Como cualquier adolescente aficionado al botellón, los futbolistas se cogen cada pedo que ni se reconocerían si se miraran a un espejo.

El último en ser pillado con el cubata en la mano ha sido el delantero francés del Olympique de Lyon Sidney Govou, quien fue arrestado el lunes tras dar positivo en un control de alcoholemia cuando conducía. El internacional galo superó en más de cinco veces la tasa permitida en Francia (0,5), arrojando un resultado de 2,6 gramos de alcohol por litro de sangre. Por suerte para los viandantes nadie se cruzó en su camino.

Otros dos que, recientemente, han llegado dando tumbos a un entrenamiento han sido los futbolistas brasileños del Inter de Milán Adriano y Maicon (en la imagen superior, Adriano con unas amigas en una fiesta). Lo más gracioso del asunto es que su técnico, José Mourinho, les pilló ¡porque llegaron media hora antes al entrenamiento!

Además, esta semana, el ex barcelonista Giovanni dos Santos (encima de estas líneas) ha tenido que pedir disculpas por las imágenes difundidas por el Daily Mirror, tras la fiesta de Navidad del Tottenham. En ellas se veía al delantero mexicano en un lamentable estado de embriaguez, sin poder mantenerse en pie y ayudado por unos guardias de seguridad.

Los dos más grandes bebedores del deporte rey han sido George Best y Paul Gascoigne. El norirlandés, que tuvo que someterse a un transplante de hígado, tenía claras sus preferencias: «He dejado de beber, pero sólo cuando duermo» o «En 1969 dejé las mujeres y la bebida, pero fueron los peores veinte minutos de mi vida». Gascoigne, alcohólico confeso, ha llegado hasta intentar llamar a George W. Bush, después de haberse bebido tres botellas de whisky.

No sólo a los futbolistas les gusta empinar el codo. El árbitro bielorruso Serguéi Shmolik, que salió al terreno de juego haciendo eses, podría ser sancionado de por vida por la Federación Bielorrusa de Fútbol (FBF). En el vídeo le podéis ver en acción.

Seguro que la lista es interminable, así que, desde aquí os invitamos a que nos propongáis más futbolistas borrachos para hacer una clasificación.