Yo soy Eneko y soy más feliz cuando logro expresar mi opinión sólo con la imagen. Sancho es tu vecino del 5º Izq. Habita una isla, un mundo propio lleno de sueños y miserias, con una lógica que no admite gobierno. Colaboran en el desgobierno, Haua, su compañera, y Eva y Jordi, su prole. Pero no viven ajenos. Su isla forma parte del planeta España, del Universo Tierra, y está atravesada por la a menudo demencial realidad que tan acojonados nos tiene.
hola veo todos los dias tus viñetas en el periodico y el otro dia lei que havias echo un libro si puedes pon un enlace aqui dime si se puede comprar el libro «fuego»
27 mayo 2013 | 21:39
UNA AFEITADA ELOCUENTE DE POLITICO INTEGRAL. vgg
28 mayo 2013 | 00:07
Muy bueno, … pero tanto como llamarnos gusanos, creo que no.
Te habría quedado más fino, poner una alegoría del cuadro de Goya, donde se dan de garrotazos dos españoles, como saliendo igual que los cuernos, y no insultarías a nadie, pero harías hincapié en lo que ya en su momento hizo Goya, sobre el pueblo, donde en lugar de resolver los problemas «reales» («» no me refiero en este caso, a los de la Casa Real, pero si a la clase politiquilla, ya que a la lo largo de la historia de la humanidad, los TIRANOS se han ido posicionando en la sociedad, en función de los vientos que mejor les interesan, sean jefes de clanes, señores feudales, reyezuelos, califatos, emperadores, dictadores, … y en la actualidad, politiquillos de poca monta, donde si antes tenían a secuaces que los secundaban, con otras tantas denominaciones, los de ahora, se amoldan y se transforman al mismo tiempo que ellos, como rémoras bajo tiburones), nos dedicamos a darnos de «tortas», la clase trabajadora (tanto la que tratamos de mantenernos como los que tratar de serlo), en lugar de tirar del carro todos a una en nuestro propio interés que sería el del todos, o lo que es lo mismo, el de todos que sería en nuestro propio, cegados como siempre, por los intereses partidistas de los «politiquillos», que lo único que les interesa, es como asegurarse ellos y a los suyos, las prebendas para hoy y generaciones futuras a nuestra costa, cayendo evidentemente el pueblo en la trampa del recurso del «B», ya que no hay para la compañía del «ivA», porqué se nos han ido todos los recursos en tanto politiqueo, de diPUTAdos, senadores, autonoMIAs, diPUTAciones, ayunTAmieNTOS, … etc. y no me sigo envenenando, que es muy malo para la salud.
28 mayo 2013 | 08:30
La Taenia solium es una lombriz en forma de político parásito, vive entre los seres humanos, donde una vez integrada en el seno de la colectividad, los jode bien jodidos. Pasan casi desapercibidos, pero se les puede reconocer fácilmente por su insaciable boca succionadora, rodeada de ventosas o ganchos para así adherirse fuertemente a la sociedad que los mantiene. Hay que eliminarlos en cuanto se les detecte, ya que se multiplican o reproducen con bastante facilidad…
http://otodonaire.blogspot.com.es/
28 mayo 2013 | 08:53
Se habla mucho de la marca España. A primera vista la propia noción parece una secularización neoliberal del patriotismo, en el mismo continente pospolítico en que medran mercados y no Estados, identidades blandas y fluidas y no sujetos históricos, consumidores y no ciudadanos, marketing y no doctrina, logotipos y no arquetipos. Pero a lo mejor son demasiadas postrimerías mientras la cabra legionaria siga desfilando. El proyecto marca España nació en una era tan poco blanda como el aznarato, hace una década.
Los sabios de la corte que en los informes oficiales proponían ‘vender’ “la nueva realidad de España”, o sea, vender España, tildaban la sobrevaloración del jamón de Bayonne, frente al “pata negra”,de “sangrante” (una calificación, eso sí, muy charcutera). “Los Estados avanzados compiten todos contra todos, y parecen haberse convertido en marcas”. Entre la autocomplacencia, el hobbesismo y el éxtasis mercadotécnico, sublimaban los mismos estereotipos que pretendían rebatir. Aun relegándola a marca, les dolía España, la verdadera: “si realmente la ‘España de verdad’ es tan atractiva, ¿qué se puede hacer para comunicarla?”.
La melancolía de la España Una persiste en el discurso del actual ministro García-Margallo, cuya noción del marketing integral exige atribuir una imagen a cada cosa y viceversa, no sea que cunda el politeísmo: “Las personas tenemos una imagen. Las empresas tienen una imagen. Los colectivos humanos tienen una imagen. Y los Estados, por supuesto, tienen una imagen”. Hasta los excesos de matiz del mito de la caverna pueden subsanarse: “Se trata del sueño de conseguir que, por una vez, la realidad y la imagen de Platón coincidan (…) y hagan justicia a la compleja unidad que es España”.
Gonzalo Abril
5- 9-2012.
29 mayo 2013 | 11:14