El infierno que está viviendo el ex entrenador del Real Madrid Juan Ramón López Caro en Rumania ha llevado al sevillano a tener que llevar guardaespaldas, como sucedió en el último partido que ganó su equipo, el Vaslui, por 4-0 ante el Otelul Galati, donde los aficionados no pararon de pedir su dimisión. El de Lebrija se ha visto obligado a tomar esta medida debido al ataque que sufrió su coche con él dentro el pasado viernes.

Desde hace varias semanas, López Caro está siendo atacado en la prensa por el dueño del Vaslui, Adrian Porumboiu, que pide su salida del equipo por los malos resultados pero que, según el abogado del entrenador, se niega a abonar el millón de euros de la cláusula de rescisión. También ha sufrido el boicot de sus jugadores, que han llegado a programar entrenamientos por su cuenta.

«Quiero que hagamos espectáculo. No pienso irme», declaró antes del partido López Caro, que no salió del banquillo en los 90 minutos de juego. Después de siete jornadas el Vaslui ocupa el puesto undécimo en la tabla y ha sido eliminado de la Liga Europa.