Cualquier generalización suele ser inexacta. O al menos imprecisa y, cuando se usa se suele cometer el error de meter en un mismo saco, el saco de la excelencia en este caso, a productos mediocres que poco o nada tienen que ver con los mejores elementos de ese mismo saco. Tal y como se refleja en el título hoy, me refiero en concreto al aceite de oliva con cuestiones como por ejemplo: “el aceite de oliva es bueno o mejor o más sabroso que otras alternativas” o “vete por favor al supermercado y compra aceite de oliva (sin más referencias) para la mayonesa.
Estas premisas sirven tanto para las cuestiones de la salud: no todos los aceites de oliva son iguales en su composición; como para las cuestiones organolépticas: no todos los aceites de oliva tienen porque saber igual (y de hecho no saben igual). Seguro que me entiendes si utilizamos cualquier otro alimento, por ejemplo: no todo el vino es igual entre sí, tampoco todo el jamón, ni las croquetas, ni la tortilla de patatas, ni los espárragos, ni los chuletones, ni el chocolate etc.
Pero no sé muy bien por que regla de tres popularmente asumida, el caso del aceite de oliva es diferente. Cuando se habla de aceite de oliva, casi todo el mundo, al menos en nuestro entorno, cae rendido ante él y le dedica alabanzas, sin antes aclarar su origen, variedad, tipo, etcétera.
Pues no, o mal. En aquello que conocemos como aceite de oliva hay calidades bien diferentes. Al respecto de ellas te sugiero que leas este post (“El resbaladizo mundo de la virginidad del aceite de oliva”) en el que a colación de un posible fraude en el etiquetado del mismo aclaré cuáles son esas diferentes calidades.
Más allá de la calidad, está el origen de la oliva, no es lo mismo un aceite de oliva de una determinada variedad de aceitunas que de otra (empeltre, arbequina, picual, cornicabra, picudo, hojiblanca, etcétera). A su vez, variables como el grado de madurez, la forma de obtención del propio aceite, etcétera. son características que terminarán por influir para que, siendo todos aceites de oliva, nada o poco tengan que ver unos con otros.
Por ejemplo en mi casa, como norma habitual tenemos tres aceites de oliva con características organolépticas bien diferentes, todos virgen extra eso sí. Por un lado para la cocina como tal, frituras y demás, usamos un aceite de la variedad empeltre, de color amarillo intenso, limpio, de aroma tenue y que una vez en la sartén se “estira” como pocos. Para el uso en crudo solemos usar un aceite de la variedad arbequina, mucho más verde, de sabor más intenso y penetrante, ligeramente afrutado. Y por último, para ocasiones especiales contamos con una botellita de un aceite excepcional, de la variedad picual, cuyo precio me da vergüenza reconocer. En nuestro descargo diré que este último aceite nos dura (1 litro) más de un año… Los dos primeros suelen ser de Aragón y el segundo es de Jaen.
Todo esto viene a colación de una iniciativa del MAGRAMA, junto a las empresas del sector (La Interprofesional del Aceite de Oliva de Español) y de la Unión Europea para dar a conocer el “apellido” de Los Aceites de Oliva. Basta ya pues de hablar de forma general “del aceite de oliva” y hablemos con propiedad nombrando a cada aceite según su calidad y origen.
Esta nueva campaña, “Experiencia Los Aceites de Oliva” pretende dar a conocer al consumidor la diversidad de los aceites de oliva, así como los beneficios de su conocimiento y utilización y que se presentará el próximo 7 de noviembre a las 12:30 en una carpa instalada en la Plaza de Callao (Madrid). Entre otros actos, se dará el pistoletazo de salida a 50 carritos que recorrerán toda España, para que el público «moje pan» en nuestros los distintos aceites de oliva y aprenda a distinguirlos.
Así pues, a conocer, reconocer y disfrutar de las distintas variedades de aceite de oliva.
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Nota: además de tanta promoción y demás, que está muy bien, estaría fenomenal que la mencionada Interprofesional del aceite de oliva y el MAGRAMA mediaran en el precio del aceite de oliva virgen extra… el otro día en el súper me sorprendió la, a mi parecer, abusiva subida de precios que este tipo de aceites ha sufrido en fechas recientes. Encontrar un AOVE por debajo de los 4€/litro es ya misión imposible y no es de recibo. Este dato junto a los aspectos mencionados en este otro post, creo que es algo como para hacérselo mirar.
Imagen facilitada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente
yo tengo la suerte de comprarlo todos los años de cosecha reciente en un pueblod e badajoz, bastante mas barato y mejor, quien pueda que se de una excursion y vaya a una zona con buen aceite y lo compre a alguna cooerativa local
30 octubre 2013 | 09:50
Muy de acuerdo con la entrada de hoy. Y, además, me parece de vital importancia recalcar la diferencia entre el aceite de oliva (a secas) y el aceite de oliva virgen (sea extra o no). Todavía hay gente que piensa que el mero aceite de oliva es «zumo de oliva» sin más procesos.
30 octubre 2013 | 09:58
Me acuerdo que en mi época de estudiante un profesor, pupilo de Grande Covián, nos contó que en una rueda de prensa con periodistas generalistas uno de ellos le preguntó a Francisco «¿Qué diferencia hay entre el aceite virgen y extra virgen?», y Grande Covián respondió con el humor que le caracterizaba: «Hombre, ser virgen es malo, pero ser extra virgen es un problema…»
30 octubre 2013 | 10:19
No entiendo el post
30 octubre 2013 | 11:49
Pero al final nutricionalmente no queda claro la diferencia entre virgen y virgen extra, o sí??
De todas formas creo que esto abarca más el tema gastronómico y las generalizaciones, como con muchas otras cosas que SÍ afectan nutricionalmente y se generaliza o se vive engañado (carnes de cerdo, jamón cocido, jamón ibérico dicho así a pelo, etc…), porque repito que no se especifica una diferencia nutricional o de elementos que diga si es mejor el extra que el que no lo és.
Como aporte decir que uno de mis favoritos es un virgen, no extra, elaborado por una conocida marca y que es más caro que su propio virgen extra; cosa de gustos, es sí, con moderación porque no es barato pero puntualizar que no hay gato por liebre y que NO es extra.
Saludos resbaladizos!!!! whatever…
30 octubre 2013 | 13:24
Si bien estoy básicamente de acuerdo con el fondo del post, no lo estoy tanto con aquello de «el otro día en el súper me sorprendió la, a mi parecer, abusiva subida de precios que este tipo de aceites ha sufrido en fechas recientes. Encontrar un AOVE por debajo de los 4€/litro es ya misión imposible y no es de recibo».
Vamos a ver, el problema no es a qué precio se vende, el problema es a quién va a parar ese dinero, porque, por poner un ejemplo, señor Juan Revenga, usted escribe 5 días a la semana, eso son un total de 20 artículos al mes, ¿cuánto cobra de este diario por ello?. Pongamos que cobrara 100€ por sus 20 articulos, ya estaría costándo usted más que una botella de aceite de las que usted comenta. Pero claro, usted es biólogo, dietista y nutricionista y eso hay que pagarlo, que su tiempo se ha llevado alcanzar tan nobles carreras. Bien, ¿cuánto tiempo le lleva escribir estos artículos? Sea el tiempo que sea seguramente será menos del que tarda un olivo en echar su cosecha de aceitunas, menos del que se tarda en recoger dicha cosecha del árbol, y menos de lo que se tarda en molturar esa aceituna y dejar el aceite listo y preparado para que usted sólo tenga que abrir la botella y servirlo. A eso sumemos el gasto que conlleva el cultivo, recogida, transporte, molienda, envasado, etiquetado y comercialización y del producto final y veamos si esos 4€ que tan caros le parecen son justos o no.
Que España sea un país productor no quiere decir que haya que regalarlo…, ahora bien, si dejamos de hablar de Los Aceites de Oliva Vírgenes y hablamos de los de orujo…, eso es otro cantar, esos sí serían caros a ese precio.
No veo que nadie se queje de comprar un jamón ibérico a más de 90€ la pieza de 7,5 kg, por poner un ejemplo, o de comprar una buena botella de vino por 16€ (sin irnos a vinos como Vega-Sicilia…) y se compran cuando se quiere algo de calidad, ¿o no?, ¿porqué iban a ser menos Los Aceites de Oliva Vírgenes?, ¿qué tienen para que sean menospreciados cuando son una fuente de salud igual o mejor que otros productos que pagamos más caros?
Gracias por dejarme intervenir.
31 octubre 2013 | 20:20
Me ha gustado mucho este post. Creo que es necesario seguir abundando y difundiendo todo lo relativo al aceite de oliva, que es el principal producto alimentario que produce España. Sin embargo, no estoy conforme con tu apreciación sobre el precio del AOVE en supermercado. Y más teniendo en cuenta que la gran distribución vende el aceite de oliva como un producto gancho, por debajo de su precio real, para animar a la compra de otros productos.
Para poder valorar justamente el precio de un AOVE hay que conocer a sus productores, qué técnicas han usado en la recolección y producción del mismo, así como el terreno y el tipo de envase. Con todos estos datos en la mano lo sospechoso es encontrarse aceites calificados como AOVE por debajo de 4 €/litro.
04 noviembre 2013 | 13:15
Muy de acuerdo con Cristina Aguilera, pues nuestros AOVE, en general, son de excelente calidad y todos sabemos que los productos bien elaborados tienen un precio, o deberían, acorde con lo que se ofrece al consumidor. Además, es muy necesario que toda la cadena sea debidamente remunerada para que la sostenibilidad del producto y su continuada presencia en los mercados quede garantizada. Solo apoyando incondicionalmente a nuestros aceites les daremos la fuerza y proyección necesaria para ganar nuevos retos en el exterior con el AOVE, uno de nuestros productos estrella.
05 noviembre 2013 | 23:34