El 22 de junio de 1986 el estadio Azteca de México presenció el considerado como mejor gol del siglo XX. Lo marcó Diego Armando Maradona con Argentina en una exhibición de habilidad, velocidad y calidad técnica que dejó atónitos a los defensores de Inglaterra. Ocurrió, además, en los cuartos de final del Mundial de México, un escenario que engrandece aún más la hazaña. Un tanto en el que Maradona recoge el balón en el centro del campo y va sorteando rivales hasta plantarse frente a Shilton, al que también sortea para marcar a placer.
Fue el 2-0 y la confirmación de que Argentina ya estaba en seminifinales por más que Lineker le pusiese algo de emoción al choque con su gol a falta de poco para el final. La narración de la jugada, a cargo de Víctor Hugo Morales, está a la altura de las circunstancias.
Pero antes, Maradona dejó otra genialidad: la famosa mano de Dios: