Por Tom
Este viernes es el Día Mundial del Agua. Ya sabemos todos que necesitamos agua para vivir, forma la parte principal del cuerpo humano, de la superficie el planeta y es muy guay en general, pero que la estamos despilfarrando.
Al pensar en el agua, lo primero que me viene a la mente, y probablemente a la mayoría de vosotros, es el mar y el agua que bebemos. Sin embargo, el agua tiene un papel importante en la producción de básicamente TODO LO QUE HAY EN LA VIDA. ¿Petroleo? Agua. ¿Plásticos? Agua. Se necesitan alrededor de 1.800 litros de agua para fabricar un solo pantalón vaquero.
Si os habéis fijado, en los últimos años el nivel de agua en el río Manzanares no se ha recuperado en invierno, antes de bajarse en verano y revelar una alfombra de plantas semiacuáticas. Ahora mismo, la gente en la calle tiene tanta alergia que casi puedes surfear la ola de mocos al trabajo en vez de coger el metro. Hay tanta gente con alergia ahora que nunca jamás antes en su vida ha tenido alergia a nada que no me sorprendería si se produjera un déficit repentino de Kleenex. No ha llovido desde hace siglos. Hay mas polvos que una película porno. Dormir con la ventana abierta produce un efecto desecación en la lengua que te hace despertar con la sensación de poder prender una cerilla en ella.
¿Cambio climático? ¿Capricho del clima? No sé.
En Madrid en los últimos años ha habido una falta de lluvias, eso sí está claro. En el nefasto año 2017 no hubo mucha y en 2018 tampoco. La comunidad de Madrid está muy orgullosa de su agua potable, cualquiera te dice que es la mejor de España. (Pregunta interesante: ¿el agua que bebes ha pasado por otras personas antes de que la bebas tú? Piénsalo, ¿tu agua fue pipí?).
Entre el Brexit, el Brexit, y el Brexit, no hay mucho espacio en las mentes de la gente por otras cosas, sobre todo porque DENTRO DE OCHO DÍAS habrá que salir de le Unión Europea sin nada de acuerdos o pedir una extensión que sea aceptada por la UE… bueno, voy a calmarme. Sin embargo, en el Reino Unido, también podría ser que se produjeran problemas con el agua, más concretamente, problemas por falta de agua. ¡Qué raro!, ¿verdad? Con lo que llueve en el reino verde, que hubiera falta de agua. Pues sí.
El problema no es el agua en sí, es la gestión de la misma. Las empresas quieren más al dinero que a la gente. Sí, damas y caballeros, quien lo hubiera pensado… Una persona normal podría pensar que el agua de una nación debe de ser gestionado por una empresa pública; tendría sentido. El problema es que en el Reino Unido, como en España, las empresas están gradualmente sujetando el control de las aguas de las distintas regiones de los países.
Y es que, si cuando abrimos el grifo, hay agua, seguimos felices. El problema con eso es que las empresas que controlan el agua no tienen incentivos para mejorar el servicio. Pueden subir tarifas mientras aprovechan de exenciones de tasas e impuestos, y no mejoran el servicio, ni resuelven los problemas de las fugas de agua, que llegan a desperdiciar tres mil millones de litros de agua AL DÍA.
Entre el cambio climático, y el crecimiento de la población, llegaremos en breve a un punto de inflexión; una linea de crisis en que o no habrá agua para toda la gente que lo necesita, o una parte de la población no podrá permitirse el agua que necesita para vivir.
Según las Naciones Unidas, el agua es un derecho humano, pero según Peter Braceck de Nestlé, es un recurso que se está malgastando de tal manera que dentro de 17 años podría haber una brecha de hasta 30% entre oferta y demanda.
Un cambio radical en la manera de tratar nuestra relación con el agua será necesario si queramos seguir pudiendo abrir el grifo y que salga agua.