Por Tom
Érase una vez en una casa en número 10 en una calle corta y tranquila que se llama Downing Street, un hombre –David– sentado en su mesa de la cocina pensando intensamente. Frunció el ceño con concentración. ¿Su problema? Cómo convencer al pueblo británico de que él, David, era digno de su confianza y a la vez demostrar de una vez que el pueblo británico quiso quedarse dentro de la Unión Europea con todas sus normas, ventajas y desventajas.
De repente su cara se partió en dos y le nació una sonrisa enorme. Se le había ocurrido una idea genial. El referéndum. Daría a los ciudadanos su oportunidad para votar en el futuro de su país, y a la vez confirmaría que él, David, confiaba en la misma ciudadanía y demostraría que tenía sus intereses en mente. Dos pájaros… el plan perfecto.
Durante los siguientes meses hubo una campaña súper-mega-fuerte a favor de salir de la unión (y un par de tíos en algún momento dijeron que al lo mejor fue mala idea, pero casi nadie les vio).
Just your normal walk along the dock this morning ………..#Metropolis
Just when you thought it was all over …… #BrexitBus #350million #OurNHS @RoyLilley pic.twitter.com/HdWkTzbKf4— Dr Theresa Porrett (@gbtpo) 12 de julio de 2018
El famoso Brexit Bus por ejemplo, explicando cuánto dinero ahorraríamos al salir para gastar en el servicio de la salud.
Dijeron cosas como:
- “Nadie está hablando de amenazando nuestra plaza en el mercado único”. Daniel Hannan (MP).
- “Recuperaremos control de los 350 millones de libras por semana”. Boris Johnson (ex-ministro del exterior y posible nuevo líder del partido).
- “El Reino Unido pierde mucho por los otros miembros de la unión que están a favor de una economía regulada y perfeccionista”. Jacob Rees-Mogg (MP).
- “La Union Europea no es electa”. Nigel Farage (irónicamente, miembro del Parlamento Europeo).
Pese a la furiosa actividad de la gente a favor de salir, la gente en general hablaba de la ridiculez de la idea y qué pasaría en el desastroso caso de una salida. Nos reímos mucho y seguimos bebiendo nuestras pintas (de cerveza francesa, alemana y belga).
Boris, post crash course in sowing, holds up fruits of his labour in David Nieper workshop, Notts. #BrexitBus pic.twitter.com/u73kMDkOyj
— Lucy Fisher (@LOS_Fisher) 16 de mayo de 2016
El 23 de junio de 2016 sería el maravilloso día del referéndum. La decisión – dentro o fuera de la Unión Europea. Fácil.
Los británicos votaron (y yo también por correo). Se dividieron en Leavers (a favor de salir de la unión) o Remainers (a favor de quedarse dentro de la unión).
Salió el resultado:
Salir – 51.89%
Permanecer – 48.11%
Amistades se rompieron, familias se partieron y mi madre me llamó a las cinco de la mañana (¡THOMAS TIENES QUE VOLVER YA, PERO YA!) convencida que me iban a declarar inmigrante ilegal en España el día siguiente.
Nadie lo podía creer.
Entrevistando a gente en la calle al día siguiente, los reporteros preguntaron a muchos “¿qué votaste y por que?” La cantidad de gente que dijo que había votado que sí (salir) por motivos como ‘por divertirme’ o ‘mis amigos me desafiaron’ o ‘fue de broma’ fue asombroso.
El término más buscado en Google en Reino Unido el 24 de junio fue “¿Qué es la Unión Europea?”.
Nuestro querido David, al ver el resultado de su apuesta, dimitió y, subsecuentemente, desapareció.
Otra cosa importante que hay que tener en cuenta: muchas de las cosas dichas sobre el montón de dinero que recuperaríamos o el control que tendríamos sobre la inmigración, resultaron ser completamente falsas. Las excusas variaron entre ‘nos equivocamos’ y ‘ah sí, fue mentira, ups’ (y luego dicen que los políticos españoles tienen mucha cara…).
Theresa May asumió control y, tras decir que “no habrá una elección general,” puso en marcha una elección general, la cual no ganó pero logró juntar apresuradamente un gobierno de coalición, y asumió control del país.
Ahora las cosas empiezan a ponerse interesantes…
Theresa May ha repetido varias veces que llegar a un acuerdo malo sería aun peor que no llegar a ningún acuerdo. Ha propuesto su versión de un acuerdo apropiado:
- salir de la UE el 29 de marzo 2019.
- Adiós movimiento libre.
- No mandar cantidades vastas de dinero a Europa.
- Libertad de llegar a acuerdos con quienquiera.
- Comercio libre entre Reino Unido y la UE.
- Mantener niveles altos de derechos de consumidores y trabajadores.
- Control parlamentario sobre nuevas normas y regulaciones.
- Adiós Política Agrícola Común y Política Pesquera Común.
- Recuperar la supremacía de los tribunales británicos.
- No frontera dura entre Irlanda y Irlanda del Norte, ni entre Irlanda del Norte y Reino Unido.
- Cooperación con seguridad.
- Política de defensa y exterior trabajando estrechamente con la UE
¿Quién está a favor de la idea? Pues la propuesta no ha sido popular; los miembros del Parlamento Europeo se rieron en toda la cara de la primera ministra; Jeremy Corbyn la ha condenado, y incluso muchos miembros del partido que Theresa May (de momento) lidera han dicho que es un desastre.
En mi humilde opinión, no es tan sorprendente. La lista da la impresión que Reino Unido está diciendo a la Unión “no queremos jugar con vosotros más, pero nos llevamos los juguetes que queramos, vale?”.
Ahora distintos grupos están asaltando a Theresa May de todos lados. Unos quieren cambiar el Brexit para que sea más duro; que sea más una verdadera salida. Otros quieren cambiar los requisitos. Hay aun más que quieren votar de nuevo en otro referéndum y abolir completamente la idea de salir de la Unión.
¿Que significa el Brexit para los europeos que viven en el Reino Unido? Una cuestión muy pertinente y aun totalmente sin respuesta. Hace unos meses llegó a los oídos del publico que la gente extranjera en Reino Unido que llevaba más de cinco años residente en el país estaba a salvo, que podría seguir con la vida como si no pasara nada. Luego pareció que sí, siempre y cuando tuviera trabajo. El problema fue que muchas empresas salieron corriendo tras el Brexit, o disminuyeron sus operaciones, dejando a muchos empleados sin trabajo. Conozco al menos a una familia, una pareja española con un bebé de un año nacido en Reino Unido, que fue separado cuando la oficina donde trabajaba la madre cerró. La empresa le dio trabajo en España. Muy bien, pero el bebé, como inglés, podía quedarse. Y el padre, todavía con trabajo, también. Pero la madre no.
Hay muchas historias semejantes.
Hay un famoso caso de un hombre rumano que pidió alojamiento de emergencia en Reino Unido. El Ministerio del Interior le mandó una carta que dijo que le ‘resultaría mejor si volviera a su país para evitar que tuviera que vivir en miseria en la calle.’
El futuro de los británicos en España tampoco es muy claro. Dependiendo del tipo de Brexit, podría resultar más o menos fácil vivir en España. Cambios en estatus del pasaporte, o nuevas normas financieras complicaría la vida bastante a la gente jubilada que saca una pensión de Reino Unido por ejemplo.
Según la situación hoy en día, dentro de seis meses el Reino Unido saldrá de la Unión Europea.
Desde mi punto de vista, parece que el Reino Unido haya ido a un restaurante de calidad, pedido lo que quisiera de comer, comido todo, bebido un buen vino e intentado pagar con tarjeta… solo para encontrar que el sitio es de pagar en efectivo solo. No hay cajeros cercanos para sacar dinero y la única opción que queda es quedarse en el restaurante, fregando platos, arrepintiéndose de cada bocado tomado y cada trago de bebida hasta terminar de pagar la deuda.
Yo he trabajado haciendo tiendas de Inditex y por ejemplo el volumen de todo lo que había pensado hacer en Gran bretaña desapareció yéndose sobre todo a Holanda que tuvo un 2017 y principios de 2018 fuertes en este sentido.
05 octubre 2018 | 11:32 am
… votasteis lo que votasteis, y ahora no valen lamentos, a apechugar con las consecuencias. Y todavía algún descerebrado piensa que es buena idea, flipo! ¿Dónde están los superlíderes pro Brexit? «Eh! Lo de la pasta era mentira, mentimos. Bueno, yo me retiro a mi granja al campo. Au revoire!» Tremendo…
Lo que me jode es que la UE, seguramente, se bajará los pantalones y obtendréis un acuerdo beneficioso. Yo, iría a degüello (lo siento). ¿Os queréis salir de Europa? Vale! Perfecto! Muy bien! Pero con todas las consecuencias. A partir de ahora, de cara a la UE, sois como China. Se os acabó lo de la libre circulación, sanidad gratuita para todos los jubilados que vienen aquí a disfrutar del sol, etc. Y aranceles hasta en la sopa. Como dice un famoso dicho «de puta a puta, taconazo». Que todavía hay mucho británico (o inglés, mejor dicho) que con su graciosa majestad todavía sigue pensando que sois un imperio, y el ombligo del mundo. Pero no… hasta aquí hemos llegado. Ahora, os quedáis en vuestra isla «aislados».
Je! Que ya se la jugasteis a los escoceses en su referendum. «¿Dónde vais locos?!!! Que is os independizáis quedáis fuera de la UE!!!», y poco después «Eh! Que nos vamos de la UE!». Pues eso, a apechugar con lo que han decidido los muy ingleses/británicos de pro, antieuropeos, que son legión en esa isla. Siempre habéis sido, y habéis querido ser diferentes, «mejores» que el resto de europeos. Pues ahí os quedáis.
P.D.: al utilizar la 2ª persona del plural sólo pretendo generalizar, no hablo por ti en absoluto 😉
05 octubre 2018 | 11:45 am