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"Odio la televisión del
mismo modo que detesto
los cacahuetes. Pero no
puedo dejar de comer
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‘Buscando el norte’… y la gracia

Una serie sobre españoles expatriados tiene que funcionar sí o también. Y la nueva apuesta de Antena 3 lo hizo por todo lo alto en lo que a audiencia se refiere. Más de 4 millones de espectadores arroparon el estreno del miércoles de Buscando el norte, esa comedia que tiene sus raíces en la taquillera película de Yon González y Blanca Suárez y que, al igual que el largometraje, ha trasladado la trama a Berlín, regalando unos exteriores de escándalo que ya le gustaría a la mayoría de las ficciones patrias.

Pero cifras aparte, el piloto (por muchas esperanzas que tuviera puestas en él) carece de chispa, punch, ritmo y gracia. No aburre, pero tampoco engancha ni aporta nada nuevo al espectador. Y un primer episodio exige mucho más de lo que mostró el primer día.

Buscando el norte / Atresmedia

Es blanco, es aséptico e incurre en uno de los errores más graves que cometen la mayoría de ficciones españolas: presentar a un sinfín de personajes en los primeros 80 minutos de serie, otro error mayúsculo. ¿Por qué en España nos empeñamos en alargar como un chicle los episodios? Volviendo a los protagonistas… ¿De verdad es necesario que les conozcamos a todos el primer día? Así pasa, que terminamos picoteando personalidades sin que ninguna nos seduzca especialmente.

Pero siempre hay excepciones, claro. Belén Cuesta, por ejemplo, aporta frescura con ese punto gamberro y alma arrolladora que deja entrever su personaje, que en el inicio decide desprenderse del drama de una ruptura amorosa y acompañar a su hermano a Berlín para empezar una nueva vida. ¿El objetivo de ambos? Buscar un futuro profesional más digno que el que les ofrece su país de origen, el eterno dilema de los jóvenes de ahora que se palpa a la perfección en la pantalla.

Si bien es cierto que Cuesta está más que correcta -y estoy convencida de que irá a más a medida que evolucione la serie-, no hablemos de Manuel Burque, nominado en la pasada edición de los Goya a Actor Revelación, y que en este caso se mete de manera muy acertada en la piel de un español que presume de su vida en la capital alemana cuando la realidad no es tan idílica como la pinta en las redes sociales. Por desgracia, no puedo decir lo mismo de Antonio Velázquez, a quien no he encontrado todavía la vis cómica. Y me da rabia, porque en el género dramático se mueve como pez en el agua. 

En líneas generales, la serie tiene fallos, pero se aleja (por fortuna) de formatos como Con el culo al aire, Anclados o Algo que celebrar. Es una serie que tiene potencial para seguir creciendo durante las próximas semanas si sabe explotar algunas tramas y si encuentra la chispa ausente en el piloto. La nueva apuesta de Antena 3 está Buscando el norte, su sitio, su espacio y también la gracia. Y creo que la van a encontrar. Todavía no está todo perdido.

1 comentario

  1. Dice ser Antonio

    Estoy contigo en este comentario sobre la serie, tuvo buenos momentos y creo que si siguen así va a ser una buena comedia, los exteriores de lujo, estuve el verano pasado y me trae buenos recuerdos.

    14 febrero 2016 | 22:41

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