El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

La falacia de catalogar los alimentos en buenos y malos

Iba a decir que al llegar la primavera a nuestras vidas los suplementos dominicales y demás revistas se preñan de artículos referidos a la bondad y maldad de determinados alimentos, pero es falso. Este tipo de artículos al que me refiero no conocen la estacionalidad; lo mismo en otoño que en cualquier otro momento un «Haz frente a los 10 peores enemigos de tu alimentación» o un «Los 10 mejores alimentos para cuidar tu salud», pueden sorprendernos en el papel cuché sin previo aviso.

No voy a entrar en la crítica interna de cómo se aborda el tema en estos medios, que es mal por lo general (periodistas no especializados, periodistas mal especializados, especialistas trasnochados, etc.), aunque siempre hay excepciones. Lo que me interesa es destacar el error de concepto que supone empezar catalogando a los alimentos en «buenos» o «malos» en los titulares con independencia de cómo se aborde luego el tema. Y conste que me refiero sólo a la salud, no a sus cualidades organolépticas. Ni tampoco a si son de origen ecológico, obtenidos por medios tradicionales o transgénicos, ya llegará el momento de que me meta en tales huertos.

No hay, no existen, los alimentos “buenos” y los alimentos “malos”. Su bondad o maldad no depende de la naturaleza del propio alimento sino del uso que de ellos hagamos en términos de frecuencia de consumo y cantidad. Es decir su idoneidad o inconveniencia dependerá del uso que de ellos haga cada persona, en virtud tanto de sus circunstancias fisiológicas (edad, sexo, condición física, embarazo, lactancia, etc.), como patológicas (ser diabético, celiaco intolerante a la lactosa, alérgico a un determinado producto, padecer un determinado trastorno metabólico, etc.)

A ver si empezando por el principio y con unos cuantos ejemplos consigo hacerme entender.

PRIMER PASO: Veamos primero la definición de alimento aportada por el  REGLAMENTO (CE) No 178/2002 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 28 de enero de 2002 por el que se establecen los principios y los requisitos generales de la legislación alimentaria, se crea la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y se fijan procedimientos relativos a la seguridad alimentaria, alimento es: “cualquier sustancia o producto destinados a ser ingeridos por los seres humanos o con probabilidad razonable de serlo, tanto si han sido transformados entera o parcialmente como si  no. «Alimento» incluye las bebidas, la goma de mascar y cualquier sustancia,  incluida el agua, incorporada voluntariamente al alimento durante su fabricación, preparación o tratamiento”.

En esta legislación no se hace referencia en ningún momento a los alimentos “buenos” o “malos” (ni en ninguna otra). A mi modo de ver queda claro que, grosso modo, alimento es todo aquello que se destina a ser consumido, en este caso ingerido.

SEGUNDO PASO: Las recomendaciones de consumo. Las distintas administraciones sanitarias, como ya hemos visto, dirigen mensajes a la población general con la intención de aconsejar un determinado patrón de alimentos con el fin de tener un mejor patrón de salud. Vamos a fijarnos en el ejemplo que nos toca más de cerca, la pirámide de la alimentación saludable de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) 2004[1] adoptada por nuestro Gobierno de España a través de su correspondiente Ministerio. En ella están representados todos los alimentos por grupos, todos. Todos, toditos, todos. Es cierto que no se “ven” todos, por ejemplo, “no se ven” la genuina Coca-cola, o las hamburguesas de McDonalds, los higos, los dátiles, los berros, la carne caballo, o los “palitos de cangrejo” entre otros centenares más. Pero sí es cierto que todos ellos están representados en su correspondiente grupo; sólo hay que saber un poco de alimentación para saber ubicarlos en su lugar. Quizá, he de reconocerlo, aquí hay un posible punto débil del sistema, no todo el mundo sabe en qué grupo hacer caer un alimento concreto (¿dónde metemos, se preguntarán muchos, las bebida de soja?).

TERCER PASO: Atribuir a cada grupo de alimentos una frecuencia de consumo recomendada y, cuando se consuma, establecer una ración, una cantidad estándar de referencia para todos ellos. Con este sistema, en la tabla anterior, se tienen una serie de indicaciones acordes con lo que sería un patrón de alimentación más o menos saludable. Para contrastar de forma sencilla y rápida cuánto se adecúa nuestro patrón a las recomendaciones la OCU puso a disposición de la población general una herramienta de la que ya dimos cuenta en este blog y que se puede consultar aquí.

CUARTO PASO: Algunos ejemplos

  • ¿Son las setas venenosas un alimento? No, las setas venenosas, cuando se sabe que son venenosas, no son “un producto destinado a ser ingerido por los seres humanos” tal y como reza la definición mencionada en el primer paso. Otra cosa es que por error se lleguen a consumir. Así pues no son alimento, y por tanto, ni bueno, ni malo. Son un elemento dañino para la salud. No tienen grupo asignado.
  • ¿Es el agua un alimento “bueno”? No, el agua es un alimento más con su patrón de consumo concreto en términos de frecuencia y cantidad. Creo que a nadie escapa que el hacer un uso deficitario de la misma acarreará en poco tiempo fatales consecuencias. En sentido contrario pasarse en su consumo puede tener también efectos negativos que pueden conducir incluso a la muerte. Y hay ejemplos de ello.
  • ¿Es el pan un alimento «bueno»? No, ídem que anterior y, además, aun observando las recomendaciones habrá que considerar la persona concreta que asume tales recomendaciones… ¿Qué ocurriría si fuese celiaca?
  • ¿Son los refrescos un alimento «malo»? No, vuelve a tratarse de un alimento sobre el que se hacen una serie de aclaraciones en cuanto a su consumo. En este caso estaríamos hablando de un producto cuya frecuencia de consumo se recomienda que sea ocasional y en cantidades contenidas. Todo ello, una vez más, en relación a la persona concreta que asuma su consumo. No es lo mismo que un maratoniano se beba un refresco azucarado tras sus entrenamientos diarios que, que un ciudadano medio (sedentario) se endiñe todos los días dos litros del mismo refresco.
  • ¿Son las bayas de goji un «super alimento»? No, son similares a las moras que podemos encontrar en los ribazos de cualquier río y, en relación con las sustancias de las que presume, con menor cantidad que las propias moras (¡qué recuerdos! ¿se acuerdan de la fiebre de las bayas de goji?)

Y así, se podría seguir hasta el aburrimiento y la respuesta a todas las preguntas de similar contenido sería que no hay alimentos buenos ni malos, si no frecuencias y cantidades recomendadas en base a las circunstancias concretas de cada uno.

Además, lo correcto o incorrecto de la alimentación de un individuo no va a depender en exclusiva de la inclusión de un alimento concreto en su dieta, sino más bien del conjunto de toda ella en relación con su situación particular, incluidos su nivel de actividad física.

Así pues dejemos de hacer listas de alimentos buenos y malos tratemos de seguir un patrón general adecuado tal y como vimos en entradas anteriores, como por ejemplo las de “Tres consejos en seis palabras”, “Adiós Mi Pirámide, hola Mi Plato o “En salud, la unidad es dos: alimentación y ejercicio”.

Sirva esta entrada para que, en el futuro, cuando exprese mi opinión documentada sobre cualquier alimento o producto concreto, se tenga esta entrada como referencia de lo que es mí parecer general al respecto.

Sirva también para poner en cuarentena cualquier publicación que nos hable de alimentos buenos y malos, en especial si en la misma revista hay una sección destinada al horóscopo.

 

 


[1] Nota del Nutricionista del a general: Vaya por adelantado que esta herramienta es, a mi juicio, francamente mejorable, pero es la que tenemos.

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Foto 1: kevin dooley

Foto 2: ChicagoGeek

 

 

 

 

 

9 comentarios

  1. Dice ser Una forma de vender...

    Menudo montaje con nuestra salud…
    Encima ponen a actores muy reconocidos a propagar muchos de estos «timos» y ellos, pobrecitos, que necesitan un sobresueldo, se prestan a jugar con nosotros…
    Es para ayudar a necesitados, por lo que se prestan a estas campañas los famosos, no cabe duda de ello, bueno…
    Un modo como otro cualquiera de manejarnos como pobres borregos,tambien con nuestra salud y nutricion. No cabe duda, pero, si nos dejamos??? Siempre, solemos tener, aquello que sembramos, adelante y a comprar…

    03 abril 2012 | 10:59

  2. Dice ser Una forma de vender...

    ¿No será mejor, asesorarnos por médicos y nutricionistas reconocidos, como bien dice este artiículo y dejarnos de otras modernidades mil que solo nos llevan al engaño sin escrúpulos y al bolsillo enriquecido de cuatro desaprensivos sin mas conocimientos?
    Vamos a ponernos a ello con sentido común, no es una tonteria para descuidar.
    Nutrirnos con expertos y hacer deporte con una igual orientacion experta, hay esta la clave de todo ello.

    Fuera vendedores de humo baratos y que viven de intentar jugar con nuestra salud que es cosa seria, cuidado con ello y con todos ellos….

    03 abril 2012 | 11:20

  3. Dice ser Daniel L.

    vaya papelón que has hecho.
    1º toda la información y las normas oficiales con respecto a la alimentación se supeditan al negocio de las multinacionales, por eso hay alimentos que son un negocio y son malísimos (sí, malos) para la salud pero no se dice nada, ejemplos: la leche de vaca o el azúcar.
    2º la cantidad de aditivos tóxicos, venenosos o cancerígenos es inmensa y se permite. todos esos E-…, el aspartamo, el fluor…
    3º cualquier alimento que tenga propiedades beneficiosas será denostado inmediatamente, como has hecho tú con las bayas de goji (un superalimento, como muchas bayas). ¿cuándo habéis oido hablar de la quinoa o el amaranto? si buscáis mucho, os enteraréis de que son los mejores alimentos de origen vegetal, que, por sí solos, cubren las necesidades de una persona; además son baratos y crecen en cualquier sitio, lo cual puede ser la ruina para toda esta gentuza.
    4º ni se os ocurra hablar del agua de mar pq os llamarán locos como mínimo.
    5º tampoco mencionéis que los alimentos alcanizan o acidifican el organismo, los alimentos ácidos hacen enfermar y se puede alcalinizar con limón y bicarbonato (barato y sencillo, así que no interesa).
    internet aun no está censurado. la tele miente y en estos temas mucho.

    03 abril 2012 | 11:57

  4. Dice ser Daniel L.

    Recordarle al bloguero que el síndrome tóxico no fue debido al aceite de colza adulterado si no a los experimentos con tomates de nuestras autoridades científicas…

    03 abril 2012 | 12:12

  5. Dice ser andrenio

    «No hay, no existen, los alimentos “buenos” y los alimentos “malos”. Su bondad o maldad no depende de la naturaleza del propio alimento sino del uso que de ellos hagamos en términos de frecuencia de consumo y cantidad»

    Aunque la distincion «bueno-malo» pueda resultar simplista en realidad es una forma inteligente de clasificar los alimentos en funcion de lo recomendable que es su consumo y lo saludables que son o no para nuestro organismo.

    Es evidente que la cantidad importa, que el aceite de oliva sea sano no significa que lo sea tomar 1 litro al dia, sin embargo de igual modo un alimento insano no deja de serlo por consumirse en poca cantidad o esporadicamente: es menos malo para el organismo comer bolleria industrial o embutidos grasos una vez a la semana que no todos los dias, pero ello no significa que sea sano en absoluto.
    Si hay alimentos cuyo consumo se recomienda sea esporadico u ocasional es justamente por que no son sanos.
    Yo haria una clasificacion entre alimentos saludables ( aquellos cuya composicion nutricional responde a nuestras necesidades) y no saludables (los que no).
    Es precisamente la gran cantidad de alimentos insanos cargados de grasas, azucares y sal que inunda los supermercados la principal causa de la epidemia de obesidad que padecemos y las enfermedades relacionadas. http://www.dietapaleolitica.es/showthread.php?t=155

    03 abril 2012 | 13:30

  6. Dice ser Ivan Sanz

    Lo bueno o malo de un alimento depende principalmente de «estudios» que saque el telediario, que en una misma edición puede hablar de la lacra del botellón entre la juventud y luego decir que un vaso de vino al día es bueno para el corazón.

    ¿Sabías que la ciencia ha descubierto que el corazón es un segundo cerebro?:

    http://www.ivansanz.com/2012/04/03/el-cerebro-del-corazon/

    03 abril 2012 | 13:49

  7. Dice ser swim

    10 Luego llamó a la gente y les dijo: «Oíd y entended.
    11 No es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo
    que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre.»

    25 Comed todo lo que se vende en el mercado sin plantearos
    cuestiones de conciencia;
    26 pues = del Señor es la tierra y todo cuanto contiene. =
    27 Si un infiel os invita y vosotros aceptáis, comed todo lo que os
    presente sin plantearos cuestiones de conciencia.
    28 Mas si alguien os dice: «Esto ha sido ofrecido en sacrificio», no lo
    comáis, a causa del que lo advirtió y por motivos de conciencia.
    29 No me refiero a tu conciencia, sino a la del otro; pues ¿cómo va a
    ser juzgada la libertad de mi conciencia por una conciencia ajena?
    30 Si yo tomo algo dando gracias, ¿por qué voy a ser reprendido por
    aquello mismo que tomo dando gracias?

    03 abril 2012 | 19:20

  8. el-nutricionista-de-la-general

    Un compañero dietista-nutricionista, Aitor, un buen compañero, me ha hecho saber que él en su blog «Mi dieta cojea» (http://midietacojea.com/) hizo en febrero una entrada con un título muy similar a este de hoy «La falacia de los alimentos buenos y malos» (http://midietacojea.com/2012/02/19/la-falacia-de-los-alimentos-buenos-y-malos/)

    El caso es que yo lo leí en su día. Es probable que mi subconsciente se quedara con el título y, con posterioridad, mi consciente lo verbalizara en el post de hoy. Ambos post, el suyo y el mío, persiguen el mismo objetivo: comentar lo absurdo de la clasificación simplista de los alimentos en buenos o malos.

    Afortunadamente la forma de hacerlo no es la misma, es decir, «compartimos» título y fines, pero usamos razonamientos y medios diferentes para llegar a la misma conclusión. A través de este medio quiero disculparme si ha dado la impresión de que he «pisado» titular y temática, pero no era mi intención. Ruego acepten mis disculpas.

    Por ventura este hecho también sirve para poner de relieve que muchos profesionales dietistas-nutricionistas estamos «en sintonía»: perseguimos objetivos similares y estamos volcados en dar respuestas a muchos de los errores y sinsentidos que acogotan a la población general en relación con la alimentación, la nutrición y la salud. No dejen de visitar y seguir «Mi dieta cojea», no les defraudará.

    04 abril 2012 | 09:55

  9. Dice ser David

    Somos lo que comemos, Socrates.
    Así empieza siempre el japonés que conocí y que puede dar una solución donde otros no la encuentran. Mediante una «buena» alimentación y la sabiduría del cuerpo, se puede reestablecer el equilibrio. Así, muchas de las enfermedades cambian.
    Lógico e Interesante,¿no?

    https://www.facebook.com/ComeBienySanaConTaka

    04 abril 2012 | 13:29

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