Ya en plena semana santa la pregunta del millón, tanto para cofrades como turistas, es si lloverá. Y la respuesta, este año al igual que en muchos anteriores, es que sí, que lloverá en la mayoría de las regiones. Lloverá. Y hará sol, y volverán los nubarrones, y el sol picará, y las noches serán frías, y quizá una tormenta nos sorprenda, y…habrá de todo y en todos lados. Y, al contrario que muchos razonamientos que he leído por ahí, no es la primavera la que hace que llueva en semana santa. De hecho, la semana que viene será estable y también es de plena primavera. Son las circunstancias concretas de estos días las que hacen que el tiempo esté siendo y vaya a seguir inestable hasta el fin de semana.

Coincidiendo con esta semana vacacional y de actos religiosos una masa de aire frío se nos ha situado encima de la vertical peninsular. Este refrescamiento en las capas altas y medias de la atmósfera provoca su inestabilización. Básicamente las diferencias de temperatura entre el suelo y el cielo (el sol ya pega a estas alturas del año), unidas a otros factores como vientos cambiantes en su intensidad y dirección en esas capas (cizalladura) y humedad en altura, hacen que las condiciones sean propicias para que las nubes crezcan como palomitas de maíz en un microondas, y que a cualquier hora, pero preferentemente a media tarde, cuando esa acción solar es más evidente, se produzcan tronadas y chubascos. Y como esa masa de aire frío en altura -con temperaturas bajo cero por encima de 1.500 metros de altura- va a permanecer con nosotros toda la semana, pues ya sabéis…

Sólo a partir del sábado que viene las cosas volverán a tranquilizarse, cuando el frío del piso de arriba desaparezca y las nubes se retiren. Coincidirá, casualmente, con el final de la semana santa. No, no hay ninguna relación, las nubes no eligen días determinados para aparecer, los chubascos no son conscientes. La atmósfera juega con nosotros permanentemente, y esta semana toca lotería. Saber dónde y cuando va a llover, la procesión concreta de jueves o viernes santo que se verá afectada o el campo de trigo que recibirá la bendición del agua está, hoy por hoy, fuera de toda posibilidad de pronóstico a más de 12-24 horas de plazo.

Oigo en alguna televisión que aún hay gente con el dedo en el botón de Reservar Hotel, a la espera de saber si lloverá o no. Y esperando el pronóstico/veredicto de los hombres del tiempo. Dependiendo de ellos para hacer un viaje, para ocupar una plaza, para gastar su dinero en un establecimiento hotelero. Y yo les digo: eso es demasiada presión. Las previsiones serán muy generales, nadie hablará exactamente sobre cómo será la temperie en la localidad, playa y hotel que elijas como destino. La pedrea de esta lotería atmosférica decidirá, en último término, si podrás ir a la playa el viernes por la mañana o la Hermandad de la Esperanza Macarena de Sevilla podrá salir a procesionar en la madrugá del jueves al viernes santo.

Bienvenidos a 2012.

Comienza un nuevo año para todos los aspectos de nuestra vida, aunque en el meteorológico seguimos manteniendo en la misma situación de finales del año pasado. El anticiclón de las Azores sigue anclado sobre nuestras latitudes, bloqueando el paso a cualquier perturbación y desviándola hacia en norte de Europa.

Os tengo que confesar que, día a día, reviso con ansiedad los modelos a medio plazo para ver si la situación cambia. Me apetece frío de verdad y sobre todo… nieve. Y, en vista de que no se ve cercana, me he decidido a compartir con vosotros técnicas de adivinación, una especie de posos del café que nos anticipan el estado de la atmósfera…

Bueno, lo que en realidad quiero compartir con vosotros -como siempre, en un lenguaje poco técnico, muy comprensible y llano- es un índice meteorológico que nos permite tener una cierta de idea de por dónde van a ir los tiros meteorológicos en los próximos días. Una ventana al futuro que , como todo pronóstico a medio o largo plazo, hay que coger con alfileres, porque sólo indica eso, una tendencia. Pero, qué se yo, en este estado de desesperación y aburrimiento meteo en el que estamos, bien vale la pena vigilar esta particular bola de cristal.

Fijaos, mirando el mapa de Europa y la zona norte del Océano Atlántico podemos identificar dos centros de acción teóricos muy bien definidos: el anticiclón de las Azores (altas presiones subtropicales, o buen tiempo) y la borrasca de Islandia (bajas presiones polares, o mal tiempo). Ambos suelen campar a sus anchas por esas zonas que les dan sus nombres, pero a veces cambian su posición y sobre todo la fuerza con la que actúan.

Pues bien, la Oscilación del Atlántico Norte (NAO en sus siglas inglesas) es un índice meteorológico que nos indica la fuerza de ambos centros de acción basado, sobre todo, en la diferencia de presión atmosférica en superficie entre dos puntos, muy bien definidos: Ponta Delgada, en las Islas Azores y la estación de Stykkisholmur, en Islandia. Este índice, que se conoce desde 1924 gracias a Sir Gilbert Walker puede tomar valores entre -5 y +5, aunque normalmente se mueve entre -2 y +2.

Esta es una gráfica que muestra el índice desde Octubre pasado.

Ultimos 45 días del indice NAO. Fuente policlimate.com

Vale, ¿y que significa?

Bien, resulta que con valores negativos de este índice (NAO- se denomina) tanto el anticiclón como la borrasca están debilitados, no son muy fuertes y la diferencia de presión atmosférica es muy poca. El resultado para nuestra zona es que los flujos de viento de oeste, húmedos y no muy fríos, pueden llegar sin problemas a nuestras costas, sin el impedimento del anticiclón de las Azores. Las perturbaciones viajan más al sur de lo normal. Con NAO negativa el tiempo suele ser malo en España, con frentes sucesivos que nos cruzan, vientos de oeste y no excesivo frío. Ambiente desapacible, eso sí.

NAO- Fuente LDEO/M. Visbeck

Como podrás intuir, la NAO positiva, o NAO+, significa todo lo contrario. Ambos centros están fuertes y en sus sitios correspondientes, lo cual para nosotros significa anticiclón de bloqueo y desvío de las borrascas al norte. Tiempo «bueno», seco, soleado, con nieblas y algo más frío, al no disponer de la cobertura nubosa en los cielos. Esta es la situación actual y la que venimos padeciendo desde hace semanas. Un índice NAO positivo, por encima de 2 y 3, que hace que las perturbaciones viajen mucho más al norte.

NAO+ Fuente LDEO/M. Visbeck

Bueno, pues el índice NAO puede seguirse en internet (también está el índice AO la Oscilación Artica, muy similar pero en otra zona), y es uno de los parámetros bola de cristal que usamos los meteorólogos para saber lo que viene en los próximos días. A continuación os muestro lo que dice el índice NAO para los próximos 6 días. Pero en el enlace os podéis seguir informando vosotros mismos.

Pronóstico NAO para los próximos 6 días. Fuente policlimate.com Ryan N Maue

La línea azul es el NAO ya calculado desde el pasado 1 de Noviembre de 2011. Fijaos el pico de mediados de Diciembre cuando llegamos a superar el nivel 4. Hoy mismo estamos aún en más de 2, positivo. Lo que podemos ver es que la tendencia es a la baja, lo que significa que el anticiclón se debilita y la puerta puede empezar a abrirse para el «mal tiempo». Ojo, repito, es sólo una tendencia, y habrá que confirmarla, pero la fuerza con la que el anticiclón se agarra a nosotros no va a ser tanta, y eso puede significar que, por fin, nuestros cielos se cubran de nubes y podamos disfrutar de lluvia y nieve.

¡Ojalá!

Hoy comienza Noviembre, es fiesta y todos tenemos más tiempo. Por eso este post es un poco más largo, y además os propongo un juego. Vamos a jugar a imaginar. Imaginemos nuestra atmósfera como un gran restaurante en donde se sirven todo tipo de platos. Platos fríos, calientes, algunos muy sabrosos y atrayentes, otros más indigestos, etc. E imaginemos, que en vez de camareros, esos platos llegan sobre bandejas móviles, como en algunos restaurantes asiáticos.

Bien, el otro día os hablaba de una de esas bandejas, la más importante, una espectacular y planetaria bandeja transportadora de temperies. Es la corriente en chorro, también conocida por su traducción inglesa, jet stream, una gigantesca corriente de aire en las capas altas de la atmósfera, allá por los 12.000 metros. Los vientos que allí arriba se producen pueden ser del orden de 250 kilómetros por hora, incluso más. Como verdaderos huracanes. Esta cinta arrastra y transporta sobre todo borrascas, mal tiempo. Al igual que en un restaurante asiático, se van sirviendo platos de lluvia, viento y tormentas.

Entre sus características está la de soplar, en nuestras latitudes, de oeste a este, es decir, viene casi siempre del Atlántico, y sobre todo, de variar su latitud, es decir, a veces se sitúa más al norte, sobre la vertical de Islandia y países nórdicos, y otras baja y sirve sus tormentosos platos más al sur, por tierras ibéricas.

Pues bien, esto es lo que va a pasar a partir de mañana. Por fin, tras semanas en las que el paso al jet lo bloqueara una anticiclón (salvo ya un adelanto la semana pasada), la corriente en chorro se decide a serpentear y bajar de latitud, y ya nos tiene preparada un menú a base de los mejores manjares de «mal tiempo«.

Pero mejor, veámoslo. Vamos a usar mapas de previsión que nos indican dónde se va a situar la corriente en chorro. El mapa siguiente, de GRAD-IGES y que representa el estado actual de la atmósfera, ya da un indicio de cambios. Que no cunda el pánico que os lo explico…

Corriente en chorro hoy martes 1 de Noviembre

Las flechas finas indican la dirección de los vientos en una de las capas más altas de la atmósfera, donde la presión atmosférica se sitúa en 200 mb –milibares– (o 200 hPa –hectoPascales-) que es lo mismo. Eso, en cristiano, equivale a unos 11.800 metros sobre el nivel del mar, aproximadamente. Es decir, la altura a la que vuelan los aviones transoceánicos (33.000 pies) y que usan para ir montados en la cinta y ahorrar combustible. Las manchas violetas indican la velocidad del viento allí. Cuanto más oscuro el color, más viento, medido en metros por segundo, ojo. Como guía de la escala, 20 m/s (lila claro) equivale a unos 72 Km/h. Y 100 m/s (negro) equivale a 360 Km/h…Una salvajada.

Para hacerlo más claro, he pintado una flecha más grande, en gris, que indica, más o menos, por dónde circula el jet stream ahora mismo, por dónde esa bandeja móvil de servir borrascas está despachando su especial comida. Como veis, está ligeramente desplazada al norte, y más lo ha estado en días pasados. Por eso, el tiempo no era tan malo los días anteriores, y sólo alguna borrasca perdida se descolgaba y nos afectaba, pero de forma aislada, sin continuidad.

Bien, vamos a ver el mapa previsto con la posición del jet el próximo jueves y dónde se servirán los mejores manjares borrascosos…

Corriente en chorro prevista para el jueves 3 de Noviembre

Claramente vemos que el chorro se bifurca, y que la parte más intensa baja de latitud y nos afecta de lleno desde el oeste. Nuestro restaurante atmosférico quiere servirnos en bandeja sus borrascas, y lo vamos a notar, ya desde mañana mismo, con un cambio de tiempo más duradero, con lluvia y viento más continuo.

En resumen, se nos vienen encima tres o cuatro días de lluvia, días típicos otoñales en este inicio del mes de Noviembre. Nada anormal, por otro lado. Pero quizá ahora tengamos más datos para saber por qué, en esta ocasión, el «mal tiempo» nos acompañará durante más días.