Platini tiene mucha cara. Desde que iniciara su mandato al frente de la UEFA en 2007 se ha hartado de promover el juego limpio, pero ayer la selección de su país, Francia, se clasificó para el Mundial de Sudáfrica 2010 gracias a una doble mano de Thierry Henry, quien antes de acomodarse el balón con los cinco dedos para pasárselo a Gallas, ya estaba en fuera de juego.

El delantero del Barça se excusó al final del encuentro con las siguientes palabras:

«No lo hice queriendo. Lo siento, pero yo no soy el árbitro». El árbitro era el sueco Martin Hansson.

El delantero irlandés Robbie Keane tiene claro lo que pasó:

«Seguro que Platini y Blatter (presidente de la FIFA) se mandaron mensajes por el móvil, encantados con el resultado y con Francia»

Y su compañero Richard Dunne aseguró:

«La Copa del Mundo la dirige gente que quiere decidir quién va y quién no. Por eso son las grandes selecciones las que toman las grandes decisiones»

En Irlanda están indignados y piden la repetición del partido, algo imposible en el deporte rey por dos razones:

1- Platini es el presidente de la UEFA.

2- Los mandamás del fútbol no recurren al vídeo, a no ser que les interese.