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Ser donante de heces puede hacerte ganar cerca de 1000 dólares al mes

Papel higiénicoSiento lo escatológico de la cuestión pero las actuales circunstancias están tal que así. Al menos en Estados Unidos, país en el que el tema de las donaciones (sangre, leche materna… heces, etcétera) es observado de manera bien distinta a como se contemplan estas cuestiones en la Unión Europea, es posible obtener dinero (y no poco) haciéndose donante de heces. Y no, no es ni una broma ni se trata de una “noticia” sensacionalista. Más al contrario, se trata de observar las más recientes posibilidades que ofrece esta técnica, el trasplante de heces, hacia un colectivo de enfermos afectados por una infección recurrente por parte de una bacteria, Clostridium difficile.

No voy a entrar en demasiados detalles al respecto de las características patológicas de este microrganismo, simplemente mencionar en forma de pincelada que este germen puede provocar un más o menos grave cuadro diarreico en determinadas circunstancias. Se estima que cerca de un 10% de la población puede ser portadora de esta bacteria en su tracto digestivo (en especial en el intestino grueso) aunque no todo el mundo desarrolla los síntomas. Entre los que sí los desarrollan estos síntomas suelen concretarse en forma de: diarrea acuosa, fiebre, pérdida del apetito, náusea, dolor y sensibilidad abdominal.

Bueno a lo que íbamos. El caso es que su tratamiento en determinados pacientes termina siendo especialmente engorroso de forma que el tratamiento con antibióticos no es que no solucione el cuadro sino que en ocasiones lo agrava. Digamos que el antibiótico en cuestión arrasa al mismo tiempo con la flora intestinal beneficiosa y promueve el sobre-crecimiento del agente causal. En sentido contrario, un trasplante de heces de un donante sano, con una flora bacteriana adecuada, podría recolonizar el colon (toma calambur) generando un ecosistema bacteriano ante el que C. difficile iría cediendo terreno de forma paulatina.

En este contexto y teniendo en cuenta el cada vez más importante peso de nuestro microbioma (material genético proveniente de bacterias que está presente en nuestro cuerpo: tracto digestivo, cavidad oral, piel, mucosas…) a la hora de tratar algunas enfermedades, una organización norteamericana sin ánimo de lucro, OpenBiome, se está encargando de recolectar heces entre aquellos voluntarios que reúnan una serie de características para trasplantarlas en esos pacientes en los que el tratamiento con antibióticos de C. difficile esté desaconsejado o resulte inútil.

Y lo que te decía, OpenBiome será una organización sin ánimo de lucro pero el caso es que gratifica con 40 dólares cada deposición de sus donantes, hasta el punto que si se accede a sus instalaciones para hacer la donación cinco o más días por semana incrementan la gratificación con 50 dólares extra. En suma, 5 días de donante 200 dólares, más los 50 por haber llegado a esos 5 días, suman 250 dólares… al mes 1.000 dólares del ala por hacer popó y donar la producción. No es tontería.

Antes de que lances a hacer cuentas

Las pegas para la inmensa mayoría de los que leáis esto no son pocas. La primera que hay que ir a hacer la donación in situ, no vale mandarla, es decir, hay que ir a la sede de OpenBiome sita en Medford, Massachusetts. Las demás, son menos importantes desde el punto de vista práctico para un ciudadano español, pero mucho más desde un punto de vista médico ya que los donantes tiene que reunir una serie de características y pasar un control médico. Entre esas características están el tener entre 18 y 50 años; no haber viajado al extranjero en el último año; no tener un Índice de Masa Corporal superior a 30… y por supuesto ser portador de unas heces «saneadas», es decir, que dichas deposiciones estén caracterizadas por una población microbiana adecuada. De todas formas si vives por allí o estás pensando el mudarte, habida cuenta de las interesantes ofertas locales, puedes empezar por rellenar este cuestionario.

A modo de reflexión

Tal y como te conté en esta entrada hace ya unos meses, el uso terapéutico de las heces de donantes sanos para tratar distintas enfermedades es una realidad aunque en algunas ocasiones no se pueda ofrecer una respuesta clara sobre los mecanismos últimos que explican esta terapia. En cualquier caso, no cabe la menor duda de que resulta un prometedor campo para futuras investigaciones y el planteamiento de nuevas terapias basadas eso sí en la evidencia científica (al menos en la de los resultados). Aunque dichos resultados son prometedores, al menos en el tratamiento de C. difficile, las cosas no están del todo claras. De todas formas, y tal y como se expresa en el vídeo que te dejo a continuación… al igual que a nadie se le ocurriría hacer una transfusión de sangre en plan doméstico, tampoco es cuestión de lanzarse a hacer este tipo de trasplantes en casa. Imagino que hay poco riesgo de que ocurra pero quería decirlo (XD).

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Imágenes:  artur84 vía freedigitalphotos.net

«Bancos de caca» como futura posibilidad terapéutica

bacteriaYa he mencionado en varias ocasiones las amplias ramificaciones que tiene el estudio del estatus ponderal de las personas, su peso, y las diversas implicaciones de no importa qué circunstancias personales, genéticas, sociales, laborales, etcétera.

Si recuerdas esta entrada, la flora intestinal, es decir, las bacterias propias de nuestro tracto digestivo también parecen tener algún tipo de relación con el peso que mantiene un individuo. Que la relación sea causal o no y que siendo causal se dé en un sentido y no en otro, está todavía por ver. En principio hay dos posibles alternativas: se tienen unas bacterias concretas y por eso se tiene un peso determinado; o se tiene un peso determinado y por eso se tienen esas bacterias. Evidentemente, no es lo mismo.

También comenté que este asunto me parece una interesante línea de investigación y como a otros investigadores también les ha llamado la atención, se han dedicado a profundizar en el tema aunque para ello tengan que diseñar estudios no aptos para todos los estómagos.

Es preciso conocer, que a día de hoy son diversas las patologías que se han puesto en relación con una u otra “fauna digestiva”, y de ahí el posible tratamiento con un “trasplante de caca” que contenga ese tipo de flora intestinal beneficiosa. Entre esas enfermedades de las que hablo figuran el asma, algunos tipos de cáncer, determinadas infecciones como las propiciadas por Clostridium difficile (que causa frecuentes cuadros diarreicos y que es bastante resistente al tratamiento con antibióticos), el Síndrome de Intestino Irritable, incluso el Párkinson y tal y como comento también la obesidad y el síndrome metabólico.

A pesar de los buenos resultados iniciales en no pocas de estas patologías, en el caso de la obesidad y de sus comorbilidades la cosa no está tan clara. Así, uno de los más recientes estudios consiguió buenos resultados con esta técnica consistente en “trasplantar” la flora intestinal de de pacientes “sanos” en el tracto digestivo de receptores obesos y con síndrome metabólico. Pero esos buenos resultados solo fueron parciales. Muy en resumen, este tipo de estudios consisten en que un grupo de pacientes con problemas de obesidad y resistencia a la insulina reciba una carga de la flora intestinal proveniente de las heces de individuos sanos y delgados. A estos pacientes se les introdujo una muestra de flora intestinal de los donantes “sanos” a través de una sonda nasoduodenal de tal forma que a las doce semanas (3 meses) de iniciada la intervención los pacientes experimentaron una sensible mejoría. Sin embargo, al cabo de 6 meses se comprobó que esta mejoría desaparecía haciendo necesario continuas aportaciones para obtener el efecto beneficioso de manera permanente. Es como si la flora autóctona de los pacientes terminara venciendo a la foránea. Por tanto, si bien de momento este tipo de “trasplantes” no son del todo eficaces para el tratamiento de la obesidad y para varias de sus enfermedades asociadas, parece más que claro que la flora intestinal de un sujeto tiene mucho que decir en las cuestiones metabólicas y ponderales y que siendo así las investigaciones van a continuar en este terreno.

Quién sabe si en el futuro llegaremos a conocer “bancos de heces” que, al igual que los de sangre, leche materna o esperma y que provenientes de donantes concretos y con determinadas características, sirvan para tratar enfermedades diversas. No suena especialmente glamuroso, pero es lo que hay.

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Imagen: renjith krishnan vía freedigitalphotos.net