Media España con paraguas y nuestra reina con pantalón capri (los pesqueros de toda la vida) de color amarillo limón, vamos de lo más apropiada (interprétese la ironía). Este jueves en Madrid está cayendo una buena y Letizia se ha puesto de lo más veraniega. Por supuesto que, aunque llueva estamos en pleno verano y no es cuestión de sacar las katiuskas, pero de ahí a aparecer con un look tan mallorquín hay un trecho. Como dijo Aristóteles en el medio la virtud. Vamos que en esta ocasión Letizia ha patinado, pero bien.
Los reyes han acudido a la Casa de América, en pleno centro de la capital, a la entrega de becas y ayudas a la investigación de la Fundación Iberdrola. Y mira que pensé yo, «oye, Cova, lo mismo va de verde como el color corporativo de la empresa», pero no. La reina Letizia, dejando atrás supersticiones, se enfundó unos pantalones amarillos, con una camiseta de pico. Ambas piezas son de Uterqüe del año pasado. Completó su estilismo con una chaqueta blanca con hilos brillantes de Felipe Varela.
El look entero ya se lo vimos el verano pasado en una visita a la Residencia de Estudiantes de Madrid, incluida la cartera tipo sobre blanca de Uterqüe de piel de cocodrilo que la tiene en varios colores y que me encanta. En esta ocasión a los pies se ha puesto unos zapatos de salón de estampado de serpiente de Carolina Herrera, muy bonitos, pero que quedaban raros con el conjunto que llevaba. Mejor que los guarde y los saque en octubre.
Además, el escote en pico de la camiseta con la chaqueta de solapas, muy clásica y bastante arreglada desentonaba con el resto de ropa mucho más sport, y la hacía estar muy «descuellada», que diría mi madre. Un collar o un foulard le hubieran dado algo más de empaque.
Por no hablar de que elegir un color tan claro de pantalones en un día de lluvia deja los pantalones perdidos de salpicaduras. Me da que en el servicio de lavandería de la Zarazuela a más de uno le va a tocar frotar.