En el blog, hoy os hago una prueba de agudeza visual.
Acaba de estrenar el Museo de Cera de Madrid la estatua de Leonor, la Princesa de Asturias, y aún sigo estupefacta.
Leonor aparece junto a sus padres (pobre infanta Sofía, los hermanos pequeños es que al final no pintamos nada de nada) que ya estaban en el Museo, pero a los que se les han cambiado los ropajes por los que lucieron el día de la Proclamación de Felipe VI.
Vayamos por partes. La Leonor de cera y la Leonor ‘real’ se parecen menos que huevo y una castaña. Como os habréis imaginado las bromas no han cesado en Twitter. Juzgad vosotros mismos a ver si descubrís las diferencias.
Solo espero que la princesa no vaya de excursión al Museo porque la pobre, con lo mona que es, se va a asustar de sí misma.
La verdad que tanto Leonor como la reina Letizia parecen personajes de The Walking Dead, no me digáis que no.
Dejando a un lado el rostro… inquietante lo que me resulta una broma es el vestido. No se parece ni en el color ni en la forma al que llevó la princesa de Asturias. Para empezar Leonor llevó un vestido en color rosa palo de manga francesa en brocado de seda natural y un lazo lateral en la cintura del mismo color de las modistas asturianas Nieves García Torres y Teresa Fernández de Castro. El vestido era ROSA, no sé porque su replica en cera lo lleva GRIS. Además, los motivos del brocado tampoco coinciden y la tela es brillante, cuando en realidad no debería brillar. Lo que si han clavo es el lazo zapatero de la cintura.
De los creadores de El Exorcista y El Muñeco Diabólico, llega «El Resplandor de Leonor», sólo en los mejores cines pic.twitter.com/2ylLKBTOXj
— Garci (@garcijarvar) octubre 10, 2014
Terrorífica figura de cera de la princesa Leonor. (Lo de terrorífica es literal). ¿Qué le han hecho? jaja pobre niña. pic.twitter.com/Z5mZ4enIa9 — Cristina García (@Cristigarp) octubre 10, 2014
Otra diferencia es el pelo de la princesa. Aunque las trenzas están calcadas la largura de su muñeco es más largo de lo que acostumbra a llevar Leonor.
No es creíais que de este análisis se iba a librar Letizia. Aquí la ropa está bastante conseguida, pero el maquillaje y los rasgos de la reina son rarunos donde los haya. No corresponden a una mujer de su edad. Además, la replica de la monarca no lleva el lacito azul, que es la forma simplificada de la condecoración de Carlos III, un fallo gordo.
Lo que es seguro es que en cuanto pueda iré al Museo a verlos en persona, bueno mejor dicho en cera y espero salir muerta, pero no de miedo, sino de la risa.
¡Feliz finde y los suertudos que tenéis fiesta el lunes espero que lo paséis fenomenal!