El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

Verdura de verdad (síntesis)

Zanahorias manoComentaba el otro día que el consumo de verduras y hortalizas entre los más pequeños es uno de los eternos caballos de batalla cuando estos se sientan a la mesa. Nada nuevo y que además no sea vox populi.

En estas circunstancias, distintas empresas alimentarias han sabido apreciar una oportunidad de negocio a partir de este marco y aportar soluciones con las más variadas estrategias. Una de ellas la vimos en este post. En resumen, se trata de considerar los elementos de la discordia, las hortalizas, y sacarlas de su contexto disfrazándolas con una serie de características propias de otro grupo de alimentos, las chuches. Otra de esas soluciones es, al contrario, coger las chuches tal cual y ponerles sabor a hortalizas, tal y como vimos ayer.

No voy a volver a comentar esta última posibilidad, errónea y mala como la peor… Es decir, la que toma lo peor de ambos grupos de alimentos. Por lo tanto no le veo ninguna ventaja a esta propuesta se mire como se mire, salvo la de ser una propuesta bizarra y curiosa donde las haya. Centrémonos pues en la primera.

¿Cuáles son las razones por las que los niños no comen verduras y hortalizas como a los mayores nos gustaría que las comieran; tienen acaso los niños la culpa? Yo lo dudo. Los niños no se ponen de acuerdo para chinchar a sus padres, no hay un contubernio infantil orquestado para dar mal en este terreno. Sea por las razones que sean los niños no tienen la culpa de no preferir verduras y hortalizas frente a otros alimentos cuando los otros se presentan juntos o como alternativa.

Y aquí quería yo llegar, supongamos que en el momento de la merienda, ofrecemos a un grupo de chavales dos posibilidades una, digámosle tradicional y poco saludable, consistente en galletitas con perlitas de chocolate (o bien una serie de gominotas y caramelos “con zumo de frutas”, ¿te acuerdas?) y, la otra, a base de las ya conocidas Power Pupis (hortalizas precortadas con sugerentes formas y presentadas en llamativos envases) ¿Qué opción crees que preferirán la mayoría de ellos? Yo lo tengo claro, ellos también y seguro que tú también.

Pues de eso se trata, no tanto de las elecciones que los niños puedan hacer en un momento determinado frente a un variado catálogo de opciones, sino más bien qué es lo que tú como padre, madre o cuidador vas a poner a su alcance diariamente. Como dice mi querido compañero Eduard Baladía: “Un niño no come lo que no tiene en casa o lo que tú no pongas a su alcance”

Se trata de eso y se trata de la publicidad. Veamos… ¿has visto algún anuncio en televisión de las referidas Power Pupis? Yo no. ¿Te has fijado en el número de “visualizaciones” que tiene el spot de esta gama de productos en el canal youtube? Ya te lo digo yo, no llega a 600 (muy pocas) y eso teniendo en cuenta que el vídeo está colgado allá por el mes de mayo.

¿Crees que esta inversión en publicidad de los Power Pupis es en modo alguno rival para los anuncios de snacks dulces y salados, las barritas de chocolate, las galletitas, los zumos comerciales, los huevitos de chocolate con sorpresa, los preparados lácteos…? No sé si te has parado alguna vez delante de la televisión cuando en canales como Boing, DisneyChannel y demás similares ponen anuncios… Es increíble el bombardeo incesante, el chorreo de “alimentos” que tienen a los más pequeños como público objetivo. Y sí, la mayor parte de ellos tienen un mini faldón con letra microscópica en el que se recuerda la importancia de seguir unos hábitos saludables tanto en lo que respecta a la alimentación como a la actividad física (Código PAOS). Algo que podrá quedar muy bonito pero que sirve para muy poco. Así, está claro que Power Pupis jamás podrá presentarse como una opción competitiva.

Y por último, se trata de lo que nosotros como padres hacemos como cuidadores. ¿Comemos nosotros delante de ellos una suficiente variedad de este grupo de alimentos? ¿los preparamos de modo atractivo y apetecible? ¿tenemos suficientes recursos culinarios para presentarlos en recetas variadas y apetitosas? ¿los involucramos en los procesos de compra, cocina, etc y los comemos junto a ellos? ¿somos de los que elegimos un menú infantil para nuestros hijos cuando salimos fuera de casa? ¿no nos habremos vuelto quizá demasiado comodones y, entonces, por evitar la negativa, el diálogo… terminamos proscribiendo nosotros mismos los verduras y hortalizas en el menú de nuestros hijos? Y para acabar, más preguntas retóricas ¿creemos que este tipo de soluciones más o menos puntuales son al menos una parte de la solución para esos niños que no comen hortalizas en una mesa? Me temo que no y me aventuro a decir que quienes más terminen utilizando el producto Power Pupis o similar sean aquellas familias que en principio menos lo necesitarían.

Más allá del producto en sí y sus posibles utilidades a la hora de transportarlo y demás, creo que sería conveniente que en nuestras casas se usaran alternativas más saludables, apetecibles y sabrosas tanto en el momento de las comidas, como en el caso de meriendas y almuerzos y aperitivos… ¿te acuerdas del pinzimonio? ¿le has dado alguna vez a tus hijos una zanahoria cruda y limpia, con su penacho para que vaya “picoteando”; han probado ellos por ejemplo los rábanos…?

Probablemente si en nuestras casas presentamos las verduras como algo normal, de diversas y apetecibles maneras, quizá las alternativas de picotear hortalizas precortadas y envasadas no serían tan necesarias. No es una cuestión de certezas matemáticas, pero sí de probabilidades. El reto no consite en que nuestros hijos coman hortalizas sea como sea y si para ello hay que «disfrazarlas» de chuches, pues se disfrazan. No, el reto consiste en que este grupo de alimentos sea asumido como algo normal, no como un castigo… y las chuches un premio. Déjemos las chuches donde están, usándolas como se merecen (en poca cantidad y no muy frecuentemente) y procuremos que en general nuestros hijos disfruten de unos hábitos alimentarios saludables.

A pesar de los dicho, de veras que me gustaría que Power Pupis terminara siendo un éxito comercial. Si así fuera significaría que a lo mejor algo está cambiando entre los consumidores. Pero de entrada lo tienen difícil, además de su escasa publicidad, no es nada fácil de encontrar. Al menos en las dos cadenas de distribución que frecuentamos en casa este producto no se comercializa. Una pena.

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Imagen: Clare Bloomfield vía freedigitalphotos.net

2 comentarios

  1. Dice ser Lokilla

    ¿Alguien ha probado la zanahoria cruda con mantequilla de cacahuete? Está buenísima, sorprendentemente. Vale, que le quitamos parte de lo sano, pero tampoco hay que embadurnarla, he ahi una manera de que se coman la zanahoria.

    Respecto a este tema, hay que destacar que nosotros no estamos acostumbrados a consumir frutas y verduras de forma atractiva a los ojos, ¿conoces el bento? La gente presenta comídas sanísimas de forma que a los peques les entran por los ojos y supongo que al final caen.

    Hablando de bento, ¿para cúando un post de este tipo de «comida de tupper»? ¿Es realmente sana? ¿Equilibrada nutricionalmente? Estaría encantada de oír tu opinión, porque tengo que comer de «tupper» o fuera muy a menudo y me parece una alternativa más sana y equilibrada que el típico bocata…

    Muchas gracias

    19 septiembre 2013 | 12:19

  2. Dice ser Miquel Gil

    Muy buen artículo, has puesto el dedo en las dos llagas, la pereza o poco tiempo que los padres dedicamos a la alimentación sana de toda la familia y el tsunami de la publicidad masiva y sin piedad de la industria alimentaria persiguiendo mayor beneficio económico a costa de la salud de las futuras generaciones.
    El «mini faldón con letra microscópica en el que se recuerda la importancia de seguir unos hábitos saludables tanto en lo que respecta a la alimentación como a la actividad física (Código PAOS)» que sale en los anuncios televisivos, es imposible de leer. Habría que preguntarse porqué la Ley que se debería ocupar de regular este tema no lo hace adecuadamente, aunque yo ya intuyo la respuesta: seguro que algo tienen que ver en este tema los lobbies de la industria alimentaria que debieron emitir «informes» y «consejos» de como debían ser estos «mini faldones», imposibles de ver.
    Gracias a este blog y otros similares que informan adecuada y científicamente para que la gente sea consciente de estos temas y se forme su propia opinión.
    Saludos y muchas gracias.

    25 septiembre 2013 | 21:43

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