Este post CONTIENE SPOILERS de los cuatro primeros capítulos de la sexta temporada de The Walking Dead. Si no los has visto, HUYE. Es una advertencia. (Eso sí, vuelve cuando te hayas puesto al día 🙂 ) A partir de este momento si sigues leyendo es bajo tu responsabilidad. Pd: también incluye spoilers del cómic.

Desde el episodio 6×03 no duermo. Vale, duermo, pero soy incapaz de seguir adelante con mi vida sin que la duda me asalte constantemente. En un intento desesperado por saber qué ha ocurrido con Glenn, decidí buscar con ahínco posibles teorías de los fans más ocurrentes.

Y algunos medios extranjeros  (Hollywood Reporter, Yahoo News, ScreenCrush…) han recopilado unas cuantas que deberíamos tener en cuenta y que, por supuesto, quiero compartir con todos vosotros. Hay que ser generosa en esta vida. Os adelanto una cosa: la mayoría -y yo que me alegro inmensamente- son de lo más optimistas. A ver qué os parecen…

Pero antes de empezar quiero que tengáis presente que a Steve Yeun (Glenn) se le ha visto un par de veces en el set de rodaje actual. Esto no significa necesariamente que esté vivo. De hecho, el creador de The Walking Dead, Robert Kirkman, aseguró que volveremos a ver a Glenn en pantalla aunque no especificó de qué manera. Es decir, dejó entrever que podría salir en forma de flashback. 

(Aclaración: Estas no son mis hipótesis, se trata de diferentes puntos de vista que corren por Internet estos días y que cada vez cogen más fuerza entre los fans).

1. Ya expuse esta teoría la semana pasada, pero no está de más recordarla. Cuando Nicholas -que está junto a Glenn sobre un contenedor- se ve sobrepasado por la horda de zombies, coge la pistola y se quita la vida.
   El impacto hace que pierda el equilibrio y caiga sobre su compañero, que a la vez se desploma sobre el mar de caminantes hambrientos.
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   Esta posible teoría defiende que, aunque los guionistas nos hayan hecho creer que son las vísceras de Glenn las que se comen los zombies, en realidad son las del cuerpo inerte de Nicholas, que se encuentra encima del asiático. Además, nadie tiene los intestinos a la altura del pecho, lo que reforzaría esta versión. Aún así no creo que haya suficientes entrañas para todos los seres que les habían arrinconado en el callejón. Para mí que si terminan con un cuerpo se van a por el siguiente. A ver cómo sale de esa.
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2. Esta es una de las que más me gusta. Según muchos seguidores, Glenn podría haberse escondido debajo del contenedor después de caer al suelo y esperar a que la horda de caminantes desaparezca. Esta misma versión cuenta con una variante: nuestro personaje favorito huyó por la alcantarilla que está debajo del contenedor.
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3. Glenn utilizaría la sangre de Nicholas para camuflar su propio olor y repeler a los caminantes. ¿Tiene sentido?
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4. Nicholas estaría sufriendo una alucinación más.
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5. Alguien a quien desconocemos salva a Glenn. Y todo parece indicar que podría tratarse del personaje del cómic al que da vida Tom Payne, uno de los fichajes de esta temporada a quien todavía no hemos visto en acción y que se meterá en la piel de Jesús en la mitad de la sexta temporada. Esta es una versión que corre por la Red y que no está basada en la historia original.
   

   Jesús en el cómic

   En los cómics, Glenn muere a manos de Negan, un villano que, por cierto, aparecerá al final de esta entrega. ¿Estará vivo el asiático y morirá más adelante a manos del personaje que le quita la vida en la historia gráfica?Volviendo a la teoría sobre Jesús, diferentes medios publicaron la imagen del rodaje que podéis ver en el link, en la que se puede ver a Rick y a compañía -también aparece Glenn- junto a un desconocido (el hombre del gorro con greñas y barba). Su aspecto encaja con el físico de Jesús en los cómics.

   Salvo que se trate de un flashback, como ya dejó entrever el creador, ¿qué hacen ambos personajes compartiendo escena si en principio Glenn está muerto y Jesús no ha aparecido todavía?

6. Glenn huye gracias a la pistola de bengalas pero los caminantes le muerden antes.

A continuación os dejo el momento con el que hemos llorado todos estas últimas semanas para que lo analicéis detenidamente.

¿Con qué teoría os quedáis? ¡Comentad! 🙂

Odio las expectativas casi tanto o más que los spoilers. Las ideas preconcebidas son capaces de destrozarte irremediablemente una serie, es así. Llegan sin avisar. Y si la serie no cumple dichas expectativas, la desilusión se manifiesta sin ningún tipo de piedad. Por eso he interiorizado (aunque admito que me ha costado lo mío) la ley que todo seriéfilo debería conocer de antemano: no crearse falsas esperanzas por muy bien que las cadenas vendan sus productos.

Os estoy contando todo esto porque quiero que sepáis que mis expectativas con Narcos eran bajas. Y lo eran a propósito. Se trata, por si no sois conscientes, de uno de los estrenos de Netflix más esperados de esta temporada, anunciado a bombo y platillo durante meses.

Ante tantísima propaganda y grado de exposición, decidí ponerme la coraza. Lo que menos me apetecía era desilusionarme con una serie a la que presentaban como la sucesora de Breaking Bad. Y me alegro de haberlo hecho porque después de verla, puedo decir con tranquilidad que no defrauda.

Su primera temporada supera con creces y desde el capítulo uno la tanda de episodios debut de Walter White (que no os sorprenda, adoro Breaking Bad, pero soy muy crítica con las dos primeras temporadas, aunque de esto ya hablaré otro día 🙂 ).

Narcos retrata el narcotráfico y la corrupción colombiana de la década de los 80. Bucea en la vida de Pablo Escobar, el líder y máximo jefe del imponente cartel de Medellín que fue abatido en 1993, y se sumerge de lleno en el ascenso político de uno de los criminales más ricos del territorio, causante de miles de muertes.

Dinero, sangre, violencia e ingentes cantidades de cocaína que, sorprendentemente, dejan en ridículo el ‘macrolaboratorio’ de Gus Fring. La serie muestra una vida de excesos e ilegalidades tan desmesurada que me llegué a plantear si esos hechos sucedieron en la vida real. Y lo aborda desde dos perspectivas: la lucha de los narcos por introducir la droga en Estados Unidos y por expandirse, y la de la DEA en territorio hostil.

Es adictiva, intensa, entretenida, pero sobre todo y lo más importante, la primera ficción latinoamericana de Netflix es diferente. La plataforma digital se aventuró a hacer lo que nadie había hecho hasta ahora: una superproducción centrada en Latinoamérica, que además es capaz de jugar con el inglés y el castellano de manera equitativa, sin complejos. Una forma de ganar suscriptores en el continente, de poner el foco en otro público.

Pero los hispanohablantes encontraréis una pega, la misma que encontré yo en los primeros capítulos: el acento del protagonista, interpretado por el brasileño Wagner Moura (Tropa de élite), que se lanzó a la piscina a la hora de interpretar el personaje sin dominar el idioma. Es muy probable que los estadounidenses no noten la diferencia, pero Moura no habla castellano fluido y eso es más que evidente y resta algo de credibilidad al personaje.

Para los adictos a Juego de tronos, por cierto, deberíais saber que el chileno Pedro Pascal (esa despiadada y maravillosa a partes iguales víbora roja en la ficción de HBO a quien tanto echo de menos) aparece en la serie.

Después de la chapa que os he dado, os aconsejo que la veáis, en serio, es uno de los mejores estrenos de esta temporada otoñal.

¡Feliz viernes!