El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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Dukan fuera de la organización médica francesa

Insisto, como ya dije, en que no me entusiasma seguir dando la matraca con Dukan y su universo; todo lo que tenía que decir ya está dicho y no me arrepiento, más al contrario, me ratifico.

Esta situación me empieza a recordar las historietas de Disney que leía de pequeño en los Don Miki, más en especial a las diatribas que cruzaban el Tío Gilito y Rockerduck… o si lo prefiren, cambiando de marco, la eterna rivalidad entre, por ejemplo, Superman y Lex Luthor, los Jedi y los Sith y, por supuesto mis preferidos, Coyote (Carnivorous vulgaris) y Correcaminos (Acelleratii incredibus). Tenía, y tengo, mis preferidos entre estas parejas de «enemigos íntimos», no creo que a esta alturas tenga que verbalizar a base de golpe de tecla cuáles eran… y siguen siendo los elegidos. Por supuesto, acertaron.

Pero la no actualidad manda. Y digo la “no actualidad” porque en España, por lo que a mí me consta, no ha habido la más mínima noticia de lo que sí ha sido noticia en otros países, y con grandes titulares, ya no sólo en el país vecino (Francia), sino también allende los mares. Entre otros:

El caso es que tal y como el título apunta el Sr. Dukan ha abandonado l’Ordre des médecins. Es decir, ha abandonado el equivalente al Colegio de Médicos español, ésa institución que, entre otras cosas, agrupa a los profesionales médicos y les permite ejercer la medicina. Esta salida se ha producido a petición del propio Dukan que, inmerso en un procedimiento investigador sobre la «curiosa» forma que él tiene de entender la medicina y sobre sus polémicas declaraciones al respecto de la obesidad, ha decidido que es mejor irse a qué que te echen. Por tanto, ha preferido marcharse antes que el procedimiento investigador en el que está inmerso se convierta en procedimiento sancionador. Un proceso, éste último, que tenía al parecer muchos visos de concluir con su expulsión, supongo.

Pero hay más, me temo que por lo menos de momento se esté creando la figura de una especie de mártir, quién sabe si incluso un mesías a juzgar por sus Dukanistas seguidores, y que se termine por sentir lástima. Y no crean que exagero, el propio Dukan ya está explotando esta posibilidad y ha llegado a proclamarse como un Robin Hood de la causa obesa. Ay Dios.

Antes de despedirme hoy no quiero dejar de trasladarles mi, curiosidad, desasosiego, preocupación, incertidumbre… y no sé cuántas cosas más, por el hecho de que en España no se haya hecho el menor movimiento informativo para acercar a la ciudadanía esta noticia, siendo qué, como digo, en el resto del mundo civilizado sí que ha sido noticia y, en concreto, hace una semana. Quizá, sabiendo que la parafernalia Dukan tiene en España uno de sus más afamados valedores, lo que a lo mejor sucede es que “el resto del mundo” no está tan podridamente civilizado como España. Quién sabe.
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A Pierre Dukan le crecen los enanos

Me dije a mí mismo que dejaría en paz por un tiempo el tema de Dukan y su método. Una vez conocida mi posición al respecto y después de diversas entradas en este blog con él como protagonista, no quería otra cosa que dar el tema por zanjado con la entrada 6 Razones 6 para NO estar en contra del método Dukan. Con sinceridad: me aburre (y también creo que aburre a los lectores).

Pero la actualidad manda. Resulta que dos de los colectivos más importantes en Francia a la hora de regular la profesión médica, tanto la Orden de Médicos Nacional como la Departamental (el equivalente en España al Consejo General de Colegios de Médicos y el Colegio de Médicos de la zona de París respectivamente) han denunciado a Pierre Dukan por la supesta violación de dos artículos del código francés de deotología médica:

  1. La falta de precaución en declaraciones potencialmente perjudiciales para la salud pública (artículo 13 del Código Deotológico) y,
  2. La práctica de la medicina como un negocio (artículo 19) [más allá de lo razonable, quiero entender].

Según medios de comunicación franceses, la primera de las presuntas faltas ha sido puesta en valor a tenor de las declaraciones vertidas por Dukan al respecto de su propuesta de «premiar» con una mejor nota académica a aquellos jóvenes que en sus dos últimos años de instituto conserven un peso adecuado o que no engorden. Una propuesta que podría tener nefastas consecuencias a la larga para este colectivo. No desde luego por que el tener un peso adecuado sea dañino, pero sí por la forma en que los jovenes entiendan la propuesta, los métodos que puedan utilizar y las posibles secuelas relacionadas con los trastornos de la conducta alimentaria.

La segunda denuncia hace referencia y esta basada en el gran negocio que ha supuesto la difusión de su controvertido método, en especial cuando se trata de un sistema que ha sido -desde sus principios cuando se dio a conocer a gran escala- criticado por las más diversas comunidades de expertos en la materia, tanto privadas como públicas, y tanto de su propio páis (Francia) como extranjeras. La Orden de Médicos Nacional francesa considera que Dukan ha creado un verdadero negocio más allá de la labor ejercida en una consulta. Sin embargo, el artículo 19 del Código de Ética Médica afirma que «la medicina no debe ser practicada como un negocio» y de acuerdo con el periódico Sud-Ouest las ventas derivadas de todo aquello relacionado con su entramado dietético ascienden a unos 100 millones de euros al año.

En relación con estas dos demandas, Pierre Dukan deberá comparecer ante la institución que regula la profesión en Francia y resonder a las preguntas cuando se le cite, en principio en el plazo de un mes. Su defensa, al parecer, estará centrada en «la libertad de expresión» de los médicos.

Está claro que no todos los días son días de fiesta para Monsieur Dukan, y me temo que habrá más noticias a este respecto.

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Foto: garryknight

 

6 Razones 6 para NO estar en contra del método Dukan (aunque se esté por otras)

Esta es una entrada de contenido personal, lo aviso. Lo que en ella voy a expresar no tiene por que ser compartido por nadie. Voy a exponer las razones por las que yo NO estoy en contra del método Dukan. Aunque, en realidad, creo que no descubro nada nuevo a nadie si digo que sí estoy en contra, pero eso es por otras razones distintas de estas.

Después de haber leído una serie de disparates y suposiciones por las que yo me posiciono contrario al sistema creo que ha llegado el momento de aclararlas y decir aquellos motivos que NO me mantienen alejado de este sistema.

1. No me quita cuota de negocio. A mí por lo menos no. Más al contrario, desde que el popular despropósito hiperproteico-nutricional se ha puesto de moda no han sido pocas las ocasiones en las que, a título particular, he recibido solicitudes para establecer una cita y venir a mi consulta para que paute una dieta hiperproteica “tipo Dukan”. A todas he dicho que no. Me han insistido en que sabían de los riesgos y que querían estar “controlados” y que se les hiciera un seguimiento. Mi respuesta la misma, que no.  Me han esgrimido que quién mejor que un dietista-nutricionista para “equilibrarla”, para adecuarla a cada persona, etc. Lo mismo, que no. Es decir, gracias a Dukan u otros planteamientos hiperproteicos podría haber hecho más caja y, sin embargo, lo he rechazado.

2. No me molesta que haga transgresiones sobre el conocimiento científico establecido. Más al contrario, me gusta, genera el debate y eso me parece positivo. Lo que no me gusta es que con el sistema propuesto, sea el que sea entre los transgresores, se haga negocio aumentando el riesgo de distintos problemas de salud. Pero en especial me molesta que se consiga engañando a la gente ya que, es preciso reconocerlo, somos muy influenciables por las modas. Demasiado. El Sr. Dukan hace afirmaciones y promesas extraordinarias sobre el éxito en el tratamiento de la obesidad, pero no aporta ni una sola prueba; y tal y como dijo en su día Carl Sagan: «Afirmaciones extraordinarias requieren siempre de una evidencia extraordinaria»

3. No me incomoda que funcione. De hecho me consta que puede funcionar para perder peso (que no es lo mismo que perder grasa) a corto plazo mejor que otras estrategias. En este sentido, funciona a corto plazo y esto queda respaldado por la evidencia científica. Según el último documento de consenso FESNAD-SEEDO sobre la prevención y tratamiento del sobrepeso y la obesidad (del que ya hemos hablado) las dietas hipocalóricas e hiperproteicas (ambas al mismo tiempo) suelen obtener mejores resultados a corto plazo (menos de 6 meses) ante la báscula que las dietas hipocalóricas ricas en hidratos de carbono. Es decir, si se quieren perder 5 kilos (o los que sean) de peso (que no de grasa, insisto) en el marco de una boda a la vista o en el de la operación bikini y aumentar al mismo tiempo las probabilidades de empeorar su salud y de recuperar el peso perdido a corto o medio plazo (probabilidades, no certezas) esta es su dieta, adelante. Además, no se olvide, que si se consiguen perder esos kilos es gracias a que este sistema dietético termina siendo hipocalórico, con independencia de la composición de la dieta (con más o menos proteínas). Ahora bien, si usted es de esas personas que quiere adelgazar (perder grasa, ahora sí) por motivos de salud, conservando dentro de lo posible las máximas probabilidades de mantener el peso perdido, hacerlo con salud, y en el marco de un estilo de alimentación equilibrado y científicamente contrastado, cambie de sistema. Las estadísticas (con las probabilidades otra vez a vueltas) juegan en su contra.

4. No me disgusta que haya gente a la que “le sirva” el método. Ya lo sé, hay gente a la que la homeopatía también “le sirve”… y esta circunstancia no me disgusta tampoco, hace tiempo que aprendí a convivir con esta realidad. Sólo digo que me da pena ver cómo irresolutos “creyentes” consiguen determinados objetivos gracias a la fe en cualquiera de estas estrategias mientras creen que sus metas son alcanzadas en virtud del cientifismo con el que se nos vende el sistema, ya sea el de la dieta, ya sea el de la homeopatía (o el de las flores de Bach, las amatistas del quinto infierno o las esencias energéticas del universo, me da igual).

5. No me da envidia que Pierre Dukan “se forre”. De momento vivo muy bien como estoy, y les aseguro que no cambiaría la paz de mi casa, por el estar tan pronto en un crucero dando consejos y cenando con fanáticos seguidores de mi sistema (si lo tuviera, que no creo que se dé nunca el caso), como más tarde en un avión camino de un plató de Sao Paulo. En sentido contrario, sí me dan envidia las personas que sacan adelante sus vidas y que, siendo por ejemplo profesionales sanitarios, idean una vacuna contra una enfermedad incurable. No tanta envidia me dan (más bien ninguna) aquellas otras personas que se hacen de oro aprovechándose en una lid desproporcionada y a todas luces injusta de la necesidad e ignorancia (a partes iguales) de la población general.

6. No me molesta en absoluto que haya “descubierto” la gallina de los huevos de oro, no me molesta, en definitiva, su éxito o su fama. Y no lo hace porque, en realidad, no ha descubierto nada nuevo. Las dietas hiperproteicas en el tratamiento de la obesidad son tan viejas en el abordaje de esta problemática como el ábaco lo es al mundo de la informática. De hecho la primera dieta popular (de moda, milagro o como quieran llamarlas) para adelgazar de la que se tiene constancia se le atribuye a William Banting, allá por mediados del S. XIX. ¿saben cuáles eran sus postulados? Pues sí, acertaron. Si no los mismos, sí muy, muy requeteparecidos: en esencia la demonización de los alimentos ricos en hidratos de carbono, y la exaltación de los ricos en proteínas, en especial los de origen animal. ¿Acaso la proporción de obesos ha descendido gracias a William Banting, porque mira que ha llovido desde entonces; acaso lo ha hecho gracias a Dukan en los últimos dos años? No hace falta que respondan, es una pregunta retórica.

Así pues, que cada palo aguante su vela, y antes que alguien se ponga a elucubrar sobre las razones de por qué el posicionamiento de la gran mayoría de las sociedades científicas de reconoicido prestigio en todo el mundo, incluidas las de los dietistas-nutricionistas, está en contra de este método, más le valdría tentarse las ropas. En especial cuando se acusa ya no al colectivo en general sino a personas concretas de las que se desconoce prácticamente todo.

 

 

 

Dos voces autorizadas más en contra del método Dukan

Además del ya conocido documento patrio de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (AEDN) elaborado por el Grupo de Revisión Estudio y Posicionamiento (GREP) en contra del método Dukan, existen otros posicionamientos de sociedades científicas también contrarios, menos conocidos en nuestras fronteras, pero también importantes a la hora de tenerlos en cuenta (los dos primeros que vienen a mi cabeza son el de la Asociación Británica de Dietistas, y el de la francesa Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, del Medio Ambiente y del Trabajo –ANSES-).

Aunque no de forma expresa haciendo referencia al Método Dukan, existen otras instituciones de reconocido prestigio que advierten de los peligros de seguir dietas con alto contenido proteico (una de las características inherentes al método Dukan) y de lo ineficaz de su aplicación para el tratamiento de la obesidad.

Una de ellas es la American Hearth Association que en un documento actualizado en enero de este año «pone en su sitio» a las dietas con alto contenido en proteínas y sostiene, entre otras cosas, qué: «las personas que afronten este tipo de dietas por periodos de tiempo largos podrían no recibir la suficiente cantidad de vitaminas y minerales, además de asumir otros potenciales riesgos sobre su salud«

Antes de toda la vorágine dukaniana, en 2007 la OMS también advertía de la inexistencia de evidencia científica que avalara la eficacia de este tipo de dietas. En su documento «The challenge of obesity in the WHO European Region and the strategies for response» en la tabla 22.1 se puede observar un resumen de la evidencia al respecto de la efectividad de distintas estrategias dietéticas en el tratamiento de la obesidad:

Lo que viene a indicar el recuadro señalado en rojo y con la flecha es qué, sobre las dietas con alto contenido proteico (y con, proporcionalmente bajo contenido en hidratos de carbono, es decir el típico patrón «Dukaniano») en el tratamiento de la obesidad:

No existe una buena evidencia en cuanto a su efectividad y,

2º Que no tienen un perfil de seguridad claro ni a corto ni a largo plazo, además de que no hay constancia de su efectividad a largo plazo.

Se puede decir más alto pero no más claro, Sr. Dukan.

Dukan vs «El nutricionista de la general»

El posicionamiento científico del colectivo nacional de dietistas-nutricionistas al respecto del “Método Dukan» es de todo menos ambiguo (Postura del Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas -GREP-AEDN- sobre el método Dukan). En resumen, se le tacha (lo tachamos) de ser ineficaz, fraudulento y potencialmente peligroso para la salud. Esta opinión científica está basada y documentada en virtud del actual conocimiento científico sobre el tratamiento de la obesidad y de la vigente legislación española. Este documento al que me refiero lo ha hecho suyo el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y se puede consultar en la página web de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) con el fin, supongo, de dar respuesta a todos aquellos ciudadanos que se pregunten acerca de la idoneidad de dicho supuesto método adelgazante.

En este marco, el Planetario de Pamplona celebra, el próximo viernes 9 de marzo, a las 9.00 horas, una mesa redonda científica con el título “Controversias en torno a las dietas de adelgazamiento”. En la mesa tendrá lugar un encuentro poco usual entre el Sr. Pierre Dukan y «El nutricionista de la general«. Digo «poco usual» porque, hasta donde yo conozco, es la primera vez que el Sr. Dukan en persona accede a exponer sus planteamientos dietéticos en un foro de debate científico.

Según nota de prensa del Planetario de Pamplona, la estructura de la mesa redonda será la siguiente:

Presentará el acto el Dr. J. Alfredo Martínez Hernández, catedrático de Nutrición de la Universidad de Navarra.

Moderarán la mesa el Dr. Santiago Navas Carretero, de la Universidad de Navarra y D. Giuseppe Russolillo, presidente de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (AEDN).

Intervendrán el Sr. Pierre Dukan, creador del “Método Dukan” y D. Juan Revenga, miembro de la Junta de Gobierno de la AEDN.

Tras la realización de la mesa redonda se abrirá el turno para una discusión científica y sobre cuestiones de los asistentes.

La cita es en el Planetario de Pamplona (c/Sancho Ramírez, s/n) y la asistencia es libre hasta completar el aforo.

Fruto de este encuentro y para todas aquellas personas que estando interesadas no puedan asistir, lo único que puede hacer este «nutricionista de la general», de momento, es aportar el resumen de mi intervención tal y como se lo he aportado al servicio de comunicación del evento. Aquí lo tienen:

“Bases científicas de una dieta equilibrada de adelgazamiento”

Juan Revenga

RESUMEN

La prevalencia de la obesidad y el sobrepeso en la población del “primer mundo” es importante; de igual forma, la incidencia de estas enfermedades año a año presenta cifras preocupantes. En palabras de la OMS estamos ante una epidemia de obesidad.

Ante esta situación la sociedad contemporánea muestra un interés creciente por los problemas de la nutrición y la alimentación del hombre. Sin embargo, este interés se acompaña de la aparición constante de falacias, mitos, dietas mágicas, que constituyen hoy en día un grave problema al que, necesariamente debemos hacer frente, puesto que llega a poner en peligro nuestra salud.

Al mismo tiempo resulta llamativa la alta proporción de personas que recurren a medios de comunicación poco cualificados para recabar información a la hora de adelgazar. Es preciso que los profesionales de la salud y los investigadores hagan llegar a la población general las características que de forma habitual reúnen todas las estrategias denominadas como populares (“fad diets”), de moda o milagrosas y al mismo tiempo informen de los riesgos que se asumen al seguirlas.

Más allá de los defectos formales que son habituales en este tipo de estrategias dirigidas para ser adquiridas por un importante número de personas, merece la pena abordar los riesgos concretos que en el momento actual y con especial incidencia tienen las denominadas dietas hiperproteicas, proteinadas o con alto contenido en proteínas que son las que, están “de moda”. El actual y muy reciente consenso FESNAD-SEEDO sobre obesidad, tras una exhaustiva, pormenorizada y detallada revisión de la literatura científica al respecto del tratamiento de la obesidad, aporta tanto las actuales evidencias en cuanto al uso terapéutico de este tipo de dietas como una serie de recomendaciones generales, pero muy concisas al mismo tiempo, de cómo ha de realizarse el abordaje del enfermo obeso.


Foto: Dreamstime

 

Comentario del libro «La dieta anti Dukan»

Hace unos días ya les comentaba la noticia de una nueva aparición editorial, el libro titulado «La dieta anti Dukan» de Terica Uriol y Ana María Pascual de Ediciones B, y prometí que lo leería y que lo comentaría.  En esas estamos. Vamos allá:

Páginas: 222, de las cuales 111, justo la primera mitad, se dedican a desmontar el método Dukan (además de otras dietas de moda) es decir, a hablar de lo perjudicial que es y de los «posibles» efectos secundarios del método Dukan y de otras dietas de moda o milagrosas. «Posibles» está entre comillas porque pese a la opinión dogmática de que estos efectos secundarios son inherentes al seguimiento del método Dukan, en las ciencias de la salud resulta conveniente hablar más en términos de probabilidades o de aumento o disminución del riesgo, que en forma de «seguridades».

El tiempo que le dediqué en una lectura crítica y analítica fue de 4 horas y media. Tiempo en el que dilapidé un taco de post-it enterito con el fin de anotar aquellos aspectos del libro que llamaron mi atención o que, con mucha más frecuencia, simplemente estaban mal o eran inexactos o susceptibles de matización. Me llamó la atención qué:

  • El índice ocupa nada más y nada menos que 5 páginas, y que
  • En la segunda mitad del libro, las otras 111 páginas, lejos de encontrar una detallada propuesta dietética, se hallan: una pequeña loa a la dieta mediterránea; la presentación del «original» método propuesto por la autora, «la dieta del bocadillo», y del que se dice de sí misma Terica Uriol ser la inventora; además, recetas y más recetas (hasta ocupar 25 páginas con ellas) y, al final, un llamamiento a la «depuración» para todos aquellos a los que les hubiera ido mal el método Dukan (y no en referencia a la depuración mental, que bien podría ser, si no a la necesidad de seguir algún tipo de estrategia dietética depurativa post-Dukan).

Vamos a ver, en el libro encontramos cosas buenas y cosas no tan buenas. A mi entender es bueno:

  • La existencia en el mercado de una réplica, más o menos documentada, a los arriesgados planteamientos propuestos en el método Dukan con sus infinitos ejemplares vendidos. Una alternativa a quienes sin conocer demasiado del tema se plantean con espíritu crítico la apisonadora editorial del señor Dukan.  Ya está, se acabó, no le encuentro mayor bondad.

En sentido contrario sí que le encuentro diversos puntos débiles y que quiero señalar con el más puro afán de crítica constructiva. En cuanto a la forma:

  • La utilización de testimonios para defender los aspectos negativos del método Dukan. Resulta que en el documento de Postura del Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (GREP-AED-N) referido al método Dukan y publicado en la web del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (y que es mencionado en el texto para remachar su mensaje), se menciona que el método Dukan es milagroso por reunir una serie de características entre ellas la de incluir relatos, historias o testimonios para aportar credibilidad. Resulta cuando menos chocante que en este libro se encuentren no menos de 10 testimonios o casos (reales o ficticios, quién lo sabe) a los que se dedican, más o menos, 36 páginas. Hacerlo así, con testimonios, es una de las claves para desenmascarar dietas milagro.
  • La escasez de citas y referencias en la bibliografía, hay muy pocas. Sin ir más lejos el documento del GREP-AEDN contiene 22 citas bibliográficas para refrendar su postura en un documento que escasamente ocupa un folio y medio. Sin embargo, el libro aporta 21 citas bibliográficas para criticar a Dukan, para apoyar sus tesis, para defender su «dieta del bocadillo», etc. algo a todas luces escaso. No obstante la autora hace mención a múltiples estudios de espectaculares resultados, que no digo que no sean ciertos, pero que desde luego no cita o no lo hace de la forma más idónea para que el lector interesado pueda comprobarlo por sus propios medios. Como decía Ben Goldacre en su muy recomendable «Mala ciencia«, escribir un libro con «apariencia» erudita es muy fácil, consiste en dispersar unos cuantos números entre paréntesis o en superíndice a lo largo del texto… eso le da el aspecto de una obra erudita.
  • Pero lo peor no es no citar, lo peor es plagiar y hacer propio el trabajo de otros. En concreto en la página 28 del libro la autora menciona 6 claves para distinguir las dietas milagro, pues bien, esas 6 son las mismas que las que se pueden encontrar en el documento de la American Dietetic Association «Position of the American Dietetic Association: food and nutrition misinformation«. Pero hay un detalle más, en el libro se mencionan 6 como las premisas de las dietas milagro, y no 9. Tantas como 9 son las que contiene el documento original. ¿saben cuál de entre las tres que faltan no se menciona? Pues sí, acertaron, la de «incluir relatos, historias o testimonios para aportar credibilidad«.
  • Además, de nuevo en la página 28, se señalan una serie de características para descubrir las dietas milagro, entre estas, aquellas que se caracterizan por prometer resultados rápidos, sin esfuerzo y anunciando que son seguras, algo en lo que estoy totalmente de acuerdo. No obstante, al hablar de su dieta dice textualmente que es una «dieta eficaz, sana, divertida y, sobre todo fácil de seguir». ¿No es esta una forma bastante directa de contradecirse salvo que también se considere su propuesta dietética como una más entre las dieta milagro?
  • Siguiendo con temas relacionados con la forma es francamente mejorable la escasa precisión con la que en el texto se hace referencia a los profesionales sanitarios. Para empezar la autora, Terica Uriol, en la contraportada, viene definida como «dietista-nutricionista» y no lo es. Miente en cuanto a su categoría profesional (ver Ley 44/2003 de Ordenación de Profesiones Sanitarias, LOPS). ¿Verdad que nadie se diría de sí mismo que es médico sin serlo o por el mero hecho de saber mucho de medicina? Médico es quien tiene el título universitario que así le define y le representa como tal. Pues con el término dietista-nutricionista (las dos palabras juntas y separadas por guión) sucede exactamente igual, se precisa de un título universitario concreto y no se es dietista-nutricionista por el único y mero hecho de saber mucho de estas disciplinas. En este sentido y de igual forma se refiere al señor Dukan en términos de «doctor» cuando no lo es, como «nutricionista» o «dietista» cuando tampoco; a los verdaderamente «dietistas-nutricionistas» como simplemente «dietistas» o «nutricionistas» y de ella misma se dice en la presentación «nutricionista», una denominación sobre la que habría que discutir mucho su adecuación a la luz de la disposición adicional segunda de la LOPS: «No podrán utilizarse otras denominaciones [profesionales] que, por su significado, puedan inducir a confusión con aquéllas».
  • Ya por último en este aspecto, la portada. Manzana (verde) y cinta métrica al canto. En cuanto al título, en la portada, destaca la palabra Dukan sobre cualquier otra reservando sólo para el apellido del señor Dukan la letra de mayor tamaño. Una práctica legítima, que duda cabe, pero cuestionable desde un punto de vista utilitarista.

En cuanto a los contenidos:

  • Poca chicha, adecuada eso sí, pero poca chicha. Haciendo buena la expresión de D. Abel Mariné relativa a que las dietas de moda tienen cosas originales y buenas pero que las originales no son buenas y las buenas no son originales, en este libro encontramos un montón de cuestiones históricamente conocidas y defendidas por la comunidad científica. Me parece estupendo, lo digo de verdad, el poder contar con un libro que denosta aquellas propuestas dietéticas carentes de aval científico y que proponen una forma de comer más equilibrada y que es acorde con las recomendaciones común y racionalmente aceptadas. Pero la originalidad brilla por su ausencia.
  • No me convence el uso del concepto práctico de «dieta». La venta o publicidad de una solución a los problemas de obesidad a partir del «hacer dieta» me parecen estrategias desafortunadas e ineficaces en el momento de dirigir este mensaje a la población general. Entiendo que, en lo que se refiere al título, las cuestiones de marketing editorial hayan tenido un peso importante. No pretendo entrar demasiado en este tema y prefiero dirigir a todo aquel que esté interesado en el concepto de no hacer dieta jamás al magnífico libro de Julio Basulto «No más dieta» Ed. Random-House Mondadori (nótese que también figura en su portada una manzana verde, sí, pero tachada en lo que podría ser entendido como un mensaje de lo que se va a encontrar dentro).
  • Hay mucho más, inexactitudes varias y errores poco deseables. Por ejemplo, me dejó de piedra la siguiente expresión (página 57): «Otros efectos adversos del estado de cetosis son las cefaleas […] El motivo es que el cerebro no está bien alimentado sólo con grasa«.
  • No me resisto a dejar de destacar en relación a los contenidos, la invitación que se hace en el libro a la necesidad de «depurar» el organismo tras el seguimiento durante un tiempo del método Dukan. Fíjense en este reciente artículo («Alternative Detox«, publicado el 31 de enero de 2012 en la prestigiosa publicación British Medical Bulletin) en él se razona que las terapias desintoxicantes como herramienta y fin dentro de las terapias alternativas, incluidas las dietéticas, constituyen un reclamo publicitario habitual, pero que carecen hasta el momento de la evidencia necesaria en cuanto a su utilidad. Los autores del artículo mencionado recomiendan por tanto huir de todas aquellos métodos, dietas o sistemas que realicen afirmaciones tendentes a la desintoxicación: naturopatía, homeopatía o estrategias dietéticas desintoxicantes (o depurativas) entre otras. En descargo de la obra que ahora comento se puede decir que este artículo es muy novedoso, más que la publicación del libro. No obstante, el uso de estos conceptos (desintoxicante, depurativo, etc.) es y ha sido considerado por la comunidad científica como sospechoso y habitualmente vinculado a un entorno poco serio.
  • Por último, conviene también prestar atención a las recetas propuestas y al carácter «divertido» del plan «la dieta del bocadillo, tal y como se hace referencia a ella en el libro. Cuando alguien te invita a que en una receta de cogollos con anchoas escurras el aceite de la lata (hasta aquí aceptable) y que además las seques con un papel absorbente o te sugiere que para una receta de arroz con pollo se utilice media cucharada de aceite para freír toda una pechuga de pollo cortada en dados, conviene preguntarse qué concepto tiene ésa persona de la diversión en la mesa.

En resumen, un libro que quizá le pueda venir bien a quien no tenga mucha idea de nutrición o a quien crea (equivocadamente eso sí) que «hacer dieta» es una de las claves para adelgazar. Por todo lo demás, dada su escasez de buena originalidad y su falta de rigor no cabe sino plantearse una vez más la pregunta, ¿hacía falta? Yo creo que no.

 

 

Nuevo libro: «La dieta anti Dukan»

 

Acaba de ver la luz el enésimo libro sobre dietas, «La dieta anti Dukan«. Ya tardaba. He de reconocer que aun no he tenido tiempo de echármelo a los ojos pero no tardaré demasiado.

En la nota de prensa que acompaña su lanzamiento se dice que «… por fin llega a los lectores un libro que explica claramente por qué [la dieta es peligrosa para la salud] y propone una manera mejor de adelgazar».

Estoy de acuerdo en que existen infinitas mejores formas de adelgazar y mantener el peso perdido conservando la salud que hacerlo a partir del método Dukan, es más, considero que su propuesta es una de las más desacertadas entre las posibles.

Así pues demos un voto de confianza a este libro que sin lugar a dudas se publica, con toda la intención, a rebufo de un desacertado pero muy popular método. Y es que precisamente es el tema del rebufo el que no me deja buen cuerpo a priori. En cualquier caso la pregunta es inevitable: ¿hacía falta?

Ya veremos.