El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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El valor calórico de comer en el McBurger

Nunca me ha molado el tema de contar calorías, lo aseguro y de ello pueden dar fe quienes bien me conocen. Pero el caso es que soy dietista-nutricionista y de una forma u otra trabajo con ellas.

No son pocas las ocasiones en las que, buscando el origen de tanta obesidad en nuestro entorno, se han puesto en el punto de mira las numerosas franquicias de comida rápida que nos rodean (pizzerias y hamburgueserías como epítome pero hay muchos más establecimientos de este tipo). Así, no hace mucho más de 10 años una corriente popular demandó que estos «restaurantes» (entre comillas por que no deja de ser curioso que tú te sirvas la comida y que tú también recojas la mesa) hicieran público los valores nutricionales de sus productos. La iniciativa más conocida, aunque solapada o en segundo plano, se pudo ver en la película-documental «Super size me» de 2004. Aquí lo tienen al completo y en español. Vayan a por las palomitas y no se lo pierdan (es más de una hora y media, muy entretenida eso sí)

El caso es que sea por una cosa o por otra, al menos las dos franquicias más pudientes (al menos por aquí) de comida rápida se decidieron a hacer pública la mencionada información.

Hoy voy a tratar de ofrecerles una muestra orientativa del balance calórico con el que se suele saldar el pasar por este tipo de franquicias o de “restaurantes”, y lo más chocante es que al utilizar sus propios datos para hacer el análisis de dos menús tipo, estos no salen muy bien parados que se diga. Y eso teniendo en cuenta sólo el valor calórico y dejando de lado la proporción de nutrientes, la cantidad de garsas saturadas, fibra y demás.

Bien, dos consideraciones importantes antes de empezar:

  • Hay que entender que el valor de una única comida poco tiene que ver con el resultado de que alguien pueda estar más o menos grueso o más o menos delgado. Tal y como apunté en esta entrada, nuestro estatus ponderal, la composición corporal va a depender en gran medida de nuestro estilo de vida. Si este  se caracteriza por el exceso calórico, es probable que luzcamos “pletóricos”; y si es más ajustado, pues lo más probable es que se esté más normal o llegado el caso, incluso delgado.
  • Los cálculos del valor calórico de las distintas ingestas que posteriormente realizaré se harán con la fuente de datos que las propias cadenas facilitan. En este caso me centraré en las hamburgueserías más conocidas, esta es la primera y esta es la segunda.

Lo cierto es que los cálculos solo los voy a hacer con la primera, más que nada porque su web es mucho más sencilla y la de la segunda es farragosa como ella sola. No obstante en descargo de la segunda, diré que la información nutricional de todos sus productos, además de en la web enlazada, se encuentra impresa en los «manteles» de papel con los que se cubren sus bandejas.

 

 

Bien, sin mayores complicaciones se puede acceder desde la página de inicio al enlace de “nutrición y alérgenos” y una vez aquí, dirigirnos a “información nutricional” y pinchar en “configurador BK”. En esta página se nos ofrece la posibilidad de contabilizar las calorías, además de algunos nutrientes que tendría un menú concreto a base de poder elegir entre las distintas opciones de hamburguesas, tapas, ensaladas, bebidas y postre.

Me he tomado la molestias de «planificar» y resumirles dos menus tipo: uno “sin mirar” demasiado lo qué se pide (le llamaré “estoyquemesalgo”) y el otro siendo uno todo lo tiquismiquis que se pueda (y que llamaré “light-obsession”). Pero eso sí, en los dos menús hay que pedir al menos un ítem de cada una de las 5 opciones (y aliño para la ensalada).

Este es el resumen calórico, insisto según los datos de la primera franquicia:

Pues sí, están leyendo bien, en el primero de los casos cerca de 2.800kcal en una sola comida; y optando por el que menos calorías tiene, imposible bajar de las 1.000kcal. No está nada mal. O sea que es un exceso se mire por donde se mire, aunque claro, alguien dirá que no hay porqué coger de todo.

Para los que quieran intentarlo, a la segunda de las franquicias, se accede desde aquí, y desde la pantalla de inicio hay que ir a «información nutricional» (lo más fácil abajo a la derecha en la página de inicio) y de ahí pinchar en el enlace que te sugiere tal cual www.mcdonaldsmenu.info, contestar tu país de origen, decidir si quieres los cálculos personalizados, para adultos o para niños, aclararte con la inacabable colección de iconos incomprensibles que aparecen y dejarte los ojos en una aplicación compleja como pocas he visto… es decir, hay que tener muchas ganas de conocer la información nutricional de lo que has comido o vas comer en esta franquicia. Lo más probable es que se te quiten las ganas antes de acabar.

 

Lo dicho; poco pasa por utilizar este tipo de opciones de forma puntual. El verdadero problema es que junto con ellas coexisten muchas otras «soluciones» también rápidas, y que claro está, dificultan en grado sumo el poder seguir una alimentación equilibrada sobre todo si se abusa de ellas.

¿Y qué es abusar de ellas? Pues en el documental que antes les he comentado sale una encuesta en la que se hace  esta misma pregunta o parecida a 100 dietistas estadounidenses: ¿cada cuanto tiempo sería adecuado o tolerable pasar por este tipo de franquicias? Y la respuesta mayoritaria fue que nunca o casi nunca. Por si se lo están preguntando, creo que un servidor puede contar con los dedos de las dos manos las veces que se me ha visto en una de ellas. Y lo cierto es que en lo que me queda confío que me baste con los de los pies.

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Foto 1:Vanessa Pike-Russell

Foto 2: Paul Watson