Un domingo cualquiera. Vas paseando tranquilamente buscando el sol de la tarde cuando de repente, sin aviso, se desencadena un pequeño vendaval. Los arboles se balancean y se levanta una polvareda que te hace cerrar los ojos. Una racha de viento te ha alcanzado y te envuelve…
Esta es una escena que se ha repetido este pasado fin de semana en muchos sitios de nuestro país. Y hoy, el viento, sigue siendo protagonista. Pero, ¿qué es exactamente el viento?
Más allá de definiciones oficiales, intentaré explicarlo de forma simple. El viento es el aire en movimiento, hemos aprendido desde siempre. Pero, ¿porqué se mueve? Se mueve para equilibrar zonas que se han quedado con «menos aire«. Efectivamente, el viento tiende a rellenar zonas que se quedan vacías. Se mueve de una zona de alta presión a una zona de baja presión atmosférica. Y esas zonas de baja presión, cuando hablamos a escala local, se produce cuando el sol calienta una zona y hace que el aire se caliente y suba. Ya sabéis que el aire caliente pesa menos y sube (recordad el vapor de una cacerola) y el aire frío pesa más y tiende a caer… Esa zona recalentada en donde el aire está escapándose hacia arriba queda vacía, y el viento, como cualquier fluido, acude rápida y presta a rellenarla. Es en ese viaje desde la zona de alta a la zona de baja presión donde el aire en movimiento produce el viento.
Evidentemente hemos descrito un tipo de viento a nivel local, ese que nos fastidia un paseo dominical. Pero no es el único. Hay vientos a escala global o planetaria, producidos por el movimiento de rotación terrestre, y otros a nivel regional, debidos principalmente a la orografía. Y luego estos muy locales, que pueden producirse simplemente por una gran nube que oculta el sol y hace descender la temperatura, y por lo tanto cambia la presión. La manifestación más brutal del viento local se produce en los tornados, donde la presión atmosférica puede bajar espectacularmente en muy pocos minutos, y los vientos producidos pueden alcanzar más de 400 Km/h…
Los vientos en España son muy variados, y los tenemos de todos los tipos. La influencia oceánica, la espectacular orografía, con altas barreras montañosas y amplios valles, hacen de nuestro país un verdadero atlas de este fenómeno. Y con nombres para todos ellos, algunos muy locales y que dan idea sobre el estado de la atmósfera y su evolución. Levantes y ponientes, mistral, lebeche, cierzo. Siroco, tramontana, gregal…
Infinidad de vientos, en fin, cada uno con su personalidad, cada uno jugando con arboles y banderas. Ayudando a limpiar ambientes, ayudando a las semillas para buscar nuevos sitios donde crecer, pero también invisible aliado de desgraciados pirómanos y causa de peligro en el aire y en el mar.
AH !
16 abril 2012 | 14:58
gracias por la info 🙂
16 abril 2012 | 15:29
En la escuela de parbulitos me enseñaron que el viento es el aire en movimiento , asi que no me lies.
Clica sobre mi nombre
16 abril 2012 | 17:51
Te ha faltado el viento solano, tipico de mi pueblo, por caluroso que venga el verano alli al atardecer siempre hace falta chaqueta, de frio que es el puñetero.
17 abril 2012 | 00:17
Me ha gustado la simpleza y claridad de la explicacion.
Gracias
17 abril 2012 | 21:45
Yo sabía qué motiva el viento y lo mejor es que lo aprendí en una clase de filosofía. Como lo oís. La pregunta era ¿Creeis que el viento es libre, como se dice en poemas y canciones? Pues no. Aquí no es libre ni el viento. Depende de varios factores.
A la porra la poesía…
18 abril 2012 | 11:11
En mis tiempos el viento era las orejas de dumbo en movimiento. Eso fue cuando yo era un chaval que ya llovio jejejejejeje
18 abril 2012 | 17:57