El jugador argentino del Real Madrid Ángel di María, que llegó a la entidad de Castellana hace más o menos un año, ha sorprendido recientemente con unas declaraciones a Radio La Red en las que aseguraba que el club blanco le había prometido una mejora de contrato si rendía al nivel esperado. Di María, con contrato hasta 2016, cobra unos dos millones de euros brutos por temporada.
«Estoy muy bien, contento y feliz por el año que hice y ahora ansioso por conseguir una nueva renovación, porque me habían prometido que si la cosa me iba bien y era titular, me iban a renovar», dijo. El argentino, quizá para meter algo de presión al Madrid, no negó que cuenta con ofertas de otros equipos europeos: «Seguro que hay algunos clubes de Europa que me están viendo, pero estoy muy feliz en Madrid y ansioso por la renovación. A ver si puede ser antes de la Copa América».
Estas manifestaciones de Di María no han sentado nada bien en el seno del Real Madrid. Su presidente, Florentino Pérez, no esperaba que el argentino abriese un nuevo frente cuando el club está en plena planificación de la temporada y negociando la llegada de Neymar. Además, el máximo dirigente blanco considera que este tipo de negociaciones se llevan de otra manera mucho más discreta y menos mediática. Florentino, consciente de que el futbolista es de los que menos gana en la plantilla y que ha realizado una gran temporada siendo titular indiscutible, estaba dispuesto a negociar con el argentino su hubiese hecho las cosas guardando las formas.
Pero al que más le ha molestado la actitud de Di María es a su entrenador, José Mourinho. El portugués, que ahora maneja todos los resortes deportivos del equipo junto a José Ángel Sánchez, es de los que siempre les recuerda a los jugadores que los problemas se deben tratar dentro del club. La presión mediática que ha intentado meter Di María en el tema de la renovación podría desembocar en una llamada de atención pública de Mourinho, quien no suele tolerar este tipo de comportamientos. Lo mejor es que Di María se esté callado y resuelva sus problemas en la oficinas del club porque Fabio Coentrao está en la recámara.
