Pocas bromas con la nueva jugada de aquellos que promueven el consumo de cerveza buscando para ello el más psicodélico y salutífero de los argumentos.
En los últimos años hemos asistido a la promoción de la cerveza como un producto sanísimo «sin más» dirigido a la población general (a partir de patéticas tergiversaciones al respecto de su composición) viéndola pasar también como un alimento idóneo en la práctica deportiva subiéndola al carro de la moda runner (con base en las mismas tergiversaciones nutricionales); recomendarla tanto en la lactancia como durante la gestación (sin alcohol, faltaría más); auparla hasta la dieta mediterránea y ahora… esto es lo último, recomendarla como un producto «idóneo» tras los excesos navideños.
Es difícil de creer, lo sé, pero así nos están vendiendo ahora la moto: ¿te has pasado de frenada en las comidas navideñas? pues nada, ahora un poco de penitencia dietética y, claro está, cerveza…. que no falte cerveza, con moderación, claro, ya que esta bebida es “idónea” para estas lides. Para flipar.
Tienes alguna muestra de lo que te cuento en este enlace, este o este otro (básicamentese trata de la misma información pero en medios distintos; y sin desperdicio, por aquello de la moderación, la imagen de recurso del último enlace).
Antes de continuar quiero justificar mis palabras, he dicho «tergiversaciones»… (¿podrían ser “mentiras”?). Y lo digo porque los promotores del consumo de cerveza usan argumentos cuajados de información falaz. Estoy hasta la bola que de la cerveza digan que es una fuente de proteínas, de fibra y de no sé cuantas vitaminas y minerales… y esto, habida cuenta de nuestro catálogo alimentario, es una mentira más grande que la lengua para pegar carteles de circo. Y lo peor es que, ya lo sabes, detrás de la práctica totalidad de este tipo de jugadas está el conocido como Centro de Información Cerveza y Salud. Bonito nombre, ¿eh? Rimbombante, dejémoslo ahí. Como ya dije lo que tenía que decir de ellos (y de sus científicos colaboradores) en esta entrada, te invito a que le eches un vistazo. A colación de su labor y de esta nueva campaña, quizá merece la pena que conozcas también la opinión de Mikel Iturriaga (@mikeliturriaga)
La clave es la mezcla de conceptos correctos con publicidad encubierta.
Encubierta y… malsana apostilla un servidor, empleando para dotarla de cierto caché el criterio de autoridad cuando son algunos señores o señoras médicos quienes hacen el caldo gordo. Digo esto porque todas esas veleidades que habitualmente se mencionan acerca de la cerveza son ensalzadas única y exclusivamente por quienes están interesados en su venta o por quienes en colaboración con ellos prestan su imagen y palabra. Nadie más habla salutíferamente bien de ella.
Y es que, en mi opinión, ante esta habitual y tergiversadora estrategia solo caben dos posibilidades: o los profesionales sanitarios que dan la cara para vendernos más cerveza no tienen ni idea de sus reales características nutricionales, ni de las del resto de alimentos (algo bastante preocupante de alguien que pasa por tener un cierto conocimiento de estas cuestiones) o, conociéndolas, se las pasan por el arco del triunfo a sabiendas (algo que me recuerda, no sé por qué esta entrada al respecto de la “prostitución nutricional”) lo que me parece aun peor.
La cerveza, tu mejor aliado para combatir los excesos navideños rica en minerales como el potasio, fósforo o silicio y contiene vitaminas del grupo B y antioxidantes naturales…
Anda no me jo… robes (te sugiero de nuevo que pongas en contexto estas falaces declaraciones nutricionales sobre la cerveza en este enlace)
Ya sabía yo que os ibais a pasar al lado oscuro 🙁 @juan_revenga @SienteteGood «Beber cerveza y.. es FUNDAMENTAL» pic.twitter.com/Dts0Ivcmav
— Raquel Blasco (@RaquelBlascoR) diciembre 27, 2014
La puntilla
Si ya de por sí te parece como a mí descontextualizado el hecho de recomendar cerveza (con moderación) para hacer frente a los excesos navideños, la puntilla sobre esta cuestión viene de la mano de aquella persona, médico, que presta su autoridad al respecto de esta movida para terminar por decir que:
Seguir las pautas de una dieta moderada en la que incluir todo tipo de alimentos y bebidas como la cerveza, y otras fermentadas, es fundamental, siempre y cuando se mantenga un consumo responsable.
Veamos, quizá a la Dra. Purificación Martínez de Icaya (que ya se ha prestado en otras ocasiones para colaborar con el ínclito Centro de Información interesada Cerveza y Salud) le interese conocer el significado de fundamental.
Así que Puri, te tuteo si me lo permites…, “fundamental” hace referencia a aquello que sin lo cuál algo, lo que sea, no puede ser o funcionar. A ver si me explico, las ruedas de tu coche son fundamentales para que este funcione o se desplace; los ojos son órganos fundamentales para poder ver; cursar y acabar estudios de medicina son fundamentales para poder ejercer de tal; etcétera… ¿lo pillas?
Así que no, no y no… la cerveza y otras bebidas fermentadas no son ni fundamentales ni principio para seguir un estilo de alimentación adecuado, aun cuando de ellas se haga un consumo moderado… ni de lejos. Sin cerveza se puede vivir… y muy bien.
Y no, no me malinterpretes Puri, no soy de la liga antialcohólicos, pero sí de una particular liga anti-chorradas descontextualizadas (afortunadamente no somos pocos). Pero sobre todo soy de esa liga anti-hacer llegar cualquier beneficio para la salud a través de cualquier forma de consumo de cualquier bebida alcohólica ya que entiendo (y entendemos) que en estos casos los presuntos beneficios nos quedan muy lejos cuando se observan los muy próximos riesgos. Nos duele sobremanera que cualquier profesional de la salud distorsione el mejor mensaje que se puede hacer llegar a la población general a través de los medios. Si quieres un día te lo explico, incluso con una cerveza delante. Ahora, al así hacerlo no será por salud, eso también te lo digo.
Si te ha gustado esta entrada quizá te interese consultar:
- Este minucioso análisis de la mano de la muy recomendable Raquel Blasco al respecto de considerar la cerveza como una bebida hidratante y reponedora tras el ejercicio físico (ya te adelanto que no sale muy bien parada como «bebida para deportistas»)
- Esta genuina pero realista perspectiva de Aitor Sánchez sobre cómo se generan «noticias» de salud relacionadas con los alimentos que, en verdad, no son más que una forma encubierta de hacer publicidad… lo tienes en su post «El ciclo de las noticias científicas: su mágica transformación hasta que aparecen en los medios«
- Recomendaciones sinsentido de la cerveza SIN durante la lactancia
- La falacia de hablar demasiado bien de la cerveza
- ¿Quién dice que la cerveza es buena para la salud?
- La tontería de beber cerveza (o agua) helada para perder peso
- ¿Qué hay de cierto sobre la tripa cervecera?
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Nota: mi agradecimiento para Raquel Blasco (@RaquelBlascoR), Mikel Iturriaga (@mikeliturriaga) y Aitor Sánchez (@Midietacojea)
Imagen: Boaz Yiftach freedigitalphotos.net