blog. Hasta ahora nunca había dado el paso de comentar pero lo sigo fielmente.En cuanto a Michel Sulayman, comandante en jefe y maronita, me cuesta creer que estén todos los libaneses contentos, y eso que no hablo de los palestinos que están sufriendo toda clase de acosos, torturas y represión por parte del ejército que comanda desde el criminal asalto a Nahr al-Barid. Aún no he olvidado a sus tropas sirviendo té a los ocupantes israelíes el verano pasado…Ya no contarás.Un abrazo y cuídate mucho.

    17 agosto 2007 | 12:34

  20. Dice ser Cris

    Hola¡!Vuelvo de unos diítas de vacaciones y lo primero que he hecho antes de pasarme las fotos al ordenador,etc, etc, fue asomarme por aquí.Uno viene con sentimientos de culpabilidad después de unos días de vacaciones, en los que sabes, que todo sigue igual, que los que sufren siguen sufriendo y además se siguen añadiendo desgracias como siempre a los más débiles… y yo descansando del stress ¿?Te agradezco que nos hayas contado y sobretodo gráficamente la vida de Ershad. Es el mejor y más valioso reportaje que uno puede traerse de allá donde vaya. Es tan indigna como maravillosa y milagrosa la evolución como si de una montaña rusa se tratase de este Ershad.Necesitaba ver esto, sin más.Gracias, ánimo Hernán y besitos a tots ¡!!Cris

    17 agosto 2007 | 15:16

  21. Dice ser Amhelie

    Ole,Hernan!(como dicen aqui por el sur cuando algo esta bien hecho).Me has emocionado realmente con esta historia tan fantastica, un final de pelicula,eh?.Miro de nuevo esos ojos de Ershad despues de su lucha y me dan ganas de imprimir mil fotos para repartirlas entre las habitaciones de todos los niños caprichosos de este «primer mundo».Como valora el la oportunidad que le han dado!,que ganas tiene de estudiar y ser mejor persona!.De verdad estamos transmitiendo una educacion adecuada a nuestros niños en este Occidente que se dedica a consumir en vez de dialogar?…Ershad es todo un ejemplo de superacion y de ganas de vivir.Aqui nos sobran el Prozac y las comodidades,las quejas,el malhumor,las prisas…Gracias de nuevo por tus relatos,Hernan.No tienen precio en este mundo en el que casi todo lo tiene…Un abrazo y hasta la proxima!

    17 agosto 2007 | 15:17

  22. Dice ser Alma

    Hola Hernán !!!Me da gusto que siempre encuentras una pequeña luz en las tinieblas, eso es de agradecerse.un gran abrazo.Alma

    17 agosto 2007 | 16:44

  23. Dice ser Alejandra

    Holis Hernan holis a todos…Grande en todo lo que haces,,,no dejes nunca de brillar como lo hacès..para cada uno de los que ve en Vos , un aluz de esperanza…que lo srepresente de algùn modo…y los saque a la luz..Mi hermana estubo por mi paìs proveniente de la ciudad mas elegante Parìs , donde vive hace años…le ha`bi apedido tu libro…pero allà en la librerìa española , no lo consiguiò..y cdo. hizo trasbordo en marid , se fijò por el aeropuerto..y tampoco…asì qeu vino sin mi libro..o sea tu libro…pero hoy recibo una grata alegria..mi sobrina que se fgue de vacaciones a Campello( creo es asì el nombre) le encargòa a su tio…lo comparar..y a que no sabes??? YA LO TENGO..ME LO COMPRARON..AHORA SOLO FALTA ME LO MANDEN PARA ACÀ…ya vez…qeu sigo pensando en que todo lo que sale de vos…son caricias al alma…para que puedan florecer..para dar mas y mas…les amndo un abrazo..argentino…y extraño a mi hermana..qe se me fue pa el primer mundo,.,.besitosssssssssss

    17 agosto 2007 | 21:52

  24. Dice ser Sonrisa Radiante

    ESPERANZA…Un fuerte abrazo a todos,besos.Y….no dejeís de sonreír.

    18 agosto 2007 | 13:57

  25. Dice ser mercedes

    Hola!!Gracias a Unai y a Algarabía,seguiré buscando. «Llueve sobre Gaza» ya lo tengo y ya lo he leido,lo vi, me atrajo y por este libro he conocido a Hernán y a todos vosotros, puse un día su nombre en Internet porque quería saber más de él y llegué hasta aquí!!!Por eso, otra vez, gracias Hernán!!Qué todo te vaya bien !!Un besazomercedes

    18 agosto 2007 | 14:17

  26. Dice ser Hernán Zin

    Ayer por la tarde llegué a Tiro, en el sur de Líbano. No resultó fácil encontrar conexión a Internet, pero aquí estoy. El lunes comienzo a colgar las crónicas desde este maravilloso país, y esta zona que aún no se recupera de las heridas de la guerra del año pasado. Abrazos a todos, un placer leeros, como siempre!! HZ

    18 agosto 2007 | 21:28

  27. Dice ser sara qc

    que tal hernan?¿bien? me alegro.es maravilloso lo que has escrito sobre ershad, me imagino los nervios que tuviste en la recepcion del hotel..ufff….me lo imagino.ha sido estupendo que hayas cerrado este largo viaje con una historia llena de coraje (por parte de los protagonistas) de salir adelante en una ciudad queno brinda oportunidades a los jovenes pero ¿sabes lo que me ha sorprendido mas? el saber que estan superando sin la ayuda de sus padres ya que los han perdido cuando eran pequeños. que coraje! los admiro en serio!gracias HZ.cuidate por beirut, abrazos

    19 agosto 2007 | 17:13

  28. Dice ser Carmen F.

    Qué gran ejemplo de superación… la historia de Ershad es un buen ejemplo, real y constatable de que es posible el cambio, y q algunas veces se consigue con un maravilloso resultado y un éxito esperanzador y admirable…Se lo dedico a todos ésos q se llenan la boca diciendo q todo esto no son más q tonterías y sueños inalcanzables de optimistas q desvarían y viven en otro mundo irreal e imaginario, a ésos q consumen todos sus esfuerzos y energías contagiando pesimismo y cosechando indiferencia por donde quiera q pasan, y proclamando a todas horas q no es posible un mundo mejor en el futuro… se lo dedico a ésos q matan nuestras esperanzas… a ver entonces dónde encajan esta historia, ellos q hacen ésos análisis tan exactos y acertados y q parecen tener la exclusividad de las respuestas «sensatas, realistas, lógicas y racionales» para todo…Saludos.Cuídate Hernán, un beso.

    19 agosto 2007 | 17:19

  29. Dice ser Rocío

    Cada vez que leo tu blog quedo con esa sensación amarga e impotente de no saber como empezar a hacer algo por todo aquello que describes… Acá en mi ciudad también veo tantos niños en las calles, chicos en las drogas, chicas explotadas sexualmente..pienso y pienso como dar un granito de esperanza..como lo haces tú..espero que una de estas tarde de tanto leerte mi ilumine..Hernán! cuentanos más sobre la edición del Libro «LLueve sobre Gaza»!!! lo van a editar en Chile!! Buenisimo..por favor dinos la fecha y la editorial..para partir a comprarlo!Un abrazo y mucha fuerza para que sigas deslumbrandonos con tus relatos.Cariños, Rocío.

    20 agosto 2007 | 12:05

  30. Dice ser Hernán Zin

    Muchas gracias por tus palabras Rocío. El libro se imprime en Buenos Aires y sale la primera semana de septiembre en Argentina. Desde allí lo mandan a Chile. No sé cuánto tardará en llegar. La editorial es Ediciones B. Un fuerte abrazo a Chile!!! HZ

    20 agosto 2007 | 12:43

  31. Dice ser Paqui

    Hola Hernan, me encanta tu blog, la pena no ha sido descubrirlo antes. Yo he estado también tres semanas este més de Agosto en Calcuta. Antes de ir leí tu libro «un voluntario en Calcuta», me habria encantado escucharte en Calcuta mismo, y contagiarme de tu espiritu.Gracias por escribir y denunciar lo que allí se vive. Paqui.

    11 septiembre 2007 | 16:05

  32. Dice ser Hernán Zin

    Gracias a ti Paqui por tus palabras. Un abrazo!! HZ

    11 septiembre 2007 | 16:14

  33. Dice ser La abuela

    Bonita y emotiva esta crónica Hernán ,que leo con algo de retraso pero con mucho interés.Como comenté ya alguna vez en este blog, estuve trabajando un año en la India, hace un tiempo no demasiado , allá por el 2001.El paisaje de los niños en la calle, que tan bien nos describes, me lo encontraba prácticamente a diario, en este caso en Nueva Delhi donde residia. Y mirando atrás ,veo quizás, que pequé de egoísta ,de insensible. Lo cierto es que cuando aterricé en este país ver estos niños ( y a no tan niños y también a ancianos…) dejados de la mano de Dios fue una auténtica sacudida. Es cierto que este triste espectáculo lo vemos en muchos países.Luego me encerré en un cómodo cascarón, como autodefensa de este panorama desolador que presenciaba casi todos los días. Tampoco favorecía el propio estilo de vida, con un trabajo a veces tan absorbente, que el poco tiempo libre del que a veces disponía propiciaba la búsqueda del descanso en el entretenimiento típico de hacer turismo, las fiestas. Pero claro eso no es excusa de no querer ver. Decidí, o que “hacía” algo útil o que no me lamentaba de manera continua, aunque muchas veces no era para menos, ver a esas criaturas sin techo, muchas veces sin familia, andrajosas, sin protección alguna y sin proyección de futuro.Leo esta crónica y me trae muchos recuerdos. Vuelvo a reflexionar sobre muchas cosas, sobre las que en su día ya medité, pero con poco detenimiento.Un saludo.

    12 septiembre 2007 | 23:12

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