El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

Entradas etiquetadas como ‘temporalidad’

¿Ya has comido tus otoñales persimones?

Me gusta consumir alimentos de temporada y en mi desempeño profesional suelo hacer promoción de este tipo de patrón alimentario. Aprovechando la circunstancia me gustaría comentar la gratificante experiencia que tuve antes de ayer cuando estaba de compras en el mercado y más en concreto en el puesto de mi frutero-verdulero de confianza, mi tocayo Juan.

Me gusta ir al mercado, creo que no me confundo si digo que hay una mayor posibilidad de saber algo más de aquellos alimentos que te llevas a casa y, llegado el caso, de hacer pequeños descubrimientos de vez en cuando, como el del persimón, una clase de caqui (o kaki).

Todos sabemos que hay infinidad de clases de manzanas, de pepinos, de tomates, etc. ¿pero de caquis? El caso es que me llamó la atención que Juan, el frutero, tenía a la venta dos tipos de caquis: los caquis como tal los anaranjados, blanditos y relativamente pequeños, y una segunda clase, del mismo color, pero más grandes y más turgentes. Al preguntarle me dijo que la fruta se denominaba “persimón” y que eran una clase de caquis a las que se les había quitado su carácter astringente mediante la utilización de alcohol. Me dijo que a diferencia de los caquis típicos que se comían con cuchara (tipo yogur) estos se consumían, una vez pelados, como una manzana ya que su pulpa era mucho más consistente. Me llevé dos para probar.

La verdad es que no están nada mal, no me esperaba ese grado de dulzor en un caqui y mucho menos con esa textura. No es nada espectacular ya que su aroma y sabor son bastante sutiles pero conservan al mismo tiempo esas cualidades tan propias del caqui como son, al menos desde mi punto de vista, esa rusticidad de las notas típicas de los frutos silvestres (estén o no cultivados)

El caso es que me interesó indagar un poco más sobre el origen del persimón y su “obtención” a partir del caqui. Este proceso se le denomina comúnmente “desastringentado” y consiste en recolectar el fruto aun sin madurar y conservarlos en torno a 20ºC entre 2 y 4 días en cámaras con una atmósfera controlada con una concentración de 5.000 ppm de etanol y con una humedad relativa del 90%. También al parecer se puede conseguir un efecto similar en casa si recolectamos los frutos sin que hayan madurado y los metemos en un recipiente hermético durante cuatro días junto con un vaso que contenga alguna bebida alcohólica de alta graduación.

Otras aplicaciones

Según he podido consultar en esta página en la que se hace promoción de la Denominación de Origen Certificada Caqui Ribera del Xúquer, hay muchas otras aplicaciones para degustar e incorporar el caqui (el tradicional o el persimón) en nuestra cocina a parte de consumirlo directamente. Por ejemplo:

  • Desecar el caqui y consumirlo como una fruta desecada (como las pasas, los orejones, los higos secos, etc.) Esta técnica, al parecer, es toda una tradición en Japón dónde recibe el nombre de Hoshigaki. Para saber cómo hacerlo puedes consultar este enlace.

  • También se puede congelar con el fin de poder disponer de él durante más tiempo fuera de su temporada clásica, el otoño. Para saber cómo congelar y descongelar los caquis te sugiero que sigas este enlace.
  • Al mismo tiempo se puede incorporar en múltiples recetas y dar un claro toque original a nuestros platos más golosos. Además de otras recetas en esta página se propone la receta de un chutney picante con parsimón (que creo que yo que en mi caso va caer sí o sí).

Cualidades nutricionales

Ya sabéis que en este blog no vais a encontrar grandes descripciones nutricionales de ningún tipo de alimento, por el simple hecho de que no creo en el “nutricionismo” (por cierto esta entrada la tengo pendiente desde hace mucho tiempo). El parsimón y el caqui son una fruta y como tal considero interesante el promocionar su consumo frente a otros alimentos, máxime cuando los caquis son un producto circunscrito a una temporalidad tan acusada (será de los pocos que quedan). Baste citar a este respecto que su aporte calórico ronda las 70 kcal/100g  (similar a los plátanos) y que es una fuente interesante de vitamina A (característica por sus tonos rojos-anaranjados) y de fibra… y en general una muy buena opción para coronar una comida con un postre de esta (u otras frutas), incluirlo en una merienda o almuerzo o incluso cocinar con ella. ¡Qué aproveche!

————————-

Foto 1: www.persimon.biz/

Foto 2: mpieracci

Fotos desecación: etgeek (Eric)

 

A colación de los espárragos

 

Quien nísperos come y bebe cerveza, espárragos chupa y besa una vieja…

… ni come, ni bebe, ni chupa, ni besa

He de reconocer que no tengo demasiada idea del porqué de este dicho, bonito sí, eufónico si quieren, pero en mí opinión absolutamente falso y carente de sentido. Por lo menos en lo que se refiere a los alimentos que se mencionan; sin embargo en lo de besar una vieja lo entiendo mejor. Estoy seguro que a muchos de ustedes les pasará similar, incluido lo que concierne a la cerveza ¿no? En este sentido me asaltan pocas dudas.

 En realidad lo traigo a colación porque estamos de lleno en la temporada de un alimento que para mí es muy especial. Se trata de los espárragos, uno de los más reconocidos iconos navarros, aunque soy consciente que buenos espárragos los hay en más sitios.

No pretendo ni mucho menos hacer una loa del mismo (no lo voy a hacer con ellos ni con ningún otro alimento tal como dejé escrito en “la falacia de catalogar los alimentos en buenos y malos”) simplemente pretendo destacar la actual, y siempre efímera, temporada del mismo que se suele iniciar a finales de abril, durar el mes de mayo y, con suerte, estirarse durante algunos días de junio hasta los primeros calores estivales fuertes. Me dirán, es posible, que para comer espárragos ya están los de lata o los de bote durante todo el año… Sí, pero no. En relación con ellos, pocas cosas hay que se iguale a comerse unos auténticos espárragos frescos, recién cogidos y pelados, recién cocidos, y servidos, si no calentitos por lo menos tibios. Una buena vinagreta con un afrutado aceite de oliva virgen o una mayonesa son todos los ingredientes que se necesitan para disfrutarlos en su esplendor (al menos para mí).

Cuando comemos espárragos, nos aplicamos a los tallos y las yemas de una planta herbácea, la esparraguera, que responde al nombre científico de Asparagus officinalis. Son blancos (a diferencia de los verdes o trigueros) aquellos brotes sobre los que se ha evitado que incida la luz y para ello se recolectan antes de que afloren. A poco que les de la luz, la punta adquiere tonos violetas o púrpuras. Su precio, más elevado que el de los trigueros, depende en gran medida de esta circunstancia: Su recolección se realiza a diario, no conoce días festivos, y se practica temprano por la mañana para evitar que les dé el sol.

Si se animan a comerlos o probarlos, lo que les recomiendo para que los comparen con los envasados y por su puesto para seguir un patrón de alimentación basado en la estacionalidad con todas sus ventajas (sabor, precio, etc.), recuerden un dicho muy común en la ribera de Navarra en relación con el mejor momento para elegirlos: “Los de abril para mí, los de mayo para el amo y los de junio para ninguno”. Ustedes preben y luego me cuentan.

De vuelta al dicho de los nísperos, la cerveza, los espárragos y la vieja, creo que tendré que pedir ayuda a mi compañero Alfred, a ver si se anima a incluir una entrada al respecto de su porqué en «Ya está el listo que todo lo sabe«

—————————–

Foto 1: ▓▒░ ILMARTINO ░▒▓