El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

Archivo de octubre, 2014

Cómo como: Tutti-frutti informativo-nutricional en Comando Actualidad

La pasada la semana los telespectadores de La 1 asistimos a un “documental” sobre cuestiones alimentarias con el que quedó clara una cosa: lo imposible que resultó sacar una información válida o práctica (al menos en el terreno nutricional)

Si quieres antes de leer el resto de mi crítica (constructiva aunque no lo parezca) puedes echar un vistazo al programa de Comando Actualidad en este enlace.

Partiendo con un comienzo sumamente efectista relativo a los problemas de nuestro entorno derivados de la sobrealimentación utilizando para ello los famosos concursos de glotonería al más puro estilo man versus food, el programa mezcla la opinión breve (y muy matizable) de expertos en endocrinología, los problemas de producción, comercialización y venta de algunos productores de unos pocos sectores agroalimentarios (arroz, azúcar, conservas de pescado y marisco, frutas y ganado porcino entre otros) así como la opinión de la especialista en cuestiones nutricionales, la dietista-nutricionista, de la FIAB (Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas). En resumen, una especie de tótum revolútum del que es difícil sacar una conclusión coherente… y más que nada porque una buena parte del mensaje, bien de los expertos, bien cosecha de los propios conductores del espacio, dejó bastante que desear. ¿Empezamos?

“Todos los endocrinos dicen que hay que desayunar, que es la comida más…”

Así sentencia una de las presentadoras en el minuto 3:15 para referirse al hábito del desayuno y la supuesta bondad de esta comida para bajar o conservar el peso. Pues bien, no dudo que haya muchos endocrinos que así lo sostengan, pero si es así… no hay muchas evidencias que sostengan esta recomendación que todos nos pudimos tragar en el programa sin anestesia previa. Para más datos consultar la entrada ¿Es obligatorio desayunar si quieres adelgazar?

En esta parte del programa me gustaría llamar la atención sobre dos cuestiones. La primera, el peso o la imagen de los niños que eran familia de los “tragones”… lamentable estampa familiar (ver No ponga a su hijo a dieta. Mejore su estilo de vida y Los niños con sobrepeso y sus padres identifican mal su verdadera situación). Y la segunda, la simplificación, casi banalización de una declaración de uno de los protagonistas: “comemos mucho por el estrés” decía en el minuto 8:45. A ver, que no digo que el estrés no influya, y mucho, en virtud de determinadas circunstancias y personas, pero reducir esta cuestión a una única causa o hacerla la principal en el problema de la obesidad y para todo el mundo me parece poco serio.

“La bolsa pequeñita de patatas fritas tiene 480 calorías”

Las declaraciones de los endocrinos necesitan un comentario aparte (min 13:10) No sé a qué bolsas pequeñitas se refiere uno de ellos, pero anda muy despistado con respecto al valor calórico de algunos alimentos. 100 gramos de patatas fritas aportan de media unas 530 kcal y las bolsas pequeñitas que yo conozco tienen de 20 a 35 gramos (según fabricante, ver imagen de ejemplo) lo que nos deja el valor calórico por bolsa en unas 106 a 185 kcal… unas cifras bastante alejadas con respecto a la aportada. Además, a la hora de evitar esos azúcares simples presentes en los refrescos a los que se refiere en otro momento (aspecto en el que coincido) menciona su alto contenido en fructosa… ¿fructosa? No, el azúcar característico de los refrescos es el comúnmente llamado azúcar a secas, es decir, la sacarosa. Luego, el tema de los consejos dietéticos en este mismo apartado, con sinceridad, no podían ser más “ de lo de siempre”… no saltarse el desayuno “eso es claro” (ya hemos visto que no está tan claro), la eterna criminalización de la grasa, el machacón conteo de calorías en la dieta… en definitiva, mucha deasactualización de conocimientos es lo que me pareció. Y luego, un poco el colmo de lo hasta aquí visto, el último de los especialistas afirmando que tiene que hacer frente a mucha desinformación… caramba, caramba. No negaré que dijeron cosas válidas… pero tampoco negaré que un reloj parado termina por dar la hora buena dos veces al día. Ahí lo dejo.

Patatas risi 1 (384x640)patatas risi 2 (340x640)

 

“No hay estudios rigurosos, que se hayan hecho bien, que puedan demostrar que… esto [que, en esencia, el consumo de azúcar sea negativo para la salud]… el azúcar tiene que formar parte de nuestra dieta, es el nutriente de nuestro cerebro, la glucosa”.

Este tipo de sentencias casi lapidarias forman parte de la intervención de la dietista-nutricionsta de FIAB. Estimada colega, desde el respeto que sabes te tengo: a día de hoy, los únicos que niegan la relación entre el actual consumo de azúcar y los problemas que todos conocemos son aquellos que tienen ciertos intereses en su producción, distribución y venta. Te ruego compruebes si te parece riguroso este estudio Financial conflicts of interest and reporting bias regarding the association between sugar-sweetened beverages and weight gain: a systematic review of systematic reviews (“Conflictos de interés económicos a la hora de establecer una asociación entre el consumo de bebidas azucaradas y el aumento de peso: una revisión sistemática de revisiones sistemáticas”) en el que se pone de relieve que los estudios “patrocinados” tienen cinco veces más posibilidades de no observar relaciones claras entre el consumo de bebidas azucaradas y un mayor riesgo de obesidad que los que no han sido patrocinados.

He de decir que no me extraña, desde tu puesto de trabajo, este discurso. Ahora bien, lo que no puedo entender es que a todo lo largo de tu intervención (puede ser debido a un “defecto” del montaje del vídeo) no se te haya escapado ni una sola recomendación coherente y todo haya sido echar balones fuera negando la mayor. En especial cuando no has hecho la menor de las distinciones entre el azúcar proveniente de las frutas y verduras o aquella añadida, bien del azucarero, bien con los alimentos procesados:

“Tanto el azúcar de la fruta, como el azúcar de la verdura… el azúcar añadido o no añadido, el cuerpo metabólicamente lo identifica como azúcar… glucosa”.

Efectivamente bioquímicamente puede que no hay mayores diferencias… al igual que dos pistolas idénticas que supuestamente podamos encontrar en el maletero del coche de dos personas bien distintas; una en el de un narcotraficante y otra en el de un coleccionista. Ni diferentes son tampoco en sentido estricto el bofetón que te pueda dar un amigo en un momento especial de crisis o el que te pueda dar, por ejemplo, un atracador… para ti deben ser dos bofetones, dos pistolas, y el mismo azúcar. Como digo no sé si será cuestión de la edición del vídeo o qué, pero el que no hayas hecho una distinción entre el consumo de frutas y hortalizas y el de alimentos procesados en lo que al azúcar se refiere me parece haber dejado pasar una oportunidad importante. La población no se merece este mensaje de alguien que tiene todas las armas para investirse de cierta autoridad. Te sugiero que visites estas tres entradas: “Más allá del peso”, el mejor documental que he visto sobre obesidad infantil, ¿Cuánto azúcar hay en….? y Todo podrido: los intereses de la industria alimentaria distorsionan las políticas de salud pública.

Para ir acabando, después de conocer las vicisitudes de algunos sectores agrarios de nuestra querida España que con sinceridad no les veo mayor relación con estas otras cuestiones… (por cierto, que diferentes esas vicisitudes de los productores de arroz y las de los productores de remolacha azucarera) toca finalizar con una imagen tocante a las cuestiones de seguridad alimentaria. Hacia el minuto 59:00 se visitan las instalaciones de un ganadero de cerdos que, en su entrevista con el personal del programa, le indica a este la necesidad de ponerse unas bolsas en los pies, unas calzas, para entrar a “visitar” el espacio donde están los cerdos. El caso es que le explica que es para proteger a los animales de cualquier microbio que alguien pueda traer del exterior. Entonces, se ponen las calzas y… ¿qué hacen ambos? Pues salen al exterior con las calzas puestas para dirigirse a cada una de las salas donde están los distintos cerdos… incomprensible. En este sentido, todo hay que decirlo, la legislación es muy poco concreta en lo que hay que hacer para evitar este tipo de riesgos microbiológicos que pudieran afectar a una determinada explotación. En el RD 3483/2000 por el que se regulan las normas básicas de las explotaciones porcinas se afirma que:

“Se utilizarán exclusivamente en ellas los utillajes de limpieza y manejo y el vestuario del personal que resulten adecuados o se dispondrá de las medidas necesarias higiénico sanitarias para que el personal que desempeñe trabajo en ellas y el utillaje utilizado en las mismas no puedan transmitir enfermedades. […] Pediluvios o cualesquiera otros medios de eficacia semejantes a la entrada de los locales, naves o parques que eviten la transmisión de enfermedades”

Una falta de concreción que, en mi opinión, no hace bueno un comportamiento cuando menos chocante el visto con las calzas en el programa.

Ya termino. Como te decía al principio, un batiburrillo de cuestiones y temas con muy poca ligazón interna que además ha puesto de relieve algunas incoherencias en algunos profesionales. Me quedo, eso sí, con la frase de la dietista-nutricionista de la FIAB con el fin de despertar conciencias y explicar en cierta medidad el origen de tantos y tantos problemas (de información) relacionados con las cuestiones nutricionales… cuando esta al final afirmaba que la industria de la alimentación es el primer sector industrial de este país. El primero. No sé como se te queda el cuerpo, pero desde luego este dato es como para tomarse las cosas más en serio, en especial cuando es la salud la que está en juego.

————————————

Nota Bene: Es posible que la descontextualización en el mensaje percibido en algunas intervenciones se deba a una poco (o interesada) edición de las imágenes obtenidas por parte de la dirección del programa. Si bien algunas de las afirmaciones ofrecen poco lugar a la duda… en el caso de las declaraciones de la dietista-nutricionista de la FIAB (a la que conozco personalmente) tengo toda la sensación de que se hizo un montaje sesgado de toda su intervención una vez conocido el escaso porcentaje de los recuros que se grabaron y que al final no se emitieron. Si Comando Actualidad lo que quería era generar polémica, desde luego lo han conseguido.

Nota: Quiero agradecer a varios compañeros y tuiteros su interés y ayuda en la realización de esta entrada, entre ellos: @MariaQuiles87, @NailaMrtnz, @NutricionconQ, @iria8787@nutricionlines , @Jude_02, @DieteticaSin, @gominolasdpetro y @JulioBasulto_DN

Imagenes: @juan_revenga

Día Mundial de la Alimentación 2014: “Agricultura familiar: Alimentar al mundo, cuidar el planeta”

Día Mundial de la Alñimentación 2014

Bajo el lema Agricultura familiar: Alimentar al mundo, cuidar el planeta se señala por parte de la FAO (la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) el Día Mundial de la Alimentación 2014. Este planteamiento se justifica desde la propia FAO de la siguiente manera:

La agricultura familiar está vinculada de manera indisociable a la seguridad alimentaria nacional y mundial. Tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados, la agricultura familiar es la forma agrícola predominante en el sector de producción de alimentos. Los agricultores familiares administran con esmero sus tierras para sostener niveles notablemente altos de productividad a pesar de tener menos acceso a recursos productivos como insumos y menos apoyo (la mayoría de los estudios muestran una relación inversa entre el tamaño de la tierra y la productividad).

La agricultura familiar preserva los alimentos tradicionales al tiempo que contribuye a una dieta equilibrada y a salvaguardar la biodiversidad agrícola del mundo y al uso sostenible de los recursos naturales. Los agricultores familiares son los custodios de un conocimiento muy bien adaptado a la ecología local y a la capacidad de la tierra. A través de los conocimientos locales, sostienen la productividad en tierras a menudo marginales, a través de técnicas de manejo de la tierra complejas e innovadoras. Como resultado del profundo conocimiento que tienen de su tierra y de su capacidad de gestionar de forma sostenible los diversos paisajes, los agricultores familiares son capaces de mejorar muchos servicios ecosistémicos.

La agricultura familiar representa una oportunidad para impulsar las economías locales, especialmente cuando se combina con políticas específicas destinadas a la protección social y el bienestar de las comunidades. Los agricultores familiares tienen sólidos vínculos económicos con el sector rural, contribuyen en gran medida al empleo, especialmente en los países en desarrollo, donde la agricultura todavía emplea la mayor parte de la mano de obra. Además, los ingresos adicionales generados por la agricultura familiar se gastan en vivienda, educación, ropa, etc. en la economía local no agrícola.

¿Cómo fortalecer la agricultura familiar?

Para aprovechar todo el potencial de los agricultores familiares para erradicar el hambre y garantizar la seguridad alimentaria, se necesita un entorno normativo favorable. Esto incluye un mayor reconocimiento de sus múltiples contribuciones, y por tanto admitirlo y reflejarlo en los diálogos y las políticas nacionales. Entre los primeros pasos fundamentales para los países está articular sus definiciones nacionales de agricultura familiar y recopilar datos sobre el sector agrícola, reconociendo y organizando las contribuciones de los agricultores de forma sistemática. A nivel nacional, hay una serie de factores que son clave para un exitoso desarrollo de la agricultura familiar, por ejemplo, entre otros, las condiciones agroecológicas y las características territoriales, el acceso a los mercados, el acceso a la tierra y a los recursos naturales, a la tecnología y los servicios de extensión; acceso a la financiación, condiciones demográficas, económicas y socioculturales y la disponibilidad de educación especializada. Se necesitan intervenciones selectivas en materia de políticas agrícolas, ambientales y sociales en apoyo de los agricultores familiares con el fin de lograr cambios tangibles y mejoras sostenibles.

Con este fenomenal desiderata no exenta de (buenas) razones a pesar de las innumerables dificultades que todos conocemos que harán caer en cierta medida tan buenos propósitos, las Naciones Unidas declararon 2014 Año Internacional de la Agricultura Familiar (AIAF) y con la FAO, en colaboración con los gobiernos, organismos internacionales de desarrollo, organizaciones de agricultores y otras organizaciones pertinentes del sistema de las Naciones Unidas y ONGs, se pretende facilitar la implementación de los siguientes objetivos a lo largo de este año:

  1. Apoyar el desarrollo de políticas agrícolas, ambientales y sociales propicias para la agricultura familiar sostenible.
  2. Aumentar el conocimiento, comunicación y sensibilización del público.
  3. Lograr una mejor comprensión de las necesidades, potencial y limitaciones de la agricultura familiar, y garantizar la asistencia técnica.
  4. Crear sinergias para la sostenibilidad.

Así pues, bien terciado ya 2014 no estaría mal, si acaso en 2015, conocer en qué medida se han alcanzado los citados objetivos. Lo digo porque más allá de los Días Mundiales, los Años Internacionales, los lemas ad hoc y demás, a mí me da la sensación que todo esto no es, tristemente, más que papel mojado o cuando menos muy húmedo.

————————————

Imagen: http://www.fao.org/world-food-day/about/es/

La dieta de los huevos, la dieta Perricone y… ¿la dieta de la Reina Letizia?

Letizia

Ya tardaba en saltar a la palestra dietética una nueva dieta con nombre propio. Desde la caída en desgracia (al menos en el olvido) de la anterior, la Dukan, parecía que nos sentíamos huérfanos de padre y madre sin una dieta a la que atribuirle una paternidad y, por supuesto a la que adoptar en jubilosa desesperación. Ya tardaba.

En honor a la verdad, esta dieta, la nueva, la Perricone (se lee “perricón”, leída en plan normal suena aun peor) no es por lo que se ve una dieta de adelgazamiento al uso, sino una forma de comer para obtener una apariencia radiante, un cutis luminoso y una mirada inocente a la par que jovial como la de un bebé de leche. Y claro, no lo dudes, con una minuta propia en la que determinados alimentos son los protagonistas y no otros. Según parece en este planteamiento dietético son indispensables los huevos, el salmón, los frutos rojos y el melón, pero no cualquier melón… en esta el que se estila es el cantalupo, para que me entiendas, el raro en estas latitudes, el que es más soso que Iniesta vendiendo helados… Anda que donde este un buen melón de La Mancha en plan “piel de sapo” le iba a decir yo al Perricone este qué podía hacer con su cantalupo.

Bueno, pero a lo que íbamos. El caso era hablar de la dieta esta y de porqué se ha hecho famosa. Al menos aquí en España se ha dado a conocer porque algún o alguna periodista cortocircuitó al enterarse que al parecer la Reina Doña Letizia desayuna huevo, en concreto (y no he sido capaz de enterarme si entre otras cosas) tres claras y una yema… y de ahí, con un salto mortal con triple pirueta, atribuirle a Doña Letizia una dieta con nombre propio: la susodicha Perricone. Esta dieta al parecer incluye este tipo de rutina entre sus preceptos para lucir lozano/a cual melocotón de agosto con la piel perlada de fino rocío mañanero.

Y estas cosas, ya sean fruto de la imaginación periodística de algún profesional de la tecla o de la presunta consulta a expertos de la que hace gala ABC (estaría bien conocer el calado de esos expertos cuyo nombre guardan torticeramente celosamente) son las que al parecer están sacando a la luz la dieta de marras… una dieta que como epítome de su excelencia tiene a personas de cabeza asentada, lógica y cabal donde las haya como embajadoras: Gwyneth Paltrow, Julia Roberts, Uma Thurman, Eva Mendes… en el extranjero, y en el panorama nacional, Nati Abascal, Patricia Conde y Eugenia Silva. Lo cierto es que depende del medio que consultes, que la lista de estas embajadoras aperriconadas varíe con no demasiada coincidencia.

Desayunas tres huevos y… ¡zasca! te atribuyen una dieta, de un médico, eso sí (ya sabemos que todos los médicos que ponen su nombre a sus dietas son personas respetables) y ¡hala… embajadora oficial! En este caso además una embajadora Real, para que no quepan demasiadas dudas.

Sobre las particularidades dietéticas es tampoco lo que he llegado a saber de esta dieta en particular que prefiero que seas tú el que las consulte en la web de origen. De todas formas ya lo he comentado; de menos a más destacan: el salmón (u otros pescados grasos), los frutos rojos, el famoso melón insípido y los huevos (en el desayuno). Pero como toda dieta que se precie… como en todas las dietas de los huevos, la cosa no acaba aquí. Al contrario, con esto solo se empieza.

La verdadera madre del cordero del sistema Perricone para presentar menos arrugas que Dorian Gray tras una sesión de botox y Photoshop consiste en… (sé que lo estás esperando) ¡en comprar los malditos productos que el propio Perricone se ha encargado de promocionar!

Pues sí amigos, ya lo veis. No se trata estrictamente de adelgazamiento pero sí que se trata de otra dieta más con:

  • El famoso criterio de autoridad de un “señor” médico para otorgarle credibilidad (mira que han de estar hasta los mismísimos… los médicos de verdad con este tipo de “compañeros”)
  • La famosa retahíla de productos y suplementos ad hoc (y especialmente caros) para comprar y en este caso, untárselos por el cuerpo (o tomárselos) además de seguir el aburrido y draconiano sistema dietético.
  • Los medios haciendo cábalas, palmas y “estupendos” artículos para mayor gloria de charlatanes indocumentados pero con una clara vis comercial.

————————————

Nota: quiero agradecer  a , y sus aportaciones para la realización de esta entrada.

Imagen: GTRES

Chipotle: porque otro estilo de Fast-food era necesario

Chipotle

El Fast-food tiene mala prensa… y en mi opinión es merecida; es más diría yo, poco de malo se dice para lo que se debería decir. Sin embargo, esta mala imagen es todo excelencia cuando se analizan fríamente sus datos, sobre el control de proveedores, los protocolos de seguridad alimentaria, su “compromiso” con la nutrición, etcétera. Pero la verdad sea dicha, todas estas presuntas excelencias se desmoronan en el momento que se visitan los locales de, al menos, las franquicias más populares.

Hace poco, con motivo del 6 cumpleaños de mi hija Carolina acabamos en un centro comercial entre semana a media tarde con el fin de disfrutar de la bolera. No había estado nunca y le hacía especial ilusión… y a mí, ya que el tema de los bolos me gusta. El caso es que no nos lo pensamos dos veces y, siendo entre semana nos decidimos rápido: la bolera estaría vacía… y así fue.

Habiendo acabado y siendo ya la hora de cenar, volvíamos hacia el coche cuando apareció una de esas flamantes cadenas de hamburguería… de las de siempre. Carolina, la niña gourmet pidió, y como negarse… acabamos “cenando” los cuatro allí. Al principio todo bien (en cuanto a las peques me refiero) pero en poco tiempo el idílico castillo que se habían imaginado a partir de los vagos recuerdos que tienen de la última vez que estuvieron se derrumbó como un enorme terrón de azúcar debajo del grifo del agua caliente. La mayor, Adriana de 10 años, en uno de sus preclaros análisis de la situación comentó que la imagen es lo que contaba en estos casosuna apariencia de un tinglado que te invita a comer comida “mala” (que no es precisamente sabrosa) que de otro modo no te comerías; es más concluyó, estas mismas patatas si no estuvieran puestas en este paquetito tan mono y así presentadas no me las comería, las de casa son mil veces mejor, aunque no estén tan “monas”.

Le doy la razón, esa puede ser una de las claves de su éxito, por que eso desde luego no se les puede negar, tienen éxito. Lo mejor de todo es que motu proprio y durante un buen tiempo se les han quitado a ambas las ganas de volver a uno de estos templos típicos del Fast-food.

Pero… ¿podría haber otro modelo de Fast-food que sin renunciar a parte de su esencia (la inmediatez en el servicio, el tema de las franquicias…) ofreciera una calidad superior y que esta fuera percibida por sus clientes? Parece que sí. Digo parece porque no he tenido ocasión de contrastarlo en persona… pero su web y lo mucho que de esta cadena se está hablando últimamente solo presagia cosas buenas. Al menos en su mayoría. Se trata de Chipotle, una cadena de fast-food de estilo mejicano (tacos, burritos, ensaladas de legumbres…) comprometida con la calidad en todas sus vertientes, desde el origen de las materias primas con producciones más sostenibles (quizá con exceso para mi gusto en el uso de los conceptos ecológico, orgánico y natural) a las cuestiones laborales, nutricionales y, por supuesto, al placer de comer lo que en verdad se ofrece en la publicidad (lo que me recuerda esta entrada y el soberbio fragmento de la peli “Un día de furia”).


Es difícil de conocer algunos de los restaurantes de esta franquicia salvo que vivas en Estados Unidos ya que aun no se ha internacionalizado. No obstante su web da para entretenerse un rato y contrastar como, de verdad, sus productos tienen una pinta inmejorable… y sin perder esa esencia de Fast-food. Por eso, ahora más que antes habrá que empezar a distinguir el Fast-food del Trash-food (Comida rápida frente a comida basura) porque no tienen por qué ser términos inseparables.

Actualización 14/10/2014: El otro día los compañeros de La Gulateca trajeron a colación esta franquicia con la noticia de la edición de un vídeo (y su videojuego) de esta cadena de restaurantes en la que su protagonista, The Scarecrow, se esfuerza por llevar comida real a los ciudadanos en un mundo donde lo falso natural está a la orden del día… lo puedes consultar en este enlace.

———————-
Imagen: proshob vía Wikimedia Common

Legumbres para la generación que se saltó las legumbres

LegumbresSí, sé que es fácil pensarlo: “te han pagado y por eso estás ahora escribiendo sobre las legumbres, y más en concreto sobre una marca… la marca que da pie al eslogan de este post” (textual). Pues no, quienes así piensen tienen la mente muy sucia, cosa que, de verdad, con la que está cayendo, no me extraña… pero esta vez se equivocan.

No me ha pagado nadie, ni para escribir estas líneas en concreto ni ningunas otras cuando por ejemplo blasfemo, figuradamente hablando, sobre el más sedicioso de los sistemas adelgazantes… ni en los otros casos tampoco cuando toca ensalzar a alguien. Me pagan, eso sí he de reconocerlo, por escribir lo que pienso para el medio en el que ahora estás leyendo estas líneas.

La alimentación, la correcta alimentación, y la adecuación de la publicidad de esta altera mis funciones vitales (literal). Hace ya unos cuantos años que decidí dedicarme a hablar de comida (y de “no comida”). Se me acusa, no sin razón, de andar despotricando a diestro y siniestro de este o de aquel sistema dietético, de aquellos alimentos milagrosos y, en definitiva, de aportar o destacar pocas ideas “frescas”. Bien, no lo niego, lo hago porque en cierta medida me parece necesario; aunque la verdad, intento compaginar ambas realidades.

Pero hoy es uno de esos días “frescos”. Es un día en el que algo te sorprende muy, pero que muy gratamente. No vas a tener que leer mucho para saber cuál es el objeto de mi gratificación: se trata de un anuncio de legumbres con un par de… legumbres; se trata del spot televisivo de legumbres Luengo… y de su márquetin, por supuesto. Chapó.

Hacía falta. Publicidad positiva para destacar un hábito positivo y… ¿perdido? No tengo intención de redundar en el tema, así que voy con una recomendación seca, seria e incontrovertida basada en las más actuales recomendaciones al respecto del comer de forma adecuada: Come más legumbres… joer, come legumbres, como lo hacían tus abuelos; come el doble de las que comían tus padres (depende de la generación a la que pertenezcas), pero coño… joer… come más legumbres de las que actualmente comes. Tu salud, tu sapiencia culinaria y tu hedónico reporte gastronómico te lo agradecerán… por no hablar de tu bolsillo al tratarse de un alimento con un precio relativamente bajo. Y me da igual la marca; si es Luengo estupendo, pero como si son de cualquier otra. Come más legumbres… joer (y perdona tanto taco, pero es que la publi como digo me ha emocionado)

Si quieres ampliar información en este sentido quizá te interese consultar:

———————-
Imagen: sritangphoto vía freedigitalphotos.net

¿Hace cuánto que no vas a una boda (o a su banquete)?

Carta_boda (460x640)En realidad el tiempo que haya pasado da exactamente igual. En mi caso, mi última boda como invitado, fue el fin de semana pasado. Y me quedé de piedra, una vez más, en lo que se refiere al “convite”. Aun me extraña que me extrañe, pero es que no consigo entender como se puede planificar tanta comida para una única “comida”, ya sea boda de mañana o de noche.

Ni que decir tiene que estoy agradecidísimo a los novios, estoy seguro que tanto ellos como muchos otros lo hacen con toda la buena intención, pero creo que en este sentido, a título colectivo, hemos perdido un poco bastante el norte. Pero no me malinterpretes, una celebración es lo que tiene, se suele planificar una serie de elementos que se salgan de lo normal, eso es bastante lógico.

En general todo el mundo come de más en las bodas, y hasta aquí todo es entendible. ¿Pero tanto? Hable de estas cuestiones en este post (Como decía mi abuelo: Comer otra vez lo que ya se ha comido) acerca de la particular perspectiva que tenía mi abuelo acerca del cuánto comer o cuándo dejar de comer, algo imposible de llevar a la práctica en cualquier boda y en algunas más en especial. Pero esto no tendría mayor importancia si en el día a día fuésemos un poco más conscientes de lo que hacemos cuando comemos, cosa que no suele suceder y, aunque no comamos bogavante y cuatro platos más tras un extenuante aperitivo, la población general termina por comer más de lo que sería aconsejable también en el día a día. No será bogavante pero sí pizza congelada, por poner un ejemplo.

No obstante, más allá del cuánto se puede llegar a comer mientras haya comida delante o te la sirven amables camareros en maratonianos banquetes, lo que en este caso me llamó la atención en especial, y que antes no había reparado al menos de forma tan consciente, es en el ansia. Ansia que se veía reflejada en las actitudes, comentarios y estrategias que adoptaban no pocos invitados en el momento de los aperitivos.

En esta boda de la que te hablo, más que en cualquier otra, a los 5 minutos de llegar, era evidente que con hambre, precisamente hambre, no se iba a quedar nadie. Sin embargo, muchos invitados se dejaban llevar por una especie de atávica respuesta más propia de la sabana africana cuando aparecían los camareros con las bandejas de los aperitivos, para ofrecérsela, de pie, a los presentes. Una especie de tonto el último, en el que este, el último se quedaba sin la consabida croqueta de jamón o pieza de sushi. No se si has visto a una bandada de buitres aplicada a lo suyo sobre los restos de, por ejemplo, una cebra… pues lo mismo. Una actitud puesta en práctica a modo de guerra de guerrillas cuando al poco tiempo de ver salir a los camareros por una de las esquinas del jardín en las que se servía el aperitivo se oía decir cosas como… “claro… es que estamos mal puestos, si los camareros salen por allí y nosotros estamos aquí, la gente de allí arrasa con los camareros antes de que estos lleguen aquí: vamos a cambiarnos de sitio”.

En fin, un comportamiento más propio de prisioneros de Treblinka recién liberados que de concurrentes a una boda del siglo XXI, en España y que destacaba por esa imagen de saber que con hambre no se iba a quedar nadie.

Dicho lo dicho y entrando en detalles concretos, que sé que en cierta medida es lo que estás esperando, contaré que los invitados llegamos al restaurante a las 14:00 hora en la que ya se empezó a disfrutar del “aperitivo”… este duró hasta cerca de las 15:45 en una agotadora sesión de abre boca-sube mandíbula-baja mandíbula ininterrumpido. Cerca de las 16:00 estábamos ya todos sentados en la sala del banquete propiamente dicho… todo el mundo al que le pude oir expresaba lo mismo, que ya estaba literalmente harto y que no comería más, pero… ¿sabes qué pasó? que todos nos sentamos y comimos (y no poco precisamente). Nos levantamos a las 18:10 de la mesa tras más de cuatro horas de compulsivo (y exquisito, todo hay que decirlo) ñam-ñam.

Para que veas que no miento, tienes la minuta del banquete en la foto, por si no lo puedes leer bien te lo cuento brevemente (no, calla… brevemente, este menú es imposible):

Aperitivos:

  • Tabla de brochetas con: Tempura de verduras y sésamo; Tempura de morcilla de Burgos y orejón dulce; Foie al Pedro Ximenez frambuesa, almendra del Piamonte y pimienta Espelette.
  • Tabla de degustación con: Gazpacho de cereza y espuma de yogur griego; Bonito marinado, cebolla y soja.
  • Espejo de bocados clásicos con: Cuatro cereales y anchoa de salazón; Mini-hamburguesas de ternera; Chistorra de Zubiri en camisa de Hojaldre; Quiche Lorraine.
  • Fritos artesanales: Croqueta de ibérico; Frito de jamón y queso; Gamba a la gabardina; Queso Orly.
  • Otros: Salmón de Finlandia ahumado cortado por profesionales; sushi; Jamón de bellota de denominación “Los Pedroches”; Degustación de quesos Gorgonzola y Parmesano Reggiano.

Menú:

  • Bogavante asado, crema de nécoras al vino tinto de Navarra y muselina de Albahaca.
  • Milhojas de sésamo, hongos beltzas; crema perigurdín y crujiente de ibérico
  • Sorbete de Mojito
  • Bacalao confitado a baja temperatura, sopa de arberquina y choricillo a la sidra.
  • A elegir: Solomillo de ternera del Baztán con crema de orejones, dado de bacon y setas y reducción de Oporto… o bien: Paloma Torcaz de pasa con salsa cazadora, crema de manzana y brochetas de verduras de temporada.
  • Pasión de enebro y corazón de melón.
  • Torrija caramelizada con teja crujiente de chocolate, helado de galleta Oreo y piruleta de Chips Ahoy.

El tema de la bodega, los vinos, licores, cocktails y demás merecería post a parte… Tengo o no tengo razón. ¿Cuál es tu experiencia el los banquetes de las bodas?

———————-
Imagen: @juan_revenga

Nuevo libro: Consumo inteligente

IMG_1601 (426x640)Si hay un libro que tenga una enorme diana potencial de lectores es sin duda alguna este. A pocos, muy pocos años que tenga una persona, esta se convierte inexorablemente en un consumidor activo de bienes y servicios. Al principio de la manos de sus padres o cuidadores y en muy poco tiempo por cuenta propia, incluso aun dependiendo de ellos, solicitando a esos cuidadores la adquisición de un determinado producto y no de otro. Somos consumidores y practicamos queramos o no una cierta actividad de consumo, o de consumismo, que tendrá inevitables consecuencias al hacerlo de una manera y no de otra.

Al mismo tiempo que nosotros queremos y tenemos que comprar, hay otra parte de esta ecuación que está empeñada en que compres sus bienes y no los de la competencia y, por tanto, nuestra libertad se ve cuando menos comprometida por el ejercicio de una publicidad que en la mayor parte de los casos va a estar perfectamente dirigida y calculada para derribar nuestras principales debilidades a la hora de… tanto crearnos una necesidad sobre la que en principio “no habíamos caído”, como para hacernos decidir por un producto u otro.

Con estas premisas y algunas más Juanjo Cáceres, autor de esta interesante guía para hacernos consumidores conscientes a quien además puedes seguir en Twitter, hace un fenomenal análisis de los elementos que terminan por definir en cada uno de nosotros una determinada pauta de consumo.

A través de sus páginas se van a ir desgranando la diferencia entre “consumo” y “consumismo” (nada que ver este último término con el famoso con-su-mismo… coche, teléfono, etc. que popularizaron martes y trece en su día); los habituales mecanismos de persuasión empleados en publicidad; la importancia de ser crítico y no creerse a priori nada (en especial aquello que suene demasiado bonito); las más habituales debilidades de nosotros los consumidores; las cuestiones de consumo relacionadas con la estética y con la salud; las trampas habitualmente presentes en el producto y, para terminar, una serie de prácticas recomendaciones a la hora de ejercer nuestra actividad como consumidores.

Ni que decir tiene que las cuestiones nutricionales y su relación con la salud (lo que nos preocupa, lo que nos venden y lo que terminamos comprando) es uno de los platos fuertes, vamos… en cierta medida como en este blog se observan periódicamente estos temas. Así pues, un libro que te abrirá los ojos, con todo la intención de que termines siendo un consumidor más consciente y coherente, acorde con tus verdaderos deseos y posibilidades.

Sale a la venta hoy 9 de octubre en toda España y además de las librerías como punto de venta tradicional, también se puede adquirir en forma de libro electrónico.

“Consumo inteligente” de Juanjo Cáceres, prólogo de Jesús Soria (Ser Consumidor). 253 Páginas; Ed. Penguin Random House Mondadori Grupo Editorial S.A.U 2014. ISBN: 978-84-9062269-8

Nota: quiero agradecer al autor al haberme citado en el interior de sus páginas a fin de ilustrar algunos de los múltiples ejemplos que cuajan esta obra; un hecho que me hace especial ilusión cuando he contrastado que al mismo tiempo otras personas que admiro (Julio Basulto, Jose Manuel López Nicolas, entre otros) también salen igualmente citados.

———————————————

Imagen: juan@revenga

Escarolas y endivias, dos primas hermanas en ensalada y más

Escarola

Fiel a mi costumbre de traer hasta este rincón alimentos de temporada que pueden pasar desapercibidos en cierta medida, les ha tocado hoy el turno a la escarola y la endibia. Productos genuinamente otoñales cuando no invernales, dotados de unas características gastronómicas absolutamente genuinas. Desde un punto de vista estrictamente botánico, ambas pertenecen a la misma familia que la lechuga, Asteraceae (Asteráceas o compuestas) pero no comparten su género, es más, habrá a quien le sorprenda, pero escarolas y endibias tienen un parentesco mucho más relacionado entre sí que con la lechuga como tal.

El nombre científico de ambas, variedades aparte, fomenta el error a la hora de distinguirlas ya que el nombre de la escarola es Cichorium endivia, y el de la endibia Cichorium intybus, como te habrás dado cuenta el nombre científico de la primera alude al nombre común de la segunda. Así que conviene no liarse como por ejemplo sí hace el autor de la correspondiente entrada en la propia Wikipedia.

Nombres aparte estamos ante dos productos que reúnen unas características comunes muy destacadas, entre ellas, quizá la principal en cuanto a sus posibilidades gastronómicas, es su ligero amargor que dotan a las preparaciones en las que se presentan de una marcada originalidad que, también es cierto, no siempre es del agrado de todo el mundo. A mí sí, me encanta.

Las originalidades de la endibia

endivia

En lo que respecta a sus particularidades y curiosidades el llamativo su característico color blanco obtenido de forma “artificial” ya que de otro modo las hojas de ambos productos serían tan verdes como las de una lechuga. En el caso de las endibias la cosa tiene también su anécdota ya que su origen es el fruto de una casualidad acontecida en Bélgica a principios de siglo XIX. Se cuenta que un granjero se dejó olvidadas y totalmente cubiertas una serie de raíces de achicoria durante el invierno en una especie de granero y que al descubrirlas en la primavera el granjero se percató que de ellas había brotado un cogollo, propiamente llamado chicón, de hojas blancas que es lo que sucede cuando sobre las hojas no incide la luz solar y se produce el pigmento clorofila indispensable en la fotosíntesis. Así, a la endibia se le llamó y se le sigue llamando en aquel país achicoria witloof o witlof que las define en flamenco y holandés como de “hoja blanca”. Poco se tardó en contrastar las posibilidades comerciales de esta hortaliza y su producción que consiste, salvo pequeñas variantes, en privar de luz a las raíces de achicoria (bien enterrando completamente esta en turba o produciendo los chicones en cámaras en absoluta oscuridad).

Y la escarola también

En cuanto a su prima hermana, la escarola, también es el color blanco el característico en todo ejemplar que se precie (cuando presente hojas verdes –normalmente las más externas- suelen ser estas duras y ásperas en demasía). Para ello, el control de la luz también es primordial y hay que preservar a toda costa la entrada de esta al menos en el interior del cogollo. Para ello, los métodos más habituales consisten en, o bien atar y “apretar” el ramillete (el interior queda blanco o amarillento y el exterior verde); o bien se cubre su cultivo con una especie de caperuza obteniendo ejemplares más homogéneamente blancos o amarillentos en todas sus hojas.

En la mesa

Ensalada de escarola (480x640)

Como decía cualquiera de estas hortalizas son exquisitas si se saben preparar de forma adecuada. Para ello además de lavarlas convenientemente, es importante proveerlas de los compañeros y aliños adecuados. Cada cual es cada cual y además de las combinaciones clásicas del estilo granada, queso azul, mostazas, ajo, frutos secos, etcétera (espectaculares) en mi opinión estos productos casan a las mil maravillas con conservas de pescado tipo anchoas en salmuera, salmón, bacalao, arenque o embutidos ahumados… (o cualquier otro producto ahumado), también con rábanos, pimiento rojo crudo en tiras, frutas de cualquier tipo, pero en especial los cítricos, olivas negras más que las verdes, tomatitos cherri a poder ser aquellos más ácidos que dulces… En cuanto a los aliños, como siempre un buen aceite de oliva virgen extra es preceptivo (en mi opinión más los afrutados que los amargos), y si se decide uno por los vinagres yo soy más de usar un genuino vinagre de Jerez que los hoy sobrevalorados y mal denominados vinagres de Módena (a no ser que se cuente con uno de estos, de los de verdad, en cuyo caso, su uso dependerá del resto de ingredientes); en el marco de las especias la pimienta negra les suele ir de maravilla.

Pero más allá de ensaladas con estos productos en solitario o con más ingredientes, tanto la escarola como las endibias (más en especial esta última) son protagonistas en otros platos, bien como acompañantes, bien como protagonistas de la receta. Así, las endivias horneadas (tras un somero escaldado) con un chorrito de aceite de oliva y pimienta son un complemento ideal para platos de carne también al horno. Por no hablar de la receta clásica de endivias envueltas en jamón cocido (ahumado o no) gratinadas con queso y bechamel… entre otras. Abre las puertas a la temporalidad de estos productos y que tu imaginación haga el resto.

Ya que estamos en otoño igual te interesa consultar estas otras entradas al respecto de la temporalidad:

———————————————

Imágenes: David Monniaux vía wikimediacommons y juan@revenga

 

Cómo se aprueban o rechazan las alegaciones de salud en los alimentos

Tal y como ya habrás comprobado si visitas con cierta frecuencia este blog la cuestión de las alegaciones de salud presentes en los alimentos son un tema habitual. Una alegación de salud presente en los alimentos (en su publicidad, envase, presentación, web del fabricante, etcétera) es, muy en resumen, una afirmación que sostiene que el consumo de ese alimento (o suplemento alimenticio) aporta un beneficio concreto para la salud. Es decir, no todo lo que un fabricante quiera decir lo va a poder decir ya que esas alegaciones están sujetas a una aprobación previa por parte de la Comisión Europea que se basará en los informes de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)

EFSA

En general son los reglamentos europeos 1924/2006 y 432/2012 los que regulan este tipo de alegaciones en los alimentos o en los suplementos alimenticios. El primero estableciendo unas bases generales relativas a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos y; el segundo aportando una lista de declaraciones autorizadas de propiedades saludables de los alimentos distintas de las relativas a la reducción del riesgo de enfermedad y al desarrollo y la salud de los niños.

Por tanto, en el momento que un alimento se propongo como beneficioso para una determinada enfermedad, lo primero que ha de hacer el fabricante es preguntar a la EFSA si lo que pretende alegar lo puede realmente decir. Es entonces cuando sus paneles de expertos se ponen en marcha y siguen un protocolo para establecer la idoneidad, o no, de dicha alegación… ¿Cómo? Muy sencillo, en este video la propia EFSA te lo explica muy claro (puedes seleccionar los subtítulos en castellano).

En resumen: El trabajo de la EFSA, consta de tres partes. La primera comprobar si el nutriente o el alimento sobre el que se pretende hacer la alegación está correctamente identificado. La segunda, contrastar que aquello que se pretende alegar es un beneficio concreto, bien definido, alejado de vaguedades y generalidades. Por último, si las respuestas anteriores son satisfactorias, contrastar si hay una evidencia científica suficiente que sostenga tal alegación.

Un elemento que no suele ser bien entendido por algunas personas, es que el informe de la EFSA, ya sea positivo o negativo al respecto de la alegación, no es vinculante. Es decir, la EFSA emite su informe, pero al final es la Comisión Europea y el resto de estados miembros quienes deciden si autorizan o no la alegación en cuestión. En cualquier caso sería llamativo que la EFSA se expresara en un sentido y que la Comisión Europea obrara en el contrario… algo que no sería lógico que sucediera y que hasta la fecha no ha sucedido.

Sin hacer de menos el buen hacer de la EFSA ni tampoco las buenas intenciones de la Comisión Europea, ni que decir tiene que a pesar de tanto control y tanta legislación, el sistema deja muchos resquicios legales a los que la Industria Alimentaria les tiene perfectamente cogida la medida… y es que, al final, aunque parezca un contrasentido, y tal y como dice Marion Nestlé (una destacada nutricionista del panorama norteamericano con un blog muy recomendable Food Politics): Una buena parte de las versiones saludables de los alimentos pueden ser mejores elecciones, pero no son necesariamente buenas elecciones.

Si te ha gustado esta entrada igual te interesaría consultar:

Cuando el bebé decide lo que come (o casi): Baby led weaning

Bebé mazana

El destete o el momento en el que el bebé deja de tomar solo leche, ya sea materna o de fórmula, y pasa a introducir otros alimentos (el comienzo de la alimentación complementaria) es una circunstancia que normalmente preocupa bastante a los padres en especial si estos son “noveles”. Y no es de extrañar ya que suele haber una cierta disparidad de opiniones a cerca de cuándo hacerlo y la forma de llevarlo a cabo. Sobre el momento preciso, el cuándo, publiqué un post hace ya un tiempo: El dilema del destete, que puedes consultar siguiendo el enlace.

En cuanto a la forma, más allá de rígidas directrices marcadas al etilo de la más marcial de las minutas militares, hay una corriente que cada vez está cobrando más aceptación entre las instituciones y sociedades sanitarias y que consiste en, de alguna forma, dejar que sea el bebé el que decida cuándo dejar de comer solo de la leche de su madre para pasar a incluir, además, otros alimentos. Esta corriente a la que me refiero, que no es nueva para nada se denomina en inglés Baby led weaning o destete dirigido por el bebé, en el que como he dicho, es el propio bebé el que decide el cuándo.

Reconozco las cotidianas y pragmáticas situaciones que pueden condicionar el poder hacerlo: horarios laborales de la madre, otras obligaciones, etcétera, pero eso no quita para que si existe la posibilidad se lleve a la práctica. En realidad el Baby led weaning no deja ser una continuación lógica de un camino que empezó con la lactancia a demanda: el niño come cuando tiene hambre y no come cuando no la tiene y por tanto, no se le imponen rígidos horarios o cantidades, algo que se observa con demasiada frecuencia.

De esta forma, con la lactancia a demanda y con la introducción de la alimentación complementaria dirigida por el bebé este regula mucho mejor su apetito haciendo caso a sus naturales señales de hambre y saciedad, algo bastante lógico desde mi punto de vista.

De forma típica el Baby led weaning suele comenzar cuando las más habituales recomendaciones aconsejan que dure la lactancia materna en exclusividad, es decir, sobre los seis meses de edad del bebé. Tal y como indica la Academia Americana de Pediatría:

Cuando un bebé es capaz de mantenerse sentado solo y se lleva habitualmente distintos objetos o las manos hacia la boca, se le pueden aportar pequeñas piezas de comida (del tamaño aproximado de un dedo) para que experimente y juegue con ellos.

Llegado ese momento se pueden poner a su alcance pequeñas piezas de alimentos especialmente indicados para esta situación. Al principio, lo más habitual es que solo lo chupen o intenten succionar la “esencia” del alimento. Con el tiempo aprenderán a morderlo (con o sin dientes) y a triturarlo antes de su deglución.

Para evitar el riesgo de atragantamiento conviene aportar alimentos suaves, fáciles de tragar y de cortar en trozos pequeños con sus encías. Algunos ejemplos típicos podrían ser pequeños trozos de verduras ligeramente cocinadas (al vapor, salteadas…) como calabacín, zanahoria, judías verdes, ramilletes de brócoli, calabaza, etcétera; frutas frescas adecuadamente peladas y lavadas como plátano, manzana, pera, melón, sandía, uva… prestando especial atención a la ausencia de pepitas; pequeños daditos o tiras de carnes o pescados cocinados; colines de pan, taquitos de queso, pasta cocinada, etcétera.

Los alimentos menos aconsejados al principio serían todos aquellos que pueden ser causa de atragantamiento, aspiración o asfixia en especial aquellos que se fragmenten o contienen pedacitos pequeños duros, como los frutos secos, las pepitas de algunas frutas, o incluso algunas frutas y verduras más compactas (zanahoria y manzana crudas por ejemplo). De igual forma es conveniente evitar al principio aquellos alimentos que se pueden “pegar” con facilidad al paladar.

Por lo general se ha constatado una mayor aceptación del Baby led weaning en aquellos bebés alimentados con leche materna ya que este alimento (la leche materna) experimenta ciertos cambios en su sabor en virtud de la dieta de la madre). De esta forma, se sospecha que estos bebés aceptan inicialmente un mayor abanico de sabores y están más predispuestos a los nuevos sabores que aquellos bebés alimentados con fórmula artificial cuyo sabor es siempre homogéneo. No obstante, esto no significa que los bebés alimentados con fórmula no estén preparados para seguir esta práctica.

Los posibles beneficios de seguir esta estrategia se han apuntado en este estudio Baby knows best? The impact of weaning style on food preferences and body mass index in early childhood in a case-controlled sample (¿Sabe el bebé lo que es major para él? Las diferentes formas de llevar a cabo el destete condicionan las preferencias alimentarias y el IMC en la infancia temprana en una mustra de casos y controles) en el que se sugiere que aquellos bebés que siguen el Baby led weaning tienen menos valores de Índice de Masa Corporal y realizan elecciones alimentarias más saludables. Sin embargo, y aunque hay muchos estudios que llegan a similares conclusiones¸ algunos otros, sin hacer de menos el actual cuerpo de la evidencia acerca de los beneficios del Baby led weaning apelan a la necesidad de realizar ensayos controlados y aleatorizados para poder llegar a realizar recomendaciones con una mayor solidez.

————

Imagen: Serge Bertasius Photography vía freedigitalphotos.net