Muy chungo parecía tenerlo Kaká para jugar este año en el Madrid, pero 13 minutos contra el Zaragoza (0-6) han bastado para que el brasileño se reivindique y convenza un poquito más a Mourinho, quien en la previa había comentado:

«Kaká es mi jugador. No se ha perdido un día de entrenamiento en toda la pretemporada. Me hace muy feliz mirar hacia un lado y verle ahí»

Kaká pasó una temporada pasada horrible por culpa de las lesiones y este verano se le buscó salida. En la Romareda marcó un golazo y dio la asistencia del sexto a Cristiano Ronaldo. Después, dejó clara, otra vez, su postura:

«Siempre he dicho que me quería quedar en el Madrid»

Además, calló los rumores de su marcha:

«Todo eso que dicen que me voy y que mi padre está hablando con clubes es mentira. Voy a seguir en el Madrid porque creo que puedo ayudar mucho a este club»

Si Mou es capaz de recuperar a Kaká, de lo que hasta hace poco no estaba muy seguro, el entrenador portugués tendrá un bendito problema, ya que tendría un hombre más para ese centro del campo en el que brillan Özil y Xabi Alonso, a la espera de Sahin. Kaká siempre ha contado con cierto beneplácito de la afición blanca y, sobre todo, de Florentino, quien le compró por 65 millones de euros. Todos quieren que demuestren lo que vale y para conseguirlo tiene que mantener una regularidad que no ha demostrado desde que llegó al Real Madrid.

El futuro del brasileño Kaká en el Real Madrid era una verdadera incógnita. El atacante apenas ha disputado 13 partidos en las dos temporadas que lleva en la entidad blanca, que lo fichó en el verano 2009 por 65 millones de euros. Las lesiones no le han dejado rendir como lo hizo en el Milan, donde llegó a ser el mejor jugador del mundo.

Esta pretemporada el Madrid estaba dispuesto a venderle para financiar con su operacion la llegada de un nuevo crack, pero el brasileño confirmó tras el choque ante la Union de Philadelfia que no está en venta. Al parecer, el técnico blanco, José Mourinho, cuenta con él.

«Siempre he dicho que quería, estoy y quiero jugar en el Real Madrid y convencer. Mis compañeros siempre me han ayudado, el staff técnico, el club… Aunque se ha especulado mucho yo lo sabía, lo tenía hablado con el club y con el entrenador y estaba tranquilo. Antes de irme hablé con el míster y con el club. Para salir hay tres partes. Yo no quería salir. El entrenador me dijo que me quería para la próxima temporada y el club me dijo que no tenía la necesidad de venderme», señaló Kaká.