El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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Origen de los bulos sobre las grandes empresas de la industria alimentaria

De tiempo en tiempo y con relativa frecuencia saltan a la palestra los más variopintos bulos sobre casi no importa qué producto de la industria alimentaria. Algunos de estos bulos son generales, como aquel que te conté sobre el atún en lata radioactivo o aquel otro sobre los enigmáticos números en la base de los “cartones” de leche. Otros aluden directamente a un producto concreto de una empresa determinada. En este último caso los hoax o bulos (mal) intencionados divulgados por medios electrónicos y redes sociales suelen dirigirse hacia empresas punteras en su sector con grandes cifras de venta. Son especialmente conocidos los referidos a Cocacola, Nestlé, Danone… ya que es con ellas y no con empresas de menos empaque con las que se consigue un mayor impacto y dispersión del bulo. Sobre la última de las empresas mencionadas, seguro que recuerdas aquellos que aludían a que uno de sus productos “estrella” el Actimel producía un efecto contrario al deseado (en este caso el adecuado funcionamiento del sistema inmune) cuando se seguía un consumo crónico del producto de más de una semana ya que según el bulo las defensas de nuestro cuerpo se “acostumbraban a depender del Actimel”.

Lays artesanas 2Sobre el verdadero origen de estas leyendas urbanas, su porqué, solo puedo expresar mi opinión y decir que a pesar de que hay quien afirma que algunas de ellas son fruto de un extrabajador despechado o que las emprende la competencia a mí estas explicaciones me parece otro bulo más en sí mismos. En mi opinión, podrían ser estrategias o incluso “ejercicios” de márquetin con los que se ensaya hasta donde se puede llegar, o simplemente representar la poco edificante labor de esa figura conocida como el troll, o de personas conspiranoicas con cierta influencia pero escaso conocimiento. Otra posibilidad es la de llamar la atención con el fin de ser renviado de forma masiva y, con ello, permitir a los piratas informáticos hacerse con una buena cantidad de correos electrónicos. Sinceramente, no lo tengo nada claro y lo más probable es que no todos los bulos compartan un mismo porqué.

Sin embargo, el ejemplo concreto que hoy os traigo es algo diferente y también algo más reciente (yo lo he conocido hace bastante poco). Se trata del cambio en la denominación comercial de las “Patatas Lay’s Artesanas”. Desde hace ya un tiempo (creo que desde 2011) este producto ha pasado de lucir en su envase la denominación concreta de “artesanas” a (fíjate bien) “artesancis” pero con una tipografía tal que sigue pareciendo que pone la denominación anterior. A partir de ahí, empezaron a surgir las conjeturas, las suposiciones y los bulos (incluso desde algunos medios de comunicación) que daban a entender o que decían abiertamente que este cambio era debido a que alguien (nunca se concreta quién) le había prohibido a la marca el uso de la expresión “artesanas” tal cual dado que su elaboración no era precisamente artesanal.

Lays artasanas 2

No obstante, si bien es cierto que su elaboración no tiene nada de artesanal, todo apunta a que en buena lógica el cambio en la denominación “artesanal” por “artesancis” se debe al interés de la marca por abaratar costes y conseguir un único envase (una única bolsa) que sea igualmente válida tanto para el mercado español como para el portugués. De hecho, en la bolsa a la que me refiero toda la información se aporta de forma paritaria en ambos idiomas… todo salvo la denominación. Así, con esa especial tipografía, al poner “artesancis” se consigue que el consumidor español lea “artesanas” sin demasiados problemas y que al mismo tiempo el portugués lea “artesanais” que viene a ser lo mismo. Hasta aquí la explicación más probable tal y como también se explica de forma convincente en el blog “República del Branding” en este post.

Además de estas razones, y pese a lo que les pese a las personas con una mentalidad más conspiranoica que racional, el uso de expresiones como “artesano”, “natural”, “casero”, “mediterráneo” en la publicidad es… gratuito y se pueden usar libremente aunque su uso implique un contrasentido patente en esta clase de productos tal y como comenté en la entrada Son croquetas caseras porque lo pone en la caja.

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Post data: Si bien es cierto que no comulgo con muchas de las políticas y practicas publicitarias de una buena parte de la industria alimentaria, creo que no es necesario confundir esta opinión con el reconocimiento de estos bulos y, en la medida de lo posible, ponerlos en su sitio o arrojar un poco de luz sobre el tema.

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Nota: Quiero agradecer a un buen alumno, Mariano Giménez (@ilpicas), su inquietud y aportaciones para hacer esta entrada

Imágenes: Juan Revenga (@juan_revenga)

Obesidad y más en dibujos animados

¿Tienes veinte minutos? Estupendo, vete a correr o a dar un paseo o a dar una vuelta en bici. Si no los tienes quédate, ponte cómodo que vamos a ver una serie de fragmentos  de vídeo y de cortos que además de entretener te van a hacer llegar un mensaje importante: Come menos, come (y bebe) mejor y muévete más. Pero hazme caso, en cuanto tengas esos veinte minutos ve a poner en práctica todo eso que se te va remover por dentro tras ver los dibujos.

Dice mi vecina Madre Reciente que algunas de las actuales películas de animación alcanzan la cuadratura del círculo cuando consiguen entretener a pequeños y mayores. Yo añadiría que esa perfección se alcanza cuando además consiguen de forma positiva que te plantees algunos aspectos de nuestras características vitales. De esas pelis hay ya varias, pero en esta entrada y tratándose de este blog no me queda otra que señalar dos bien concretas. Una de ellas es Ratatouille y la subliminal recomendación de que nos acerquemos más a los fogones a preparar comida sencilla (un día le dedicaré un post completito). Y la otra es Wall-E, de la que ya hablé en una ocasión en otro artículo y su contundente alegato, administrado sin anestesia, en favor de la necesidad de replantearnos urgentemente nuestro estilo de vida en relación con el aumento de la obesidad.  Creo que merece la pena, volver a rescatar alguna de sus escenas principales. En resumen: El tándem de poca (casi nula) actividad física unido a constante sobrealimentación, igual a obesidad. El mensaje no puede ser más claro, conciso, conveniente y fuera de toda duda.


Más reciente y novedoso es este corto animado que ha servido como vídeo promocional del FMX 2013, un encuentro para profesionales sobre animación, efectos visuales, juegos y “transmedia”. El caso es que no he encontrado en la fuente original título para este vídeo pero sin embargo en algunos medios que se han hecho eco de él le han atribuido un título del tipo “¿Qué pasaría si los animales salvajes comieran comida basura?”. Veámoslo.


Bien, tal y como alguno ha dejado caer su duda, ¿porqué necesitarían cazar estos animales si ya tienen comida basura? Además, más que haber comido, y mucho, más bien parecen animales rellenos de helio.

Mucho más en serio, duro incluso, es este otro vídeo que a pesar de ser conocido desde hace bastante tiempo al final no he podido resistirme a traerlo al blog. Quizá la curiosa política publicitaria de la principal marca de bebidas y refrescos en el mundo haya servido de acicate. El vídeo que os digo hace una dura crítica al consumo de refrescos azucarados y su relación con la obesidad, la diabetes tipo dos y otras patologías asociadas. Buena animación y buen sonido, vamos con él.


Impactante. Has de saber que este vídeo está promovido por el Centre for Science in the Public Interest . Creo que es el momento de ponerme serio y volver a recordar que con independencia de la marca de refrescos que consideres y ya sean con, sin o bajas en calorías, su consumo está asociado a patrones de consumo menos saludables que aquellos otros que, también como norma general, las excluyen. Así pues, ya no es que tomes “refrescos con” o “refrescos sin”, pasa de los refrescos y bebe agua. Y come mejor. No sé que empeño tiene Coca-cola en emplear de forma sistemática sus excelentes campañas publicitarias (hay que reconocerlo, son buenas) para negar la mayor. Sobre este aspecto no voy a entrar en demasiados detalles ya que un compañero de profesión @Midietacojea se ha encargado de forma sublime de hacer saber la opinión que muchos profesionales de la nutrición tenemos sobre este tipo de campañas publicitarias. La puedes consultar en este enlace: “La publicidad de Coca-Cola: Un repaso a la hipocresía en sus anuncios”.

A modo de colofón, no estaría de más que le echaras un vistazo a este documento (y que se lo echara también algún directivo de la consabida “compañía”) sobre verdades y falsedades en torno al consumo de refrescos azucarados editado por el mismo organismo que ha hecho el vídeo de los osos.

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Esta entrada participa en la III Edición del Carnaval de la Nutrición, organizado por el blog Scientia

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¿Puede la compañía Coca-Cola ayudar a combatir la obesidad?

La propia compañía dice que sí.

Sorprendido se ha quedado todo el mundo, en especial los norteamericanos, cuando la semana pasada se emitió en primicia y con bastante expectación un anuncio televisivo, una publicidad, de la compañía Coca-Cola en la que se hacía referencia explícita al papel de las bebidas refrescantes en la incidencia sobre la salud pública, más en concreto sobre la obesidad. Antes de continuar, quizá sería conveniente que le echaras un vistazo y juzgaras por ti mismo.

Creo que se entiende bastante bien, no obstante dejo aquí su trascripción. Sinceramente, he preferido no traducirlo no sea que la Coca-Cola Company se mosquee, así que si tienes algún problema para entender el mensaje te sugiero que uses alguna página web para poder ayudarte:

For over 125 years, we’ve been bringing people together. Today, we’d like people to come together on something that concerns all of us: obesity.

The long term health of our families and the country is at stake. And as the nation’s leading beverage company, we can play an important role. Across our portfolio of more than 650 beverages, we now offer over 180 low and no-calorie choices. And most of our full calorie beverages now have low or no calorie versions.

Over the last 15 years, this has helped to reduce the average calories per serving across our industry’s products in the US by about 22%. We’ve created smaller-portion controled sizes for our most popular drinks and will have them in about 90% of the country by the end of this year. We’ve added the calorie content of all our beverages on the front, to help make it even easier for people to make informed decisions.

For elementary, middle, and high schools our industry has voluntarily changed its offerings to primarily waters, juices, and low and no-calorie options. This has helped to reduce the calories from our industry’s beverages in those schools by 90% since 2004.

We support programs like the Boys & Girls Club of America that enable young people to get active and start healthy habits early.

Leading is also about new thinking which is why we will continue to work with scientists and nutritionists on innovative things like zero calorie all-natural sweeteners.

But beating obesity will take action by all of us. Based on one simple common sense fact: all calories count. No matter where they come from. Including Coca-Cola and everything else with calories. And if you eat and drink more calories than you burn off, you’ll gain weight.

The well-being of our families and communities concerns everyone. And finding a solution will take continued effort from all of us. But at Coca-Cola, we know when people come together, we can make a real difference.

Son dos minutos de minireportaje-reflexión particular que se dedican, casi a partes iguales a lanzar dos mensajes.

En primer lugar a destacar que en los últimos años, casi incluso en el último siglo, la incidencia de la obesidad entre la población mundial ha sido espectacular haciendo notar que su incremento se debe al exceso en el consumo de calorías… sea cual sea la fuente de su procedencia, y no solo a partir de los refrescos azucarados (algo sobre lo que no estoy muy de acuerdo). Haciendo mención a que la compañía Coca-Cola viene proveyendo también al mercado de esos mismos refrescos en sus versiones con un aporte reducido de calorías, o sin ellas.

Y además, a proponerse desde ahora y en adelante como una empresa que quiere formar parte de la solución, en vez de ser observada como parte del problema, tal y como es percibida por una buena parte de la sociedad, incluido una buena parte de las instituciones sanitarias.

Me temo que el tema no dejará indiferente a muchos. Algunos líderes de opinión sobre estas cuestiones, como por ejemplo “Marion Nestle” han tildado este nuevo rumbo de la compañía Coca-Cola como de una “asombrosa desfachatez” por parte de la empresa, afirmando que:

Si Coca-Cola quisiera de verdad ayudar a prevenir la obesidad esta debería, antes de nada, dejar de:

  • Dirigir al público infantil su marketing de «bebe más Coca-Cola»
  • Impulsar su marketing hacía aquellas poblaciones de menores ingresos.
  • Invertir sus recursos para evitar los impuestos extra sobre los refrescos.
  • Luchar contra las propuestas de eliminar las máquinas de vending con este tipo de productos en las escuelas.
  • “Sobornar» [textualmente] a instituciones vinculadas con la salud para que dejen de hablar de las investigaciones que relacionan el consumo de refrescos azucarados con la alimentación inadecuada o con el aumento de peso.
  • Impulsar las ventas de Coca-Cola en los países en desarrollo, donde las tasas de obesidad y sus enfermedades relacionadas se están disparando.

Por mi parte, creo que es indispensable considerar que el consumo habitual de este tipo de bebidas, sea cual sea su marca y sean con, sin o bajas en calorías, se circunscribe dentro de un patrón de consumo alimentario menos saludable que aquellos otros que, también como norma general, las excluyen. Es decir, ya no son sólo las calorías que aporta cada refresco (o no, si son sus versiones “light” o “zero”) sino que las asociaciones, mejor dicho, el marco en el que se suelen consumir “más allá de las recomendaciones” tampoco es el más recomendable: las probabilidades de consumo de coke + ensalada + fruta son menores que las de coke + pizza + brownies… por poner sólo un ejemplo.

Ya veremos en que se traduce este posicionamiento. Tiempo al tiempo.