Ya no queda casi nada para que comience esta noche (20.45 h) el partido de vuelta de las semifinales de la Champions, entre el Barça y el Inter de Milán, y en el que todos los culés se han conjurado para La Gran Remuntada.
El entrenador del equipo italiano, Jose Mourinho, disfruta con los ambientes hostiles y ayer aseguró que «la final de Madrid ha pasado de ser un sueño para convertirse en una obsesión para el Barça».
El presidente del Barça, Joan Laporta ha contraatacado: a la provocación:
«La afirmación de Mourinho es propia de un psicólogo de pacotilla que intenta enrarecer el ambiente»
El caso es que hoy, en el Camp Nou estarán dos de los tres portugueses más odiados por el barcelonismo: Mourinho y Luis Figo, «el traidor portugués que se fue por dinero al Madrid», según los seguidores azulgrana. El Inter ha aprovechado una norma de la UEFA, que permite estar en el banquillo a un directivo, para elegir a Figo. Un gesto, cuanto menos, poco conciliador.
Por si alguien lo dudaba, el otro luso más odiado es Cristiano Ronaldo, quien anoche dejó claro que quiere que «pierda el Barça».