El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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Por fin se puede comprar placebo (y nocebo) tal cual

Four_PlacebosReconozco que este tema toca muy de refilón a las cuestiones alimentarias y nutricionales, pero no me resisto, es una de mis debilidades.

Brevemente, para quien estas cosas le suenen a chino, un placebo en el ámbito de la medicina es un fármaco (en forma de pastilla, cápsula, jarabe, inyectable, etc.) carente de principio activo, es decir, inerte. No obstante la aplicación de placebos es capaz de provocar un efecto positivo a en ciertas personas y ante ciertas enfermedades tanto si éstos no saben que están recibiendo un medicamento falso como sí, y esto es lo mejor, incluso lo saben.

Los placebos son frecuentemente utilizados en ensayos clínicos con grupo control (uno de los grupos es el de “intervención” y recibe el medicamento, sustancia, etc. cuyo efecto se quiere cuantificar; mientras el otro grupo es el “control” y recibe algo igual que los del otro grupo pero sin principio activo). La gracia de estos ensayos es que, además, los sujetos sobre los que se realiza la intervención (los de ambos grupos) no sepan a qué grupo pertenecen y por tanto desconozcan qué están recibiendo. Esto sería en pocas palabras un estudio “controlado” (Nota: se habla de doble ciego cuando ni los sujetos sobre los que se interviene, ni el que tiene que evaluar los efectos, saben quién ha recibido el tratamiento verdadero o el placebo)

Antilirium_Placebo

Y brevemente también, el nocebo se usa para estudiar las respuestas o reacciones dañinas, desagradables y no deseadas que puede manifestar una persona cuando se le administra un compuesto farmacológicamente inerte. Es decir, se trataría del efecto negativo sobre la salud de alguien que cree que se está siendo intervenido sobre él con una sustancia activa que en realidad no lo es.

Pues bien, lo que os decía por fin hay placebos y nocebos a la venta. Los puedes consultar en este enlace y en este otro.

Lo que me parece significativo señalar es la declaración que hace el fabricante del placebo para asegurar la eficacia de su producto como placebo. No tiene desperdicio: “Proven to be as effective as the leading homeopathic treatment”, es decir:

“Está demostrado que es tan eficaz como el mejor de los tratamientos homeopáticos”

Ya sabes si tu tratamiento homeopático es más caro que estas pastillas, te sugiero que te cambies, tu economía te lo agradecerá.

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Este post viene a colación de esta entrada que hice en su día sobre “homeopatía para adelgazar”. Se lo debo además a Fernando Frías (@FerFrias) quien en Twitter el otro día me puso sobre la pista y a la página web, “Efecto placebo” que se hizo eco antes que yo de esta comunicación.

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Fotos: http://www.nlm.nih.gov/hmd/emotions/self.html

 

 

Sucedió en una farmacia…

La entrada de hoy es la transcripción del relato que Madre reciente (cada vez menos) me hizo el otro día de unos hechos de los que el otro día fue testigo y que le llevaron a preguntarse qué es lo que a mí me sugerirían. Aunque creo que sabe bien que eso es algo muy similar a lo que ella misma piensa. Pero tiene su jugo, aquí os lo traigo.

El caso es que la semana pasada estaba ella haciendo cola en una farmacia esperando a que le atendieran. Delante, también como clienta, una mujer de mediana edad, estatura aproximada 1,60m y relativamente entrada en carnes, nada espacialmente llamativo, pero sí “rellenita” como se suele en ocasiones dulcificar, digamos que con unos 70kg a ojo de Madre reciente.

El caso es que cuando le tocó su turno, la mujer iba a tiro hecho:

Quiero Finslim 4.3.2.1 Forte, para adelgazar” pidió, así sin más (el nombre del producto es ficticio, pero en ningún caso ha de imaginarse que se trata de un fármaco como tal).

La farmacéutica, solícita, se metió unos segundos en la rebotica y volvió con una caja de Finslim 4.3.2.1 Forte y sin decir nada más se la entregó.

Acto seguido, la mujer confesó a la farmacéutica que además tenía un hijo de 5 años que pesaba 25kg (de la estatura no dijo nada, así que nos imaginamos que era la “normal” y tendré en cuenta que falta el dato, aunque sería interesante contar con él) Resulta que este año la mamá, es decir ella, había apuntado a su querubín de 5 años y 25kg a fútbol como actividad extraescolar y que… ¡fíjese usté! el chaval había perdido 3kg y además no comía igual que antes ni en cantidad ni en variedad… recetas que antes le gustaban ahora no y todas esas cosas que a muchas mamás les preocupan (con razón, pero muchas veces tambiénte sin ella) y que están tan bien tratadas en el libro del pediatra Carlos González “Mi niño no me come”. Por estas razones, y para sorpresa de… de cualquiera que tenga un poco de conocimiento sobre el tema la madre pidió en la farmacia algo, unas vitaminas, unos minerales, lo que fuera, algo, para que su niño siguiera comiendo como antes, recuperara su peso anterior y no le faltara de nada. Y va y la farmacéutica vuelve de la rebotica sin mediar tampoco palabra con una caja de gominolas vitaminadas y fortificadas especiales para niños. Ojiplática, Madre reciente se quedó ojiplática. Y con razón.

¿Os acordáis de la entrada de este lunes relativa a la publicidad de productos con una pretendida finalidad sanitaria y que sólo se venden en farmacias o herboristerías (ya sé que no son lo mismo)? Bueno pues aquí tenemos un ejemplo de cómo proliferan y de quienes le dan pábulo. Por un lado, gracias a aquella población general con pocos recursos críticos con respecto a estas cosas y que demanda milagros. Y por el otro, que es lo peor, gracias a unos profesionales sanitarios que, sin quitarse el disfraz, es decir, la bata, ejercen de comerciales sin el menor respeto a sus conocimientos. O a los conocimientos que debieran tener y a su obligación de velar más por la salud pública que por la caja de su negocio.

Los errores en esta intervención son a mi juicio dos:

El primero con la cuestión adelgazante de la señora. Estaba claro que farmacéutica y clienta no se conocían y sin embargo, en vez de aprovechar la primera para hacer un poco de educación para la salud y de comentarle algunos aspectos relacionados con la ganancia y la pérdida de peso, le larga sin mayores explicaciones el producto en cuestión.

Y el segundo, clamoroso, el de dar crédito a las mal entendidas necesidades ponderales de su hijo y largarle igualmente un producto con vitaminas y demás para abrirle el apetito. ¿pero no se dio cuenta que un niño de 5 años y 25kg está fuera de todas las tablas de percentiles de peso para la edad? No sé que qué respuesta le podría dejar a la farmacéutica en mejor situación. Si es que sí, es que es una sinvergüenza, y si es que no es que es tonta de capirote y no se merece desempeñar la labor que ejerce y que lleva asociada una importante repercusión en la salud de sus congéneres.

No hace falta recurrir a las tablas para darse cuenta que 25 kilos para 5 años son muchos, pero por si lo queréis comprobar aquí van las tablas de peso para la edad en varones de edad pediátrica del National Center for Health Statistics in collaboration with the National Center for Chronic Disease Prevention and Health Promotion (CDC) en las que se aprecia que esta situación deja al chaval por encima del percentil 95, el último señalado, es decir, es un niño que pesa más que el 95% de la población de su misma edad (selecciona para aumentar)

También podemos consultar las tablas de la OMS, y en ellas resulta que con estos datos la situación del crío está por encima del percentil 97%. Es más, en ordenadas, y para esta tabla de edades entre 2 y 5 años el peso máximo contemplado es de 24,75kg… ¡ni tan siquiera contemplan la posibilidad de los 25kg!

 

Otros ejemplos a seguir

Continuando con el título de la entrada, sucedió en una farmacia… pero me temo que podía haber sucedido en muchas de ellas. No en cualquiera, eso sí. Afortunadamente hay algunos de estos establecimientos que se desmarcan del tristemente frecuente voraz mercantilismo. Por ejemplo esta de aquí, la farmacia Rialto en Madrid. El de la homeopatía no es el mismo tema del peso y demás, pero si es el mismo tema cuando se trata de dar un servicio sanitario coherente. Como digo la Farmacia Rialto no recomienda el uso de productos homeopáticos (y otros como las flores de Bach, oligoterápicos, etc.) por que considera (y considera bien) que su uso no tiene una evidencia científica suficiente para hacerlo y así lo hace saber a sus clientes con esta nota pública. ¡Ojalá muchas tomaran ejemplo!

 

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Foto 1: AnnaAniston

 

 

 

¿Adelgazar con homeopatía? Ni siquiera después del embarazo

Tengo que reconocer que el estar suscrito a algunas newsletter, aunque te bombardeen con electrobasura de vez en cuando, me ayuda a plantear algunos temas interesantes para este blog. El último de ellos ha sido un correo que mentaba a la homeopatía y su validez (eficacia y seguridad) para abordar el adelgazamiento. En realidad podría ser mucho más generalista y hablar de su validez para cualquier cosa -salvo para quitarle a uno un incómodo bulto de la cartera (suponiendo que dicho bulto le resulte incómodo)- porque para eso sí que vale.

El buen rollo de las «ciencias» alternativas

Antes de comenzar he de reconocer que la homeopatía y otras “ciencias” alternativas inspiran buen rollo (Nota: pongo entre comillas “ciencias” al referirme a “alternativas” porque si son alternativas es precisamente porque no han podido probarse sus resultados de forma científica. Por tanto creo que sería más adecuado referirse a ellas como “psudociencias”, entendiendo por estas el conjunto de prácticas que formulan teorías que no han podido demostrarse pero a las que al mismo tiempo se les aplica una patina científica). Como decía, buen rollo a base de usar frecuentemente en su discurso palabras que también lo llevan implícito: “natural”, “no agresivo”, «sin efectos secundarios” (en realidad sin efectos de ningún tipo en el caso de la homeopatía), «holístico«, etc. y algunos latinajos que suenan muy bien, muy eufónicos, sobre todo cuando te enteras de su traducción, tales como “similia similibus curantur” (lo similar cura lo similar o, lo mismo que te pone enfermo te cura) y demás holo-historias.

 

¿En qué se basa el funcionamiento de la homeopatía?

Pero antes de entrar en materia es probable que muchos lectores estén convencidos del “funcionamiento” de la homeopatía o simplemente, también puede que a base de confiar sólo en el “buenismo» o “buenrollismo” que la misma inspira crean que verdaderamente “tiene que funcionar” sin haberse planteado mayores preguntas. Por lo tanto, y para solucionar este importante escollo y antes de pasar al tema del adelgazamiento, me he propuesto mostrarles la esencia de la homeopatía a través de los ojos de James Randi. Hay muchas fuentes interesantes a las que poder acudir para enterarse verdaderamente de qué es la homeopatía, pero supongo que a estas alturas agradecerán una exposición amena y divertida más que seria y dogmática. Así, para acceder inicialmente al mundo de la homeopatía, les sugiero que dediquen 14 minutos a este vídeo y disfruten del bueno de Randi en un extracto de una conferencia suya en la Universidad de Princeton allá por 2001. No se preocupen por el idioma, está bastante bien subtitulada.

Para todos aquellos que quieran ampliar sus horizontes sobre la fascinante realidad homeopática desde un punto de vista crítico les recomiendo que buceen por este magnífico blog llamado “El fondo del asunto” y que  simplemente pongan en la barra del buscador de ésa página el término “homeopatía”… hay para aburrirse (y divertirse si estás de buen humor) un rato.

 

Homeopatía para adelgazar

Pues bueno, como les decía al principio, el otro día recibí una newsletter que sugería-proponía el adelgazamiento tras el embarazo con homeopatía y que me dirigía a este enlace. La página en sí comienza metiendo miedo a costa de mencionar las importantes cifras de la obesidad en nuestro entorno y comentar las dificultades más frecuentes de las personas (muchas) que deciden en un momento de su vida ponerse a dieta. No está mal esta estrategia, ya que es una forma de sensibilizar a un lector presumiblemente interesado en estas cuestiones… pero también de alarmar a un potencial cliente y empezar a echarle el lazo de forma bastante efectiva.

Acto seguido el lazo comienza a cerrarse proponiendo a la homeopatía como la solución a algunas de las dificultades asociadas al hacer dieta de la siguiente forma:

«El tratamiento con medicamentos homeopáticos alivia los síntomas de ansiedad provocados por la sensación de hambre y la irritabilidad que ésta produce sin producir somnolencia ni efecto sedante. El profesional médico así como el uso de medicamentos homeopáticos aliviarán los síntomas de la ansiedad y permitirán alcanzar el objetivo de un adelgazamiento saludable».

Bueno ya tenemos centrado un poco más el tema. El caso, según este artículo, no es que la homeopatía te ayude a adelgazar, sino que te ayuda a sobrellevar algunos de los frecuentes elementos que dificultan el proceso dietético del adelgazamiento: ansiedad, irritabilidad y sensación de hambre. Todo ello con el pasmoso número de CERO pruebas que avalen dichos beneficios, o al menos no más que un placebo.

No obstante me he puesto a indagar por mi cuenta cuáles podrían ser los “principios no activos” que están presentes en este tipo de productos homeopáticos, o si lo prefieren los principios activos que no están presentes pero que hacen su efecto a base de haber estado presentes… (han de reconocer la extrema dificultad para expresarse y hacerse entender hablando de homeopatía). Bien, siguiendo la máxima homeopática de la que antes les hablaba “similia similibus curantur” habrá que encontrar qué es lo que produce en la población ansiedad, irritabilidad y sensación de hambre para llevar a cabo con esas sustancias o elementos la parafernalia de las sucusiones y posteriores diluciones infinitesimales. Les pongo un ejemplo. Para tratar la tos de carácter explosivo, no la seca ni la repetitiva, los productos homeopáticos recurren, por ejemplo al sucu-sucu y dilución cuasi-infinita de algo que «explota»… ¿el qué? pues por ejemplo el trinitrotolueno, o sea TNT, ¿no me creen? Pueden echarle un vistazo al blog de antes y ver cómo lo explica Fernando Frías.

Bien, ¿qué podría utilizarse entonces en un remedio homeopático contra la ansiedad?

He recurrido a la siguiente página de internet, “ABC homeopatia. La homeopatía a tu alcance” para ilustrarme un poco aunque con sinceridad desconozco la seriedad de esta página al tratar la homeopatía, aunque… y ahora que caigo ¿puede haber una página seria que al mismo tiempo promocione el uso de la homeopatía? En fin, sea como sea tras buscar un poco encontré esta propuesta de solución homeopática para adelgazar, el “Iodum” o sea “Iodo” o “Yodo”, como prefieran que para esto del latín la homeopatía se las pinta sola (“Quidquid latine dictum sit, altum videtur”). Entonces la pregunta que me surge es inevitable ¿es que acaso el exceso de yodo ocasiona obesidad y ansiedad? Pues por más que he buscado no he encontrado relación alguna, por lo menos en fuentes serias, así que ¿Qué hay de la primera regla homeopática de la “comprobación»?

 

No obstante he seguido un poco más allá y he encontrado, de nuevo en la página de “El fondo del asunto” una pista, algo que sí que pudiera estar relacionado con el tratamiento de la ansiedad dentro de los postulados homeopáticos y por tanto algo a lo que mi retorcida mentalidad alopática pudiera encontrar algún tipo de relación con la “comprobación” y aquello de que lo similar cura a lo similar. ¿Qué les causaría a ustedes ansiedad, sentimiento de opresión, desasosiego… una cárcel, por ejemplo? Pues por ahí van los tiros de otra de las opciones terapéuticas y homeopáticas al utilizar en sus diluciones “muro de Berlín”… y no, esta vez tampoco bromeo.

En resumen

No tengo ni idea de que similia proponen en la página que en su día me enviaron para tratar el sobrepeso y/o la obesidad con homeopatía, pero no funciona se lo aseguro. O al menos no funcionará más allá de lo que podría funcionar un placebo, y ojo, que el efecto placebo está más que constatado y puesto en evidencia, pero su magnitud y fiabilidad es limitado. Al menos tanto como el de la homeopatía.

PD: NO sé si se han dado cuenta pero como no podría ser de otra forma, el enlace en forma de newsletter objeto de esta entrada está realizado en colaboración con un laboratorio homeopático.

 

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Foto 1: incurable_hippie

Foto 2: n gazi