Viaje a la guerra Viaje a la guerra

Hernán Zin está de viaje por los lugares más violentos del siglo XXI.El horror de la guerra a través del testimonio de sus víctimas.

La guerra de la vacas (o sobre cómo me hubiese gustado tener un arma en Sudán)

Nos encontrábamos en una calle de Juba, ciudad del Sur de Sudán, retratando a un grupo de niños que jugaban junto a unas chozas, cuando un hombre vestido con uniforme militar se nos acercó y nos dijo en un inglés maltrecho y telegráfico: “¿Dónde está autorización para sacar fotos? Aquí no posible, fotos no”. Iba descalzo, tenía varios agujeros en la camisa y mientras se dirigía a nosotros nos apuntaba con un viejo y oxidado AK47.

Mi amiga, que tiene la mala leche de quien lleva años en la profesión, lo miró con desdén, guardó la cámara en su bolso Domke y se fue sin decir palabra.

Yo intenté razonar con aquel hombre. Le expliqué que estábamos allí para ayudar, que no intentábamos más que mostrar las consecuencias de cuarenta años de guerra en el sur de Sudán, y que eso los beneficiaba, pues los sacaba del aislamiento, de la reclusión y les abría las puertas al mundo.

Pero cuando vi que no entendía nada de lo que le decía, que lo suyo no era más que un acto de bravuconería, un intento por sentirse importante, poderoso, ante dos blancos, hice lo mismo: guardé la cámara en el bolso y me fui.

– Este lugar me saca de quicio. Te juro que hay días en los que me gustaría tener un arma para plantarle cara a estos hijos de puta – afirmó mi amiga, que avanzaba cabreada, dando grandes zancadas, pues es una mujer pequeña, enjuta, por el camino de tierra.

No se lo dije, pero yo había pensado lo mismo en varias ocasiones.

* * *

En casi todas las culturas del África subsahariana existen rituales que marcan el pasaje de la infancia a la edad adulta. Suelen durar varios días. Y en ellos participa toda la comunidad.

En su magnífica autobiografía, El largo camino hacia la libertad, Nelson Mandela relata cómo en la adolescencia lo llevaron junto a otros jóvenes hasta un río, le hicieron sacarse la ropa y lo circuncidaron con un cuchillo. Después, en una gran fiesta, celebró con los miembros de su tribu, los xhosas, aquel ritual que demostraba que había dejado de ser un niño, que formaba ya parte del mundo de los mayores.

Los masai suelen practicar la mutilación genital a sus niñas y circuncidar a sus niños. También, en medio de grandes celebraciones. A partir de ese momento, las jóvenes pueden ser entregadas en matrimonio. Siguiendo la tradición, a cambio de las vacas que aporta el futuro marido (que puede llegar a tener hasta cinco esposas).

En el sur de Sudán, la tribu más numerosa es la de los dinkas. Ellos realizan cortes con la punta de una lanza en la frente de sus jóvenes (son tan profundos que les dejan marcas en el cráneo). Si el chico llora durante el acto, la familia lo toma como un deshonor.

En la celebración el muchacho recibe también la lanza con la que defenderá el mayor patrimonio de un dinka: sus vacas. Desde hace siglos, los dinkas se enfrentan a los nuer y los maridis por la posesión del ganado.

Cuando comenzó la guerra entre el norte y el sur de Sudán, cientos de miles de armas llegaron al país desde Etiopía, Kenia y Uganda. El enfrentamiento entre los dinkas y sus rivales pasó del sutil equilibrio de las lanzas a lo que varios periódicos británicos bautizaron como «la guerra de las vacas». No se sabe cuál fue el primer grupo que tuvo armas de fuego en su poder, pero lo cierto es que todos se vieron obligados a adquirirlas para poder defenderse, para mantener así la correlación de fuerzas.

* * *

Con los años he aprendido que el tiempo es el mejor aliado del escritor. Mientras mayor es la distancia que te separa del evento que pretendes narrar, mejor sabes cómo debes hacerlo, qué descripciones y anécdotas tienes que utilizar. La memoria, más allá de su fragilidad, tiene la virtud de conservar los hechos más destacados, aquellos que seguramente serán más atractivos para tus lectores.

Ahora, mientras preparo mi inminente partida rumbo a Palestina, lo que más recuerdo de las dos semanas que pasé en Sudán son las difíciles condiciones de trabajo. La infinidad de ocasiones en las que algún hombre se me acercó con un fusil en las manos para increparme, para preguntarme qué estaba haciendo. La hostilidad que predomina en una sociedad en la que abundan las armas, en la que casi no hay ley ni Estado, en la que los traumas de cuatro décadas de guerra provocan constantes enfrentamientos en una gente que parece no saber relacionarse si no es a través de la violencia.

* * *

Conclusión: otra lección sobre la guerra

Cuando las armas desembarcan en una sociedad, tienen un efecto devastador. El que se ha hecho con un fusil, lo utiliza para sacar ventaja del que se encuentra desarmado. Y entonces, éste, para defenderse, y para proteger a los suyos, se ve en la obligación de conseguir para sí mismo un arma.

En cierta medida fue lo que sentí al estar en Sudán (y lo que experimentó también mi amiga). Sin un arma, carecía de posibilidad alguna de diálogo, era constantemente ninguneado por todo aquel que se me cruzaba en el camino.

Por supuesto que nunca tendría un fusil o una pistola, pues, de haberlo hecho, debería haber estado dispuesto a utilizarlo. Pero sí logré comprender por qué, en los momentos de caos y desesperación, la población civil se arma rápidamente. Y lo difícil que resulta, una vez que se firman los acuerdos de paz, desandar ese camino.

Por esta razón resulta fundamental que los países ricos, principales responsables de la producción y venta, pongan límites al comercio de las armas. La ambición desmedida de las empresas, que inundan los mercados mundiales con sus productos, ha hecho que los precios cayeran drásticamente en los últimos años. Hoy, en África, se consigue un AK47 al mismo precio que un par de gallinas.

(Justamente comienza hoy en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, la segunda conferencia mundial sobre las armas ligeras. De sus buenos resultados depende que se ponga orden y control a este negocio. Requisito indispensable para que, de una vez por todas, empecemos a avanzar hacia un mundo más seguro y en paz. Si quieres hacer llegar tu voz a los gobiernos que hasta el 7 de julio debatirán sobre esta cuestión tan importante: pincha aquí).

59 comentarios

  1. Dice ser kekuraz

    Hola a todos.Vaya, como ha corrido todo esto, lamento no haber tenido tiempo para contestar pero tengo al jefe toda la mañana echándome el aliento entre las orejas.Irene, por supuesto que estoy de acuerdo contigo en que es muy guay dárselas de solidario yendo a parir a Namibia con el Gregorio Marañon detrás. No defiendo su postura (bastante snob) sino la repercusión que ello conlleva.Me parece acertadísima la opinión de Premier, tanto que me ha hecho reflexionar bastante. ¿el fin justifica los medios? Yo considero que siempre y cuando no se haga daño a nadie, no está mal visto. El que quiera encumbrar a Angelina Jolie o a Bill Gates por estas acciones, allá él. En mi humilde opinión, podían no haber hecho nada y han hecho algo.Un cordial abrazo. Gracias Hernán, me has enganchado de pleno. Sin lugar a dudas el mejor Blog.

    27 junio 2006 | 15:17

  2. Dice ser Carmen F.

    Hola a todos de nuevo…Mujer Madrid no seas impaciente, yo soy como una gaviota q sobrevuela el mar y casi ni notamos q está ahí siempre pq estamos acostumbrados a ella, pero el mar no sería lo mismo si no estuviera la gaviota…Aquí está Carmen F. jejeje…siguen sin despedirme…al final tendré q ser yo la q me vaya…jeje..pero tu tranqui, q yo siempre estoy aquí al otro lado…pq una vez has conocido a Hernán y su trabajo, ya es imposible dejarlos…Os leo, pero a veces prefiero participar leyendo en lugar de escribiendo…el silencio es también una forma de decir algo…y donde hubo una niña callada, siempre queda una mujer de largos silencios…jejeRespecto a lo q nos cuenta Hernán en este caso, yo opino q las tradiciones, fiestas y demás expresiones seña de identidad de las distintas culturas, deben tener un límite, y ese límite ha de ponerlo más q una ley, el sentido común y el respeto a la vida y la dignidad de las personas…y me da igual si son del Tercer Mundo o del q sea…pienso lo mismo en todos los contextos…Por otro lado, respecto a las armas…q voy a decir q no se haya dicho ya…la hipocresía y la doble moral son las reinas de las relaciones internacionales…esos países «avanzados» q se rasgan las vestiduras y promueven campañas de solidaridad y a favor de la paz en el mundo, son por otro lado los mayores productores de armas y los q se enriquecen más de lo q podemos imaginar con ese sangriento negocio…se justifican diferenciando entre armas para defenderse e impartir justicia y armas q atacan q son las del enemigo, pero la verdad es q las armas son siempre enemigas de todos, son instrumentos de muerte y destrucción, y nadie, absolutamente nadie, sale victorioso de una guerra, pues de distinta manera, todos pierden mucho, unos la vida, otros la dignidad, etc…No nos engañemos, la ansiada PAZ en el mundo no es rentable para muchos, para ésos precisamente q tienen el poder de cambiar las cosas…pueden llenarse la boca hablando de ella de cara a la galería, pero temblarían de miedo por su rentable negocio si por un momento esa paz fuese una realidad inmediata…es una especie de pescadilla q se muerde la cola…crean las guerras para dar salida a su «stock» armamentístico en países lejanos donde pueden sacar algún beneficio tipo petróleo etc…y después abastecen a su ejército para ir a «resolver» la situación creada por ellos mismos en esos lugares…doble negocio…y de paso luego entra en juego la reconstrucción del país en guerra…triple negocio…osea, negocio redondo…otra veces se aprovechan los conflictos internos de un país para seguir con el negocio…eso sí, siempre con la bandera de los salvadores del mundo preocupados por la tiranía sufrida por esas poblaciones…mentira, preocupados por su negocio, nada más…no digo q la solución a todo esto sea fácil, pues no lo es, y soy consciente de q he hecho un ejercicio simplista, pero al menos un poco de honestidad, en todo caso si se creen su propia mentira allá ellos, pero a mí no me engañan…Si hay PAZ ¿q hacemos con la industria armamentística a nivel mundial y de infraestructuras? ¿hacia donde se canalizaría todo eso? ¿se zanja sin más y se pierde la gallina de los huevos de oro?…sólo un ingenuo podría pensar q sí… y eso por no hablar del control de los recursos naturales de dichos países (de Oriente, África, América latina…)… la paz no les conviene a muchos gobiernos y multinacionales, y desgraciadamente, en este mundo casi todo se mide en términos económicos, ya ni siquiera políticos, pues la política actual es una prolongación matizada de la economía, su más fiel sierva…Aún así, la PAZ es deseada y ansiada por muchos, los más sencillos y humildes, los menos poderosos pero los más auténticos, y al menos, mientras conseguimos q esa paz llegue a todos los rincones de nuestro mundo, podemos cultivarla y encontrarla dentro de nosotros, lo cual se verá reflejado en nuestro entorno inmediato y repercutirá beneficiosamente en nosotros y en todo lo q nos rodea…menos mal q en nuestro mundo interior todo es posible y somos absolutamente libres, a pesar de q en el exterior no siempre sea así…es algo, como mínimo, esperanzador…¿no créeis?…De las pocas cosas q tengo totalmente claras en la vida, es q la paz es el fruto más directo del amor, y q la violencia y el odio sólo engendran más violencia y odio…es razonable y humanamente comprensible q en un momento límite uno desee responder con las mismas armas q quien nos agrede o ataca, pero q ese momento sólo sea eso, q no dure más tiempo ni se convierta en una realidad, pq entonces estamos perdidos…y esa debe ser la diferencia, q no somos como ellos, como ésos q sólo saben hablar con el ruido de las balas, los gritos, los golpes…pueden quitarnos la vida, pero no pueden cambiar lo q pensamos, lo q sentimos y lo q somos por la fuerza…q torpes son todos ésos q sólo conocen el lenguaje del horror, no se han enterado aún q el amor es el único q promueve los grandes y profundos cambios en las personas y en los pueblos enteros…pero quizá no es sólo culpa suya, quizá nunca nadie les ha enseñado otra cosa y sólo conocen eso, q se va extendiendo como una cadena de despropósitos sin fin…Es curioso, la mayoría de personas vive y se comporta como si fueran a estar aquí eternamente…pero todos vamos a morir algún día…deberíamos hacer q la vida de q disponemos valga la pena, tenga sentido, y no desperdiciarla en causas egoístas, sin sentido, trágicas…en fin…este mundo es un caos…Últimamente no paro de rezar, a todas horas…por la paz, por el amor, por la esperanza de un mundo mejor…Hernán, suerte en Palestina…cuídate mucho…rezaré por ti como cada noche…Besos.Por si alguien me echaba de menos…menudo testamento os he escrito…jeje…perdón, intentaré ser breve la próxima vez…

    27 junio 2006 | 19:57

  3. Dice ser Bols

    Ponle nombre y apellidos a las empresas que se lucran vendiendo armas para estos conflicto

    28 junio 2006 | 13:04

  4. Dice ser marlen

    hernán hola, en primer lugar dejame felicitarte por tu loable labor,yo también estudio peridismo aqui en peru, pero nunca habia encontrado a una persona con tanta pasion y entrega por su trabajo, te felicito.me gustaría al igual que todos los que escriben ayudarte netu labor pero creo que es imposible de todas forms dejame enviarte fuerzas y animos desde aqui rezo por ti y por todos los periodistas que se encuentran cubriendo hechos tan lamentables como este, me apena tanto lo que está pasando actualmente en el mundo, las personas día a día perdemos la poca sensibilidad y amor que hay en nustros corazones, solo ruegoa Dios q que logre por fin entrar en sus corazones y esto acabe algun dia por tantos niños que son los que mas sufren…..desde aqui un beso y un fuerte abrazo a la distancia espero que mis palabras puedan darte animo…hasta pronto

    18 julio 2006 | 20:58

  5. Dice ser Hernán Zin

    Muchas gracias Marlen por tu comentario y tu ánimo. Los aprecio mucho. Y todo mi cariño a Perú. Un abrazo, Herná

    18 julio 2006 | 21:01

  6. Dice ser Janeth

    A luchar contra nosotros mismos , a luchar en nuestra guerra y que gane la PAZ!!!..eso se construye y tarde o temprano llegaremos si se trabaja en union..

    13 noviembre 2008 | 04:52

  7. Dice ser Candela..,

    ..es increible que los políticos,vaticano y demás espécies…..se preocupen d GILIPOLLECES…como la eutanasia….mientras la muerte y el sufrimiento,d millones d personas….LES DÁ COMO Q LO MISMO…..Q mierda d mundo¡¡¡¡¡El año pasado estuve en Senegal y unos niños muy pqñs.me seguían por la pqñ.botella d agua-casi vacía-,y ví la necesidad urgent.d ayuda d estos paises…Las personas como tú…HACEN UNA GRAN LABOR INFORMATIVA PARA LOS QUE, POR DESGRACIA NO VIAJAMOS TANTO…GRACIAS¡¡¡¡¡UN BESO¡

    05 marzo 2009 | 18:57

  8. Dice ser Guillermo Garcia

    Hernan, sos un capo! te mando un abrazo fuerte desde Pilar, Argentina la tierra del diego de la gente. Trato mientras leo, de encontrar respuestas a tanta tragedia humana pero ante una evidencia tan real no puedo sentir otra cosa que tristezas.- Saludos amigo y cuidate de las balas

    15 julio 2009 | 02:31

  9. Dice ser Alberto López Malax

    Hola, muy interesante el post. En el África negra no he tenido la oportunidad ni quizás las ganas de trabajar, pero en los tres años que pasé en Colombia como coresponsal de Onda Cero, viví de cerca lo que cuentas de lo que cambian los individuos al tener un arma. O lo que significa pasar de opresores a oprimidos cuando volví a Kosovo en 2000 después de haber estado en el 98. En fin, que me encanta el post. Lo seguiré a partir de ahora. Espero que tengas más suerte en palestina de la que tuve yo el año pasado… pero eso es algo largo de contar. Ah!, y si de casualidad pasas por Málaga estás invitado a una cerveza.

    19 julio 2009 | 01:02

Los comentarios están cerrados.