El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

Entradas etiquetadas como ‘invento’

Preparando la Navidad con regalos-dieto-chindogus

El mundo de las dietas es, por definición, un mundo-chindogu. No pienso avanzar sin aclarar, más o menos, que es esto de los chindogus, aunque sea una cuestión que ya ha sido tratada en ocasiones en este blog. Según la Wikipedia un chindogu es:

Un invento que, aparentemente, es la solución ideal a un problema particular pero que en la práctica resulta todo lo contrario.

Chindogus dietéticos (aunque no lo parezcan)

Ya sabes que “la dieta” es, en sí misma, una herramienta a la que atribuyo poca utilidad en esto de aprender a comer mejor o a la hora de adquirir mejores hábitos alimentarios. Al mismo tiempo, más allá de “la dieta” propiamente dicha este mundillo es especialmente proclive a verse influenciado por chistófanos, artilugios y nuevas tecnologías que con toda la aparente buena intención, nos van a ayudar a afrontar el puñetero trance que al parecer implica aquello de hacer dieta o de comer mejor (por cierto, “hacer dieta” nunca, jamás, debiera asociarse al “comer mejor”)

Y ahora en diciembre, en Navidad, estas aparentes soluciones dietéticas hacen su particular agosto más allá de colonias, corbatas, libros, pañuelos, etcétera. Y que más quiere el ciego que ver si, además, ponen en liza a las nuevas tecnologías y se hace preciso tirar de smartphone.

Así pues, si estás pensando en hacer un regalo inútil dónde los haya, o bien si has buscado la utilidad del mismo en fastidiar a esa persona a la que tienes que regalar algo… y todo ello quedando bien (esto último dependerá del cociente intelectual de la persona agasajada) aquí te dejo algunas propuestas para casi todos los bolsillos:

El “tenedor inteligente” es mi primera propuesta en forma de invento absurdo para ayudar a comer mejor, menos o con cabeza. No me voy a entretener demasiado ya que le dediqué hace tiempo una entrada enterita que puedes consultar en este enlace. Se trata, muy en resumen de un artilugio con forma de tenedor que te informa a base de pitidos y vibraciones del ritmo con el que te estás llevando a la boca los bocados. De esta forma, si tu ingesta es demasiado rápida y estás entregado a la comida desaforadamente el tenedor pita y vibra, aconsejándote que disminuyas el ritmo. Como todo iChindogu que se precie podrás volcar a posteriori los datos almacenados en tu PC e incluso compartirlos en las redes sociales (¿de verdad a alguien le puede interesar el ritmo al que te comiste la última tortilla de patatas?)

HAPILABS

HAPILABS

En segundo lugar y el gadget más antiguo de esta relación tenemos a la “baldosa-inquisidora”. Dicha baldosa, instalada frente al frigorífico te habla, te manda mensajes y te informa de las veces que has visitado la nevera entre horas, el tiempo que has permanecido frente a ella… una especie de Pepito grillo de gres del que apuesto renegarás en breve espacio de tiempo (ya que estamos, te sugiero que leas el cuento corto en tres entregas de “Mesura” para que sepas a qué me refiero, en especial el primer capítulo).

Si tu bolsillo te lo permite, este último dieto-gili-invento debiera acompañarse de la “nevera-inteligente” (me temo que hoy mucho inventos irán adornados con el adjetivo “inteligente” en una especie de irónica referencia a las virtudes de sus propietarios). Si bien considero que podría tener alguna aplicación práctica (informando de las fechas de caducidad próximas de su contenido, por ejemplo) otra de sus utilidades vuelve a ser el recomendar una dieta particular a cada uno de sus usuarios. Ya ves, como a los profesionales de la dietética y de la nutrición no se les hace ni caso, pues aquí tienes una nevera para que sí… no sé cómo no se les había ocurrido antes.

Con el tercer chindogu (o cuarto, ya no sé, he perdido la cuenta) la cosa se pone picante. Se trata del “sujetador-dietético” (ya ves, he pasado de llamarle inteligente esta vez) ¡Qué gran idea la de unir una prenda de lencería tan sugerente con el tema dietético! La esencia, la misma de siempre, la previsible, pero esta vez de mano de la prestigiosa Microsoft que pone a nuestro alcance una prenda íntima cargada hasta los aros de sensores de ritmo cardiaco, temperatura, sudoración, distensión… con los que se pueda sacar una conclusión en forma de mensaje contundente: “estás preocupada, no deberías de acercarte a la nevera” o “ya has comido suficiente, frena”. Todo ello conectado a nuestro smartphone, claro. Me queda la duda si Microsoft tiene la intención de investigar en un gadget masculino, porque eso de que los señores vayamos ataviados con sujetador pues como que no lo veo. Yo al menos, y me figuro que unos cuantos varones tampoco. En honor a la verdad es preciso aclarar que se trata de un invento que de momento no se comercializa y sobre el que la propia Microsoft tiene sus dudas.

Y por último, el más novedoso de los chupi-inventos, una especie de espectrómetro de masas portátil que te anunciará, ya no solo cuál es el valor calórico exacto del alimento que tengas delante, sino si contiene algún elemento al que puedas ser alérgico y otra información relevante relacionada (esto me vuelve a recordar, que quieres que te diga, a “Mesura” pero en el capítulo tercero). El aparato en cuestión, apuntando al alimento objeto de análisis, emite una especie de ¿rayo? con el que se supone analiza y recibe la información bromatológica más relevante de ese alimento que, otra vez, se consulta en nuestro chupi-smartphone. Los ideólogos de este, a todas luces increíble, aparato están todavía desarrollándolo, afirman que saldrá a la venta por unos 300 dólares pero gracias a las expectativas en su demanda se confía en que pueda abaratarse hasta los 50 dólares. Con sinceridad, aunque la idea está muy bien, me parece una idea más propia de la ciencia ficción (tal y como se está vendiendo) que de las actuales posibilidades, en especial a los precios que comentan (incluido el más alto).

A modo de despedida, si crees que alguien de tu círculo más cercano necesita ayuda en el terreno dietético y quieres ser útil de verdad, proponle, sugiérele, la visita a un buen dietista-nutricionista; o regálale un bono-consulta hecho por ti mismo y con todo el cariño.

————————————–

Nota: quiero agradecer en esta entrada las aportaciones de dos compañeros: @leghosMDR y @EvaCastroDaz

Tenedores inteligentes y otros chindogus

HAPIforkParece mentira pero a pesar de lo que ya llevo visto mi capacidad de asombro no decae o, si lo prefieres ver de la siguiente manera, a la larga siempre hay alguien que inventa la enésima absurdez que termina por sorprenderme (aunque en realidad lo que me sorprende es la amplia acogida que reciben).

La última de la lista es el “tenedor inteligente”. Al menos tal es la traducción, bastante libre, que una buena parte de los medios han dado para el denominado de forma concreta como “HAPIfork”, algo así como “Tenedor feliz”… y que yo lo voy a apodar cariñosamente como “Forki”.

Es posible que te estés preguntando cuáles son las habilidades de «Forki», el tenedor inteligente. Pues bien, te cuento. En esencia se trata de un artilugio (gadget lo llaman los amantes de la tecnología más actualizados) con forma de tenedor y que te informa a base de pitidos y vibraciones del ritmo con el que te estás llevando a la boca los distintos bocados de tu comida. Así, si tu ingesta es demasiado rápida y estás entregado a la comida como si acabaras de salir de la isla de “Supervivientes” el tenedor pita y vibra, aconsejándote que disminuyas el ritmo. Luego, además, los datos se pueden descargar bien en tu ordenador, bien en tu teléfono (también “smart”, of course) gracias a una aplicación ad hoc con la que incluso podrás compartir tus ¿logros? en las redes sociales… Sinceramente desconozco la finalidad de esta última función. Puedes ver algunas de sus «utilidades» en este vídeo.

En principio, la idea no es del todo descabellada… lo que falla a mi juicio es, como en muchos de estos casos, su aplicabilidad, su falta de sentido en el día a día. El caso es que en la mayor parte de los sitios consultados “el tenedor inteligente” se promociona como un tenedor para adelgazar o contra la obesidad.

Veamos, la mayor parte de los estudios observacionales y algunos de intervención apuntan hacia el hecho de que entre las personas que comen más rápido hay mayores índices de obesidad. Para profundizar sobre este hecho puedes consultar algunos de estos estudios en los siguientes enlaces y si te interesa el tema ya puedes seguir investigando sobre el tema a partir de ahí:

 

Precisamente es este elemento, la velocidad a la que se realizan las ingestas, el que trata de ayudar a controlar «Forki» pero, seamos sensatos, parece poco práctico. De hecho, se necesitaría una cubertería y una vajilla “inteligentes” ya que… por ejemplo: ¿cómo como el yogur con el tenedor?, ¿y la sopa de fideos?, ¿y la hamburguesa (que normalmente se come con la mano)?, ¿qué se hace si se come fuera de casa? Etcétera. Dar respuesta a estas preguntas no es imposible, de hecho, para las primeras todo apunta a que también hay una HAPIspoon (cuchara «inteligente» que de momento no aparece en la página del fabricante) pero es la situación en general la que no parece muy lógica.

La obesidad es un problema con múltiples facetas y que requiere un abordaje mucho más conceptual que el que ofrece esta herramienta por si sola cuya utilización continuada puede llegar a ser enervante. Sería algo así como empezar a preocuparse por el color del cohete cuando alguien se propone mandar un satélite a Júpiter… cuestión sobre la que no me cabe la menor duda que habrá trascendentales implicaciones… pero el color del cohete no parece a priori la cuestión más importante por la que empezar un proyecto de semejantes dimensiones.

Este invento me ha traído a la memoria otros ya olvidados pero igualmente “esperanzadores” en su lanzamiento. Por ejemplo la baldosa “inteligente” que te habla, te manda mensajes y te informa de las veces que has visitado la nevera entre horas, el tiempo que has permanecido frente a ella, etc., no creas que te engaño; más reciente (presentada en la misma feria que “Forki”) es la nevera “inteligente” que además de informarte de la fecha de caducidad de los productos que contiene, te asegura  que cada usuario de la casa tenga su propia dieta detallada (quizá no esté tan lejano el día en el que las neveras «inteligentes» escriban este tipo de blogs)

En resumen, con todos los respetos hacia su inventor, a mí esto me parece un “chindogu como la copa de un pino. Un “chindogu” es un vocablo japonés que resume una categoría de inventos que, siendo aparentemente prácticos, terminan por resultar absurdos. Entre los chindogus más clásicos están el “masticómetro”, casco con mentonera que contabiliza las veces que se mastica, o las gafas-embudo, para aplicarse las gotas o el colirio en los ojos (ver este enlace).

Ahora que lo pienso… baldosa “inteligente” + “masticómetro”  + “Forki” = adelgazamos y todo

———————

Foto: HAPILABS