Creo que la reina abusa del iluminador para tapar las ojeras. (GTRES)
La reina Letizia me sorprendió este lunes por la noche. Ya tenía yo ganas de verla de tiros largos y lo hizo en la cena de gala que ofreció el monarca marroquí, Mohamed VI a los reyes españoles como motivo de su viaje oficial.
Es la primera vez que vemos a Letizia con traje largo desde que Felipe VI fue proclamado rey.
Muy sonrientes, Letizia y Lalla Salma. Ambas de blanco (GTRES)
Si por la mañana Letizia había ido con un sobrio traje de chaqueta gris de Hugo Boss, por la noche desplegó todos sus encantos y creo que muy acorde al protocolo pues coincidió en color con la anfitriona, la princesa Lalla Salma.
La apertura trasera de su falda. (GTRES)
En una ocasión tan especial, fue Felipe Varela el encargado de vestirla. La reina llevaba una blusa de georgette de seda blanca y falda larga bordada en metal plata. Tan regio conjunto lo completó con unas sandalias en plata de raso dignas de una estrella de Hollywood, pues tenían un considerable tacón y eran muy sofisticadas.
La falda era recta y tenía una discerta abertura por detrás para poder caminar, que no es cuestión de que nuestra royal ibérica emule a Angelina Jolie en los Oscar. Completó el conjunto con una cartera en pitón plateada, los pendientes de brillantes que le regalaron sus suegros, los reyes Juan Carlos I y Sofía y la pulsera rígida de brillantes de Cartier que reserva para grandes acontecimientos.
Lo que no me gustó nada de nada fue el recogido. A la cara le quedaba bien, pero esa especie de moñete poco poblado… ufff no lo veo claro.
Creo que Letizia estuvo correctísima, aunque sigue sin jugársela y recurriendo al blanco cuando sabe que va a ser el centro de atención.
