La inesperada derrota ante Suiza nos enseñó el camino para intentar ganar a Honduras, un equipo que imitará el modelo helvético defensivo. La experiencia en Durban dejó claro que Busquets y Xabi Alonso son incompatibles. No pueden jugar juntos. Se solapan y obstaculizan a Xavi, el hombre por el que fluyen todas las ideas.
El medio del Barcelona es clave en el esquema de Vicente del Bosque y necesita que le acompañe un jugador con más calidad con el que poder asociarse en busca de los delanteros. Alguien que le ayude a oxigenar el juego cuando el atasco sea descomunal.
Ese futbolista podría ser Cesc Fábregas, un subordinado de lujo y otro especialista en el último pase. El medio del Arsenal es el complemento que necesita Xavi, el cerebro de La Roja. El mejor jugador de la última Eurocopa estuvo muy vigilado ante Suiza, que no dudó en hacerle falta una y otra vez, y España lo notó en exceso. Con Cesc, la selección ganaría en mayor fluidez y rapidez en el manejo del balón, su mejor virtud.