Si no has visto ni un atisbo de la sexta temporada de The Walking Dead y no quieres que tus ojos se salgan de sus cuencas, será mejor que no sigas leyendo. Esta entrada contiene SPOILERS por doquier.
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El último episodio de la ficción zombie de AMC, cuya línea argumental ha seguido los pasos de Daryl (despojado de su ballesta y su moto) y del petardo de Abraham, ha dejado a la legión de fans sin respuestas y, por tanto, exactamente en el mismo punto en el que se encontraba la semana pasada. Y la anterior. ¡Anda, y la anterior también! (Juro que con cada nuevo capítulo rozo el bostezo involuntario). La trama de nuestro repartidor de pizzas favorito continúa sin novedades, salvo por un pequeño e insignificante detalle de última hora.
Daryl, y la cascada de pelo que no le deja ver
El cierre de Siempre responsable, en el que una voz desconocida se cuela por el walkie talkie de Daryl pidiendo ayuda, avivó los rumores que giran en torno al futuro incierto del asiático. ¡Por fin una chispa de adrenalina e incertidumbre en un capítulo que, como los anteriores, me aporta más bien poco!
Esa llamada de auxilio disparó las teorías de los fans que, como yo, defienden el destino de Glenn con uñas y dientes. ¿Era el indicio que todos estábamos esperando? ¿La luz al final del túnel? Era todo demasiado bonito hasta que Norman Reedus, ese tipo duro que parece que disfruta destrozando las ilusiones de la gente, decidió poner fin a la diversión.
«Diré que la voz del walkie talkie no es de Glenn».
Así es como el actor que da vida al motorista Daryl Dixon (que tiene un toldo por flequillo. DIOS MÍO, CÓMO ES CAPAZ DE VER), en declaraciones a Entertainment Weekly, cortó las alas a la imaginación y al optimismo. Bofetada de realidad en toda regla. Después de leer la entrevista, mi esperanza dejó paso a la desazón.
Para salir del embrollo en el que se había metido, Reedus intentó arrojar algo de luz al misterio que esconde la voz del walkie talkie.
«Probablemente sea la de alguien de Alejandría con todo lo que está ocurriendo allí».
Gracias por tu intervención, Norman. Ahora está todo mucho más claro.
Los showrunners no hacen más que alimentar a la bestia (es decir, a nosotros) con su silencio, desviando la atención hacia tramas banales e insustanciales y obviando dar respuesta al infinito mar de dudas que nos ahoga semana tras semana. Una estrategia calculada y útil, así consiguen mantener la expectación. ¿Pero cuánto puede aguantar esta fórmula?
¿QUÉ ESPERAR DEL NUEVO EPISODIO?
Tengo malas noticias: sólo quedan dos capítulos más antes del parón navideño, que se alargará hasta el 14 de febrero. ¿Explicarán antes de esa tediosa pausa el destino de Glenn? La sinopsis del capítulo 7 no detalla demasiado…
«Alejandría es finalmente capaz de seguir adelante con todos unidos; se ha instalado la paz entre los dos grupos».
A continuación os dejo el tráiler. ¡Y opinad, que me encanta!