Archivo de enero, 2017

Volando va Calleja

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El aventurero leonés Jesús Calleja rinde un homenaje a la España más rural y desconocida, aquella que no está casi nunca expuesta a los focos televisivos, en la segunda temporada del programa Volando voy de Cuatro. Este espacio nos muestra un país que no estamos acostumbrados a ver y que se agradece descubrir en prime time.

El fuerte de Volando voy es una combinación de ingredientes de éxito, algunos de los cuales domina Calleja a la perfección. Como la aventura, donde el leonés se mueve como pez en el agua. No en vano es su seña de identidad profesional y televisiva. Pero dados los personajes, es una aventura controlada, alejada de la que nos expuso en Planeta Calleja, donde se llevaba a diferentes famosos a vivir expediciones de auténtico impacto.

Otros aderezos de este programa de fácil digestión son la vena humana del presentador, su carisma y naturalidad, y el humor. El helicóptero en el que sobrevuela la geografía nos aporta unas imágenes espectaculares de los lugares que visita, una promoción turística de primer orden, y entronca con la personalidad aventurera del conductor, pero no deja de ser un mero efecto.

A parte del homenaje a ser un invento español, el autogiro podría sustituirse perfectamente por una furgoneta o por un coche de época, o de carreras. Cualquier automóvil serviría. Si no, que se lo digan al actor Quim Masferrer, que presenta en el canal autonómico catalán TV3 El foraster, el mismo formato de Volando voy, y donde se sirve de una furgoneta naranja para surcar la geografía catalana más escondida.

Pero a parte de las imágenes de naturaleza y los emplazamientos escogidos, este formato nos reconcilia con la humanidad. Porque conocer las historias de los habitantes a las que nos asomamos, y ver el espíritu de comunidad que se respira entre los vecinos cuando se reúnen para visionar el programa y charlar con Calleja nos recuerda que aún hay rincones en este mundo donde existe la hermandad.