La que le ha caído al Madrid por su intención de fichar al ex colegiado Megía Dávila, para mejorar las relaciones del club con los árbitros y estar al día de las nuevas reglas y de todos los cambios normativos, ha hecho que Florentino Pérez, el mandamás blanco, se replantee la contratación.

Está claro que lo primero que ha pensado todo el mundo es que el Madrid fichaba a Megía Dávila para «comprar» a los árbitros. Confiaremos sin dudar en que esto es absolutamente falso, pero como dice un refrán «La mujer del César no tiene que ser sólo honrada, sino también parecerlo».

Durante su primera etapa al frente de la casa blanca, las relaciones de Florentino Pérez con los árbitros no fueran buenas. Y mucho menos con Villar. El dirigente quería poner remedio con la contratación e intermediación de Megía Dávila.

Por ahora, no le será posible, como publica As:

«Tras una conversación esta mañana entre Florentino y Valdano (en contacto con Butragueño, que se encuentra en Mérida con la selección), ambos consensuaron descartar el fichaje de Megía Dávila y dejar para más adelante la plasmación de una idea que siguen considerando correcta e idónea para la relación del club con los árbitros que le toquen en suerte»

¡Ojalá llegue el día en que los árbitros sean profesionales e independientes de la Federación Española de Fútbol! Aun así, siempre veremos manos negras en sus errores. Es parte de la salsa del fútbol.