En Madrid está haciendo un calor sofocante estos días; hemos pasado de un tiempo primaveral propio del norte de España a, de un día para otro, unos 35º C. Pero ya sabéis que Letizia puede con todo y más. Así que hoy ha decidido sacar a pasear el abrigo de lino y algodón en color marfil de Massimo Dutti (125 euros) que estrenó en abril. Ella es así. La ocasión ha sido una visita a la madrileña Residencia de Estudiantes, donde ha presidido una reunión para aprobar los presupuestos del próximo año que contemplan la recuperación de obras de El Siglo de Plata Español.
La reina ha combinado color crudo y camel en su estilismo, nada que ver con el look sexy marcado por el rojo, por el que se decantó ayer, y que a algunos os pareció más de cóctel que de almuerzo. Bajo su abrigo se ha puesto una de sus (tantas) blusas de seda de Hugo Boss y unos pantalones de la misma firma (179,95). Le ha dado un toque brillante a su look, en colores neutros, conjugando un cinturón metalizado y el bolso de mano con estampado pitón, de Adolfo Domínguez, que le hemos visto, muchas otras veces, cuando se pone los tacones camel de Magrit.
Los colores claros son para el verano, no solo porque los oscuros atraigan el calor, sino porque el blanco refleja la luz, pero no encuentro mucho sentido a su outfit en marfil con abrigo incorporado, hoy, precisamente hoy.
La monarca se ha puesto unos pendientes, que no le había visto hasta ahora, con dos bolitas unidas por un filamento dorado; últimamente la consorte está prescindiendo de sus mejores joyas que prefiere dejar guardadas en los confines de palacio. En unas horas la veremos de nuevo en la presentación de la autobiografía de Simeón II de Bulgaria. ¿Le dará tiempo a cambiarse de modelito? ¿Se quitará quizá el abrigo?