El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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Encontraron un auténtico “quema grasas” y acabaron literalmente incinerados (o enterrados)

La mayor parte de las veces que se alude a remedios adelgazantes “alternativos” por no decir de moda o milagro, se suele hacer referencia a la simpleza de los mismos, al fraude inherente que en ellos subyace y, evidentemente a su inutilidad. Pocas veces se comenta los riesgos que entrañan algunos de ellos. Y no me refiero al aumento de la probabilidad de un riesgo a largo plazo y tal, en esta ocasión, en la que hoy acerco hasta el blog, me refiero a un perjuicio real y palpable que se traduce en fallecidos ipso facto… no es broma.

Así, la agencia Reuters se hizo eco el otro día de la creciente utilización de una sustancia en el Reino Unido que obtenida a través de canales alternativos, sirve en teoría para adelgazar ya que es un potente “quema grasas” (esa absurda y recurrente denominación de tantos y tantos productos que se venden con la pérdida de peso como reclamo). La noticia en sí surgió a raíz de esta publicación en la que se dan más detalles. El caso es que su creciente uso se ha traducido en una serie de luctuosos acontecimientos que han provocado el fallecimiento de no menos de 5 personas en los último años y numerosos afectados.

2,4-Dinitrophenol

Se trata de una potente droga sintética que responde al nombre de 2,4-dinitrofenol (más conocido como DNP) y de la que incluso la Wikipedia da cuenta. Esta fuente solo indica que al parecer su uso se circunscribió en el tratamiento de la obesidad allá en la década de los años 30 del pasado siglo cuando ya entonces se prohibió por los importantes peligros que sobre la entrañaba. En realidad, esta sustancia se usaba anteriormente en la fabricación de colorantes, conservantes de la madera, explosivos y pesticidas (como ves una joyita para meterse entre pecho y espalda).

No quiero agobiar con detalles demasiado técnicos, pero para el que le interese diré que esta sustancia actúa en las mitocondrias alterando la forma normal de obtención de energía a partir de las grasas. En realidad lo que se impide es la fosforilación oxidativa del ADP (o adenosín difosfato) y por tanto su transformación en ATP (o adenosín trifosfato, verdadera molécula que funciona como pila energética) por parte de la célula. Este hecho deriva, muy en resumen, en la obtención de una gran cantidad de energía que no puede ser almacenada como debería en «las pilas» (en el ATP) a causa de esta sustancia. De esta forma se genera un exceso de energía en el interior celular que se disipa en forma de calor. Como consecuencia, la tasa metabólica, la glucólisis (ruptura de la molécula de glucosa que resulta en la obtención de más energía) y la lipólisis (ídem que anterior pero con los ácidos grasos) se aumentan y se reducen las reservas de grasa. De forma muy sintética, se aprovechan las grasas para obtener en principio energía metabólica (ATP) pero en realidad solo se consigue generar calor; no se obtiene ATP, y entonces se utilizan más grasas para sintetizarlo, entrándo en un peligrosísimo ciclo de retroalimentación positiva. Al final la gente termina auto asándose desde dentro. Es decir… esto sí que es un auténtico quema-grasa de ensueño para mucha gente. De ensueño sí, siempre que no se consideren sus graves efectos secundarios que es lo que al parecer ha ocurrido con no pocas personas que, como decía, fallecieron tras usar el 2,4-dinitrofenol.

Sus efectos son tan conocidos y peligrosos cuando se utiliza con este adelgazante propósito que ya en 1938 la FDA nortemericana prohibió su utilización. Como curiosidad, diré que el anterior artículo menciona que esta sustancia era distribuida entre los soldados rusos de la II Guerra Mundial para que se mantuvieran calientes (¡con esa clase de jefes rusos “amigos” quién necesitaba alemanes para que les tirotearan!)

Bueno, a lo que íbamos. Ya ves que se trata de una peligrosa sustancia de la que jamás te hablarán de su negra realidad aquellos que la ponen en circulación (nunca en los canales sanitarios legales). Te lo puedes imaginar: “la pastilla maravillosa que te hace adelgazar sin hacer nada más que tomarla”. Paso olímpicamente de poner enlaces en las que se puede, al menos en apariencia, encontrar y comprar esta sustancia, pero haberlos los hay a patadas. Y que no te engañen, según diversos especialistas no hay una dosis segura.

Siento desilusionar a todos aquellos que tan frecuentemente me preguntan si de verdad, de verdad no hay una pastilla mágica que te haga adelgazar per se. Mi respuesta es siempre la misma, la pastilla esa existe, pero los efectos secundarios de su uso trascienden en varios órdenes de magnitud el problema que se pretende atajar. De la misma forma que también existen sistemas para ser feliz forever… por ejemplo con la heroína, la cocaína y demás (modo ironico). Creo que ya me entiendes.

Al loro pues con el DNP que por lo que se ve, además de peligroso y seductor, se está poniendo “de moda”.

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Imagen: vía Wikimedia Commons

Vinagre de manzana para adelgazar: mi historia de amor y desencuentro con él

Apple_cider_vinegarParece mentira pero hace ya más de 11 años de mi primer escrito dirigido a desterrar soplapolleces en el mundo de la dietética. En aquel entonces fue sobre la supuesta indicación del vinagre de manzana como suplemento adelgazante y quema-grasa. Fue también un encargo, yo estaba haciendo mis prácticas obligatorias para acabar la carrera de Nutrición Humana y Dietética y me encargaron un artículo que estaba previsto publicar en el portal de alimentación de Consumer sin mi autoría reflejada. Me daba igual, me hacía mucha ilusión ver un texto mío publicado en el “Internet” de la época y además quería gritar al mundo la tontería esta. En cierta medida tenía la esperanza de que pudiera abrir los ojos a mucha gente y que esta mandanga caería en el olvido. Ya ves… siempre he sido un poco iluso. Y hasta aquí el especial cariño que le tengo al tema del vinagre de manzana, ahora viene el desencuentro.

El caso es que el otro día una conocida me preguntó por el vinagre de manzana como elemento adelgazante (es decir, que siguen dando guerra). No es que ella se lo crea, ni necesitara saber si verdaderamente funciona a través de mi opinión, ya está convencida de ello aunque solo sea por el marco y manera en la que se publicita.

No obstante, no todo son cápsulas de vinagre de manzana, también hay quien propone usar este aliño diluido en agua y con ello promocionar el adelgazamiento. Así, no hace mucho tiempo pudimos constatar este escrito en una conocida publicación semanal en el que se refleja como se pueden sacar las cosas de contexto a pesar de toda la NO evidencia al respecto de las propiedades adelgazantes del vinagre. Se hizo así poneinedo en alza este estudio de 2009 (Vinegar intakes reduces body weight, body fat mass and serum triglyceride levels in obese Japanese subjects*) y haciendo aquello a lo que tan acostumbrados estamos: descontextualizar el actual conocimiento que se tiene sobre una materia en concreto y coger solo aquellos estudios y artículos que afirman aquello que queremos oír o de lo que queremos escribir. Lo más curioso de este tema es que el estudio en cuestión realizado con 175 pacientes y durante 3 meses, efectivamente contrastó una diferencia leve pero significativa en el adelgazamiento entre los que tomaban vinagre y los que no y además de forma dosis dependiente. Y digo solo vinagre y no “vinagre de manzana” porque esta variedad fue elegida solo por su mejor tolerancia en cuanto al sabor, no por sus milagrosas y únicas propiedades. Así, los autores del estudio hicieron descansar una gran parte de los resultados no al hecho de que fuera vinagre de manzana sino a que fuera simple y llanamente vinagre. De todas formas esas diferencias significativas en cuanto a la pérdida de peso entre quienes tomaban y no tomaban vinagre poseen una escasa relevancia clínica. Para que te des cuenta, tras tres meses de estudio la media de pérdida de los que más adelgazaron (y que más vinagre tomaron) fue de 1,9 kg, frente al grupo que tomo la mitad de la dosis y que perdió una media de 1,2 kg o el grupo control (que no tomó vinagre) y que ganó una media de 0,4 kg. Además, tras 1 mes de haber acabado el estudio las diferencias eran apenas perceptibles entre los tres grupos ya que en aquellos que habían perdido peso (y poco) lo habían recuperado prácticamente todo.

Así, el resumen al respecto de la cuestión adelgazante del vinagre es que solo existe un único estudio serio y de calidad a priori aceptable que haya reflejado una pérdida, muy modesta, de peso con su uso. Además, el hecho de que haya sido con vinagre de manzana parece más un hecho circunstancial que trascendental. Es decir, una evidencia muy escasa como para hacer grandilocuentes artículos y recomendaciones al hilo del vinagre de manzana.

Tal es así que a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria también se le ha preguntado su opinión al respecto de si podría decirse o hay datos que apunten hacia que la ingesta de vinagre de manzana podría ser un elemento que ayudara en algún sentido al control del peso. La respuesta (sé que te la estás imaginando) fue que no, redactada en 2011 al modo y manera que ya conocemos:

En base a la evidencia disponible no se puede establecer una relación de causa y efecto entre el consumo de vinagre de manzana y el control del peso.

Sin embargo, ya lo ves, a día de hoy siguen siendo frecuentes no ya solo la publicidad de este tipo de productos milagro, sino al mismo tempo la labor, ¿desinteresada? seguro desinformada, de algunos profesionales del periodismo que dicen de sí mismos ser expertos de referencia en temas de nutrición.

Supongo que si después de tanto tiempo entre nosotros del vinagre de manzana (al menos 11 años) y de tantas otras zarandajas, hubiera demostrado al menos un mínimo efecto coadyuvante en la pérdida de peso, a estas alturas sería un clamor conocido por todo el mundo en vez de estar relegado, como le corresponde, a la ignominia de formar parte de ése selecto grupo de productos milagro cuyo éxito real tan solo depende de la credulidad y desesperación de algunas personas.

Si te ha gustado esta entrada quizá te interese consultar:

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*Nota: lo siento por el enlace pero no hay forma que de que redireccione de la forma correcta al estudio completo. En cualquier caso se puede consultar (espero) en la página de la publicación

Imagen: Phongnguyen1410 vía Wikimedia Commons

Empresas multinivel cuyo negocio está centrado en la suplementación nutricional: no molan

PirámideLos negocios multinivel están pegando fuerte últimamente. O al menos así parece cuando entre otros indicadores, una corporación televisiva les dedicó un espacio bastante crítico hace pocos días, en concreto se pudo ver en La Sexta dentro del programa “Equipo de investigación” (el enlace requiere de registro previo, también puedes empezar con este enlace tirando del hilo de youtube). El nombre del programa, el objeto principal de su razón de ser, ya adelanta qué se puede esperar en cada espacio. En él se suelen traer a colación asuntos o temas turbios, o cuando menos poco claros con más incertidumbres que certezas… de otro modo nada habría que investigar.

No estoy muy puesto en este tipo de negocios, siempre me han dado un tanto de yuyu. Vamos, que nunca han inspirado mi confianza. Es más, por lo que de ellos conozco, su imagen es, para mí, entre mala y opaca con unos importantes tintes sectarios. Pero como digo es mi opinión en lo que respecta a su sistema de negocio. En resumen, supongo que lo conoces, el marketing multinivel es una estrategia de venta en la que los vendedores obtienen beneficios no solo por las ventas que ellos mismos generan sino también por las ventas realizadas por otros vendedores que forman parte de su estructura organizativa, es decir de los vendedores (distribuidores) que ellos mismos han ido reclutando. Guste o no guste, creo que se trata de un negocio de estructura piramidal, en la que solo unos pocos consiguen ganar dinero y otros muchos suelen palmarlo. Pero no estamos aquí para hablar de “negocios” sino del objeto de su negocio, de lo que venden y de lo que, a mi juicio es aun peor… de quién vende y cómo vende.

De todas las empresas multinivel conocidas, las más famosas centran su negocio en la venta y distribución de suplementos nutricionales, y lo hacen a partir de una red de vendedores que no tienen, al menos no se les exige, ni la más mínima de las formaciones oficialmente reconocidas. No digo ya sanitaria, sino de ningún otro tipo. Cualquiera, en base a su formación académica puede formar parte de estas estructuras empresariales y de este modo pautar, recomendar, aconsejar… la ingesta de este u aquel suplemento nutricional.

Mi opinión al respecto de los suplementos nutricionales es más que conocida cuando su uso se circunscribe en una especie de “barra libre” para todos. O cuando a partir del temor infundado se hace creer al incauto (a cualquiera) que su salud ya no solo pende de un hilo sin esa suplementación sino que además con ella, con sus productos, se asegura una adecuada ingesta de todos esos nutrientes, sean esenciales o no. En otro orden de “beneficios”, la recomendación de este tipo de productos hace creer al futuro comprador en unas supuestas mejoras en su actividad física o, llegado el caso, en la mejoría de la salud afectada (o no) con una verdadera enfermedad o trastorno. Por no hablar de sus recurrentes, e inútiles, productos enmarcados en la pérdida de peso o adelgazamiento. Para conocer mi opinión acerca del habitual mal uso de los suplementos, te recomiendo que eches un vistazo a estos post:

Pastillas (2)

El colmo vamos, se trata de vendedores / distribuidores / prescriptores sin mayor formación que empujan a otra gente para que compre unos productos que maldita la falta suelen hacer y usando para ello el siempre peligroso ariete de la salud: con sus miedos, el buenrollismo, la excelencia de la calidad de los productos, los años que llevan implantados haciéndolo, los millones de personas que están encantadas y han dado un giro de 180º a sus vidas gracias a esos productos, lo barato de lo innecesario (aunque el incauto no lo sepa), etcétera.

Y es que por muy barato que sean estos suplementos, terminan siendo carísimos cuando:

  1. No hacen ninguna falta (tal y como suele suceder en realidad) y;
  2. La posible solución a una deficiencia real tiene una mejor solución que la pretendida suplementación con pastillitas, bebedizos y cremitas. En nuestro entorno no existe la buena suplementación que parchee una mala alimentación.

Estas empresas multinivel con Herbalife, Amway y 4life, entre otras y como cabezas visibles de un negocio muy mal entendido desde mi perspectiva, tienen tres puntos turbios destacables y más que cuestionables:

El primero es el tema que menos me preocupa para los fines de este blog sobre nutrición, me refiero al del negocio en sí. Tómese por ejemplo el caso de este inversor bursátil, William Ackman, quien al parecer se ha propuesto acabar con Herbalife desde un punto de vista estrictamente económico apelando a la legalidad de su planteamiento de negocio. Según el medio BBC, Ackman ha apostado 1.000 millones de dólares para que las acciones de Herbalife se desplomen. El argumento de Ackman es que Herbalife es una firma con un esquema piramidal y una “empresa criminal”.

El segundo es el del uso de su objeto de venta en la mayor parte de los casos, es decir, los consabidos suplementos, que utilizando a personajes famosos (muy famosos en ocasiones) hacen creer a los potenciales consumidores de la existencia de una necesidad realmente inexistente. Y todo ello usando como prescriptores directos de esos productos a personal no cualificado… lo que nos lleva al último punto.

El más que posible intrusismo profesional de personas que con más perspectiva comercial que sanitaria se dedican a pautar suplementos y patrones alimenticios cuando esa labor, opino, no les corresponde. Ni de lejos. Para que te hagas una idea, el otro día una buena compañera dietista-nutricionista me paso esta información que puedes ver a continuación.

Herbalife_cursos

Tal y como se aprecia, se ofrece la posibilidad de asistir a un taller de “nutrición correcta”… a impartir por los “distribuidores” de Herbalife (los reputados y formados distribuidores de Herbalife). Sí, no pone por ninguna parte que pertenezcan a esta empresa, pero compara este cartel actual de España, sus propuestas “formativas”, y esta otra oferta formativa de una distribuidora argentina de Herbalife de 2010… casi, casi, clavadito. Y, por otra parte, mi informante así me lo asegura.

Al mismo tiempo para que salgas de dudas si estos distribuidores / vendedores / prescriptores traspasan la delgada línea del intrusismo de las profesiones sanitarias… échale un vistazo a este cuaderno de campo para la intervención con cada cliente (a partir de la página 9).

Acabo con el título: estas empresas no molan nada. Ni un poquito.

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Nota: quiero agradecer a Lidia Folgar (@Lidia_Folgar), Pablo Zumaquero (@pzjarana) y la Dra. Valdez (@tu_endocrino) sus aportaciones para la realización de esta entrada.

Imagen: Stuart Milessixninepixels vía freedigitalphotos.es

Cómo como: Tutti-frutti informativo-nutricional en Comando Actualidad

La pasada la semana los telespectadores de La 1 asistimos a un “documental” sobre cuestiones alimentarias con el que quedó clara una cosa: lo imposible que resultó sacar una información válida o práctica (al menos en el terreno nutricional)

Si quieres antes de leer el resto de mi crítica (constructiva aunque no lo parezca) puedes echar un vistazo al programa de Comando Actualidad en este enlace.

Partiendo con un comienzo sumamente efectista relativo a los problemas de nuestro entorno derivados de la sobrealimentación utilizando para ello los famosos concursos de glotonería al más puro estilo man versus food, el programa mezcla la opinión breve (y muy matizable) de expertos en endocrinología, los problemas de producción, comercialización y venta de algunos productores de unos pocos sectores agroalimentarios (arroz, azúcar, conservas de pescado y marisco, frutas y ganado porcino entre otros) así como la opinión de la especialista en cuestiones nutricionales, la dietista-nutricionista, de la FIAB (Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas). En resumen, una especie de tótum revolútum del que es difícil sacar una conclusión coherente… y más que nada porque una buena parte del mensaje, bien de los expertos, bien cosecha de los propios conductores del espacio, dejó bastante que desear. ¿Empezamos?

“Todos los endocrinos dicen que hay que desayunar, que es la comida más…”

Así sentencia una de las presentadoras en el minuto 3:15 para referirse al hábito del desayuno y la supuesta bondad de esta comida para bajar o conservar el peso. Pues bien, no dudo que haya muchos endocrinos que así lo sostengan, pero si es así… no hay muchas evidencias que sostengan esta recomendación que todos nos pudimos tragar en el programa sin anestesia previa. Para más datos consultar la entrada ¿Es obligatorio desayunar si quieres adelgazar?

En esta parte del programa me gustaría llamar la atención sobre dos cuestiones. La primera, el peso o la imagen de los niños que eran familia de los “tragones”… lamentable estampa familiar (ver No ponga a su hijo a dieta. Mejore su estilo de vida y Los niños con sobrepeso y sus padres identifican mal su verdadera situación). Y la segunda, la simplificación, casi banalización de una declaración de uno de los protagonistas: “comemos mucho por el estrés” decía en el minuto 8:45. A ver, que no digo que el estrés no influya, y mucho, en virtud de determinadas circunstancias y personas, pero reducir esta cuestión a una única causa o hacerla la principal en el problema de la obesidad y para todo el mundo me parece poco serio.

“La bolsa pequeñita de patatas fritas tiene 480 calorías”

Las declaraciones de los endocrinos necesitan un comentario aparte (min 13:10) No sé a qué bolsas pequeñitas se refiere uno de ellos, pero anda muy despistado con respecto al valor calórico de algunos alimentos. 100 gramos de patatas fritas aportan de media unas 530 kcal y las bolsas pequeñitas que yo conozco tienen de 20 a 35 gramos (según fabricante, ver imagen de ejemplo) lo que nos deja el valor calórico por bolsa en unas 106 a 185 kcal… unas cifras bastante alejadas con respecto a la aportada. Además, a la hora de evitar esos azúcares simples presentes en los refrescos a los que se refiere en otro momento (aspecto en el que coincido) menciona su alto contenido en fructosa… ¿fructosa? No, el azúcar característico de los refrescos es el comúnmente llamado azúcar a secas, es decir, la sacarosa. Luego, el tema de los consejos dietéticos en este mismo apartado, con sinceridad, no podían ser más “ de lo de siempre”… no saltarse el desayuno “eso es claro” (ya hemos visto que no está tan claro), la eterna criminalización de la grasa, el machacón conteo de calorías en la dieta… en definitiva, mucha deasactualización de conocimientos es lo que me pareció. Y luego, un poco el colmo de lo hasta aquí visto, el último de los especialistas afirmando que tiene que hacer frente a mucha desinformación… caramba, caramba. No negaré que dijeron cosas válidas… pero tampoco negaré que un reloj parado termina por dar la hora buena dos veces al día. Ahí lo dejo.

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“No hay estudios rigurosos, que se hayan hecho bien, que puedan demostrar que… esto [que, en esencia, el consumo de azúcar sea negativo para la salud]… el azúcar tiene que formar parte de nuestra dieta, es el nutriente de nuestro cerebro, la glucosa”.

Este tipo de sentencias casi lapidarias forman parte de la intervención de la dietista-nutricionsta de FIAB. Estimada colega, desde el respeto que sabes te tengo: a día de hoy, los únicos que niegan la relación entre el actual consumo de azúcar y los problemas que todos conocemos son aquellos que tienen ciertos intereses en su producción, distribución y venta. Te ruego compruebes si te parece riguroso este estudio Financial conflicts of interest and reporting bias regarding the association between sugar-sweetened beverages and weight gain: a systematic review of systematic reviews (“Conflictos de interés económicos a la hora de establecer una asociación entre el consumo de bebidas azucaradas y el aumento de peso: una revisión sistemática de revisiones sistemáticas”) en el que se pone de relieve que los estudios “patrocinados” tienen cinco veces más posibilidades de no observar relaciones claras entre el consumo de bebidas azucaradas y un mayor riesgo de obesidad que los que no han sido patrocinados.

He de decir que no me extraña, desde tu puesto de trabajo, este discurso. Ahora bien, lo que no puedo entender es que a todo lo largo de tu intervención (puede ser debido a un “defecto” del montaje del vídeo) no se te haya escapado ni una sola recomendación coherente y todo haya sido echar balones fuera negando la mayor. En especial cuando no has hecho la menor de las distinciones entre el azúcar proveniente de las frutas y verduras o aquella añadida, bien del azucarero, bien con los alimentos procesados:

“Tanto el azúcar de la fruta, como el azúcar de la verdura… el azúcar añadido o no añadido, el cuerpo metabólicamente lo identifica como azúcar… glucosa”.

Efectivamente bioquímicamente puede que no hay mayores diferencias… al igual que dos pistolas idénticas que supuestamente podamos encontrar en el maletero del coche de dos personas bien distintas; una en el de un narcotraficante y otra en el de un coleccionista. Ni diferentes son tampoco en sentido estricto el bofetón que te pueda dar un amigo en un momento especial de crisis o el que te pueda dar, por ejemplo, un atracador… para ti deben ser dos bofetones, dos pistolas, y el mismo azúcar. Como digo no sé si será cuestión de la edición del vídeo o qué, pero el que no hayas hecho una distinción entre el consumo de frutas y hortalizas y el de alimentos procesados en lo que al azúcar se refiere me parece haber dejado pasar una oportunidad importante. La población no se merece este mensaje de alguien que tiene todas las armas para investirse de cierta autoridad. Te sugiero que visites estas tres entradas: “Más allá del peso”, el mejor documental que he visto sobre obesidad infantil, ¿Cuánto azúcar hay en….? y Todo podrido: los intereses de la industria alimentaria distorsionan las políticas de salud pública.

Para ir acabando, después de conocer las vicisitudes de algunos sectores agrarios de nuestra querida España que con sinceridad no les veo mayor relación con estas otras cuestiones… (por cierto, que diferentes esas vicisitudes de los productores de arroz y las de los productores de remolacha azucarera) toca finalizar con una imagen tocante a las cuestiones de seguridad alimentaria. Hacia el minuto 59:00 se visitan las instalaciones de un ganadero de cerdos que, en su entrevista con el personal del programa, le indica a este la necesidad de ponerse unas bolsas en los pies, unas calzas, para entrar a “visitar” el espacio donde están los cerdos. El caso es que le explica que es para proteger a los animales de cualquier microbio que alguien pueda traer del exterior. Entonces, se ponen las calzas y… ¿qué hacen ambos? Pues salen al exterior con las calzas puestas para dirigirse a cada una de las salas donde están los distintos cerdos… incomprensible. En este sentido, todo hay que decirlo, la legislación es muy poco concreta en lo que hay que hacer para evitar este tipo de riesgos microbiológicos que pudieran afectar a una determinada explotación. En el RD 3483/2000 por el que se regulan las normas básicas de las explotaciones porcinas se afirma que:

“Se utilizarán exclusivamente en ellas los utillajes de limpieza y manejo y el vestuario del personal que resulten adecuados o se dispondrá de las medidas necesarias higiénico sanitarias para que el personal que desempeñe trabajo en ellas y el utillaje utilizado en las mismas no puedan transmitir enfermedades. […] Pediluvios o cualesquiera otros medios de eficacia semejantes a la entrada de los locales, naves o parques que eviten la transmisión de enfermedades”

Una falta de concreción que, en mi opinión, no hace bueno un comportamiento cuando menos chocante el visto con las calzas en el programa.

Ya termino. Como te decía al principio, un batiburrillo de cuestiones y temas con muy poca ligazón interna que además ha puesto de relieve algunas incoherencias en algunos profesionales. Me quedo, eso sí, con la frase de la dietista-nutricionista de la FIAB con el fin de despertar conciencias y explicar en cierta medidad el origen de tantos y tantos problemas (de información) relacionados con las cuestiones nutricionales… cuando esta al final afirmaba que la industria de la alimentación es el primer sector industrial de este país. El primero. No sé como se te queda el cuerpo, pero desde luego este dato es como para tomarse las cosas más en serio, en especial cuando es la salud la que está en juego.

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Nota Bene: Es posible que la descontextualización en el mensaje percibido en algunas intervenciones se deba a una poco (o interesada) edición de las imágenes obtenidas por parte de la dirección del programa. Si bien algunas de las afirmaciones ofrecen poco lugar a la duda… en el caso de las declaraciones de la dietista-nutricionista de la FIAB (a la que conozco personalmente) tengo toda la sensación de que se hizo un montaje sesgado de toda su intervención una vez conocido el escaso porcentaje de los recuros que se grabaron y que al final no se emitieron. Si Comando Actualidad lo que quería era generar polémica, desde luego lo han conseguido.

Nota: Quiero agradecer a varios compañeros y tuiteros su interés y ayuda en la realización de esta entrada, entre ellos: @MariaQuiles87, @NailaMrtnz, @NutricionconQ, @iria8787@nutricionlines , @Jude_02, @DieteticaSin, @gominolasdpetro y @JulioBasulto_DN

Imagenes: @juan_revenga

La dieta de los huevos, la dieta Perricone y… ¿la dieta de la Reina Letizia?

Letizia

Ya tardaba en saltar a la palestra dietética una nueva dieta con nombre propio. Desde la caída en desgracia (al menos en el olvido) de la anterior, la Dukan, parecía que nos sentíamos huérfanos de padre y madre sin una dieta a la que atribuirle una paternidad y, por supuesto a la que adoptar en jubilosa desesperación. Ya tardaba.

En honor a la verdad, esta dieta, la nueva, la Perricone (se lee “perricón”, leída en plan normal suena aun peor) no es por lo que se ve una dieta de adelgazamiento al uso, sino una forma de comer para obtener una apariencia radiante, un cutis luminoso y una mirada inocente a la par que jovial como la de un bebé de leche. Y claro, no lo dudes, con una minuta propia en la que determinados alimentos son los protagonistas y no otros. Según parece en este planteamiento dietético son indispensables los huevos, el salmón, los frutos rojos y el melón, pero no cualquier melón… en esta el que se estila es el cantalupo, para que me entiendas, el raro en estas latitudes, el que es más soso que Iniesta vendiendo helados… Anda que donde este un buen melón de La Mancha en plan “piel de sapo” le iba a decir yo al Perricone este qué podía hacer con su cantalupo.

Bueno, pero a lo que íbamos. El caso era hablar de la dieta esta y de porqué se ha hecho famosa. Al menos aquí en España se ha dado a conocer porque algún o alguna periodista cortocircuitó al enterarse que al parecer la Reina Doña Letizia desayuna huevo, en concreto (y no he sido capaz de enterarme si entre otras cosas) tres claras y una yema… y de ahí, con un salto mortal con triple pirueta, atribuirle a Doña Letizia una dieta con nombre propio: la susodicha Perricone. Esta dieta al parecer incluye este tipo de rutina entre sus preceptos para lucir lozano/a cual melocotón de agosto con la piel perlada de fino rocío mañanero.

Y estas cosas, ya sean fruto de la imaginación periodística de algún profesional de la tecla o de la presunta consulta a expertos de la que hace gala ABC (estaría bien conocer el calado de esos expertos cuyo nombre guardan torticeramente celosamente) son las que al parecer están sacando a la luz la dieta de marras… una dieta que como epítome de su excelencia tiene a personas de cabeza asentada, lógica y cabal donde las haya como embajadoras: Gwyneth Paltrow, Julia Roberts, Uma Thurman, Eva Mendes… en el extranjero, y en el panorama nacional, Nati Abascal, Patricia Conde y Eugenia Silva. Lo cierto es que depende del medio que consultes, que la lista de estas embajadoras aperriconadas varíe con no demasiada coincidencia.

Desayunas tres huevos y… ¡zasca! te atribuyen una dieta, de un médico, eso sí (ya sabemos que todos los médicos que ponen su nombre a sus dietas son personas respetables) y ¡hala… embajadora oficial! En este caso además una embajadora Real, para que no quepan demasiadas dudas.

Sobre las particularidades dietéticas es tampoco lo que he llegado a saber de esta dieta en particular que prefiero que seas tú el que las consulte en la web de origen. De todas formas ya lo he comentado; de menos a más destacan: el salmón (u otros pescados grasos), los frutos rojos, el famoso melón insípido y los huevos (en el desayuno). Pero como toda dieta que se precie… como en todas las dietas de los huevos, la cosa no acaba aquí. Al contrario, con esto solo se empieza.

La verdadera madre del cordero del sistema Perricone para presentar menos arrugas que Dorian Gray tras una sesión de botox y Photoshop consiste en… (sé que lo estás esperando) ¡en comprar los malditos productos que el propio Perricone se ha encargado de promocionar!

Pues sí amigos, ya lo veis. No se trata estrictamente de adelgazamiento pero sí que se trata de otra dieta más con:

  • El famoso criterio de autoridad de un “señor” médico para otorgarle credibilidad (mira que han de estar hasta los mismísimos… los médicos de verdad con este tipo de “compañeros”)
  • La famosa retahíla de productos y suplementos ad hoc (y especialmente caros) para comprar y en este caso, untárselos por el cuerpo (o tomárselos) además de seguir el aburrido y draconiano sistema dietético.
  • Los medios haciendo cábalas, palmas y “estupendos” artículos para mayor gloria de charlatanes indocumentados pero con una clara vis comercial.

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Nota: quiero agradecer  a , y sus aportaciones para la realización de esta entrada.

Imagen: GTRES

Los tratamientos fraudulentos contra el ébola salpican a las cuestiones nutricionales

ÉbolaLa realidad de la expresión “a río revuelto ganancia de pescadores” se pone de manifiesto cada vez que una crisis golpea nuestra existencia y, en este sentido, las cuestiones nutricionales no son una excepción.

Recientemente estamos siendo testigos de algunas opiniones vertidas en no pocos blogs en las que se manifiesta que la epidemia de “ébola” no es sino un nuevo montaje de las autoridades sanitarias, y que lejos de tratarse de una infección vírica de difícil tratamiento hay a quien no le tiembla el pulso al asegurar que el ébola se podría tanto prevenir como curar con éxito a partir de distintos remedios alternativos, entre ellos: el café, la soja fermentada, el veneno de araña homeopática o la vitamina C. Sí, has leído bien “veneno de araña homeopática” y no “veneno homeopático de araña”, es decir, según estos señores debe de existir alguna especie de “araña homeopática”. Curioso.

Pues bien, más allá de la hilarante proposición de lo de la araña (o de lo homeopático) y sin olvidar otras propuestas alternativas como el uso de soluciones con nanopartículas de plata tenemos que al parecer algunos proponen una solución nutricional a la epidemia del ébola: café, soja y mega dosis de vitaminas C y D (muchas veces administrados estos últimos por vía intravenosa).

En este contexto, la administración norteamericana para el medicamento y los alimentos, la conocida como FDA, ha emitido una declaración en la que advierte que desde que el brote de ébola estalló en África Occidental, la FDA ha recibido y atendido numerosas denuncias de consumidores al respecto de diversos productos que afirman ya sea prevenir el virus o bien tratar la infección; y hace destacar que a día de hoy, no hay ninguna vacuna ni medicamento, ni tratamiento que hayan demostrado de forma universal prevenir o tratar el ébola. Aunque sí se están formulando vacunas y tratamientos experimentales contra el virus, estos productos de investigación se encuentran en sus primeras etapas de formulación, y por tanto su seguridad y eficacia no han sido examinadas del todo. Además que, ciñéndonos al cuerpo legislativo estadounidense (y al europeo), los suplementos dietéticos no pueden afirmar que previenen o curan enfermedades.

Por estas razones, esta agencia insta a los consumidores que hayan visto estos productos fraudulentos o estas falsas afirmaciones al respecto de curación o prevención del ébola a que los denuncien ante la FDA.

Como no cabía esperar de otro modo, esta declaración de la FDA advirtiendo sobre remedios fraudulentos para el tratamiento y prevención del ébola ha sido observada por algunos como una forma más de darles la razón en su conspiranoico planteamiento de la realidad. Teniendo en cuenta su opinión referente a que el ébola puede ser un negocio en tanto en cuanto las autoridades sanitarias controlen “la solución”, la declaración de la FDA no haría sino ratificar los postulados más delirantes en el momento que las autoridades sanitarias se empeñan de acallar cualquier tratamiento que alejado de la medicina “ortodoxa” pudiera hacerles polvo el chanchullo.

Ni que decir tiene a estas alturas del cuento que el estado nutricional de un individuo condiciona en no poca medida la posibilidad de verse afectado por una infección incluida la del ébola. Pero de ahí a afirmar sin ningún tipo de duda que el ébola puede controlarse a partir de maga dosis de algunos nutrientes o alimentos no hace sino volver a poner de manifiesto los pocos escrúpulos de algunas personas a la hora de sacar tajada de la situación de indefensión de algunos ciudadanos. Bien sea por su precaria situación socioeconómica, o bien a la hora de jugar con el miedo comprensible de quién habita en una zona de alto riesgo de contaminación en la que el alto nivel de formación no es precisamente una de sus características.

Para más dudas sobre el ébola me ha parecido especialmente interesante este enlace a la web de la OMS en el que aborda alguna de las preguntas más frecuentes sobre esta enfermedad, así como su propia hoja informativa:

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Imagen:  David Castillo Dominici vía freedigitalphotos.net

Fitoestrógenos, menopausia y sofocos: escasa (o nula) evidencia de sus beneficios

Bebida de sojaLa menopausia es una época en la vida de una mujer adulta caracterizada por la falta de menstruaciones. En condiciones normales suele ocurrir naturalmente en torno a los 45 años y su causa es la falta de producción de hormonas (estrógeno y progesterona) en los ovarios. Se considera que una mujer ha alcanzado la menopausia cuando deja de tener menstruaciones durante un año seguido. Sin embargo, los síntomas característicos pueden empezar años antes e incluyen: cambios en las menstruaciones (más o menos duraderas, profusas y con más o menos tiempo entre ellas); calores y/o sudoración (sofocos, más habitualmente por la noche); dificultad para dormir y concentrarse; sequedad vaginal; cambios de humor sin otro motivo aparente; pérdida de cabello y, en sentido contrario, más vello facial.

El tratamiento de esta sintomatología, más en concreto la cuestión de los sofocos, tiene diversas vertientes terapéuticas. Una de ellas, y enmarcada en la denominada medicina complementaria, es el uso de los fitoestrógenos (compuestos de naturaleza vegetal y no esteroideos similares a algunas hormonas estrogénicas humanas) presentes es una amplia variedad de plantas y que se pueden consumir, bien como alimento tal cual o como suplemento. En particular y para los fines que se persiguen esos fitoestrógenos se suelen encontrar en la soja, la alfalfa y el denominado trébol rojo (una leguminosa con un especial uso forrajero).

Con este planteamiento muchas mujeres utilizan tratamientos que se perciben como «naturales» y seguros, pero sobre los que con frecuencia no se tiene una buena información acerca de la efectividad de sus supuestos beneficios, ni tampoco de los riesgos potenciales.

Afortunadamente de vez en cuando se publican revisiones de la literatura científica que nos sacan de dudas o que al menos nos ayudan a ello. Tal es el caso de este artículo Phytoestrogens for menopausal vasomotor symptoms (“Fitoestrógenos para los síntomas vasomotores de la menopausia”) que sin marear la perdiz, aborda la cuestión de la eficacia de esta medida y su seguridad. Sus conclusiones son bastante concretas:

«No existen pruebas concluyentes que muestren que la suplementación con fitoestrógenos reduzcan de forma eficaz los sofocos o la sudoración nocturna típicos de la menopausia».

Hasta aquí, supongo, las malas noticias. No obstante, queda camino por recorrer en este sentido. En el mismo estudio se hace un llamamiento a la necesidad de profundizar en la investigación de un compuesto concreto, la genisteína (un fitoestrógeno en particular) con el que aparecer se han obtenido resultados en cierta medida prometedores.

De todas formas, otra de las lecturas importantes de la revisión del estado de la cuestión menopausia-fitoestrógenos es la escasa calidad de los estudios con los que se termina llegando a estas conclusiones. Se comenta tanto en la publicación que he comentado…

“Muchos de los ensayos de esta revisión fueron pequeños, de corta duración y de calidad deficiente, y los tipos de fitoestrógenos utilizados variaron significativamente”

… Como en otros artículos, como por ejemplo Phytoestrogens and other botanicals: on the problems of evidence-based evaluation (“Fitoestrógenos y otras moléculas vegetales: problemas en la evaluación basada en la evidencia”) cuando se afirma que habida cuenta de la escasa calidad de los ensayos clínicos publicados…

“Se deben tener en consideración la calidad de las investigaciones en este terreno y las posibles influencias de la industria con el fin de definir criterios de inclusión de aquellos estudios en los que se vaya a hacer un meta-análisis o una revisión”.

Más allá de los fitoestrógenos

En un terreno más positivo, cabe destacar que aquellas mujeres en la menopausia y que sufren sofocos podrían obtener una reducción significativa de sus síntomas en la medida que conservan un peso adecuado. Así, un reciente estudio piloto pone de relieve que perder peso podría ayudar a aliviar los sofocos que con frecuencia acompañan a la menopausia (tienes una noticia sobre los resultados del estudio en cuestión en este enlace).

Otras investigaciones recientes apuntan hacia posibles estilos de vida que podrían interferir en esos sofocos de la menopausia. Una posible manera de controlarlos en cierta medida podría radicar en la composición de la dieta. Esto significa que habría que observar cierta precaución con los alimentos picantes así como con el consumo de cafeína, alcohol y tabaco.

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Imagen:  winnond vía freedigitalphotos.net

¿Sirve para adelgazar el polen de abeja, qué beneficios tiene?

Polen de abeja

En primer lugar acotemos el término “polen de abeja”.

Para empezar el polen, a secas y como tal, son las micropartículas pulverulentas que contienen los gametofitos masculinos de las plantas con semillas. En un símil zoológico (en vez de botánico) serían los espermatozoides de una determinada especie vegetal de reproducción sexual. Estas partículas además de la función biológica propia de su ciclo vital en cada especie pueden servir de alimento a especies distintas, entre ellas la de las abejas. Pero para ello han de transformar ese polen recolectado, madurarlo, con el fin de poder aprovechar sus nutrientes. Así, las abejas en su metódica recolección de néctar floral y de polen incorporan este último elemento en los panales, agregan una serie de enzimas digestivas y tapan las celdillas con el fin de que pasado un tiempo y tras la acción de esas enzimas se obtenga un producto que sirva de alimento, especialmente destinado para sus larvas.

Así pues, el “polen de abeja” es el polen floral transformado por acción de las enzimas de la abeja… no es que las abejas “tengan” polen.

Sobre este producto, una vez recolectado por el ser humano, se han hecho descansar infinidad de propiedades nutritivas y no me refiero a las referentes a la de las larvas de las abejas sino a la nuestra cuando es consumido como alimento o complemento. Cuando digo infinidad, digo bien porque su consumo se ha relacionado con ciertas propiedades antioxidantes, anti cáncer, antienvejecimiento, contra la diabetes, ser adelgazante, vigorizante sexual, atajar problemas de colesterol, menstruales, de depresión, anemias, alopecia, artritis, reuma, etcétera (piensa en el problema de salud que quieras, seguro que alguien en algún momento le ha atribuido al polen de abeja la propiedad de mejorarlo). Hay cientos de páginas web (aquí solo un ejemplo típico) que obnubiladas por el buenrollismo natural nos invitan a consumir este producto como la enésima panacea para no importa qué dolencia o enfermedad.

¿Cuánto hay de cierto en todas estas magnificas alegaciones sobre el polen de abeja?

Pues la verdad que poco o nada, al menos desde el punto de vista serio… otra cosa serán todos aquellos planteamientos alternativos, naturistas y eco-molones. Para que tomes nota, en Europa aun no se ha admitido ninguna de las alegaciones que se ha solicitado para este producto a la Autoridad de Seguridad Alimentaria (EFSA). A día de hoy, este organismo ha recogido 6 posibles solicitudes para hacer las correspondientes alegaciones sobre sus propiedades nutricionales en la salud:

  • Como agente inmuno-modulador gracias a su contenido en enzimas y vitaminas (que aun está bajo consideración por parte del panel de expertos).
  • Como agente antioxidante gracias a su contenido en vitaminas y selenio.
  • Como protector frente al estrés oxidativo.
  • Como protector cardiaco así como para controlar los niveles de colesterol y lípidos plasmáticos (bajo consideración).
  • Como ayuda para la función inmune (bajo consideración).
  • Como estimulante del apetito (bajo consideración).

En el único documento publicado hasta la fecha sobre sus presuntas propiedades, el panel de expertos de la EFSA sostiene que:

  • No está comprobada una relación causa y efecto entre la toma de polen de abeja y la protección del envejecimiento celular.
  • Ni sobre su capacidad antioxidante dado su contenido en antioxidantes o propiedades antioxidantes.
  • Ni sobre la protección del DNA, de las proteínas o de los lípidos frente al estrés oxidativo.

En lo que respecta al posicionamiento de las autoridades sanitarias norteamericanas, la FDA, sobre los usos que habitualmente se le atribuyen al polen de abeja entre quienes lo distribuyen ha hecho público este elocuente documento titulado: Algunos productos de polen de abeja para adelgazar son una estafa peligrosa en el que sin ambages señala:

Los productos que dicen contener polen de abeja en la etiqueta y que prometen ayudar a bajar de peso o a esculpir su figura podrían, de hecho, hacerle daño […]

Se ha descubierto que algunos productos de polen de abeja que se publicitan para adelgazar contienen ingredientes ocultos y potencialmente peligrosos que pueden ser dañinos para las personas con padecimientos tales como pulso irregular, presión arterial alta y trastornos bipolares.

La FDA ha recibido más de 50 denuncias de consumidores y profesionales de la salud sobre efectos adversos relacionados con el consumo de productos de polen de abeja para adelgazar contaminados. En las denuncias figura por lo menos un deceso, problemas cardiacos graves, dolor de pecho, palpitaciones, taquicardia (frecuencia cardiaca acelerada), presión arterial alta, convulsiones, pensamientos suicidas, ansiedad, insomnio y diarrea.

Además, muchos de los productos de polen de abeja para baja bajar de peso se publicitan como suplementos alimenticios que afirman curar o prevenir enfermedades y síntomas diversos, entre ellos la diabetes, alergias, la presión arterial alta y el colesterol alto. Por ley [tanto en USA como en la UE], los suplementos alimenticios no pueden afirmar que curan o previenen enfermedad alguna.

Los laboratorios de la FDA han analizado 15 muestras diferentes de Polen de Abeja Zi Xiu Tang de varios distribuidores, con fechas de caducidad y números de lote diversos. Todos los productos sometidos a prueba, entre ellos los que dicen ser “genuinos” y “auténticos”, contienen ingredientes farmacológicos que no aparecen en la etiqueta: sibutramina o fenolftaleína, o ambas.

Bien, dicho esto, puedes llegar a pensar que: a) eso es lo que pasa en Estados Unidos y, b) que eso pasa con el polen de abeja de una determinada marca y que el que tú compras en tu herbolario es “natural” y de absoluta confianza.

Bueno, eres libre de pensar lo que quieras, pero mi opinión es que este polen de abeja, como el 99,9% de los suplementos son ineficaces para todas las alegaciones que suelen hacer… ya lo adquieras en USA o en tu farmacia de confianza; y que además los controles a los que se están obligados los complementos alimenticios (y este es uno más) son terriblemente laxos, así que yo pondría en entredicho esa “seguridad” al respecto de que un determinado complemento alimenticio no lleve nada que no deba llevar o que no esté declarado. ¿Cómo sabes y porqué dices que tu complemento es seguro? Igual te interesa echar un vistazo a este post: ¿Te “alegras de verme” o acaso tomas fitoterapia adulterada?

Antes que preocuparse por la posibilidad de incorporar maravillosos complementos con asombrosas (y no reconocidas científicamente) propiedades más valdría ir zumbando a revisar nuestro patrón alimenticio, un patrón que bien articulado no precisa de todas estas zarandajas.

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Imagen: Jon Sullivan vía Wikimedia Commons

El colmo de la masculinidad: beber leche materna para «hacer músculo»

Tio cachasPues sí, como lo oyes. Al parecer en determinados círculos (viciosos donde los haya cuando nos referimos al tema de la musculación) se está poniendo de moda según parece el suplementar la dieta con leche humana (vamos a llamarle materna) con el fin de propiciar un mayor o más rápido desarrollo muscular. Según sus defensores, claro.

Digo según sus defensores porque las pruebas de que la incorporación de este alimento tenga algún efecto constatable en la ganancia de más músculo o que esta se consiga más rápidamente son nulas. Para ser sincero tampoco las hay para demostrar que no sirva para nada, pero como siempre en estos casos la carga de la prueba corresponde ser aportada a quién hace afirmaciones extraordinarias… ya sabes, aquello que con toda la razón apuntaba Carl Sagan: “afirmaciones extraordinarias requieren siempre de evidencia extraordinaria”. Y como casi siempre en estos casos no hay tal evidencia.

De todas formas mis razones (y las de muchos otros) para renegar a priori este prodigio cuando algunos atribuyen a la leche materna una especie de “efecto Popeye” tan en alza siempre en el mundillo de los Homo croassanis, es sencillamente que en la composición de la leche materna no encuentro el elemento capaz de obrar esta apolínea maravilla.

A continuación, en esta tabla tienes las diferencias nutricionales (por 100ml) de la leche materna con la leche de vaca (muy someramente, todo hay que reconocerlo). Después analizaremos “la jugada”

Leche materna vs vaca

Así pues, como ves la leche materna tiene muchas menos proteínas que las de vaca (tres veces menos). En este sentido también hay que decir que el perfil, su tipología es bastante diferente, especialmente adaptada a la capacidad digestiva del estómago del lactante, menor frente a la de un adulto. Además de la distinta tipología de proteínas que facilita la digestión de las mismas en la leche materna frente a la de vaca, en la materna hay una mayor presencia de aminoácidos concretos (taurina y cistina) que tienen la característica de ser esenciales… sí, pero solo en el caso de los lactantes, en especial cuando son prematuros. No para un señor hecho y derecho. En resumen a este respecto, el valor calórico de las proteínas presentes en la leche materna supone en torno al 6-7% del total (menos proteínas), frente al 20% en la leche de vaca (más proteínas).

Sobre los lípidos aportados en ambos productos estos representan cerca del 50% del valor energético total, con el ácido oleico como ácido graso predominante en ambas leches. Sin embargo, el ácido linoleico, un ácido graso esencial, está mucho más presente (cerca de 4 veces más) en la leche materna… pero esto, que yo sepa no tiene mayor relevancia en el aumento muscular… y menos de forma “prodigiosa”.

Hombre leche

Además de las proteínas, una de las más importantes diferencias nutricionales es la cantidad de lactosa… mucho más presente en la leche materna (¿sorprendido?). De hecho, la lactosa en la leche materna aporta el 42% de sus calorías, frente al cerca de 30% que aporta en la de vaca. ¿Eres un musculitos intolerante a la lactosa? No tomes leche materna.

Luego están las diferencias en vitaminas y minerales, que las hay, pero son elementos que por un lado el culturista al uso debería poder encontrar en cualquier otra fuente alimentaria sin mayor problema y que, por el otro, no están en principio relacionados de forma importante o definitoria con la ganancia muscular en condiciones “normales”. Por ir resumiendo:

¿Qué tiene la leche materna para que ahora a una serie de señores les haya dado el siroco de incluirla como pauta de alimentación en su rutina de ganancia de músculo?

Nada

Sin embargo a día de hoy, cuando esta moda está empezando a hacer furor, no es extraño encontrase en foros de culturismo con usuarios que ensalzan sus propiedades basándose en: primero su experiencia particular (mal tema); segundo, las historias de otros usuarios o entrenadores, es decir el “teléfono-roto” (peor tema) y tercero, algunos “estudios clínicos” que curiosamente nunca se citan o aparecen reflejados.

¿Cómo puede un culturista hacerse con una dosis de leche materna?

En España no es especialmente fácil ya que, aun pudiendo suceder, la práctica de comerciar con ella de particular a particular (en especial a partir de Internet) no está tan extendida como si sucede en otros países tales como Alemania y USA, país este último del que parte esta absurda y peligrosa moda… ¿Peligrosa?

Sí, porque salvo que haya una red específicamente establecida para ello, las transacciones comerciales realizadas entre particulares no suelen reunir las más elementales normas higiénicas en la manipulación, envío y procesado de las muestras de leche con el consiguiente riesgo de, ya no solo provocar una toxinfección alimentaria, sino incluso de infectarse con hepatitis o sida: ¿Quién está seguro que esa leche que se recibe por correo no pertenece a una portadora de estas enfermedades?. Tanto es así que en USA, país donde esta práctica está más implantada la FDA (Food and Drug Administration) desalienta de forma insistente la compra de este tipo de fluidos directamente a través de Internet, ya que:

“Las probabilidades de que hayan sido tratadas convenientemente para evitar el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas provenientes del donante son francamente escasas”

En su lugar, sigue recomendando la FDA, se aconseja acceder a la leche materna a través de un médico o bien ponerse en contacto con los bancos de leche materna. Una opción que sí está bien implantada en España y que cuenta con todas las garantías sanitarias… pero para quien de verdad la necesita. No para tonterías.

Y es que no conviene perder de vista los riesgos que se asumen al adquirir leche materna fuera de los canales establecidos para ellos y siempre con unos fines legítimamente ortodoxos. Este reciente artículo (y su mera existencia ya da muestra de lo habitual de esta práctica) publicado en la prestigiosa revista Pediatrics: “Microbial Contamination of Human Milk Purchased Via the Internet” (Contaminación microbiana de la leche materna adquirida a través de Internet) obtuvo los siguientes resultados tras comparar una muestra de 100 “leches maternas” obtenidas por internet con 20 obtenidas en condiciones estándar (de banco de leche materna) antes de ser pasteurizada:

  • Casi una de cada cinco muestras adquiridas por Internet se entregó sin la conveniente refrigeración, con lo cual ofrecían un especial riesgo de proliferación de microorganismos (muchos de ellos naturalmente presentes, pero no “cultivados” a temperaturas ambiente fomentando su proliferación)
  • El 3% de esas leches presentó una contaminación con Salmonella, una bacteria que difícilmente se puede encontrar de forma “natural” en la leche materna, lo que indica deficiencias importantes en su manipulación.
  • El 64% de las muestras presentaron niveles significativamente altos (en relación con las muestras de referencia) de Staphylococcus y el 36% de Streptococcus, además de constatar que cerca del 75% contenía otras especies bacterianas en niveles especialmente altos.

En resumen

Para el tema que se trata, la leche materna adquirida a través de Internet, más allá de su absurda utilidad para obtener mejoras musculares en la población adulta muestra una elevada proliferación bacteriana en general además de una habitual contaminación con bacterias patógenas.

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Imagen:  stockimages y Ambro vía freedigitalphotos.net