El Xerez, colista de la Primera División con siete puntos y un negativo registro histórico en la Liga de sólo cuatro goles a favor después de 14 partidos, lleva muchas temporadas atravesando problemas económicos y parece que ha llegado el momento de dejar paso a un nuevo grupo inversor que trate de arreglar la complicada situación deportiva.

Joaquín Morales, empresario sevillano y dueño del club gaditano desde 2004, está ultimando la venta del club con un grupo de empresarios argentinos. Su total falta de sintonía con la afición, su mala relación con las fuerzas políticas de la capital jerezana y la actual deuda que arrastra la entidad (unos 22 millones de euros, lo que le ha supuesto el acogimiento a la Ley Concursal) han sido las principales causas de su decisión.

Aunque no han trascendido cantidades, lo que los argentinos abonarán a Morales por el 52% de sus acciones debería ser superior a tres millones de euros, la cantidad que un grupo de empresarios, encabezada por el ex entrenador del Real Madrid y del propio Xerez Bernd Schuster, le ofreció hace unos días al sevillano por hacerse con el control del club y que éste rechazó.