El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

¿Nos van a impedir saber qué comemos o qué compramos?

Censura_ imagerymajestic

El actual Proyecto de Ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria ha desatado la polémica gracias a la posible inclusión de una enmienda en la futura ley que, según algunos, coartará los derechos de los consumidores a estar debidamente informados. Para comentar la denominada como “ley mordaza” y su alcance a la hora de dificultar y/o impedir en la práctica los conocidos como análisis y comparativas de producto me gustaría hacer una serie de reflexiones comenzando desde el principio.

El panorama

Cuando uno pretende comprarse un coche y entra en un concesionario para informarse, lo último que espera es que el vendedor de turno le diga que sus coches son una castaña y que haría mejor yendo a otro concesionario o, incluso, que nos hiciera desistir de la necesidad que tenemos de comprarnos cualquier coche.

Y con los alimentos sucede parecido. En su publicidad, en el punto de venta, en su envase (última línea de ataque publicitaria para convencerte de que compres ese producto y no otro), etcétera el fabricante del alimento en cuestión va a poner toda su pericia al servicio de que tú lo elijas a él. Esto es algo normal, habitual, razonable y esperable. Que levante la mano el que no la haría de esta forma. Dicho de forma clara y directa, el fabricante y vendedor de un producto te lo va a poner todo de color de rosa, todo bonito, y si hay algo “feo”, no lo mencionará, lo ocultará o incluso podrá llegar a mentir sobre esa característica en concreto; lo cual, llegado el caso, podría ser constitutivo de un fraude.

Compartir pizza_ stockimagesEl qué comemos es una cuestión que nos preocupa bastante, y es algo lógico. De entrada porque tenemos que hacerlo todos los días y el articular nuestra alimentación con unos u otros alimentos sabemos que va a tener diversas consecuencias; desde el que nos proporcionen más o menos placer (algo muy tenido en cuenta por los consumidores en el momento de realizar sus elecciones) hasta por supuesto, el que se condicione nuestro nivel de salud, influyendo en el riesgo de padecer diversas enfermedades metabólicas. Y todo ello sin llegar a mencionar la cuestión estética, que esa es otra. Por tanto, el comer de una forma más o menos saludable, el comer lo que el fabricante dice que comeremos si adquirimos su producto y el comer de una forma más o menos segura son cuestiones presentes en nuestro día a día.

Desde hace años, además, hemos sido testigos de diversas noticias que ponían en el ojo del huracán la seguridad y calidad alimentaria. Con no poca frecuencia se ha abierto la caja de los truenos y han saltado a la palestra cuestiones vinculadas de forma muy estrecha con la industria alimentaria poniendo de relieve en no pocos de esos casos que: Algunos fabricantes de alimentos no son todo lo honestos que les gustaría a los consumidores que estos fueran y, que los consumidores lo tenemos francamente difícil para reconocer y destapar muchas de esas irregularidades, fundamentalmente en lo que se refiere a la calidad de esos alimentos.

Quizá por estas razones surgieron en su día las distintas asociaciones y confederaciones de consumidores que hoy conocemos, entre las de mayor impacto están, OCU, FACUA, CEACCU, etc., que tratan, en líneas generales, de hacer valer los derechos e intereses de los consumidores. Centrándome en lo referente a los alimentos, entre esos derechos e intereses están sin lugar a dudas el que los consumidores puedan obtener una información veraz acerca de qué están comprando y comiendo cuando adquieren un determinado producto, visto que no siempre es oro todo lo que reluce.

Pero claro, en los conocidos como «estudios de producto” que con frecuencia llevan a cabo las citadas asociaciones muchos fabricantes no salen muy bien parados, es más, es habitual que casi siempre se termine por sacar los colores a alguien. Y ojo, no hay nada que objetar por mi parte cuando es algo merecido, de hecho me gusta que así sea. Señalar con el dedo al sinvergüenza me parece a estas alturas del cuento algo imprescindible e incluso necesario.

Las circunstancias

Pues bien, después de tan largo y necesario proemio, el caso es que tal y como comentaba al principio, en la actualidad el Gobierno de España está trabajando en un Proyecto de Ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria. Esta futura ley, según expone, tiene como finalidad genérica:

mejorar el funcionamiento y la vertebración de la cadena alimentaria de manera que aumente la eficacia y competitividad del sector agroalimentario español y se reduzca el desequilibrio en las relaciones comerciales entre los diferentes operadores de la cadena de valor, en el marco de una competencia justa que redunde en beneficio no sólo del sector, sino también de los consumidores.

Si quieres concretar más, se pueden consultar el objeto y los fines de forma detallada en los artículos 1 y 3 respectivamente.

El caso es que la polémica ha venido servida en el momento que se han hecho públicas las enmiendas al proyecto de ley, incluyendo o proponiendo incluir (desconozco el estado de esta cuestión) una que regule la forma y manera en la que poder realizar esos estudios de producto tan habituales (y necesarios) por parte de las asociaciones de consumidores. La posible inclusión de esta enmienda ha hecho que algunas de estas asociaciones hayan terminado por denominar a esta ley como una “ley mordaza

La polémica

En resumen, en esta enmienda (que puedes consultar aquí en la página 108) se sientan las bases de cómo realizar y los requisitos para publicar estudios producto del estilo de aquellos que ya conocemos, por ejemplo sobre las hamburguesas, la leche, el aceite de oliva, etc. Con ella se pretende que esos estudios y análisis se hagan en base a unas condiciones estandarizadas, homologadas y que además, antes de publicar los resultados, se pongan estos en conocimiento de la empresa productora con el fin de que si quiere pueda hacer sus contranálisis, siempre también en condiciones estandarizadas. En el caso que los resultados del estudio por parte de la asociación de consumidores y de la empresa no coincidan, se podrá hacer un análisis dirimente.

Todo esto, que quedará muy bonito sobre la futura ley, habrá de ser regulado mediante la publicación del correspondiente Reglamento que…

[…] establecerá el procedimiento al que tendrán que ajustarse los estudios, informes o análisis, en relación con la ficha técnica, el procedimiento de compra de los productos a analizar, los requisitos aplicables a la toma de muestras, el procedimiento de comunicación de resultados a los afectados.

Las asociaciones de consumidores alertan con cierta razón de que esta enmienda coartará su libertad de expresión, limitará el derecho a la información, etc. en especial cuando haya que poner en conocimiento del fabricante los resultados obtenidos de forma obligatoria. Por su parte la industria puede alegar que cualquier análisis sin rigor y cuyos resultados no estén obtenidos con unas mínimas garantías (selección y conservación de muestras, análisis dudosos, etc.) puede perjudicarles de forma importante una vez que el estudio se hace “noticia” por mucho que luego “se reme para atrás” o se demuestre una baja calidad metodológica en el estudio.

Mi opinión es que es necesaria esta ley. Pero es necesario también que se haga bien y que ese Reglamento garantice al consumidor que la información contenida en los informes que se lleguen a hacer públicos es veraz y, en cierto sentido, independiente. Por lo tanto, creo que el revuelo generado con este tema podría haberse minimizado si el discurso de las asociaciones de consumidores hubiera puesto el acento en expresiones como: esta enmienda podría coartar la libertad de expresión, podría limitar el derecho a la información, etc.

Micropipetas_ Photokanok

Y podrá hacerlo si el Reglamento que establecerá el procedimiento con el que realizar esos análisis e informes se demora en el tiempo de su publicación o si simplemente termina por ser una chapuza. Si la ley prospera incluyendo esta enmienda, ese futuro Reglamento habrá de hacer constar plazos concretos y razonables para los intereses de ambas partes, habrá de establecer de forma muy concreta la toma de muestras y su posterior conservación para los posibles contranálisis, tendrá que tener en cuenta y dejar bien claro las obligaciones económicas de ambas partes suponiendo que el nuevo protocolo termine por ser más gravoso (cosa que así supongo), etcétera.

En resumen

Esta ley me parece una sana medida que redundará en un mayor control de la información al respecto de su fiabilidad y verosimilitud con el beneficio que ello supone de cara al consumidor final en relación a su derecho a estar informado.

Todo ello si las cosas se hacen bien, de otro modo esta cuestión se terminará por convertir en una gran cagada con la que presumiblemente se beneficiará a una industria, la aliamentaria, para la que no soplan últimamente buenos vientos. Y muchas veces no me extraña.

Desde mi punto de vista, como consumidor, me gustaría que se hicieran más análisis de los que actualmente se hacen y que además las condiciones de esos análisis estuvieran mejor controladas que lo que actualmente lo están.

Si te ha gustado esta entrada y quieres profundizar más sobre este tema te recomiendo encarecidamente que leas esta entrada de @gominolasdpetro en su muy recomendable blog “Gominolas de petróleo”.

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Imágenes:  imagerymajesticstockimages, Photokanok vía freedigitalphotos.net

 

14 comentarios

  1. Dice ser Antiilluminati

    Entre la fueret influencia de Monsanto en España y que se le ha entregado regalado a la compañia Coca-Cola la dirección de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria.. Vamos de culo y contra el viento..

    Y esto es precisamente por culpa de Coca-Cola que no quiere que sepamos que veneno nos ponen y utilizarnos como cobayas..

    Ahora que diga de nuevo Ana Mato que en España estamos mas gordos porque comemos demasiado.. Ignorando todas las aberraciones alimentarias a las que estamos sometidos y que alteran radicalmente el metabolismo.. Empezando por el consumo de refrescos, y sobre todo CocaCola

    14 junio 2013 | 10:51

  2. Dice ser Mi Dieta Cojea

    Esperemos que la coherencia acabe entrando junto con esta ley, porque si lo que pudiera convertirse en una mayor fiabilidad, seriedad de los estudios, acaba virando a una serie de obstáculos encubridores… nos encontraremos a como tú mismo has dicho: una cagada.

    ¡Un saludo Juan!

    14 junio 2013 | 12:20

  3. Dice ser rg

    No nos engañemos, hay hueco en esa ley más que suficiente para inclinar la balanza a favor de la industria y sus intereses.

    Cada estudio que se hace, y se hacen muy pocos, siempre salen malparados ellos, y la prueba es que con lo de la leche y ll del aceite se tuvieron que callar TODOS. LO presumible no es suposición gratuíta, es un hecho y que además roza o toca directamente la estafa, y ya parece hasta normal el que atente sobre la salud.

    Y los DN y médicos deberíais hacer mucha más presión a Sanidad, que aunque son vuestros valedores son los únicos que realmente pueden legalmente prohibir, regular y actuar de facto sobre la seguridad del consumidor.

    La OCU tiene una alta credibilidad, por qué será????…..porque para los pocos anàlisis que hacen siempre salen cosas muy feas, y la OCU más no puede ni debe hacer, es Sanidad quien no revisa normativas, la UE tampoco……en fin.

    Saludos.

    14 junio 2013 | 12:30

  4. Dice ser Warp

    Tu artículo hoy se ha salido de madre, padre y muy señor mío. Demagogia amarillista en el título que no se corresponde al contenido. Hoy te has pasado y has caído de lleno en los mismos errores que cometen los defensores del aspartamo cancerígeno, las maravillas de la homeopatía y las bondades de la dieta de la alcachofa. ¿Por qué, Juan, por qué…? Yo confiaba en ti.

    Todo tu escrito se basa en que se lanzará la ley y hará falta esperar al reglamento para saber cómo serán los análisis. A partir de esta premisa, asumes gratuitamente que «los consumidores vamos a perder información sobre los alimentos», apoyándolo con que «las asociaciones de consumidores dicen lo mismo».

    Viendo que a medida que redactas estás pasándote seis pueblo, antes de llegar al séptimo reculas y casi al final dices que «esta ley redundará en mejorar la información al consumidor». Es decir, «yo no me retiro, sino que giro 180 grados y avanzo»: ¡Por favor! ¿qué es esto? Empiezas titulando «¿Nos van a impedir saber qué comemos?» y sigues con «Las asociaciones de consumidores dicen que se coartará su libertad de expresión», luego dices que la ley es una sana medida. Todas las posiciones en el mismo artículo. Eso sí que es nadar y guardar la ropa.

    1.-Las asociaciones de consumidores son necesarias pero dudo mucho de su cacareada imparcialidad, especialmente de la OCU, que han pasado de héroes a villanos: antes leía su revista y me parecía lógica, pero tras unos años han pasado a ser abiertamente tendenciosos respecto a qué debemos comprar o no. Espero que sus análisis sean correctos, porque sus conclusiones están bastante manipuladas.

    2.-Un análisis es ciencia química. La composición de un alimento es la misma tanto si se analiza aquí como en Kuala Lumpur. ¿Por qué la preocupación? ¿Hay miedo por si se descubre que tus análisis o sus conclusiones no son tan fiables como se dice? Nadie te va a decir «no puedes decir lo que piensas», pero sí te van a decir que si el análisis de esta sobrasada dice que tiene un 5% de sal, no puedes poner que tiene un 7% porque es mentira. A renglón seguido puedes decir si ese nivel de sal es saludable, si te parece excesivo o si no lo recomiendas: nadie te puede denunciar por decir lo que piensas. ¿Dónde está el problema? Yo te lo diré: en que ahora las asociaciones ven que la industrua puede entrar en el juego con unas reglas, las mismas para todos.

    3.-La industria no es un montón de angelitos que quieren la paz mundial, hay que atarlos corto y tener mucho cuidado con ellos. Pero a veces parecemos tontos: nos venden zumo de naranja abiertamente repugnante pero lo seguimos comprando, aunque sea repulsivo. ¿Por qué sigue este mejunje infame imperando en las estanterías? Es un misterio saber por qué compramos algo tan malo. ¿Tiene culpa la industria ofreciendo mal producto? Sí, claro pero ¿no tiene nada que ver un consumidor poco responsable, sin criterio y con el paladar de una esponja? Si compramos basura, basura nos darán. Entretanto, yo compro naranjas frescas y uso un exprimidor o, mejor aún, me las como enteras. Y si salen malas, la próxima vez se lo diré al tendero.

    4.-Cualquiera que haya estudiado mínimamente la legislación española sabe que una ley es un marco impreciso que sirve de poco sin su reglamento de aplicación, que tardan mucho más tiempo en salir. Mientras no exista el desarrollo reglamentario, se seguirá como hasta ahora: sin regulación alguna.

    ¿Ha presionado la industria para que salga esta ley? Seguramente. ¿Dice alguna tontería insalvable? De momento no. ¿Puede ser útil? Yo creo que sí. No veo a qué tanto miedo, salvo en el tema de perder el control sobre el ramo de los análisis de productos, que bien necesitaban un poco de orden.

    Con la de leyes absurdas que ha emitido el gobierno, actual y pasado, no veo tanto una polémica como una pataleta. Y no, no me pagan ni Unilever, ni Danone, ni Coca Cola, ni nadie.

    Menudo tostón, pero ya que lo he redactado, no lo voy a borrar.

    Todo sin acritud, Juan, que te quiero mucho.

    14 junio 2013 | 13:25

  5. Dice ser Manuel

    Todo lo que redunde en una mejor información para el consumidor será bienvenido. Basta ya de publicidad engañosa y de informaciones a medias. Cuando se trata de la salud, hay que exigir la máxima transparencia.

    14 junio 2013 | 14:16

  6. Dice ser Manuel Sánchez

    Warp, después de leer tu comentario, me pregunto si hemos leído el mismo artículo.

    14 junio 2013 | 14:33

  7. Dice ser Gregory

    No me parece bien. En el contexto en el que nos encontramos actualmente esta Ley parece una nueva muestra de fuerza para que se sepa quién manda y obtener total impunidad de cara a la justicia y de paso tener una bienvenida optimización de costes, aumento de dividendos y lamida de culo de accionistas.

    14 junio 2013 | 17:51

  8. Dice ser edefakiel

    Claro que lo harán, controlarán todos los aspectos de nuestra vida hasta convertirnos en meras marionetas al servicio del poder y del consumo.

    Si quieres escuchar mi último disco, haz click sobre mi nombre.

    14 junio 2013 | 19:01

  9. Dice ser muttenroe

    Es una ley mordaza con todas las letras. Todo el mundo debe ser libre de publicar los estudios que haga, buenos o malos. Y luego corresponderá a quién le corresponda ponerlos en duda o denunciarlos si se trata de calumnias y mentiras dañinas.

    Esto se llama censura. Ni más ni menos. Y por supuesto que no está justificada.

    Es una clara limitación de la libertad de expresión y no debe tener cabida en nuestra legislación. Si la tiene es únicamente porque los lobbys han hecho bien su trabajo como de costumbre en los últimos tiempos, y a los ciudadanos que nos zurzan.

    14 junio 2013 | 19:55

  10. Dice ser Santaklaus

    Si gobierna el PP, sí. Ya teneis otra razón más para no votar a estos impresentables.

    14 junio 2013 | 21:26

  11. Dice ser Camus

    Vaya, vaya, Juan y Warp, parecería que estáis compinchados y todo. Ese ataque tan espontáneo y acribillador al redactor del periódico dice mucho más de lo que seguramente querías haber dicho, Warp – demasiado ofendido sin que en realidad exista una gran diferencia entre vuestros pareceres. Fíjate que al principio me estabas convenciendo, qué digo, casi, casi lo consigues. Con eso de atacar a Juan parecía que ibas decir que era un sinsentido elaborar una ley para regular los estudios de las distintas organizaciones sobre la producción y el proceso de la cadena alimentaria; que lo principal hubiese sido obligar a las empresas a publicar toda la información sobre el producto con el fin de brindar toda la transparencia al consumidor final.

    Si este fuese el caso, las organizaciones de consumidores dejarían de cumplir con este cometido. Si el Gobierno exigiese el cumplimiento de una información veraz sobre cualquier producto y lo garantizase, las asociaciones de consumidores no tendrían que realizar ningún análisis protocolario, que seguramente servirá para poner trabas y más trabas a publicaciones e informes de interés general. Lo más normal, en realidad sería solucionar el problema de raíz y ahorrarnos trámites de más, así como el dinero de la ciudadanía.

    Pero, Wart, en serio, me has hecho reír y todo. Señalas amargamente, casi drásticamente, que Juan, el redactor, se va de un lado a otro, que ralla abiertamente con la ambigüedad…, cito textualmente: “Todas las posiciones en el mismo artículo. Eso sí que es nadar y guardar la ropa”. ¿Y tú haces exactamente lo mismo? Cito textualmente: “la industria no es un montón de angelitos que quieren la paz mundial, hay que atarlos corto y tener mucho cuidado con ellos. Pero a veces parecemos tontos”. No te entiendo Wart. Tampoco a ti Juan. Porque si Wart al principio me convencía era porque tú no me convencías nada.

    Bien sabemos lo que significa esta ley. Está claro que cualquier dato no se puede dar a la ligera, ha de estar respaldado. Y es lo que hacen la mayoría de organizaciones críticas que velan por el bien común en vez de preocuparse por intereses privados como hacen empresas y gobierno. Esta ley intenta limitar los casos de denuncias por parte de organizaciones de la sociedad civil, al igual que el resto de políticas que está poniendo en marcha el gobierno para limitar la libertad de expresión y la transparencia.

    Juan, Wart, los dos decís lo mismo. Tratáis de empatizar con el lector, primero Juan diciendo que las asociaciones de consumidores y todas sus demandas son necesarias, pero que la susodicha ley también lo es. Obviando por completo que la principal exigencia sería obligar a cualquier entidad a ser transparente y dar toda la información sobre el producto.

    Wart, si en ese caso los consumidores seguimos siendo gilipollas, te daré la razón, bueno no del todo. Porque antes debería generalizarse la agricultura ecológica, de tal forma que tus opciones para comer sano, y de una forma responsable social y medioambientalmente, fuesen reales. En este momento la comida local y ecológica, por lo general, es o elitista o bien tienes que moverte mucho para conseguirla. Con el ritmo de vida que llevamos y la economía que tenemos, ¿tú crees que mucha gente se plantea participar en un grupo de consumo (más económico) o gastarse la poca liquidez que tiene en alimentos más sanos? Unos cuantos podrían, pero sigue sin estar tan disponible como la comida precocinada en cualquier tienda o supermercado.

    Podríamos seguir: Wart, también hablas de la demagogia de Juan, y tú, de nuevo, haces lo mismo.

    Solo deciros que os replanteéis vuestro trabajo, cómo lo hacéis, cómo podéis hacerlo. De tal forma que como personas influyentes en vuestros círculos veléis por el bien común, por ti y por ti en realidad. Que somos más y podemos cambiar las cosas. Cada vez hay más iniciativas para consumir de una forma más justa, pero está claro que nos queda mucho por hacer. En realidad solo deciros que también sería un placer contar con vosotros.

    14 junio 2013 | 23:10

  12. Dice ser palomo

    Toda esta mierda es para proteger a monsanto y demas empresas sucias k pretenden beneficiarse de la salud ajena.

    La solucion es la de siempre. Correr la voz y boicotear productos oscuros. No los compres.

    La economia la movemos nosotros.

    Somos mas importantes como consumidores k como votantes.

    Aprende, piensa, despierta, comparte!

    15 junio 2013 | 12:38

  13. Dice ser Julian Martinez

    NOS VAN A IMPEDIR TODO, HASTA EL DERCHO A LA VIDA

    Mirar, lo que pasa con la alimentación es producto de la sociedad que estamos viviendo hoy, tiene su origen por esto, siendo el punto vital que hay que atacar:

    La realidad, lo que hoy estamos viviendo nos demuestra muy claro que cada día que pasa, los ricos les aumentan los millones por docenas de centenares, los nuevos ricos están en aumento diariamente sin procedentes, aumento de la pobreza, desprotección sanitario, educación, subida de impuestos, subida de las materias primas para la vida, recortes y mas recortes sociales, etc. etc. Razón por lo que falta y roban a la mayoría de la población son los nuevos ricos y los tradicionales sus aumentos de capitales, empleando los medios tecnologicos en sus propios beneficio y a la vez humillando a los pueblos trabajadores.

    Esto muestra la gran mentira de la crisis que diariamente nos hablan nos recuerdan y mentalizan los gobernantes con sus esquiroles y medios de difusión modernos disponiendo de abusos con tecnología. Estos modernos políticos son seguros de si mismo con armas modernas atacando a sus mismos pueblos, siendo estos sus «enemigos». No tienen conciencia humana, solo piensan en sus propios vientres y barrigas, sus vicios con despilfarros en opulencias de vida, montan leyes de asalto incluso para el propio planeta, hablan de legalidad cuando ellos viven de la inlegalidad y corrupción. Por esto y mucho mas, no hay dinero para los derechos mínimos humanos, para los pueblos trabajadores. Para ellos SI, con grandes salarios con pensiones millonarias, para los pueblos trabajadores «demolición de las pensiones» etc. etc.

    Los políticos actuales, difieren completamente de los del pasado solo piensan a corto plazo, robar legalmente millones a los pueblos y el que vengas detrás que pille lo que pueda, ideología político social ninguna, portan caretas y antifaces para esconder sus verdaderos instintos. Esto todos de derechas, de centro y izquierda, Arnaz, Rajoy, Zapatero, Rubalcaba y los cientos que se pueden mencionar de hoy, todos son de la misma camada con los mismos objetivos, se parten el culo haciendo malabarismo para engañar lo que hoy ya no pueden por esto emplean la fuerza con las armas, modernas cárceles, gorilas amaestrados para torturar y matar. Honradez política con conciencia humana, cada día, esta mas corrupta, y las sectas religiosas con la misma enfermedad mas la invasión de corruptos omoxesuales que hoy se encuentran gobernado en las escalas mas altas de nuestra sociedad. Esto es otra desgracia mas con consecuencias futuras muy peligrosas para nuestra sociedad de nuevas generaciones.

    Por esto cada día, yo soy mas ateo de estas mafias legales de tortura, los movimientos hay que demostrarlos con hechos concretos, lo demás es bla, bla, bla. La verdad, cada día es mas desesperante vivir en un mundo asi,,.!!

    17 junio 2013 | 01:48

  14. Dice ser José

    Para empezar, el que tiene que demostrar si un ingrediente artificial no es perjudicial para la salud es el que lo introduce en los alimentos.
    Y no al revés, que nos comemos cualquier cosa porque nadie ha demostrado todavía su peligro. Y aún habiéndose demostrado muchos como perjudiciales, se siguen incluyendo alimentos.
    No ya sólo eso, pesticidas en plantas… hormonas, antibióticos, animales enfermos…
    Todo eso al final va a parar a nuestro estómago.
    Y, por poner un ejemplo muy claro, ya hay muchos estudios que demuestran que los pesticidas alteran nuestra sistema nervioso y está altamente relacionado con el Parkinson.
    Otros neurotóxicos están relacionado con el Alzheimer y aquí no pasa nada. Mientras haciendo la hipocresía de gasta dinero en encontrar curas para el cáncer y enfermedades degenerativas. Ese negocio a muchos les va muy bien.

    18 junio 2013 | 13:25

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