¿Por qué un Madrid Central no funcionaría en Atenas?

Por Vicky

Una de las primeras medidas que anunció el nuevo Ayuntamiento de Madrid fue la desactivación de Madrid Central. El inmenso trabajo realizado para su puesta en marcha o los resultados que ha dado esta iniciativa no han emocionado especialmente a los dos partidos que gobiernan la capital actualmente.

La noticia de la suspensión de este proyecto ha levantado muchas críticas y se ha hecho eco recientemente en la evaluación de los Planes Nacionales de Energía y Clima presentados por los estados miembros de la Unión Europea. Ante las intenciones de España, el comisario de Energía y Clima, Miguel Arias Cañete, sostuvo que «todo contribuye a la reducción de emisiones de CO2 a nivel nacional» y que de momento no se comentan en las reuniones en Bruselas las políticas locales. Su voluntad es que las políticas nacionales de todos los países miembros se acerquen entre sí. Pero ¿es posible que la contaminación atmosférica en cada país tenga la misma causa? O mejor dicho.. ¿es posible que la causa tenga las mismas características en cada país?

Parece una obviedad contestar a la pregunta anterior con un «sí»rotundo. Cuando hablamos de contaminación atmosférica solemos entender que mayoritariamente se debe al impacto ambiental producido por el humo de los coches. Al menos eso es a lo que se refería el comisario español de Energía y Clima cuando mencionaba los niveles de CO2 en la ciudad, porque este es el caso de España. Todas las alternativas presentadas y las restricciones del Madrid Central en sí rondar alrededor de la idea del tipo de vehículo que accede a la zona con más tránsito y, por tanto, más afectada. Sin embargo, este caso es solo un factor de los muchos que Bruselas intenta combatir para mejorar la tasa del aire contaminado.


(JORGE PARÍS)

El caso de Grecia, por ejemplo, es distinto. Lo que sube los niveles de la polución ambiental en el centro de Atenas no es tanto el número de vehículos antiguos, sino su ubicación geográfica. A saber cómo se puede combatir este problema…

Aunque Grecia nunca llegó a alcanzar el nivel de industrialización de otros países, no ha podido evitar compartir las mismas características de estos. Sin embargo, su caso tiene algunas peculiaridades. Primero, porque hay varias fuentes de contaminación a su alrededor: en el sur tenemos zonas desérticas (en el norte de África, como el Sahara), al este tenemos países en el Mar Negro donde existe una importante destrucción de la biomasa procedente de la industria de la agricultura y en el noroeste tenemos áreas industriales de la Europa central. Por lo tanto, el país está rodeado de varios tipos de fuentes contaminables, una encrucijada de masas que cuando se juntan resultan muy tóxicas.

En este sentido, el problema de Atenas no es que sus habitantes cogen mucho el coche en vez del transporte público. Tiene mucha lógica si pensamos que el número de sus residentes es bastante inferior al de otras capitales que presentan tasas de contaminación similares. Es una de las razones por las que en Atenas jamás se ha propuesto un plan parecido al de Madrid Central, ya que esta no es su prioridad y su aplicación no cambiaría las cosas lo suficiente.

De hecho, el informe Europe´s Dark Cloud (2016) indica específicamente para el caso de Grecia que «Atenas, desde el punto de vista de monóxido de carbono, está en niveles normales -para el tamaño de la ciudad- y sin riesgo de excederse». A nivel del dióxido de azufre, que ha sido un gran dolor de cabeza en las últimas décadas, ya no es un problema gracias a las medidas de desulfuración en el aceite de calefacción, la gasolina sin plomo, la industria, etc.  

La idea es que está bien inspirarnos en las medidas que se han tomado en otras ciudades para luchar contra la contaminación o aprender de aquellos planes que no funcionaron muy bien. También, hay que hacer siempre caso cuando alguien empieza a avisarnos sobre la terrible consecuencia que puede tener una acción o el no hacer nada al respecto. Pero lo mejor es dejar de señalar o acusar y empezar a mirar cómo mejorar nuestro hábitat de manera efectiva y resolutiva para todos.  

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