El Barcelona se jugará mañana en el Camp Nou su pase a los cuartos de final de la Champions ante un Stuttgart que confía en el olfato goleador, el brasileño nacionalizado alemán Claudemir Jeronimo Barrett, Cacau, quien ya en el partido de ida anotó el gol que tuvo durante muchos minutos al conjunto azulgrana contra las cuerdas.

Pero la historia de Cacau empieza en Santo André, ciudad del área metropolitana de Sao Paulo. Antes de convertirse en uno de los delanteros más destacados de Europa se dedicaba a vender refrescos, agua, chocolatinas o lo que se terciase en los interminables atascos que se producen en Sao Paulo. También trabajó como peón de la construcción hasta que a los 19 años, tras ser rechazado por el Palmeiras, decidió emigrar a Alemania.

Allí jugó en el fútbol modesto hasta que logró que el Nuremberg se fijara en él. Ya en el Stuttgart, fue clave en la conquista de la Bundesliga en 2007. En febrero de 2009 se nacionalizó y el seleccionador Joachim Low lo hizo debutar con Alemania. Su gran momento de forma podría tener su recompensa el próximo verano, con su inclusión en la lista germana de 23 futbolistas que disputarán el Mundial de Suráfrica.