En aquel post quise poner de relieve lo ridículo, peligroso, y quién sabe si ilícito, de aquello que consiste en vender y promocionar una formación que habilite para el ejercicio de una profesión regulada por una titulación oficial… pero sin recibir una formación, ni por supuesto una titulación, oficial. Me referí a eso que hacen algunas academias de formación a distancia de ofrecer ser dietista por correo y en seis meses para podértelo montar por tu cuenta y así aconsejar a personas y colectividades sanas y enfermas desde el punto de vista dietoterápico a la hora de intervenir en su alimentación.
También te conté que en lo que a mi parecer representa el colmo de los despropósitos había un curso en concreto (este de aquí, hoy en día) que vendía contenidos avalados, sin ambages, por una de las sociedades científicas que forman parte de la ya conocida Federación Española de Sociedades de Nutrición Alimentación y Dietética (FESNAD). En concreto quien avalaba contenidos y diploma en su día era la SEDCA, la misma Sociedad que cede el uso de su imagen para utilizarlo en diversos productos de bollería industrial… pero esa es otra historia (o quizá no).
Como habrás podido contrastar en la entrada que te he recomendado leer al principio, pregunté públicamente a los representantes de la SEDCA cómo eran capaces de avalar un curso que decía y sigue diciendo que le permitirá acceder a una profesión en menos de 6 meses y dedicando solo 1 hora al día… y que recibirá el diploma… que le abrirá las puertas del mundo laboral. Por resumir mucho el tema digamos que desde la SEDCA se me contestó que en su relación con IPS (centro que imparte los cursos por correo) la cuestión de la publicidad del curso se había escapado a su control y que habían decidido a principios de verano de 2012 requerir a IPS el cese en el uso de su nombre y logo (y que si IPS hiciera caso omiso tomarían las medidas oportunas).
Pues bien, aquí estamos tres años después, a principios de verano de 2015… ¿y que tenemos? Lo mejor que puedo hacer en este momento es pasarle el turno a una buena compañera mía para que te lo cuente ya que para eso he hecho esta entrada. Se trata de Mª José Ibáñez (@mjoseiba) presidenta del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Euskadi. Esta amiga decidió contrastar hasta qué punto la SEDCA se “desvinculó” del curso de IPS… y para ello solicitó a IPS acceso al curso, tuvo los materiales un mes de prueba, los contrastó, los devolvió y luego se dedicó a alimentar un blog en el que nos va contando lo que halló dentro para averiguar hasta que punto la SEDCA se había desvinculado de algún modo de este curso que desde mi punto de vista alimenta el intrusismo más salvaje posible, y cainita, entre la población general desesperada por encontrar trabajo. El blog se llama “quieroserdietistaenseismeses” y lleva de momento cinco entradas. Y sí, es cierto, a día de hoy la SEDCA no aparece mencionada en la publicidad del curso pero… ¿avalará… no avalará el curso en cuestión… cuánto seguirá implicada en el mismo?
Mejor que te lo cuente la propia Mª José Ibáñez. Te sugiero empezar por el principio para conocer la historia de forma pormenorizada y que busques las actualizaciones los lunes de cada semana ya que la historia no ha acabado ni mucho menos.
A partir de aquí lo mejor es que cada uno saque sus conclusiones al respecto de la SEDCA… yo las saqué hace ya tiempo, y cada día que veo ciertos anuncios de bollería industrial en la tele las reafirmo.
Últimamente no es infrecuente encontrarse con el sello, logo o aval de una determinada sociedad científica en el envase de un alimento, en su publicidad o en ambos sitios. A mí no me gustan este tipo de prácticas, ya te lo conté en este post. Su presencia, así de entrada, sin un mayor análisis de la cuestión, ya me dispone en situación de “prevengan”. Las razones son dos: por un lado porque cuando he realizado ese análisis a posteriori me he dado cuenta que estaba en lo cierto con respecto a esa posición escéptica; y por el otro por que me parece muy triste que bajo el criterio de autoridad un determinado fabricante tenga que venir a ensalzar las virtudes de un concreto producto comercial que, lo más habitual es que sean inherentes a una buena parte de los productos de esa misma categoría o, sencillamente porque maldita la falta que hace desvirtuar la realidad y ofrecer a la población general (que suficiente lío tiene ya con lo que tiene) una perspectiva distorsionada de lo que hay.
En cuanto a la legislación que regula este tipo de prácticas ya te lo conté en el post que he señalado. En apariencia la opinión general del legislador, bien en el panorama europeo como en el nacional parece que es más proclive a controlar y limitar esta práctica que dar cuerda. Sin embargo, está claro que algunos fabricantes y algunas sociedades científicas (en coalición) le han cogido la medida a la ley y se prodigan más en los envases de los alimentos y suplementos que Cristiano Ronaldo en un laberinto de espejos.
Voy a poner una serie de ejemplos recientes a ver qué te parece eso de promocionar un determinado producto ayudado de ciertas sociedades científicas.
El caso de la Fundación Española del Corazón (FEC) y el Megared®
Megared® se posiciona a sí mismo como un complemento alimenticio que “cuida tu corazón” en base a su supuesto contenido en ácidos grasos omega-tres (al menos es el único contenido que destaca). Y para “demostrarlo” y convencernos de ello ahí está el logo FEC para avalarlo… ¿Pero es eso cierto, ayuda a “cuidar el corazón”? Desde mi punto de vista ni de lejos, de entrada porque es una alegación que ni tan siquiera está en la legislación, para continuar por que la cantidad de omega tres que aporte es, en esencia miserable… tal y como dice Aitor Sánchez, basta darse un paseo por cualquier lonja con la boca abierta para hacer más acopio de este tipo de ácidos grasos; y para acabar por que con su uso se fomenta todo lo contrario que es su publicidad, la FEC, dice pretender “Nuestra misión es fomentar los hábitos de vida cardiosaludables”. Pues así, publicitando un complemento innecesario, no desde luego. Afortunadamente el propio Aitor se marcó un bonito post en su blog “Mi dieta cojea” contando todo esto de forma fenomenal, te sugiero que lo visites.
El caso de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y las fórmulas lácteas
Te lo conté en su día en este post, ya que el caso levantó ampollas y varios miembros del Comité de Lactancia Materna pertenecientes a la Asociación Española de Pediatría (AEP) terminaron por dimitir de su cargo al estar en desacuerdo con el espacio publicitario cedido por parte de la AEP a un fabricante de fórmulas lácteas, así como con la utilización de su logo. Todo ello, todo hay que decirlo, con la inclusión mínimade un escueto faldón relativo a que la leche materna es el mejor alimento para el lactante en sus primeros meses de vida.
El caso de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA) y la bollería industrial
Como sabes yo soy de los que se guarda lo mejor para el final y es que este caso me parece especialmente significativo. Recientemente, hemos sido testigos de un caso asombroso (una vez más) al descubrir el logo de esta “sociedad científica”, la SEDCA estampado en el paquete de un producto claramente enmarcado en lo que se considera bollería industrial.
Veamos, la bollería industrial es, de forma arquetípica, una de las piedras angulares de los actuales malos hábitos alimentarios que caracterizan nuestro patrón de consumo, muy en especial cuando los que se contemplan son los de la población infantil. Su perfil nutricional suele ser, siendo generosos, catalogado de prescindible. De este modo no es infrecuente poder mencionar mejores opciones alimentarias en su lugar. Al mismo tiempo, con no poca insistencia, la mayor parte de las recomendaciones institucionales al respecto de su inclusión en la dieta suele concretarse en un “cuanto menos mejor” o haciendo referencia a que si no se incluye no pasa nada, casi que mejor. Por eso, las más habituales guías de alimentación saludable dirigidas a la población general, como es el caso de la pirámide de la alimentación saludable de nuestro entorno, sitúan su consumo en el vértice de la misma y desaconsejan su consumo (ver páginas 16, 17, 18, 21, 22, 23, 26, 31, 90, 91, 92 y 93 del documento Guía de la alimentación saludable editado por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria)… 12 son al menos las ocasiones en las que se desalienta el consumo de este tipo de productos en el anterior documento. Entre la bollería industrial, desde mi perspectiva, se encuentra el Bollycao en cuestión. Y de ahí mi sorpresa y la de muchos otros compañeros, cuando ahora se acompaña en su promoción del sello de la SEDCA. Increíble… pero cierto.
Pero insisto en la gravedad del asunto, más allá de la cesión de un logo para promocionar un Bollycao hay que hacer constar como se las gasta este bollo en concreto a la hora de ofrecer su información en la web (recuerda este post). Creo que o bien la SEDCA no ha mirado esa información (mal, ya que creo que es su responsabilidad) o bien que si lo ha hecho le ha dado igual (peor).
Este caso no es el primero en el que esta sociedad científica cede su logo para promocionar alimentos claramente encuadrados en el grupo de bollería industrial; allá por 2009 “hizo migas” con el producto conocido como Doo-WapdeLa Bella Easo, y aunque la imagen no está disponible hoy en día, aquí tienes la página que la alojaba.
La SEDCA, ya que la menciono y haciendo un poco de memoria es esa misma “sociedad científica” que avalaba públicamente con su infraestructura y logo un ignominioso curso en alianza con IPS para la formación profesional de “dietistas” on line con un curso a distancia de 6 meses. Sobre este tema, es preciso aclarar que si bien a día de hoy la imagen de la SEDCA no se halla vinculada de forma pública a este curso exprés (que sigue ofertándose y realizándose) sí lo está en la publicidad “privada” (correos electrónicos, material formativo…). Es posible que por vergüenza, supongo, retiraran su imagen en la promoción pública, pero por lo bajini, siguen ahí formando parte activa del curso exprés en cuestión (según me consta en base a fuentes bien informadas).
En resumen
En mi opinión, la presencia de determinados logos “científicos” en la publicidad o promoción de un determinado alimento, más que para avalar las excelencias de ese producto no sirven más que para avisar de que en él hay gato encerrado, y también debieran hacernos reflexionar sobre la existencia de otras soluciones que no son solo posibles sino que además son mejores y habitualmente muy cercanas. Curiosamente son las entidades más prodigadas, entre ellas y como ejemplo las citadas en el post de hoy (FEC, AEP, SEDCA) sobre las que habría estar más alerta al verlas impresas en un alimento o suplemento. Como bien nos hizo llegar en su día Miguel Ángel Lureña en su blog «Gominolas de petróleo» sorprende ver que la Fundación Española del Corazón avale y haga suyas determinadas declaraciones que hace una empresa que comercializa sandías sin pepitas para promocionar su venta. Y vive Dios que no estoy en contra de la promoción del consumo de más fruta (incluida la sandía) pero desde luego no cuando se hace así, con alegaciones a medio camino entre el nutricionismo más galopante y la no legalidad cuando dichas alegaciones no están reconocidas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Te sugiero que visites el post al respecto en este enlace.
Por último y en el caso de la SEDCA he de decir que me puse amablemente en contacto con ellos para contrastar de primera el número de veces que esta sociedad había cedido los derechos de uso de su logo en algún producto de la industria alimentaria y con todo ello poder documentar todo lo posible esta post. Pues bien, fue en balde, tras enviar dos correos electrónicos y hablar por teléfono con ellos en una ocasión no he recibido respuesta alguna. Si te preguntas del porqué me tomo estas molestias con la SEDCA y no con otras sociedades, te diré que esta sociedad forma parte de la FESNAD, la Federación de Sociedades de Nutrición Alimentación y Dietética y, tocándome como me toca en lo profesional, no lo puedo entender: hay cosas que en mi opinión debieran estar sancionadas.
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