El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

Archivo de la categoría ‘Suplementos’

Nuevo libro: Comer sin miedo

Comer sin miedoSé que te hace falta, lo has de leer. A ti que tanto te preocupas por lo que comes y dejas de comer, a ti que realizas tantas elecciones y tantos descartes alimentarios con el motivo que sea, te mereces este libro. No, no te lo mereces, lo necesitas.

¿Eres vegetariano porque no soportas la muerte de animales? Bien, pues cada vez que abres la boca para meter comida, aunque sea para comer un suculento salteado de germinados ecológicos, mueren animales por ese motivo. ¿No me crees? Vale, ya te lo decía yo, tienes que leer el libro.

¿Odias todo lo que lleve química o aditivos? ¿temes el hecho de comer alimentos transgénicos y los genes que estos aportan? Estupendo también, seguro que tienes tus argumentos (o deberías tenerlos) para mantener esas conductas. Pero que sepas que cada vez que te llevas un bocado a la boca, atiende: de lo que sea, estás introduciendo química, con mucha probabilidad aditivos (sean naturales como la mayoría o artificiales) y, 100% seguro, genes ajenos a tu especie. ¿Sorprendido? Lee el libro.

¿Te acuerdas de las bayas de goji? Hace cuatro años hacían furor y todo el mundo las conocía. Las vendían, te lo aseguro porque lo viví, en la farmacia, en la verdulería, la tienda de herbodietética, la de frutos secos a peso y, pásmate, también las vi en una carnicería. Estaban en todas partes. ¿De donde vino aquella fiebre, porque ha desaparecido y ahora la gente ya no sabe de qué les hablas, cuál era su verdadero origen, era el Himalaya a más de 4.000 metros? Más bien no. Tendrás que leer el libro.

¿Sabías que lo de que las zanahorias sean buenas para la vista deriva de una ardid histórica en el marco de la guerra aérea acontecida entre la RAF y la Lutwaffe durante la II Guerra Mundial? Pues sí, pero habrás de hacerte con el libro.

¿Son los antioxidantes buenos, son malos, es mejor el vegetarianismo que otras soluciones dietéticas, qué patrón dietético es mejor para adelgazar, está el bisfenol A dejando estéril a la población varonil…? Y así una larga lista de de cuestiones que son abordadas con mucho sentido común en “Comer sin miedo”… ya se sabe muchas veces el menos común de los sentidos.

Es posible que muchas de tus decisiones alimentarias las tomes completamente convencido, estoy seguro, pero, ¿te has parado a preguntarte si estás equivocado, es decir, completamente equivocado ya que lo que te hayan contado o hayas oído poco o nada tenga que ver con la realidad? Te lo pregunto porque se puede estar plenamente convencido de algo y, al mismo tiempo estar equivocado. Esas cosas pasan (Nota: ya que estamos en tiempo de rebajas, hoy te recomiendo dos libros por el precio de uno: “Convencidos pero equivocados” una guía para reconocer espejismos en la vida cotidiana. De Thomas Gilovich, Ed. Milrazones, 2009. Te adelanto que este no es sencillo de encontrar)

Volviendo al tema que nos ocupa, J. M. Mulet, es el autor del libro al que me refiero hoy: Comer sin miedo, Ed. Destino, 2014. En él se ofrecen una serie de perspectivas mucho más amplias al respecto de decenas de temas alimentarios sobre los que, quizá amplíe tu perspectiva y te ofrezca una serie de puntos de vista que, es posible no tuvieras. En sí mismo, no me digas que no es una buena propuesta: ofrecer más puntos de vista, no solo los que tienes. Luego ya si eso, que cada cual haga lo que quiera, pero que al menos que se tomen decisiones tras haber observado estas cuestiones con todos sus matices. Al menos más matices, no solo unos pocos.

Lo más gracioso del tema es que no se trata de las opiniones del autor, sino que en la mayor parte de las ocasiones esa nueva perspectiva se desprende, simplemente, de analizar la cuestión de cada momento (los alimentos ecológicos, las elecciones dietéticas personales, la química de la cocina, etcétera) con una racional lógica o de ponerla bajo el microscopio de la historia. En muchas ocasiones las dos cosas, lógica más historia. No suele hacer falta más para aportar una visión quizá poco frecuente pero terriblemente racional al mismo tiempo sobre cada uno de los temas. En otras ocasiones, las menos, porque no suele hacer falta, se recurre a estudios científicos como estrategia probatoria de sus argumentos o bien como elemento para sembrar la duda razonable. Lo que no es poca cosa cuando la salud está en juego.

Se trata de un volumen de fácil lectura, que consigue a la perfección los que intuyo serían dos de los objetivos originales de su autor: arrojar luz sobre una de las cuestiones más mundanas y debatidas en nuestras vidas que es aquello que comemos; y entretener ya que las bromas y los guiños irónicos son frecuentes a lo largo de toda la obra.

————————————————-

Post Data: Me siento profundamente agradecido por la mención expresa que J.M. Mulet hace a este blog “El nutricionista de la general”, entre otros, como una fuente de consulta fiable y precisa. Orgulloso me hallo. No es para menos.

Suplementos y complementos dietéticos con sorpresa (y no precisamente agradable)

nuchylee vía freedigitalphotos.net

nuchylee vía freedigitalphotos.net

En diversas ocasiones he aportado en este blog mi opinión sobre los complementos y suplementos dietéticos. En general, creo que son innecesarios o una pérdida de dinero. En la mayoría de las ocasiones las dos cosas a la vez. Pero además pueden ser peligrosos. Y no me refiero al peligro intrínseco que supondría el exceder la ingesta máxima tolerable de las distintas sustancias que suelen aportar estos productos, algo que no hay que perder de vista cuando se suplementa a la ligera y que entra dentro de lo probable.

Me refiero al peligro de que no lleven lo que dicen que llevan y que, además, incluyan sustancias, fármacos, no declarados. Pensarás que me ha dado un siroco conspiranoico. Pero no, o no al menos si nos ceñimos a lo que recientemente se ha puesto de relieve en Estados Unidos a raíz de una investigación del diario USA Today.

Según esta reveladora investigación se estima que existe una amplia gama de este tipo de productos que: 1º incluyen sustancias de acción farmacológica no declaradas y; 2º no pocos de los directivos de estos “laboratorios”, además de contar con importantes antecedentes penales (muchas veces relacionados con la posesión de drogas y medicamentos de manera ilegal) están inmersos en procesos legales fruto de las irregularidades halladas en los productos que comercializan las empresas para las que trabajan.

A mí, que queréis que os diga, me llama poderosamente la atención que aquellos productos que habitualmente se comercializan bajo la etiqueta de “natural” contengan sustancias que han de estar sometidas a una estrecha vigilancia farmacológica. La posible razón, y esto es un suponer, es que ya que por lo visto esas sustancias “naturales” no hacen nada o tienen el mismo efecto que untarse las orejas con vino, es decir, nulo, sus fabricantes “aderezan” esos productos con aquellas drogas de acción farmacológica que sí han demostrado el efecto perseguido. ¿Quieres ejemplos? Vamos allá.

Sin ir más lejos, uno de estos suplementos nutricionales (las píldoras de la tranquilidad del Dr. Larry) que se vendían para conciliar el sueño de forma “natural” a base de incluir raíz de escrofularia y regaliz, resulta que además incluía dos potentes fármacos, un antipsicótico (Clorpromacina), y un antidepresivo (doxepina). ¿Asustado? No te culpo; pero espera aun hay más.

Por ejemplo, en algunas pastillas también “naturales” para favorecer la actividad sexual se encontraron cantidades significativas de tadalafilo el principio activo de Cialis, un fármaco para tratar la disfunción eréctil y que es un análogo del sildenafilo (presente en Viagra). Igual merece la pena que leas esta entrada ¿Te “alegras de verme” o acaso tomas fitoterapia adulterada?. Eso en el caso de los suplementos para los hombres, en el caso de las pastillas “para las mujeres” también estaban contaminadas

Victor Habbick vía freedigitalphotos.net

Victor Habbick vía freedigitalphotos.net

Los escándalos siguen y no son precisamente una anécdota en este mundillo de los suplementos y los complementos: suplementos deportivos con esteroides, suplementos vitamínicos con análogos del sildenafilo (otra vez), complementos dietéticos supuestamente para perder peso que contienen fármacos diuréticos, no declarados, de venta exclusiva con receta, etcétera. La Food and Drug Administration, la FDA, que es el organismo de la administración norteamericana que ha de velar por la seguridad (y en su caso por la efectividad) de alimentos y fármacos cuenta en la actualidad con un listado de 123 empresas que comercializan cuatro centenares largos de productos (suplementos y complementos) que se distribuyen adulterados o contaminados. Lo más “gracioso” es que el tema viene de largo. Sin ir más lejos, en enero de 2009 la misma FDA amplió un listado inicial de complementos dietéticos que se vendían con la presunta finalidad de ser útiles en la pérdida de peso. En ese listado aparecían nada más y nada menos que 69 productos adulterados con diversos fármacos (tienes el listado en este enlace).

Al final, qué quieres que te diga, podría dar igual que los directivos de estas empresas tengan o no antecedentes por delitos violentos, evasión de impuestos… pero cuando la cosa trasciende a la posesión de drogas o de fármacos y a su distribución ilegal el tema cambia bastante.

No sé cómo de fino andará este mundillo en España, lo que queda claro es que de vez en cuando también saltan algunas alarmas con los mismos o similares problemas. El verdadero problema es que tanto en USA como en Europa este tipo de productos cuenta con una legislación demasiado laxa. Una legislación que, relativa a los complementos alimenticios, no exige demostrar su efectividad cuando se hace una determinada alegación relativa a la mejora de la salud o de una determinada condición. Aunque, bien mirado, son precisamente esas alegaciones las que no pueden hacerse cuando están circunscritas a los productos con una pretendida finalidad sanitaria (te sugiero que leas la entrada Cómo saltarse a la torera una normativa: la publicidad de productos, servicios… con pretendida finalidad sanitaria)

Que no te engañen, los productos a los que me refiero se suelen etiquetar como “suplementos dietéticosy su venta es frecuente en Internet, pero también en herboristerías e incluso en farmacias. La mayoría de ellos se declaran con ingredientes o componentes “naturales”, muchas veces a base de “plantas”.

Lo más sangrante de todo este asunto es precisamente que la venta de estos productos suele estar circunscrita a su “naturalidad”, y no con poca frecuencia son las personas que quieren huir de los fármacos tradicionales (vaya usted a saber por qué razón) las que terminan siendo sus principales compradores… vaya ironía.

——————————————-

Otras entradas que pueden interesarte son:

Principio de año ¡y yo sin mis suplementos!

Doña Isabel: su estilo de alimentación es mejorable

¿Te “alegras de verme” o acaso tomas fitoterapia adulterada?

Los productos milagro son abundantes y los ciudadanos no denunciamos

Excusas erróneas (y frecuentes) para tomar un suplemento vitamínico

Cómo saltarse a la torera una normativa: la publicidad de productos, servicios… con pretendida finalidad sanitaria

Maldito nutricionismo

Nutricosmética: otra filfa con la nutrición como epicentro

¿Viagra contra la obesidad?

El ansiado Top-Five de las peores dietas milagro para 2014

Stuart Miles vía freedigitalphotos

Stuart Miles vía freedigitalphotos

Esto empieza a ser un clásico. Me refiero a la clasificación que anualmente hace la Asociación Británica de Dietética (BDA) sobre las dietas milagro que más riesgo tienen de popularizarse entre la población general el próximo año, al menos entre la población británica. Y bueno, como no están tan lejos y conocemos de sobra el comportamiento viral de este tipo de absurdeces dietéticas, es también bastante probable que notemos su influencia por estos lares. Así ocurrió si recuerdas con la dieta OMG que estaba en la clasificación del año pasado (que se abordó convenientemente en el blog en este enlace y en este otro) y que llegó hasta España a bombo y platillo… y poco impacto, afortunadamente.

Pues bien, en esta nueva edición tenemos nuevas y dantescas incorporaciones (aunque algunas sean viejos planteamientos, como ya veremos) y algunos sean viejos conocidos. Vamos allá con este ignominioso y actualizado ranking.

5º puesto

Ocupado por uno de esos viejos conocidos a los que aludía. Me refiero a la dieta o o método Dukan. Un astro que al parecer está en un ocaso anunciado en el mundo de las dietas milagro. Recordemos que sus planteamientos ocuparon el número uno de esta poco honorable clasificación en las tres últimas ediciones. Qué decir que no se conozca ya de este maravilloso método; así que pasemos al cuarto puesto… ¡Ah sí!, se me olvidaba, se puede decir, por ejemplo, el dato sin importancia que recoge la BDA en su clasificación: que a su creador, Pierre Dukan, este año 2013, se le ha prohibido ejercer como médico de cabecera en Francia. Significativo. Sigamos

4º Puesto

Otro “sistema adelgazante” que repite presencia, y puesto, este año con respecto al anterior y que hace dos años ocupaba el 2º puesto. Se trata de de la práctica de la alcorexia o también llamada drunkorexia. Está claro que se me acumula el trabajo, el año pasado anuncié un post dedicado a abordar esta salvaje propuesta dietética y sin embargo ha pasado un año y aún no lo he hecho. Queda pendiente, sin falta, para este 2014. Palabrita. De momento y como avance baste decir lo mismo que transmití el año pasado por estas fechas, se trata  en seguir un patrón de alimentación francamente contenido y restrictivo a lo largo de un día o incluso de la semana con la meta puesta en un próximo, nunca muy lejano,  consumo compulsivo de bebidas alcohólicas. La finalidad es que las calorías de más de las bebidas alcohólicas no te hagan engordar ya que para eso se ha ido creando un balance negativo.

3º Puesto

Nueva a medias, se trata de la dieta exenta de gluten con el fin de adelgazar. ¿Te extraña, te parece que no hay base científica para postularla con esos fines? Pues tienes razón, es una magufada sin mayor sentido que el hacerse popular a base de utilizar el respaldo de personas conocidas, léanse famosillas y famosetes. Entre ellas algunas de las más destacadas Gwyneth Paltrow, una tipa que día sí, día también se despierta con ganas de contarnos su última excentricidad dietética. Acumula ya varias, a cuál más absurda. Gwyneth, bonita, a ver si lo entiendes en español que sé que el rollo spanish te pone (recuerda tu Erasmus o lo que sea en Talavera de la Reina, localidad que, hay que ver, te ha hecho hija adoptiva): ser famosa por lo que haces delante de las cámaras no te convierte en experta en nutrición. Anda maja, déjalo, please. Give up, porfis.

 2º Puesto

Una de las verdaderas novedades. Nueva en la lista y nueva en sus planteamientos, al menos para mí y entrando con fuerza, se trata de un planteamiento mitad (pseudo) médico, mitad (pseudo) morfológico. Es la dieta del biotipo. Por lo que cuenta la BDA se trata de poner en relación seis tipos hormonales diferentes con también seis patrones de distribución de la grasa corporal. Una vez establecida esta bio-tontería que solo sus promotores son capaces de defender, se trataría de hacer listas de alimentos prohibidos, alimentos permitidos y, por supuesto recurrir al tema de los suplementos curalo-todo. Esta claro que he de hacer los deberes y ponerme al día. Queda pendiente el detallar su funcionamiento en una próxima entrada. De momento empieza muy mal ya que reúne una buena parte de todos los rasgos diferenciales de las dietas milagro populares y que puedes consultar en esta entrada.

Y por último, en el primer puesto… la tontería de las tonterías, la reina de las reinas de las dietas milagro más peligrosas para 2014 al tiempo que menos recomendables, en el  number one y por tanto en la cimaaaaaaaa…

1º Puesto para

Una vieja conocida de este blog, que al parecer han sacado del baúl de los recuerdos y la han desempolvado, el respiracionismo (este sí que ha sido tratado en el blog y puedes consultarlo pinchando en el enlace). O sea, alimentarse solo de los rayos del sol (el “solo” es importante y no está puesto a tontas y locas). Es decir, es la propuesta de adelgazar dejando de comer. Nos ha jorobado. En su descargo, he de decir que es la única de esta lista que tiene un sustento científico importante. Es más, llevado a sus últimas consecuencias te termina dejando, muy, pero que muy delgadito o delgadita. Tanto como para que te pongan un pijama de pino y… hala, a criar malvas. Hay que decir que no seríais los primeros, o lo que es lo mismo, hay historias de éxito detrás que garantizan sus resultados (modo irónico: on).

Bien, ahora que ya os las he contado, no me digáis que os pillaron desprevenidos.

——————————————————

 

Ganoderma lucidum o reishi, língzhī… ¿la seta anti cáncer?

Eric Steinert (Wikimedia Commons)

Eric Steinert (Wikimedia Commons)

Con el nombre científico de Ganoderma lucidum se conoce un hongo saprófito de gran tamaño sobre el que se hacen descansar innumerables beneficios para la salud basados en la milenaria medicina china y oriental. Así, esta seta se conoce con distintos nombres en función del país que se trate: en chino recibe el nombre de língzhī, en japones reishi y en coreano yeongji.

Este post responde a la duda de una seguidora en twitter que me preguntaba mi opinión al respecto de este artículo y de las múltiples alegaciones salutíferas que al parecer se desprenderían de su uso.

Lo cierto es que el uso del hongo en cuestión es de los que más trayectoria tiene en los planteamientos de la medicina tradicional china. Además de ello no son pocos los estudios científicos publicados al respecto de su, teóricamente, probada efectividad en la curación y tratamiento del cáncer además de en las dolencias circulatorias, cuestiones inmunitarias, etcétera. Sin embargo…

Lo que dice el consenso sobre el uso del G. lucidum en el cáncer 

El tema del cáncer, como bien sabes, es un motivo de creciente preocupación en nuestro entorno, en especial porque supone una causa de mortalidad importante. Además de las perspectivas una vez diagnosticado, los pacientes tienen que hacer frente a los efectos secundarios de los tratamientos habituales: la radio y la quimioterapia. En estas circunstancias no pocas personas vuelven su mirada hacia tratamientos basados en la medicina complementaria y alternativa. En principio, este sería el caso de lo que ocurre con el G. lucidum cuyos extractos se suelen utilizar dentro de la medicina tradicional china como un suplemento para fortalecer el sistema inmunológico. Sin embargo, la evidencia clínica de su eficacia es escasa y se necesita de más estudios para proporcionar una información convincente de sus posibles beneficios más allá de la tradición.

La Librería Cochrane publicó en 2012 una revisión de los datos relativos a la utilidad de G. lucidum en el tratamiento del cáncer concluyendo que no se encontraron pruebas de la utilidad de este hongo en el tratamiento de primera línea de esta dolencia. En este documento, se afirma que a día de hoy no hay mayores evidencias que demuestren que el uso de G. lucidum suponga una mayor supervivencia a largo plazo en los pacientes diagnosticados de cáncer. No obstante, teniendo en cuenta su potencial para mejorar la respuesta tumoral y la estimulación de la inmunidad de los pacientes G. lucidum podría ser administrado como un tratamiento complementario junto al convencional. Al mismo tiempo, se detectaron escasos efectos adversos de poca importancia (insomnio, nauseas…) en su uso.

Para finalizar, esta revisión sostiene que en el futuro se debería mejorar la calidad metodológica y la investigación clínica de los próximos estudios en este terreno. En especial, porque las principales limitaciones de esta revisión radican, en primer lugar, en que la mayoría de los estudios contaban con una muestra pequeña y ofrecian dudas  sobre su calidad metodológica. En segundo lugar, porque todos los participantes de los distintos ensayos fueron reclutados entre la población china. Por todo ello, en resumen, facilita que la solidez y la aplicabilidad de estos resultados no sean todo lo deseables que deberían para terminar por sacar una conclusión más contundente.

Por su parte la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha dado respuesta a tres consultas referentes al potencial efecto beneficioso de los extractos de G. lucidum en el bienestar general, en el control del colesterol y en el fortalecimiento del sistema inmune. En todos los casos la respuesta de la EFSA fue la misma: con los datos disponibles no se puede establecer una relación de causa y efecto entre el uso de G. lucidum y las alegaciones anteriormente sugeridas.

Así pues, esto es lo que hay. De momento. Porque si parece que en este terreno podría haber una, al menos, interesante línea de investigación. No sé si decir prometedora, pero desde luego sí interesante, tal y como apunta la American Cancer Society, por lo menos en relación al cáncer de próstata.

——————————————–

Nota: Quiero agradecer encarecidamente a María José Alonso (‏@mjalonso001) la documentación aportada en forma de enlaces, entre la que es preciso también citar este monográfico sobre las cualidades farmacológicas de los principales principios activos de G. lucidum o al menos de los más estudiados. Y por su puesto a Mercedes López Sánch(@mercedesls66) que alentó el debate sobre este tema y dio pie en una conversación de tuittera a una especie de trabaja cooperativo sin organizarnos previamente (@RaquelBlascoR, @SusanaGregorioM, @gbagaria75, @dietaporter…)

“Coulis de licopeno” o ketchup, la salsa de la discordia

Bocata ketchupEntre aquellos alimentos que tienen que soportar una negra, y a mi modo de ver injustificada leyenda figura sin lugar a dudas el ketchup. Un producto al que, así a lo tonto, ya le vengo dedicando con este tres post seguidos.

Antes de meternos en materia déjame que te explique el título de hoy, cuya correcta  interpretación no tiene porqué ser inmediata. Por coulis, voz francesa admitida en el DRAE, se entiende en el ámbito culinario y gastronómico aquellas salsas concentradas de verduras o frutas, más espesas que ligeras, que se utilizan frecuente pero no exclusivamente en el marco de la repostería para napar tartas, pasteles, carnes, pescados o cualquier otra receta que se preste a ello. Así, son frecuentes los coulis de frutas como el de frambuesa, de fresa, de pera… y también de verduras u hortalizas como el coulis de tomate al que yo me he permitido la licencia de apijotarlo como coulis de licopeno para referirme al kétchup, por ser este, el licopeno, uno de sus componentes más característicos.

¿Cuál es el origen del kétchup?

Al parecer, y en contra de la creencia popular, el origen del ketchup tanto en su concepto como sobre todo su nombre se encuentra en una antigua receta china conocida como ke-tsiap. Este preparado servía más para conservar las carnes y los pescados que para acompañarlos en una época que aun queda por determinar y sin que evidentemente esta mezcla a base de vinagre y azúcar contara con el tomate entre sus ingredientes. Alcanzó una popularidad notable pero no fue hasta el S XVII cuando fue conocida por los marinos ingleses en su exploración del continente asiático. Tratándose como se trataba de un elemento para la conservación de los alimentos este “descubrimiento” fue felizmente acogido entre los marineros por razones obvias, aún sin tomate. Al final, la generalización en el uso del tomate para acompañar este preparado llegó de la mano de un empresario Henry John Heinz quien teniendo una floreciente empresa de conservas vegetales decide en 1876 poner a la venta una especie del comentado ke-tsaip en el que además se incorporaba el famoso tomate, denominado a su producto tal y como hoy lo conocemos: ketchup.

HenryJHeinz

El kétchup: pocas calorías, libre de grasas y rico en licopeno

A día de hoy, el ketchup es una salsa de tomate con vinagre, azúcar, sal y diversas especias que, en cada caso, le dan sus característicos matices a las distintas variedades y marcas. Entre su composición, por tanto, destaca el agua, resultando en un alimento relativamente poco calórico (unas 100 kcal/100g de producto) con poca cantidad de principios inmediatos. Entre ellos destacan los hidratos de carbono, participando en su presencia los que aporta el propio tomate y el azúcar de sus ingredientes; además de una escasa cantidad de proteínas y un prácticamente despreciable contenido en grasas.

Pero si algo hay que destacar positivamente del contenido nutricional del kétchup es su contenido en un antioxidante naturalmente presente en el tomate, el licopeno. No por casualidad el tomate responde al nombre científico de Solanum lycopersicum.

¿Qué es el licopeno?

Se trata de uno de los tantos pigmentos llamados carotenoides que en muchos vegetales contribuye a dotarles de su color rojo característico. El licopeno lo podemos encontrar en sandias, pomelos rosas, albaricoques… pero está especialmente presente en los tomates y los derivados alimenticios preparados con este fruto (salsas de tomate, el propio ketchup, etcétera). Una curiosidad relacionada con el título del post de hoy resulta de conocer que la aplicación de calor sobre el tomate (para la elaboración de sus múltiples derivados) resulta en un aumento de la biodisponibilidad del licopeno. Además de las fuentes naturales, el licopeno también está dentro de la lista de aditivos alimentarios autorizados siendo posible su utilización como colorante ya que tiene asignado el código E-160d dentro de la legislación alimentaria europea.

Pero tampoco nos volvamos locos con el licopeno ni con ninguna otra sustancia de carácter antioxidante cuando la descontextualizamos fuera de un consumo adecuado de alimentos. Y es que las frecuentes relaciones del licopeno con la salud parten de esta realidad antioxidante. Quizá por está razón su uso se ha vinculado con un posible efecto beneficioso a la hora de prevenir el cáncer y otras patologías (sobre todo desde las terapias alternativas, muchas veces exagerando y engrandeciendo unas propiedades no concluyentes).

No obstante y a pesar de las fundadas buenas perspectivas que pudieran haber recaído sobre el licopeno, las evidencias concretas que se conocen a ciencia cierta sobre su efecto en la salud son limitadas. Considerado como un suplemento, el licopeno, no sale muy bien parado (tampoco mal, eso es cierto) en La Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales que clasifica la eficacia basada en evidencia científica de las distintas sustancias “naturales”, contiene la siguiente información referida al licopeno en base a su utilidad dentro de la siguiente escala: Eficaz; Probablemente eficaz, Posiblemente eficaz; Posiblemente ineficaz; Probablemente ineficaz; Ineficaz, e Insuficiente evidencia para hacer una determinación:

Probablemente eficaz para prevenir la deficiencia de licopeno [sinceramente desconozco en qué consiste o qué efectos pudiera acarrear]

Posiblemente ineficaz para prevenir la diabetes

Insuficiente evidencia para hacer una determinación en los casos de cáncer de próstata, de mama, de ovarios, pancreático, pulmón, colon y recto; manchas blancas precancerosas en la boca (leucoplasia oral); enfermedades cardiacas; enfermedades de los ojos (maculopatía relacionada con la edad); infección con el virus papiloma humano (VPH); arterioesclerosis; cataratas y otras afecciones… Para todas estas situaciones, no se dice que el licopeno no pueda ayudar sino que se necesita más y mejores estudios para poder atribuirle un efecto beneficioso en estos casos.

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria también deja bastante claro el tema de los posibles efectos del licopeno. En un informe de 2011, se afirma que por el momento no se puede establecer una relación causa y efecto entre la ingesta de licopeno (sea del origen que sea) y los beneficios sobre la salud prostática, cardiovascular, de la piel, sobre el daño en el DNA, sobre las propiedades antioxidantes, el estrés oxidativo o la salud visual.

Al final qué hacemos, ¿tomamos o no tomamos ketchup?

ketchupEn mi opinión el uso del ketchup se ha criminalizado por su frecuente asociación con la comida rápida. Una especie de “la comida rápida es poco conveniente-el ketchup se utiliza mucho en la comida rápida-luego el ketchup es malo”. Pero las cosas no funcionan así. El producto per se tiene unas características nutricionales bastante interesantes, con pocas calorías para lo que se suele creer, sin apenas grasas y con una fuente bastante potente de antioxidantes. Además su uso, normalmente se hace en cantidades relativamente reducidas. Así pues, no veo mayor problema para utilizarlo. Pero hacerlo cuando corresponde, no de forma indiscriminada o con el fin de que nuestros hijos terminen por comer lo que “se tienen que comer” tal como vimos en esta entrada. No porque sea “insano”, sino por que su uso terminará por amodorrar las ya bastante adormiladas papilas gustativas de los más pequeños y porque además, no sería esta una buena forma de educar haciendo que todo sepa a lo mismo. Precisamente por los motivos contrarios que en el fabricante de kétchup Heinz en su página web, en el apartado de “verdades y mentiras” responde lo siguiente a si es bueno que lo tomen los niños:

El ketchup es una salsa de tomate con un color y sabor muy atractivo para los niños. Por lo tanto es una forma de que tomen tomate. Además su utilización como acompañante de los platos puede ayudar a que coman otro tipo de alimentos, como por ejemplo las verduras. Se podría decir que es un aliado en la alimentación de los niños.

Pues no señores de Heinz, para mi gusto su producto es uno de los mejores (al menos desde un estricto punto de vista organoléptico y personal), pero su respuesta sobre esta cuestión deja bastante que desear… ¿ketchup con todo? No señores, no.

 

————————————————–

Nota: Este post está dedicado con cariño a Miguel A. Sabadell (@cienciadetuvida), del que hace años fui vecino en la revista «Sabor de Aragón», su sección se llamaba tal que así, «Coulis de licopeno»

Imagen: m_bartosch y Grant Cochrane vía freedigitalphotos.net; Hephaestos vía Wikimedia Commons;

¿Te “alegras de verme” o acaso tomas fitoterapia adulterada?

El tema de la fitoterapia y los supuestos remedios herbales da para mucho. Una de sus facetas, quizá la principal en términos de beneficios, es el tema del adelgazamiento: que si mira este extracto de Capsicum ( más y menos que pimiento); que si fíjate que maravilla esto de la cinarina (flamante compuesto de la alcachofa) para “quemar grasas”; o lo flipas con esta cetona de frambuesa, mil veces que mejor que vuestras cinarinas y capsaicinas juntas, etcétera. Pero la fraudeterapia, digo, fitoterapia, va mucho más allá y saquea nuestros bolsillos mientras explota a partes iguales los filones de: a) nuestras más mundanas preocupaciones y obsesiones y; b) las tradicionales y milenarias medicinas china e hindú (o de cualquier otra región más o menos exótica).

Una de las últimas aplicaciones de la timoterapia, digo, fitoterapia de las que he tenido constancia es aquella que diversifica el negocio a partir de prometer y vender entre el público masculino un aumento de la capacidad, el vigor o la potencia sexual. Bien sea prometiendo pétreas erecciones o bien eternos encuentros amorosos con los que con una sola tranca y en una sola “tacada” se pueda dar gusto a un harem de viciosas ninfómanas lascivamente sedientas de lujuria.

Andro XL

Así, en el escaparate de un par de herboristerías pude ver el otro día estos dos productos: por un lado el ANDRO XL estarás a la altura, con una imagen de un sonriente varón examinando su “fondo de calzoncillo”; y por el otro FortiPlus no para los que no pueden, sino para los que quieren más con Nacho Vidal a la cabeza.

En ambos casos se trata de complementos alimenticios con una más que dudosa efectividad en todo aquello que alegan conseguir con su utilización. En cuanto a su publicidad, la de ANDRO XL es especialmente pobre, sobre todo si la comparamos con el despliegue de medios de FortiPlus. Este último producto ha invertido a base de bien, cuenta con la imagen de una persona más o menos conocida, ha hecho un vídeo promocional bastante elocuente (y divertido, para qué nos vamos a engañar) e incluso en su campaña promocional realizó una cámara oculta con Nacho Vidal jugando a ser un farmacéutico que detrás de un mostrador terminaba recomendando FortiPlus a cualquier cliente con cualquier problema.

La verdad detrás de los erecto-suplementos

Aunque el sexo va de buen rollo y todo lo demás, no conviene mezclar churras con merinas. Ninguno de los componentes de ANDRO XL ni de FortiPlus, han demostrado fehacientemente las cualidades que se le atribuyen en su promoción y venta.

En el caso del primero, ANDRO XL, encontramos cuatro ingredientes:

  • Arginina alfa cetoglutarato: Una sal formada por la combinación del aminoácido arginina y el glutarato, carece de toda evidencia en el sentido que se persigue en este producto.
  • Citrulina: Un metabolito intermediario en el ciclo de la urea. Unos pocos estudios han estudiado su acción en el caso de la disfunción eréctil en animales (principalmente ratas) con resultados prometedores. Sin embargo los estudios en humanos son escasísimos y aun no han encontrado esa efectividad que se le presupone.
  • Epimedium L: Este es el protagonista exótico de esta recua de prodigiosas sustancias. Empezamos mal en la nomenclatura ya que cuando se emplean nombres científicos en la denominación de una especie concreta, lo que se suele hacer si se utilizan abreviaturas, es abreviar el género, en este caso Epimedium y dejar el nombre de la especie concreta el completo. Aquí, no sé por qué razón se hace al revés, dejando al usuario sin saber en concreto qué especie de Epimedium se trata. Bueno, sabemos que empieza por “L”, así que el abanico se reduce a unas tres posibles especies E. latisepalum, E. leptorrhizum y E. lishihchenii. En cualquier caso todo el género Epimedium al completo se relaciona según la medicina tradicional china con efectos afrodisiacos a partir de su contenido en icariina hasta el punto que en inglés se conoce al Epimedium como la “hierba de la cabra cachonda”(sobre el origen de esta nomenclatura dejaré que seas tú quien se pierda en las divertidas leyendas). Sustancia que ha demostrado promover el priapismo en conejos… pero hasta la fecha nunca en machos de la especie Homo sapiens sapiens. Tal y como se pone de relieve en este estudio que revisa la efectividad y seguridad de los remedios fitoterápicos en el caso de la disfunción eréctil, incluido este que nos ocupa:

Los ensayos clínicos que avalúan la efectividad de los distintos remedios fitoterápicos en el caso de la disfunción eréctil no ofrecen datos concluyentes. Se precisan más estudios en humanos para concretar la potencial efectividad estos, así como sus potenciales riesgos.

  • Por último, la ornitina alfa cetoglutarato: Una sal similar a la primera mencionada, que no está relacionada, ni de lejos con la disfunción eréctil en la literatura científica.

Ni que decir tiene que la EFSA no ha autorizado hasta el momento ni una sola alegación sobre estas sustancias que, presentes en un complemento alimenticio, justifiquen su uso como favorecedores de la erección. De hecho, no hay admitida (ni tan siquiera a trámite) ni una sola solicitud, para cualquier sustancia (recuerda que hablamos solo de alimentos y de complementos) que tenga como fin este fláccido problema.

Por su parte, la composición de FortiPlus contiene (nota: sería muy conveniente que los responsables de estos “laboratorios”, así como los del anterior, hagan un curso exprés de cómo citar correctamente especies cuando su usa su nombre científico): Tribulus terrestris, Turnera diffusa, Lepidium meyenii, Astragalus membranaceus, Ginseg panax, y arginina. Dejando de lado el último compuesto, el aminoácido, el resto son especies vegetales que tienen una amplia tradición en su uso como afrodisiacos dentro de las medicinas tradicional china y ayurvédica, o que provienen de los Andes… o vete a saber qué razón se les habrá podido ocurrir para ponerla ahí. El caso es que, como ya te he comentado, a fecha de hoy no hay ni un solo compuesto de estos que haya demostrado claramente los efectos que publicitan. Sin embargo…

El fraude y el riesgo están a la orden del día en estos preparados

VarónAhora bien, habrá quien se los tome y diga “¡caramba, mi cipotón mola un montón!” con lo cual, qué más quiere el ciego (y la ciega) que ver… Las explicaciones para que así suceda (sin complemento flaccidez y con suplemento rigidez) son las que supongo ya conoces (y que hoy solo voy a mencionar): por un lado el efecto placebo y por el otro el de regresión a la media.

Pero hay una tercera explicación que quizá no te esperes. Entra muy de lo posible que en este tipo de complementos (y ahora no me refiero a las marcas concretas mencionadas), sabiendo sus diseñadores que no sirven para nada, salvo para sacarte los cuartos jugando con tus problemas, hayan decidido adulterarlos con sustancias farmacológicas que sí tienen una probada efectividad en el tratamiento de la disfunción eréctil. Estoy hablando de incorporarles ilegalmente sildenafilo o tadalafilo, principios activos de fármacos para esta patología presentes en Viagra y Cialis respectivamente. Así lo pone de manifiesto este estudio: Adulteration of purported herbal and natural sexual performance enhancement dietary supplements with synthetic phosphodiesterase type 5 inhibitors (Adulteración en suplementos dietéticos naturales y a base de hierbas con pretendida acción sobre la mejora sexual a partir de inhibidores sintéticos de la fosfodiesterasa tipo 5). Como no tiene desperdicio el estudio te hago un resumen:

Tras evaluar 91 de estas presentaciones comerciales (complementos alimenticios y hierbas “naturales” para la disfunción eréctil) ninguna de ellas hacía la alegación de contener sustancias sintéticas: Sin embargo el 81% contenían ingredientes farmacéuticos inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5, incluyendo tadalafilo y/o sildenafilo. De todos ellos, 18 productos contenían una dosis de esas sustancias en cantidad igual o superior al 110% de la dosis máxima aprobada para su uso farmacológico.

Así, concluía el estudio, los hombres con disfunción eréctil ponen en riesgo su salud cuando recurren a productos de herbodietética y/o naturales de venta libre que pretenden mejorar el rendimiento sexual debido al peligro que supone la adulteración con inhibidores sintéticos de la fosfodiesterasa tipo 5, a la ausencia de advertencias sobre su seguridad y a las patentes faltas de calidad de los mismos.

Aquí en España no me consta que haya un estudio de similares características (y hace falta). Sin embargo, en el terreno de las denuncias, la única nota discordante con los productos mencionados es la denuncia que han presentado contra FortiPlus ACICOM y AUC. Pero esta denuncia se centra tan solo en las cuestiones publicitarias del mismo antes que en su eficacia y seguridad. Tal y como sucede en cuestiones de sexo, una pena eso de quedarse a medias.

————————–

Imagen: thaikrit vía freedigitalphotos.net

¿Son las semillas de chía un nuevo superalimento?

Semillas_de_ChíaCada cierto tiempo un “nuevo alimento” salta a la palestra rodeado de un aura de buenrollismo importante. Se nos suelen presentar como la quintaesencia de la salud, azote de enfermedades tanto metabólicas como infecciosas y también de trastornos menores o más o menos difusos tales como la pérdida de cabello, la falta de “energía vital”, de deseo sexual, etcétera. En los últimos años, al menos aquí en España destacaría el impacto que han tenido por ejemplo el ginseng (en las décadas de los 80 y 90 del pasado S. XX) y más recientemente, las bayas de goji. Un aspecto redundante en todas estas “novedades” súper saludables es su origen normalmente exótico. Resulta curioso comprobar como siempre todos estos productos proceden de lugares remotos en los que antiguas culturas han venido haciendo un uso ancestral de ellos, y siempre con muy buenos resultados. Claro.

En la actualidad, uno de esos alimentos que parecen curarlo todo, que es supersanísimo y que no le puede hacer mal nunca a nadie porque es natural ya que además no contiene gluten ni lactosa, son las semillas de chía. Si es la primera vez que oyes hablar de estas semillas no te culpo, ahora te explico en qué consiste. Ahora bien, ya verás como pronto vuelves a oír hablar de ellas.

¿Qué son las semillas de chía?

Pues tal y como se expresa, se trata de las semillas de una especie vegetal que responde al nombre de Salvia hispánica L. una planta herbácea ampliamente distribuida en diversas regiones que formó parte esencial de la cultura mesoamericana por lo que con frecuencia se le atribuye este origen (principalmente mejicano). Pertenece a la familia Lamiaceae (Lamiáceas) al igual que la menta, el tomillo, el romero y el orégano por citar unas pocas dentro de esta amplia familia.

Lo cierto es que en la composición nutricional de estas semillas destacan algunas características muy notables, entre ellas, su riqueza en ácidos grasos omega-tres (más en concreto de ácido alfa linolénico) hasta el punto de haberse postulado como el vegetal con más omega-tres, superando incluso a la riqueza en este tipo de ácidos grasos contenida en el pescado azul. Además, las semillas poseen una cantidad muy importante de fibra dietética, muy similar o superior a la que se pueda encontrar en las legumbres; y también merece la pena resaltar su alto contenido proteico. Y todo ello, claro está, al tratarse de un alimento de origen vegetal, sin colesterol, con poco sodio, sin lactosa además de sin gluten. etc.

Una de las cosas que más me llama la atención de estos temas es por ejemplo como le hemos trasplantado el nombre… lo que toda la vida ha sido conocido en nuestro entorno como “salvia” y se ha utilizado en la cocina internacional de forma más o menos amplia, hoy lo llamamos “chía”. Supongo que porque suena más exótico, ya lo comentaba más arriba. En realidad, en los recetarios más típicamente franceses e italianos lo que se ha venido utilizando de forma más frecuente eran las partes aéreas y herbáceas de esta planta, las hojas, y no tanto las semillas. Quizá este sea uno de los matices que expliquen aunque no justifiquen este cambio en su nomenclatura.

Sea como fuere el origen etimológico de la palabra “chía” ya nos pone sobre la pista de algunas de sus cualidades bromatológicas. Según la Wikipedia “chía” procede de la palabra chian que en la lengua Náhuatl (una macrolengua uto-azteca que se habla en México y en América Central) significa “aceitoso”.

Salvia_hispanica

¿Son tan destacadas sus propiedades nutricionales?

Lo cierto es que sí o al menos así me lo parecen a mí. Si consultamos las únicas tablas de composición de alimentos en las que he podido encontrar una referencia al valor nutricional de las semillas de chía (USDA Nutrient Database) resulta que 100g de estas semillas aportan cantidades más que significativas de omega-tres, fibra y proteínas. Cuestiones todas ellas a destacar porque la cantidad de omega tres en los vegetales no suele ser como para tirar cohetes, la fibra es un nutriente sobre el que la población actual tiene un consumo general claramente deficitario y la calidad de la proteína es francamente aceptable teniendo en cuenta su origen vegetal.

Pero… hay un pero. Que es el de siempre y que muchas veces se nos olvida a la hora de poner en contexto el valor nutricional de un alimento, que no es otro que la ración de consumo

¿Cuál es la ración estándar de este producto?

Normalmente entre 10 y 20 gramos. Las semillas de chía se suelen consumir más como si fuera un suplemento que como si de un alimento se tratara. Para ello se vierten de una a tres cucharadas de estas semillas en un vaso con agua, se remueve y se deja reposar unos 15 a 30 minutos. Al cabo de ese tiempo se obtiene una especie de gelatina más o menos sólida. No obstante, y en especial desde el año 2009 que la EFSA le otorgó la condición de alimento novel, pudiendo usarse como ingrediente en otras preparaciones, a día de hoy las semillas de chía las podemos encontrar en productos de panadería (no más del 5% del peso final), barritas de cereales, cereales de desayuno… se pueden también añadir a yogures, prepara zumos, etcétera. En este enlace tienes la autorización de la CE para la comercialización de las semillas de chía como alimento (por cierto, al final, tienes un resumen de la variabilidad de su composición nutricional).

Esto quiere decir que, por ejemplo, aunque 100g de semillas de chía tengan muchísimo más omega-tres que 100g de salmón, nadie en su sano juicio se comería 100g de semillas de chía y al contrario sí que comería esa cantidad o más de salmón. Y lo mismo con la fibra… comer un plato de lentejas aportará más fibra dietética que esos 10 a 20g de semillas de chía.

Es decir, las semillas de chía son un alimento que tiene unas cualidades francamente notables. Sin embargo, esta singularidad no nos debe hacer creer que son indispensables o que no se pueda alcanzar de forma sencilla y normal un adecuado equilibrio dietético a partir de una alimentación adecuadamente diversificada (sin que tener que incluirlas).

¿Son buenas para la salud?

De forma sorpresiva me encontré el otro día con un estudio científico que abordaba esta misma cuestión y además se trataba de una revisión sistemática de la literatura. Sus conclusiones fueron las siguientes:

A día de hoy la evidencia que apoya la eficacia de Salvia hispanica en el uso de no importa que enfermedad es limitada. En la actualidad [2009] solo se cuenta con dos ensayos clínicos que hayan examinado los efectos de Salvia hispanica en la enfermedad cardiovascular y sus factores de riesgo (incluyendo el peso). Si bien uno de ellos mostró algunos efectos positivos sobre estos factores de riesgo, el otro no. Ningún estudio ha demostrado efectos positivos de Salvia hispanica en la pérdida de peso. Sin embargo, el uso histórico de esta planta sugiere que su consumo es seguro (siempre que no se sea alérgico). Son necesarios más estudios que aborden el papel de Salvia hispanica como como suplemento dietético, así como su posible uso como tratamiento o prevención en las distintas enfermedades.

Por si te lo estás preguntando en la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria no hay solicitada, ni por tanto aprobada, ninguna alegación sobre el uso de las semillas de chía en relación sobre sus posibles efectos benéficos en la salud humana. Tan solo hay registradas dos consultas y opiniones relativas a su seguridad: esta de aquí y esta otra

————————————————————–

Imágenes: Magister Mathematicae y Pancrat vía Wikimedia Commons

 

 

“Entrenar, comer y dormir” la divisa de Horner, un gladiador del deporte

Chris HornerSi es un sueño que no me despierten. Si en el futuro sale a la luz que iba enchufado hasta las orejas, que no me lo digan. No lo quiero saber. Prefiero vivir engañado con la imagen en mi retina de ese Chris Horner batiéndose el cobre de pie sobre la bici. Aun creo, y quiero creer, en la épica del deporte. Llamadme romántico. Y es que el dato me gusta: en 2013 un tipo con casi 42 tacos, con más escuela que manolito, se aupó por méritos propios hasta la gloria en la Vuelta a España. Horner, un tipo normal, o al menos eso parece. Y sin que nadie a priori apostara demasiado por él. Me gusta.

A mis 43 años ni me sé ni me creo en la circunstancia de leerle la cartilla deportivamente hablando a nadie medianamente entrenado; ni tan siquiera en aquellas disciplinas en los que yo mejor me desenvuelvo… Bueno, en mi descargo podría argumentar que jamás tuve la ocasión de dedicarme profesionalmente al deporte (con sinceridad creo que tampoco hubiera brillado demasiado). Sin embargo, desde al menos 8 años atrás (y lo recuerdo muy bien) vivo con especial atención los titulares de aquellos medios que hacen recalcar la “avanzada edad” de no importa quién cuando termina por alcanzar un hito deportivo. Sé que hay muchos, en cualquier caso el primero en mi cuenta particular, ya digo que lo tengo marcado a fuego en mi memoria, fue durante los mundiales de natación de 2005 en Canadá. En aquel entonces no pocos medios rotularon sus titulares del siguiente modo: “El abuelo Mark Wernecke campeón del mundo en los 50m braza a sus 35 años” (o algo así) Fue todo un palo: ¿abuelo, 35 años? Cachis en la mar, en aquel entonces yo también tenía 35, y estuve dudando entre pedir hora para que me pusieran una dentadura postiza o llamar, indignado como estaba, uno a uno a los periódicos que usaron este titular o semejante.

Volviendo a la actualidad, una de las cosas que más me molan es, por supuesto, el lema de Horner; el secreto según él mismo de su logro: “entrenar, comer y dormir”, algo de lo que muchos debieran aprender. Sí, digo aprender y releer, antes que ponerse a estudiar la forma y manera de burlar, enmascarar y trucar sus triunfos. A suplementar su dieta con nutrientes esenciales, aminoácidos ramificados o, vade retro, a limpiarse la sangre y demás trastadas. El fraude en el deporte me da asco y, por lo que hasta ahora se sabe, en esta victoria hay muy poco de aquel y en sentido contrario mucha modestia, pundonor y genuinidad. Que Horner no se subió a una bicicleta antes de ayer lo sabemos todos, al igual que el Sr. Wernecke tampoco aprendió a nadar precisamente dos años antes de ser campeón del mundo.

Con todo ello en el haber hay otro matiz importante en la hazaña de este titán de la bicicleta. Los medios recalcan el escaso efecto que ha tenido en su caso el adoctrinamiento dietético más esperable. Al parecer Horner no sigue la pauta dietética tipo y que para otros en su misma situación es ley de vida. Horner, según los medios, sortea gran parte de las recomendaciones nutricionales y gusta de “abusar” de hamburguesas, pizzas y cocacolas. ¿Cuánto hay de cierto en todo esto? De verdad que me gustaría saberlo y poder concretarlo de forma detallada. Los medios hacen creer que, haciendo una caricatura de sus contenidos, este hombre parece vivir sentado en el sofá mazándose a refrescos y comida basura. Yo, sinceramente lo dudo. No niego que posiblemente haga sus transgresiones, pero dudo mucho que estas sean la norma. No olvidemos que este tipo de leyendas, tanto en el contenido de las dietas como en su cantidad, teniendo un origen incierto, suelen ser magnificadas por los medios de comunicación hasta llegar a formar parte del acerbo popular. Recordemos por ejemplo los mitos sobre la dieta de Michael Phelps.

En el caso que nos ocupa de veras que me gustaría conocer de primera mano las características de la dieta de Chis Horner y que fuera él mismo el que la detalle. Mientras tanto, yo me quedo con su difícilmente mejorable consejo hacia el éxito deportivo: “Entrenar, comer y dormir”.

Psoriasis, dieta y tratamientos alternativos

PsoriasisLa psoriasis es una enfermedad de la piel que en términos generales causa picazón y/o parches dolorosos de piel engrosada y enrojecida con escamas de color grisáceo. La psoriasis es frecuente que aparezca en hombros, rodillas, cuero cabelludo, espalda, cara, palmas de las manos y plantas de los pies, aunque también puede manifestarse en otras localizaciones.

 

La causa principal de la psoriasis parece estar relacionada con una alteración del sistema inmunológico. En condiciones normales, en el proceso de recambio celular, las nuevas células de la piel que crecen en la parte más profunda de la misma, suben hacia la superficie en un proceso que normalmente dura cerca de un mes. Sin embargo, en los pacientes aquejados de psoriasis este proceso se produce con mayor celeridad y se lleva a cabo en unos pocos días debido a que las nuevas células avanzan demasiado rápido. Los síntomas mencionados síntomas vienen y van con una alta variabilidad interpersonal, y todo apunta a que existen distintos elementos que pueden modificar el pronóstico. Entre los más evidentes figuran: las infecciones, el estrés, tener la piel reseca y ciertos fármacos. Además, y sin ser hereditaria, existe una cierta predisposición genética.

¿Tratamiento dietético específico? No

Los dietistas-nutricionistas no abordamos casos de psoriasis. La razón es clara, ni en la etiopatogenia de la enfermedad ni en los posibles tratamientos hay a priori elementos dietéticos que parezcan estar relacionados. En sentido contrario algunos terapeutas alternativos, en no pocas ocasiones terapéutas sanitarios (alternativos) recurren a extrañas formulaciones dietéticas con los pacientes aquejados de esta patología.

Tal y como suele suceder con muchas otras enefermedades crónicas, de difícil solución o con mecanismos etiopatológicos aun no del todo bien esclarecidos, las propuestas “alternativas” aparentan ser una solución válida para unos pacientes con frecuencia desesperados. Y es que no es para menos, la psoriasis, además de lo incómodo de sus síntomas puede afectar de forma importante a quienes la padecen a la hora de implicar un menoscabo de su imagen y, por tanto, afectar a sus relaciones sociales. Es decir, se trata de una enfermedad que tiene un impacto destacado tanto en el bienestar físico, como en el psicológico y social de los pacientes.

Por estos motivos, no es infrecuente que se termine por recurrir a determinados terapeutas enmarcados dentro de la medicina alternativa y complementaria. Entre este tipo de tratamientos son frecuentes la acupuntura, la balneoterapia, la quiropráctica, sin olvidar a la homeopatía, la aromaterapia o tratamientos «florales». Y por supuesto, la proposición de las dietas más variadas en combinación con complementos dietéticos. Sin embargo, la National Psoriasis Fundation de Estados Unidos afirma que el resultado de este tipo de intervenciones “alternativas” es tanto o más variable entre individuos distintos que los tratamientos “convencionales”. Dicho de otra forma, que lo que le ha funcionado a uno no tiene porqué funcionarle a otro. Suponiendo, esto lo digo yo, que la mejoría se le pueda atribuir fehacientemente al mencionado tratamiento, o a su efecto placebo.

Pera

En realidad el tema de hoy viene a raíz de una consulta que me hizo el otro día una lectora a la que un médico naturópata recomendó una dieta relativamente normal pero estricta al mismo tiempo con la inclusión de algunos elementos que no podía saltarse bajo ningún concepto: el desayuno consistiría de forma estricta en 3 peras, 2 manzanas y unas cuantas avellanas; la utilización de suplementos de omega tres; un depurador hepático (desconozco cuál en concreto) etcétera.

Con toda sinceridad no tengo argumentos para decir que esa pauta la vaya a ir bien o mal para la mejora de su psoriasis, pero al mismo tiempo él, el médico naturópata, tampoco creo que los tenga para decir que sí le va a ir bien. Por lo tanto eso de mostrarse tan tajante en cuanto a lo que le va ir bien (o mal) no me parece una buena asistencia.

Para terminar y a modo de resumen, concluir que a día de hoy no hay ninguna pauta dietética seria que se haya estandarizado, ni indicación alguna de suplementación, para pacientes con psoriasis sea cual sea su tipología. En sentido contrario las recomendaciones de todas las asociaciones implicadas en esta temática recomiendan, en general, una dieta equilibrada, evitar los hábitos tóxicos (alcohol y tabaco) y practicar ejercicio. En todos los casos de enfermedades crónicas, incluída la psoriasis, los pacientes debieran desconfiar de las alegaciones o esloganes del tipo «tratamientos curativos», ya que éstos no existen y, en una buena parte de los casos, se trata de fraudes que juegan y se aprovechan de la buena fe, la falta de conocimientos médicos y la desesperación de algunos afectados.

Es decir, nuestra alimentación no tiene una influencia directa sobre la evolución de la psoriasis, pero un estilo de vida adecuado puede ayudar a mantener la piel en mejor estado.

Antes de despedirme, y como viene siendo habitual en este blog cuando se abordan este tipo de temáticas, recomendaría a aquellas personas interesadas o a sus familiares el ponerse en contacto con alguna asociación de afectados de reconocida solvencia. En nuestro entorno Acción Psoriasis es una de ellas, si acaso la principal en el panorama nacional, una asociación que cuenta con una página web de interesantes contenidos.

Nota: Este artículo no sustituye la consulta con un profesional de la salud cualificado.

—————————————————

Imagen: James Heilman, MD vía Wikimedia Commons y Andy Newson vía freedigitalphotos.net

Cetona de frambuesa, otra tontería quemagrasa más, embotellada o en cápsulas

Milagros_ Stuart Miles

Hace un par de meses un lector agradecido me puso en antecedentes sobre un producto “para adelgazar” que al parecer está pegando fuerte en Alemania, se trataba de la “cetona de frambuesa” de la que no había oído hablar hasta ese momento.

Todo apunta a que se trata de la enésima filfa milagrosa que se anuncia con el fin de ayudar a sus consumidores a adelgazar a partir de un reclamo tan antiguo como absurdo e inexistente: su supuesto efecto quema-grasa.

Bien, con independencia de que existan algunas moléculas que sean indispensables para la obtención de energía a partir de los ácidos grasos, ya se comentó en esta entrada que aportarla en una mayor cantidad no tiene por qué tener un efecto beneficioso o sinérgico, más al contrario, puede ser incluso perjudicial. La L-carnitina es una de esas moléculas mencionadas en el citado post, sin embargo no está probado y tampoco tendría demasiada lógica que aportar más L-carnitina que aquella que podamos nosotros mismos sintetizar y/o aportar en el marco de una alimentación equilibrada surta el efecto de utilizar más ácidos grasos para obtener energía, es decir, que sirva para quemar más grasa.

Raspberry_ketonePero el caso de la cetona de frambuesa es diferente. Esta sustancia, una cetona aromática de naturaleza fenólica y que responde a la fórmula química 4-(4-hidroxifenil) butan-2-ona, jamás ha demostrado de forma convincente el participar o mejorar el proceso obtención de energía a partir de los ácidos grasos y mucho menos ser necesaria.

Creo que merece la pena hacer constar que su obtención a partir de la fuente natural resulta bastante costosa, sin embargo su síntesis en laboratorio es francamente barata, lo que además, sirve para poner el grito en el cielo con respecto al precio de venta que tiene este producto en el mercado de la suplementación y el adelgazamiento.

La evidencia científica sobre los beneficios de este producto es en la actualidad escasa

Por un lado tenemos la opinión científica de la EFSA de 2011 al respecto del valor del extracto de frambuesa (nótese que no es cetona, sino extracto, todo hay que decirlo) en la que se concluye que las alegaciones de que el extracto de frambuesa, ayude a mejorar la termogénesis, elemento que a su vez ayude a controlar el peso; ayude a controlar la apetito de forma natural; facilite la sensación de saciedad tras una comida; ayude a gestionar el hambre y el apetito; ayude, contribuya o facilite la pérdida de peso; o contribuya a controlar el peso corporal; no están avalados por suficientes estudios en humanos (páginas 21 y 29).

Por el otro en pubmed, la inclusión en la barra de búsqueda de raspberry ketone (cetona de frambuesa) arroja 39 resultados, de los cuales en solo 5 se relaciona esta sustancia con el peso (al menos originalmente) y de los cuales solo hay uno realizado en humanos, muy reciente, el cual comentaré a continuación.

Con el subyugante título de Eight weeks of supplementation with a multi-ingredient weight loss product enhances body composition, reduces hip and waist girth, and increases energy levels in overweight men and women (Ocho semanas de suplementación con un producto de la pérdida de peso de varios ingredientes mejora la composición corporal, reduce la cadera y circunferencia de la cintura, y aumenta los niveles de energía en hombres y mujeres con sobrepeso) en este estudio los autores concluyen que aquellos que utilizaron un preparado comercial a base de “sustancias naturales” que contenía entre otras cetona de frambuesa, cafeína, capsaicina, ajo, jengibre y Citrus aurantium (naranjo amargo) además de seguro, es más eficaz frente al placebo en la pérdida de peso, la mejora de la composición corporal y la reducción de los perímetros de cintura y cadera. Todo ello evaluado en un periodo de 8 semanas que incluía un programa dietético y de ejercicio para personas obesas sanas y activas de ambos sexos.

El estudio, bastante impactante en sus resultados, tiene algunas pegas no pequeñas. La primera de ellas la duración, 8 tristes semanas periodo que, aunque lo afirmen los autores no es suficiente, ni de lejos, para validar su seguridad. La segunda, la escasez de la muestra, a pesar de que se empezó con 70 voluntarios los datos son relativos solo a 45 de ellos ya que el resto abandonó el estudio por diversos motivos relacionados con el programa de dieta, suplementación y ejercicios. De los 45, los datos pertenecen: 27 al grupo de intervención (que tomaban las cápsulas naturales) y 18 al de placebo. La tercera, suponiendo que las diferencias puedan ser atribuibles a las cápsulas con “productos naturales” y sin tratar de hacer de menos la rigurosidad en cuanto al correcto “cegado” de los grupos… ¿cuál o cuáles de los elementos de este cóctel fitoterápico fue el responsable? Y la cuarta, resulta que los dos autores principales del estudio recibieron financiación para la investigación y/o han actuado como asesores de los proveedores de materias primas, productos nutracéuticos y compañías de suplementos dietéticos. No creo que haga falta decir nada más. Ahí lo dejo.

El principio de la cetona de frambuesa

El origen de esta mediática paparruchada, al parecer, se encuentra, una vez más, en los Estados Unidos. El año pasado en el espacio televisivo “The Dr. Oz Show” este señor con su nombre tan mágico y evocador promocionó la cetona de frambuesa como el “número uno de los milagros (sic) embotellados para perder tu grasa”. Tal y como estarás suponiendo a estas alturas, hay una línea de productos «Dr. Oz» que comercializa él mismo. Entre su variopinto catálogo de productos se incluye, evidentemente, la conocida cetona de frambuesa. Pero a día de hoy ya hay en el mercado muchas otras marcas que la comercializan. Una vuelta por internert nos ofrece múltiples ejemplos.

Por último y para quien no conoce al Dr. Oz, mencionar que esta persona ha sido a menudo criticada por sus habituales propuestas, o mejor dicho, salidas de pata de banco pseudocientíficas. Tal es así que ha recibido en dos ocasiones el poco apetecible premio (digo yo) Pigasus, siendo hasta el momento la única persona en conseguirlo dos veces. Los premios Pigasus, promocionados por el conocido escéptico James Randi, tienen por objeto el poner de relieve los fraudes más flagrantes en materia de “ciencia”, parapsicología y demás. En 2010 el Dr. Oz fue premiado en el apartado reservado a los medios de comunicación por su inagotable promoción de la charlatanería médica, y en 2012 en la categoría de “dar la espalda a la realidad” por los mismos motivos además de por promocionar las creencias paranormales y la pseudociencia.

———————————-

Imágenes:   Stuart Miles vía freedigitalphotos.net y Edgar181 vía wikimedia Commns