Que las cosas de palacio van despacio es un hecho más que evidente. Y la historia de amor entre Isabel de Portugal y Carlos V no podía ser de otra manera, ni siquiera para satisfacer los deseos de los espectadores que cada lunes deseábamos con desesperación un encuentro entre los protagonistas.
La culpa de esa impaciencia la tiene única y exclusivamente TVE. ¿Por qué? Porque nos prometió una serie histórica con un romance épico sacado de los mismos libros de texto. Pero ese flechazo imperial, de esos que solo Letizia, Isabel de Portugal o Kate Middleton tienen el privilegio de vivir, ha tardado ocho capítulos (¡OCHO!) en fraguarse. Admito -esto que quede entre nosotros- haber recurrido al árbol genealógico pensando que ya nos tomaban el pelo con el tema de la boda.
Bromas aparte, lo que sí es cierto es que TVE ha estado promocionando a bombo y platillo las contadas apariciones de Blanca Suárez en Carlos, Rey Emperador. Ella era -la historia de amor, quiero decir- el gancho para muchos espectadores que se habían desencantado con la serie que nació como la sucesora de Isabel, y aunque cuenta con una banda sonora espectacular y un vestuario imponente, no tiene el ritmo de su predecesora.
Demasiados personajes y tramas paralelas en una serie que abarca muchos frentes (como el de Hernán Cortés, interpretado por un actorazo pero cuya historia corta la continuidad del drama histórico, motivo de numerosas quejas en Twitter).
España prefiere los enredos palaciegos a la ‘Rabia’
Cuando ciertos elementos fallan, una historia de amor, y más si es una que hemos estado esperando todos desde el principio, es capaz de mejorar (aunque sea levemente) la audiencia. Y ayer se demostró que España no sólo sigue siendo flamenca y prefiriendo realities de niños cantantes (21,3%), sino que en cuanto a series se refiere se decanta por los enredos palaciegos (subió ligeramente al 12,1% después de estancarse en el 11%) en vez de por la ciencia ficción de Rabia (5%).
Pero el encuentro entre Blanca Suárez y Álvaro Cervantes se produjo en los últimos minutos. Y, por supuesto, aún no hay boda. Parece que el desposorio, la luna de miel, el embarazo y el bautizo se lo van a reservar para el lunes que viene. Todo eso en un solo capítulo. Ahora parece que palacio acelera los trámites.
Por cierto, no sé si os pasó, pero con el debut de Víctor Clavijo (¡qué pedazo de actor!) como Francisco de Borja pensé que se había colado el mismo Lope de Vega de El Ministerio del tiempo en Carlos, Rey Emperador. ¿Que no molaría un cameo como ya hicieron con Isabel?
Y antes de que se me olvide, si queréis conocer más detalles sobre la vida del Emperador, deberíais leer la efemérides que publicó el viernes mi compañero y verdadero experto en historia David Yagüe en su blog XX Siglos. Os dejo el avance de la semana que viene. ¡A disfrutar!
Muchacha, deberías ser un poco considerada y pensar que no todos seguimos las series al día.
Que ya van dos posts que has publicado y dos spoiler que has hecho.
Si vas a hablar del último capítulo de alguna, no seas tan explícita en el mismísimo título del post.
27 octubre 2015 | 12:08
Pero pero pero pero pero… ¿Que Carlos V e Isabel de Portugal tuvieron rollo y se casaron y eso? DESCONSIDERADOS, QUE SOIS UNOS DESCONSIDERADOS CON LOS SPOILERS. Si apenas han pasado 500 años, por Dios. Que todos sabemos que hay que esperar por lo menos 700. Si es que…
27 octubre 2015 | 15:28
@Spoilerador
Claro que todos sabemos que se casan y tienen hijos y tal…
Pero podría ser en este capítulo, o dentro de 4.
Pero ya da igual, me lo han destripado, como tan de moda está ahora, comentar todo al segundo de que pase…
Habrá que dejar de entrar a internet, porque a cada página que visitas te chafan todas las series.
27 octubre 2015 | 16:19
Por cierto, en el capítulo que sea cuando se dirija a Muhlberg a luchar contra los príncipes alemanes, estaros tranquil@s que no morirá y volverá triunfante e incluso un tal Tiziano lo retratará. Pero os aconsejo que apaguéis la tele y cojáis un buen libro de historia, a parte de culturizaros de mejor manera, lo haréis sin alicientes superfluos y edulcorantes palaciegos para borregos. Ah y perdón por el Spoiler pero al primogénito lo llamarán, me atrevería a decir, Felipe.
27 octubre 2015 | 21:57