El mundo del fútbol vuelve a llorar por la muerte de otro joven futbolista. Jarque, recién nombrado capitán del Espanyol a sus 26 años, murió el pasado sábado de un ataque al corazón mientras estaba concentrado con su equipo en un hotel de Coverciano, en Florencia (Italia).
El periódico El País publica hoy la última entrevista, firmada por Jordi Quixano, que se hizo a Jarque. Como homenaje, queremos recordar algunas de sus últimas palabras. De ellas se extrae iusión, compañerismo y amor a los colores pericos:
«El brazalete no me puede quedar grande»
«Es mi recompensa a una vida entregada al Espanyol»
«Exigiré a todos mucho trabajo, ayudas al compañero y generosidad»
«Ya no soy un niño»
«He ganado en agresividad, pero no destaco por dar patadas»
«En un córner a favor, por un momento, el defensa se puede despreocupar de lo que tiene detrás»
«Somos un equipo joven con muchas cicatrices»
«Ya basta de altibajos. Es ilógico y nos hace mediocres. Y no lo somos»
«Es magnífico tener casa, 12 años después» (sobre el nuevo estadio de Cornellà-El Prat del Espanyol)
«El club está creciendo»
Con la perspectiva de su reciente e inesperada muerte la última pregunta de la entrevista resulta emotiva:
¿Cara o cruz?
«Siempre cara»
Descansa en paz, Jarque.